Gackt se encontraba en la puerta de aquel departamento, tocando el timbre una y otra vez. Nadie respondía y comenzaba a pensar que no había nadie. Miró el reloj y se convenció de que eso era imposible. Habían acordado que el pianista pasaría por allí a esa hora, y quien lo esperaba debía estar desde mucho antes en su hogar esperándolo. Volvió a llamar a la puerta. Nadie le contestaba.
"¿Habrá salido a comprar algo?" se preguntó ya que no se le ocurría otra opción. Entonces decidió llamar a la otra persona al celular para localizarlo, pero siguió sin tener respuesta alguna. "Raro" pensó. También preocupante. ¿Qué le había ocurrido?
Y antes de volver a intentar contactarlo con el celular, oyó unos pasos detrás de la puerta. Pocos segundos después, ésta se abrió y pudo ver a quien tanto estaba buscando.
Hyde se encontraba en el umbral completamente empapado, con varios mechones de su cabello pegados a su frente por el agua. Estaba vestido únicamente por una toalla blanca atada a su cintura, el resto de su cuerpo estaba completamente desnudo. Camui jadeó ante la sorpresa tan excitante que se presentaba ante a sus ojos.
-Hola, Gacchan. -saludó éste con una gran sonrisa. -No te contestaba porque me había quedado dormido y recién entré a bañarme. -explicó algo tímido bajando la mirada. -Perdón, se me hizo tarde... -levantó la cabeza para mirarlo con esos ojos de cachorro abandonado que lo hacían derretir.
Era tan adorable. Y tan irresistible. El tenerlo frente a él cubierto tan sólo por una toalla y con el cuerpo húmedo por la ducha le pareció una imagen tremendamente erótica. Inmediatamente, una erección se hizo presente en su entrepierna, siendo presionada por sus ajustados pantalones.
-¿Gacchan? -interrogó el pequeño cantante con una nota de curiosidad en su voz. Camui lo miró con lujuria.
-Si me recibís de esta manera, estás más que perdonado. Pero ahora atenéte a las consecuencias. -y acto seguido, se abalanzó hacia él para devorar sus labios desesperadamente, ingresando al departamento y cerrando como podía la puerta.
Hyde no pareció sorprenderse por esta repentina actitud. Era más bien como si la estuviera esperando desde antes, ya que respondía a su beso de manera natural.
-¿Tanta ganas tenés de hacerlo? -cuestionó el mayor mientras sus manos revoloteaban sobre el cuerpo del menor.
-Te extrañaba, Haido.
-Hace un día que no nos vemos. -aclaró.
-Eso es demasiado tiempo sin verte. -espetó Gackt mientras saboreaba la piel desnuda de su amante. Hyde soltó una risilla dándole paso al otro a que continuara con su trabajo, suspirando ante el sensual contacto de sus labios sobre su pecho.
Al poco tiempo, Takarai se encontraba contra la pared de la sala de estar, mordéndose el labio inferior ante el sutil roce de la lengua de Gackt sobre sus pezones. Éstos estaban completamente duros, al igual que su pene. El pianista podía sentirlo contra su cuerpo, el roce lo emocionaba aún más. Si era por él lo penetraba allí mismo, no podía esperar más para estar dentro suyo. Pero el cantante de VAMPS y L'Arc~en~Ciel tenía algo en mente para hacer antes que eso.
Con un movimiento ágil, giró al músico hasta recostarlo contra la pared, en el mismo lugar donde se encontraba antes. Hideto sonrió juguetonamente y besó sus labios apasianadamente, para luego descender hasta el cuello. En esta zona convirtió los besos en excitantes mordidas, con la finalidad de dejar suaves marcas en la piel. Gackt gimió al sentir sus dientes probarlo, pero este sonido se acentuó cuando notó cómo seguía bajando por su cuerpo. No le quedaba mucho para llegar a su obvio objetivo, su lengua estaba humedeciendo con ganas los abdominales bien formados como si le estuviera gustando lo que había allí. Cuando terminó con este lugar, separó un poco su cara para ver desde aquella perspectiva el rostro extasiado de Gackt. Sonrió esta vez perversamente y tomó el miembro del otro entre sus manos. Camui soltó un pequeño grito de placer.
-Veamos lo que podemos hacer para que no estés tan necesitado mañana. -musitó Hyde enarcando una ceja.
Acercó su boca la virilidad de su amante y comenzó a lamerlo lentamente, como si estuviese saboreando el más dulce de los caramelos. Gackt cerró los ojos para dejarse llevar por la increíble sensación, mientras Takarai mojaba su miembro de arriba a abajo, hasta terminar utilizando la boca entera. Succionó con gran empeño, acariciando la base a la cual no alcanzaba atrapar con sus labios. De vez en cuando mordía sutilmente, provocando un dolor placentero que hacía jadear al pianista. Demonios, Hyde era demasiado bueno en eso. Gackt no tardó demasiado en venirse y llenar la cavidad bucal de aquella persona con su semen, el cual fue aceptado con gusto y sus restos eran relamidos de los labios hambrientamente. ¿Cómo hacía para excitarlo tanto?
-Sos delicioso, Gacchan. ¿Querés probarlo? -sin darle tiempo a que le responda, se acercó a los labios del menor para besarlo con fervor, ingresando su lengua y entrelazándola con la suya. El movimiento de ambas era sincronizado pero a la vez parecía como si se estuvieran disputando por su trabajo en ese beso, ya que la presión que ejercían se iban acrecentando.
Gackt se llevó una mano a su entrepierna para comenzar a masturbarse. Había algo importante que se estaba acercando. Hyde pareció comprender qué era, por lo que lo ayudó con su tarea sin dejar de besarlo.
-Si me seguís tocando así, voy a acabar de nuevo antes de empezar. -recriminó el destacado músico. Hyde se rió ante la queja.
-No me importaría si lo hicieras varias veces. Disfruto de tu sabor.
Esas fueron las palabras que lograron ponerlo rígido de nuevo. Hora de preparar el terreno.
Gackt condujo al guitarrista hacia el sofá a gran velocidad y lo acomodó en el asiento. Separó sus piernas y acercó su mano a la boca del hombre. Éste no dudó en lamerlos intensamente, recorriendo sus dedos y rozándolos con su respiración entrecortada. A quien se encontraba sentado mirando ésto, le resultó una imagen tremendamente erótica, como si fuese sacada de una película pornográfica.
No, era mejor que eso. Era real.
Una vez que el cantante terminó, separó la mano del otro mirando sus ojos azules con la boca entreabierta. A Gackt se le había escapado el aire de los pulmones. Tomó todo el oxígeno que pudo y dirigió sus dedos húmedos a la entrada del hombre de cabellos oscuros. La acarició, explorando la suave textura de ésta y cuando creyó que era el momento, introdujo uno de sus dedos con cuidado. Hyde gimió ante la presencia y más aún cuando un nuevo dedo llegó a su interior. Camui comenzó a mover las yemas en esta zona para dilatarla y estuvo a punto de jadear a la par que su amante por los sonidos excitantes que emitía. Cuando creyó que Takarai se encontraba listo, reemplazó sus dedos por su pene, ingresando lentamente para no causarle demasiado dolor. La espalda del guitarristase arqueó y un grito se escuchó en la habitación. Gackt esperó unos instantes para que éste se acostumbrara a aquel intruso, pero rápidamente el otro comenzó a reclamar.
-Aah, Gacchan... M-movéte, rápido... -suplicó con la voz completamente distorsionada por el placer. Gackt no pude decir que no. Comenzó a embestirlo en un principio con gran lentitud, pero el cuerpo de Hyde le decía que debía ir más rápido. Estaba emitiendo un calor febril en su interior, reclamaba a gritos que lo haga suyo ya mismo de la manera más salvaje. Y así lo hizo. Lo penetró con tanta fuerza que creyó que partitría en dos al cantante de frágil apariencia.
Pero sabía que no era así. Hyde era demasiado fuerte cuando de sexo se trataba.
-Mmhh, sí, Gacchan, así... Aaaah... -las manos del del pequeño músico se aferraban a los costados del sofá mientras cerraba los ojos.
-H-Haido... Sos demasiado... sexy... -murmuró Gackt con muchísima dificultad.
-Aaaaah... -volvió a gemir Hideto llevando su mano a su entrepierna para masturbarse.
Aquel momento era glorioso. Los jadeos incesantes, los gritos de éxtasis, los poderosos choques de caderas, las caricias fogosas, las palabras que provocaban aún más deseo entre ambos... Todo hacía que ese encuentro fuera único. Ambos cuerpos se encontraban conectados de una manera tan perfecta que resultaba increíble de creerlo.
El orgasmo se encontraba cerca, podía sentirse en el aire su delicioso aroma. Con una brutal arremetida, Gackt dejó de embestirlo al explotar en el interior de Hyde, quien también llegó a su propio clímax. Los espesos líquidos blanquecinos se hicieron presentes y los amantes se desplomaron en aquel sofá, exhaustos por haber gastado tanta energía en aquella ardiente sesión. Sus respiraciones agitadas comenzarona regularse lugo de un buen tiempo de estar inmóviles, descansando en aquella posición. Gackt se levantó a duras penas de Hyde y lo besó con dulzura en los labios.
-¿Algo en mente? -interrogó el pianista.
Takarai rió y acarició su rostro.
-Sí, volver a hacerlo. -contestó sonriendo de costado.
El otro le correspondió la sonrisa con mucha perversidad en el rostro.
-Completamente de acuerdo. -musitó para girarlo hasta tenerlo arriba suyo y besarlo con entusiasmo.
La noche aún era larga podrían utilizar la ducha cuando quisieran para asearse. O para seguir con su interesante juego.
-FIN-