TITULO: Beso Destinado
Correspondiente al séptimo de mis One Shot titulados: Kiss, Kiss (Si, todos tienen que ver con besos)
Libro: Harry Potter
PAIRINGS: Drarry
DISCLAIMER: Nada mío, bla, bla, bla, ya saben que sigue. No consigo nada con esto, solo puro entretenimiento. (Del bueno)
Campaña Le Fay: Todo esto se rige por ella. (No la olvides por favor)
PALABRAS: 399 aprox. (Drabble)
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“Por ese libro de vida,
Para que el cambio se haga de una forma pertinente”
OoOoOo
Y ahí estaban frente a frente, después de años de rencillas y de aparentes odios. Después de una guerra que había dejado irreparables heridas en ambos y pérdidas significativas que jamás podrían recuperarse.
Las miradas hablaban y el lenguaje corporal siempre a la defensiva susurraba palabras a dos seres que debían culpar a la vida y a sus jugadores porqué quizá, de haber sido únicamente ellos, las cosas habrían diferido en lo que se había escrito sobre ambos.
La vida los había puesto siempre del extremo opuesto del mundo, tentando a la voluntad de un algo que dictó la enemistad legendaria. Un destino que no podía ser de otra manera, o quizá lo acontecido entre penurias jamás habría conllevado a un pensamiento justo y diferente.
La tensión de un momento que a pesar de los años y la distancia jamás podrían borrar de sí mismos.
Por eso cuando el rubio volvió a extender la mano, más por obligación que por deseo propio y en una clara muestra de modales digna de su estirpe, el mundo se detuvo, reviviendo aquella noche cuando a los once años, la escalinata de un antiguo colegio marginó sus vidas.
Pero esa vez, contrario al Deja Vú, no hubo miradas de reproche, ira o superioridad, existió entonces la reciprocidad que no hubo aquella noche tormentosa rezagada en el corazón de un rubio que frunció el ceño a modo de desconcierto.
-Es bueno volverte a ver, Malfoy.
No respondió, la media sonrisa del de anteojos opacó cualquier rastro de raciocinio.
Pero siempre se puede retar al destino y convertir el susurro olvidado en una unánime sinfonía de colores y sensaciones.
La elección propia es quien cambia la vida.
Por eso, cuando Harry Potter haló al indómito rubio y lo besó, sin argumentos, preámbulos o explicaciones estúpidas, supo que la maldita vida había confabulado, muchos años atrás, para que justamente eso no se suscitara.
Quizá la inexperiencia era una justificación fehaciente. No se imaginaba la actitud que a los once habría tomado si el de anteojos le hubiera besado.
Pero como no era más un niño y su corazón henchido de orgullo, quedaba devastado con tal extrema acción, solo se le ocurrió responder lo que tal vez habría hecho siempre.
-Idiota.
-Orgulloso.
No era necesario decir, que el libro había dado un tremendo giro.
Uno, que habían estado esperando desde el momento en que se conocieron.
FIN
¿Comentarios?
Los agradecería muchísimo ^^
Katrinna Le Fay
Abril 2010