Hinata paseaba muy feliz por las calles de konoha. ¿Y como no? Si tenía su nueva cámara con la cual podía divertirse mucho. Pero solo una idea tenía la yaoista en mente, gravar una película yaoi de Sasuke y su amado Naruto-kun. Ya tenía la autorización del azabache, quien le había dado su aprobación el otro día tras el divertido suceso en la plaza.
-Hinata- sintió que la llamaban. Era Naruto, que venía con un brazo vendado y cojeando un poco después de la gran paliza que recibió de parte de una Homofóbicas jovencitas.
-Naruto-kun-dijo Hinata poniéndose roja como un tomate y empezando a jugar con sus dedos. El zorrito llegó hasta ella y la saludo con animó, y partieron rumbo a la escuela.
Al llegar y entrar al aula. Atrajeron la mirada de todos, ya iban dos veces que llegaban juntos ¿serán novios? Se preguntaba la clase entera, mientras un azabache los miraba de reojo desde su asiento.
-hoy me sentare contigo Hinata- le dijo le rubio sonriéndole y tomándola de la mano. No quería estar cerca del Uchiha, todo lo que paso el otro día había sido culpa de él. Además por alguna razón el solo pensar en ese beso lo hacia sonrojarse y eso le estaba molestando. Hinata estaba roja a mas no poder, se sentó junto a Naruto y comenzó a sacar las cosas de su mochila, hasta que se topo con su nueva cámara, la cual oculto al rubio, pues él no tenía idea del plan que se traía la tímida chica entre manos.
-¿estas enojado con Sasuke?, Naruto-kun –le preguntó tímidamente al rubio.
-no me interesa hablar del- dijo Naruto serrando los ojos de una manera zorruna. La pelinegra lo miró con curiosidad. No era bueno que los protagonistas de su Película estuvieran alejados, tenía que idear algo y pronto. La clase transcurrió rápido y por fin dio la Hora del primer receso, momento que aprovecho la pelinegra par acercarse al Sasuke y proponerle algo un tanto raro. Sasuke iba saliendo de los baños cuando se encontró con ella.
-¿estarás feliz ahora que Naruto se sienta contigo, cierto?- pregunto de manera irónica a la chica. No iba a disimular sus celos, el dobe era suyo, y Hinata era una intrusa, al igual que todas las mujeres de la aldea. La chica sonrió divertida y se acercó a el.
-Sasuke, Yo amo a Naruto-kun- confeso la Hinata- me encanta verlo-siguió diciendo provocando la ira del azabache quien lo aguantaba las ganas de matarla-pero no hay nada mejor que verlo besándose contigo- interrumpió la chica que veía la cara del azabache. Sasuke abrió los ojos de par en par, y una repentina Hemorragia nasal lo atacó.
-estás loca- le dijo tapándose la nariz. Y mirándola con recelo. La yaoista lo había dejado al borde del colapso mental, ¿Qué se tria entre manos? El solo imaginar las ideas pervertidas que pasaban por la mente de Hinata le daban mucho miedo, al punto que temía por su integridad física (yo: menos mal que no nos conoce¬¬).
-te vengo a proponer algo Sasuke-kun- dijo Hinata algo sonrojada.
-¿Qué es? Preguntó curioso Sasuke mientras se limpiaba la sangre.
-Yo te ayudo a tener a Naruto-kun, y tu….tu…me dejas grabarlos- finalizo Hinata que jugueteaba con sus dedos de una manera nerviosa. Listo, había dejado al pobre Uchiha en colapso total, ¿quería grabarlos? quien podría tener ideas tan retorcidas como para siquiera imaginarlos juntos en una situación amorosa (yo: qué ingenuo eres^^).
-así que iba enserio lo del otro día- dijo un poco mas tranquilo. Acercándose a ella-trato hecho- le dijo dándole la mano. La yaoista se puso muy contenta, ya tenía todo planeado para que los dos se toparan y grabar su tan anhelada escena.
-tu solo espera en el baño- le dijo al azabache con una sonrisa maliciosa. Sasuke la obedeció sin decir mas, después de todo Hinata era la única opción que tenia para llegar a Naruto. La yaoista partió rumbo al patio principal y ahí se encontró con Naruto y las dos chicas que lo había golpeado. Lo estaban vigilando, no iban a permitir que se acercara nuevamente a Sasuke.
-Kiba-kun- llamó a su amigo que la miró con alegría- me prestas a akamaru por un momento. Preguntó Hinata con falsa inocencia. El peli castaño accedió sin problemas y le pasó al perrito, que sacudió su cola feliz en los brazos de la pelinegra. Hinata miró a las Sakura e Ino, que miraban a Naruto de lejos con sigilo-ya sabes que hacer- le susurró Hinata al perrito y este corrió en dirección a las chicas empezando a morderlas e manera juguetona en los pies.
-pero miren quien esta aquí- dijo Ino mirando al perrito llena de ternura.
-¿quien es el chico mas lindo de toda Konoha?- pregunto Sakura acariciándolo en el lomo. Ambas chicas se pusieron de rodillas para admirar al perrito, quien les hacia cariño y les ladraba muy contento, olvidándose totalmente de Naruto, quien permanecía sentado en un banquito mirando al suelo.
-Naruto-kun- se acercó Hinata al rubio fingiendo tristeza. El zorrito al verla tan triste se levantó de su asiento y se acerco preocupado.
-¿Qué te pasó Hinata, dime?- le preguntó tomándola de los hombros.
-lo que pasa es que en el baño de hombres hay un gatito- inventó la yaoista, para que el rubio fuera al encuentro con el azabache-yo crea que lo dejaron encerrado a propósito- dijo con pena.
-no te preocupes Hinata yo lo salvare- dijo el rubio fingiendo superioridad para impresionar a la chica y partió rumbo al baño. El plan iba a la perfección, pensó Hinata y siguió disimuladamente a Naruto. Pronto tendría una escena yaoi.
Continuara……………………………….