-Primera parte-
Un escandaloso ruido lo despertó. Se sobresaltó e intentó incorporarse en la cama para entender qué había sido aquello. Comprendió que se trataba de ese despertador tan molesto. El suyo no era tan aturdidor y aun así se despertaba enseguida. Miró a su lado y contempló a Hyde quien seguía durmiendo profundamente. ¿Ni ese estruendoso sonido lo despertaba? Agradeció no tener un sueño tan pesado como el del vocalista.
Procedió a realizar la ardua tarea de "intentar" despertarlo.
-Hyde... Despertáte... Hoy tenemos ensayo, acordáte de eso...
Nada. Seguía roncando plácidamente. Probó de nuevo.
-Hyde... ¡Dale! Arriba, que sino se nos va a hacer tarde.
Todo seguía igual. Suspiró. No era la primera vez que se veía envuelto en esa labor. Sabía muy bien cuál era la única manera de que pueda despertarse de sus sueños...
Acercó su mano a los cabellos del cantante y los acarició con muchísima ternura. Acercó sus labios a los de este y lo besó dulcemente. Los ojos del otro se abrieron lentamente y le sonrió.
-Buenos días, K.A.Z. Linda forma de despertarse... -bostezó. Esa era la razón por la que siempre se negaba a utilizar ese método: inevitablemente se quedaba paralizado al ver esa preciosa cara que ponía al reaccionar ante sus besos.
-Buenos días... -dijo con un hilo de voz.- Nunca voy a entender cómo es que no podés escuchar ese despertador tuyo que tenés.
La voz de Takarai se dulcificó.
-No me importa porque para eso tengo un despertador más interesante. -le dedicó esa sonrisa suya que lo enloquecía.
K.A.Z. se mordió el labio inferior. ¡Dios! Le costaba aceptar que realmente era un ser de este planeta. Se levantó intentando ignorar la oleada de calor que sintió en su pecho y comenzó a vestirse.
-Tenemos que apurarnos. J no dudará en retarnos si llegamos tarde teniendo en cuenta que son los últimos ensayos antes del recital que viene. - se detuvo. Le sorprendió la rapidez con la que había terminado de vestirse. De verdad estaba exaltado. -Voy a prepararme un café. Y me voy apenas termine, así no coincidimos al llegar.
-¿Me preparás un café a mi también? Dale, no seas malo.
El guitarrista se detuvo antes de salir por la puerta.
-¡Hey! Es TU casa, no la mía. Se supone que el café lo tendrías que preparar vos, no yo que soy el invitado.
De repente lo tenía detrás suyo. Y en un hábil movimiento lo besó apasionadamente.
-Por favor, ¿sí? - puso la mejor cara de nene adorable que había visto en su vida.
Ya era tarde. Lo habia engatuzado por completo.
-O-ok... Ahí te lo preparo...
-¡Gracias! - y se encaminó con muchas ganas de nuevo a la cama.
Salió del cuarto y la cabeza le daba vueltas. Tuvo que sostenerse de la mesa cuando llegó a la cocina, ya que en cualquier momento perdería el poco equilibrio que le quedaba.
En su auto, camino al estudio, K.A.Z. maldijo de todas las maneras posibles. Todo se le había ido de las manos. Había caído en la en las redes de Hyde y no podía salir de ellas. Estaba completamente atrapado. ¡Mierda! ¿Quién hubiese pensado que él, una persona completamente centrada, iba a terminar irremediablemente enamorado de una persona así? Era consciente de que el vocalista se lo tomaba todo como un simple juego y se la pasaba en grande con eso, y en cualquier momento se aburriría y terminaría todo como si nada. ¿Y que sería de K.A.Z.? Simplemente lo aceptaría, porque sí, porque es él. Todos lo consideraban una persona muy buena y atenta. Nadie esperaría que reaccionara mal... por más que por dentro esté estallando.
Definitivamente debía hacer algo. Tenía que hablar con Hyde. Pero no tenía la más mínima idea de qué era exactamente lo que debía hacer. Ni cómo iba a reaccionar, ya que su mente y su cuerpo no iban precisamente conectados cuando estaba con él. Nunca podía resistirse a sus encantos.
Lo único que sabía era que la próxima vez que se encuentren a solas, el guitarrista y el cantante iban a tener que tomar una decisión. Aunque ese pequeño diablillo no esté realmente de acuerdo...
-Continuará-