Capitulo VI: “Normal”
-Dei…Deidara nii-san- tartamudeado un sorprendido, sonrojado y perplejo Naruto mientras se incorporaba como podía con aquel rubio aun aferrado a él.
-¡Kya! ¡Naru-chan! ¡¡Te has puesto guapísimo!!- dijo Deidara mientras abrazaba efusivamente al Naruto una vez mas y lo zarandeaba.
*¿¿¿¿¿Nii-san?????* pensaron ambos azabaches que miraban con ojos desmesurados de sorpresa aquella escena. Deidara pareció al fin reparar en ellos, sin soltarse del cuello de su hermano, se volteo hacia aquellos dos desconocidos azabaches.
-¿Are? ¿Y ustedes quienes son?- pregunto con una mueca de inocente curiosidad. Itachi casi cayó de rodillas ante aquel rostro angelical y hermoso que ahora los miraba confuso e interesado.
*¡Joder! ¡¡Pero que monada de chico!! ¡Joder! ¡Joder!* pensaba el azabache mayor, su mente se había paralizado al ver aquellos ojos azul intenso y turbulento, tan profundos y misteriosos como el océano mismo.
Mientras tanto Sasuke se debatía entre lanzarle improperios al rubio mayor ó arrojarse ante aquel par y separarlos bruscamente para así secuestrarse a Naruto y que aquel rubio no le volviera a tocar de aquella manera.
-Oh…- exclamo Naruto saliendo de su asombro para luego levantarse lentamente y ayudar a su hermano tomándolo delicadamente de la mano- Perdona Dei nii-san, ellos son los hermanos Uchiha, Itachi y Sasuke.
Deidara era extrañamente algunos centímetros mas bajo que Naruto, pero esto no siempre había sido así.
Quien había conocido a aquellos rubios hermanos a una edad temprana, habría dado fe de que Deidara siempre había sido mas alto que Naruto, pero llegada la adolescencia del joven actor, Naruto había crecido increíblemente, adquiriendo una musculatura, rasgos y actitudes mas varoniles que las de su hermano mayor; Deidara siempre había poseído rasgos tan delicados y suaves por los que muchas veces, y para frustración de éste, lo confundían con una chica.
-Un placer- respondió Deidara dedicándoles una amplia y encantadora sonrisa que hizo derretir al mayor de los Uchiha- Soy Deidara Namikaze, hermano mayor de Naruto.
-El placer es todo mío- Itachi se había adelantado hacia aquel hermoso y delicado rubio para tomarle la mano con las dos suyas y mirarlo seductoramente- No tienes idea de cuanto.
Deidara levanto una ceja mordazmente, el tenia mucha experiencia con la clase de chicos que ahora mismo Itachi Uchiha parecía ser. Desasió el agarre abruptamente para mirarle con superioridad, darse la media vuelta y dirigirse a su hermano.
-No puedo creerlo Nii-san ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no me has avisado que venias?- Naruto se mostraba radiante de felicidad y con una sonrisa que abarcaba todo su atractivo rostro, Sasuke sintió un pinchazo de celos.
-Me han dado vacaciones así que eh decidido darte una sorpresa- Deidara volvió a recobrar su amplia sonrisa al escuchar la voz de su hermanito menor.
-No sabía que tenias hermanos Naruto- le dijo Itachi sin dejar de mirar a Deidara con ojos extasiados.
Naruto lo miro y le sonrió, estaba a punto de contestar a lo que había dicho el Uchiha mayor, pero para su sorpresa, fue Sasuke quien inconscientemente dejo salir la respuesta.
-No vive aquí, vive en Londres…
Itachi y Deidara le miraron entre sorprendidos y confusos, mientras que Naruto sonrío divertido y le dedico una mirada burlona al azabache. Sasuke enrojeció al instante y se dio la vuelta molesto de si mismo y de la situación dirigiéndose al automóvil de Itachi
-¿Are? ¿A dónde vas otouto-baka?
-Larguémonos de aquí
-Pero…
-¡Ahora!
-Eh… Bueno, nos veremos luego Naruto- se despidió Itachi notando al instante el carácter de su hermano, después se coloco frente a Deidara, le tomo la mano y se la beso caballerosamente- Hasta la próxima vez, Deidara.
El Porsche rojo se perdió bajando la calle llena de mansiones donde vivía el rubio mientras que los hermanos Namikaze lo miraban. Deidara bufo
-Vaya niño más maleducado y bipolar que tienes como amigo Naru-chan
Sin embargo Naruto sonreía divertidamente mientras ayudaba con las maletas de su hermano, quien ya estaba llamando al timbre de la mansión. Él sabía muy bien la razón del enojo de Sasuke, y es que acababa de confirmarle al rubio que, en efecto, estaba al tanto de la vida del blondo en todos los aspectos.
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-¡Wow! ¡No me jodas! ¡¡¡¡Que chico!!!!- gritaba eufórico un azabache de cabello largo recogido en una coleta baja. Sasuke lo volteo a ver desde el asiento del copiloto con un gesto de asombro
-¿De que demonios estas…?
-¿No lo has visto?- Itachi miraba a intervalos entre el camino y su hermano menor- ¡Kami! Aun no puedo ni respirar bien!
-Joder Itachi, ¿De quien hablas?
-De ese hermoso rubio al que acabamos de ver
Sasuke abrió lo ojos con mueca de sorpresa
-¿Deidara Namikaze?
-Joder, joder, joder- decía Itachi mientras apretaba el volante y miraba el camino con una mueca de estupefacción alegre.
-¿Te gusto Deidara Namikaze?-Sasuke esta vez miraba el camino con mueca de incredulidad
-¿Por qué lo preguntas como si fuese extraño? ¿Qué no lo has visto? ¡Jamás había visto a alguien tan hermoso!
-Pues si pero…- Sasuke no negaba que Deidara Namikaze fuera guapo, él sabia que si lo era, pero solo que conocía a un rubio ojiazul que le superaba con creces.
-Pero tú los prefieres mas jóvenes- afirmo Itachi con una mueca de burla mirando al azabache menor.
Sasuke lo miro airado para luego hacer una mueca de fastidio y mirar hacia fuera del coche mientras su hermano mayor se limita a echarse a reír.
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Lo llevo hasta la cama y lo tiro con brusquedad sobre ella mientras besaba cada parte de ese cuerpo que lo había vuelto adicto con solo una probada, se moría por hacerlo completamente suyo en ese mismo instante, sentía como ardía por dentro, como su entrepierna rogaba atención de una buena vez, como su rodilla friccionaba deliciosamente con el miembro de él, sacando gemidos de placer cada vez mas anhelantes.
Le saco el boxer de un solo movimiento, dejándolo completamente desnudo y vulnerable, el apuesto peliplatinado en cambio no se inmuto por esto, al contrario, se mordió el labio inferior con sensualidad mientras su manos pasaban a la entrepierna de su amante para acariciarla levemente, pidiendo que también fuera liberada.
Neji dejo salir un suspiro excitado, aquel simple roce había echo que su cuerpo se arqueara de satisfacción. Suigetsu se inclino hacia delante hasta quedar sentado frente a Neji, paso sus manos por el pecho del ojiperla, grabándose aquel perfecto cuerpo con su tacto.
Neji no lo pudo soportar mas, se fue directo al cuello del peliplatinado, arrancando de éste gemidos excitados. Bajo una mano hasta llegar al miembro del menor para luego apretarla levemente. Suigetsu se aferro a la espalda de Neji
-¡Hazlo!- grito excitado al ojiperla- ¡Penétrame Neji! ¡Penétrame!
Neji cargo a Suigetsu para posicionarlo mas adentro de la cama, se saco los boxers y ataco los labios del peliplatinado con ferocidad, después bajo hasta su cuello para susurrarle quedamente al oído
-Te voy a dar tan duro que no vas a poder caminar mañana- y diciendo esto le mordió el lóbulo de la oreja.
Suigetsu abrió sus piernas para dejarle paso libre al ojiperla, que no tardo en posicionarse en medio de éstas. Neji tomo con una de sus manos el miembro de Suigetsu y empezó a masturbarlo, Suigetsu cerró los ojos a causa del placer.
-Ah… ¿Qué… ha… haces?...- Suigetsu estaba tan excitado que ni siquiera podía hablar. Neji acerco sus labios a los de su amante para susurrarle
-Shh, tengo una idea…
El ritmo de la masturbación acelero haciendo que Suigetsu dejara salir gemidos de excitación mientras que se aferraba a las sabanas fuertemente. Neji miraba embelesado los gestos de el peliplatinado, quería grabarse cada uno de ellos, quería ver justo el momento en que aquel chico, que lo había apresado con su mirada pícara y traviesa, que lo había enloquecido con su suave y efímero perfume corporal, que lo había hechizado con solo una palabra; que captar aunque sea un resquicio de su expresión cuando llegara al clímax.
Suigetsu arqueo la espalda, levantando el pecho, pausando su respiración, y de su miembro broto su blanca semilla, que mancho el estomago bajo de Neji para después escurrir por el largo de su miembro para perderse entre aquellos dos apretados y firmes glúteos.
Neji sonrío satisfecho ante tal acto, se arrodillo entre las piernas de Suigetsu y posiciono su miembro en la entrada del peliplatinado, rozándola sutilmente; haciendo que Suigetsu abriera los ojos por una sorpresa excitada y lo mirara.
-Te Hare mío, completamente mío- le dijo Neji mientras lubricaba su miembro y la entrada con la semilla que Suigetsu acababa de derramar, rozaba la entrada del menor con lentitud, antecediendo sensualmente a lo que pronto sucedería. Suigetsu se volvió a morder el labio mientras echaba la cabeza hacia atrás para dejar salir un quedo gemido y que su entrepierna volviera a erguirse excitada.
-¡Dios!... si- decía incoherentemente el peliplatinado- Hazlo… ya… por favor
Ante tal suplica Neji decidió dejar la tortura atrás para empezar a penetrar la entrada de aquel exquisito chico. Suigetsu se agarro de Neji por los hombros, soportando la intromisión. Pero era demasiado doloroso aunque al mismo tiempo tan excitante sentir sus propios jugos entrar por su ano.
-Rápido… todo… de una… vez
Neji sonrió de medio lado ante tales palabras de su joven amante, le encantaba que fuera tan impredecible, tan sensual, tan excitable. Siguiendo las ordenes del peliplatinado entro de una sola estocada en él, haciendo que Suigetsu abriera los ojos completamente y le encajara las uñas en los hombros.
-¡Aahhh!- fue lo único que se escucho de Suigetsu, Neji empezó a besarle el cuello, intentando darle mas placer que dolor.
Después de un rato en el que los dos estuvieron quietos, mientras Neji besaba y mordisqueaba cada pequeño pedazo de piel del cuello de Suigetsu, éste se destenso poco a poco y empezó a moverse, friccionando el miembro del ojiperla contra las paredes de su entrada.
Esta vez fue Neji quien echo para atrás el cuello con los ojos cerrados, dejando salir leves gemidos de excitación.
Aquellos movimientos fueron la señal al Hyuuga para comenzar a moverse. Saco su miembro de aquella entrada para luego volverla a meter en una fuerte estocada que saco gemidos a ambos chicos. Dentro y fuera, adelante y atrás, el movimiento no acababa, y si hubiera sido por ambos amantes, aquel vaivén apasionado y excitante jamás habría terminado.
Cuando Suigetsu estaba a punto de volver a llegar al clímax, su guapo amante salio del él rápidamente, ganándose una mirada de reproche por parte del platinado. Neji hizo voltear a Suigetsu y colocarse en cuatro sobre la cama para luego volverle a penetrar de una sola vez.
-¡¡Ah Joder!!
-Te dije que te daría como nunca antes te han dado- le susurro Neji al oído al platinado.
Suigetsu se sintió aun mas excitado con tales palabras, era verdad, jamás nadie le había echo sentir tanto placer como aquel ojiperla se lo estaba dando, cada roce, cada palabra, cada caricia, cada beso eran sublimes. Había estado con muchos hombres, había estado en muchas posiciones, y había experimentado muchos estilos, pero ninguno lo había echo arder en vida, ninguno le había excitado con solo un pequeño roce o con solo una palabra. Neji Hyuuga lo volvía loco.
Neji le tomo por las caderas y le alejo de su cuerpo, sacando así su miembro de la entrada del platinado, después volvió a juntarles con una fuerte estocada. Suigetsu grito excitadamente ante tal acto, Neji sonrío para luego volver a hacer el mismo movimiento, Neji se mordía el labio menor mientras cerraba fuertemente los ojos para asimilar todo aquel placer que ahora le recorría el cuerpo.
-Ahh… si… mas… mas… dame fuerte- imposible, era simplemente imposible resistirse ante el placer que le estaban dando.
Las estocadas se volvieron mas rápidas y salvajes, mas agresivas y profundas, ambos amantes se movían estaban locos de pasión y completamente abrumados por el placer.
Neji dio una estocada mucho mas fuerte y profunda, dando el punto exacto que volvió completamente loco de placer a Suigetsu.
-¡Ahí!... dame ahí
Neji volvió a dar en aquel punto, Suigetsu arqueo la espalda excitado mientras bajo sus manos la sabana se estrujaba. Neji volvió a repetir la emboscada y el platinado se irguió y llevo sus manos hacia arriba y atrás para pasar sus brazos alrededor del cuello del ojiperla, Neji no le dejo de penetrar ferozmente, Suigetsu tenía entreabierta la boca y los ojos cerrados mientras su ceño estaba fruncido por el placer.
Neji llevo una de sus manos de la cadera del platinado hacia el miembro de éste y empezó a masturbarle de nuevo.
-¡Ah!... ya… ya no… puedo- grito entre gemidos Suigetsu
-Ni… yo- le respondió el Hyuuga mientras echaba ala cabeza atrás, sabia que el clímax se aproximaba, podía sentirlo venir.
Una descarga eléctrica le transitó la medula espinal al platinado al sentir el orgasmo recorrerle el cuerpo, levanto la cabeza y dio un largo y sensual gemido, pronunciando el nombre de su amante y se corrió, manchando las sabanas, su estomago bajo y la mano Neji.
Neji sintió como las paredes que apresaban a su pene de estrechaban deliciosamente ocasionando que el orgasmo llegara a él en ese mismo instante, corriéndose en el interior de su amante de una exquisita forma.
Sus cuerpos de relajaron y Suigetsu se dejo caer sobre el pecho de su amante, quien lo tomo en brazos y salio de él. Lo acostó con suavidad en la cama y se acomodo a su lado para después taparles con la sabana.
Suigetsu se rindió rápidamente ante Morfeo, cayendo en un sueño apacible y sereno. Neji le miro atentamente unos momentos, no sabia por que pero aquel chico le hacia parecer un “nada”.
Desde que había empezado a actuar en la serie “Tokio Drama” su vida había dado un giro vertiginoso. Su carrera había sido impulsada a un nivel que jamás creyó llegara a tener, su rostro y el de sus compañeros empezó a aparecer en programas, comerciales, revistas y demás; claro estaba que nunca llegaría a tener la fama de su compañero Namikaze, pero la verdad es que había llegado mas lejos de lo que él había pensado que llegaría. Él tenia la firme creencia de que las personas tenían un destino, que se llegaba a ese mundo a cumplirlo y que no había forma de revertir eso. Pero luego había llegado Naruto Namikaze, comprobándole que no era así, y que si querías algo había que luchar por ello, que no había límites para quien lo deseara.
Desde la llegada de ese rubio alocado y su participación en Tokio Drama, la vida de todos los del elenco se había vuelto tan enloquecida que apenas podían creerlo, la gente se aglutinaba afuera de los estudios para verles, las colas para las firmas de autógrafos eran inmensas, las fans y los paparazzi te seguían a todas partes, en resumen, las palabras “vida” y “normal” ya no se podían unir en su diccionario.
Pero al conocer a éste chico travieso, impertinente y pícaro, la sensación de vulnerabilidad había vuelto a él, lo había echo sentir nervioso, le había dejado sin palabras, le había desarmado. Era extraño, pero aquel chico que ahora estaba durmiendo placidamente a su lado, lo hacia sentir como un chico común y corriente.
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El sonido de unas pesas siendo colocadas de nuevo en su lugar dios aviso a que los ejercicios habían terminado. Un rubio sumamente atractivo, de unos ojos azul intenso como el cielo y una sonrisa relampagueante se levanto de aquel equipo de pesas para luego dirigirse hacia el baño y darse una buena ducha. No llevaba camiseta, así que su muy bien trabajado cuerpo estaba a simple vista, haciéndolo ver tan perfecto e irresistible que era imposible concebir algo mejor.
Se puso una toalla sobre la nuca y tomo una botella de agua y su móvil de sobre la repisa y salio del cuarto de ejercicios.
-Buenos días Naruto-sama- le saludo una de las empleadas domesticas de la mansión con una gran inclinación- el desayudo ya esta listo señor
-Buenos días Mayuri-chan- le correspondió el rubio con una sonrisa- gracias, bajare en unos momentos.
Naruto se dio una rápida ducha y prosiguió vistiéndose con lo primero que vio en su amplio armario, no le daba miedo el como vestirse ya que Iruka se había encargado, junto con Ino, de escogerle cosas que lo harían verse irresistible y a la moda.
Bajo por una de las dos enormes escaleras principales de la mansión las cuales estaban echas del mármol más puro, y se dirigió hacia el comedor.
No encontró a nadie en él más que a las empleadas quienes estaban acomodando su variado y delicioso desayuno.
-¿Dónde esta mi hermano?- les pregunto mientras desdoblaba la servilleta y tomaba los cubiertos para empezara a desayunar
-Aun no se levanta Naruto-sama
-Hm.… ya veo, de seguro que esta cansando por el viaje- dijo un pensativo Naruto más para si mismo que para los empleados- déjenle descansar por favor
Los sirvientes asintieron educadamente para luego hacer una gran inclinación al rubio y salir de la cocina. Al terminar el desayudo y de prepararse el rubio salio de la mansión donde un BMW M6 negro ya lo esperaba, su chofer mantenía la puerta abierta para él.
-Gracias
El coche se puso en marcha para pasara aquel amplio jardín y salir de la mansión para dirigirse a los estudios. Cuando el automóvil iba cruzando las rejas hacia el exterior y daba la vuelta lentamente, Naruto vio un Aston Martin Vanquish V12 estacionado en la acera frente a su casa, recargado sobre el, con los brazos cruzados sobre su pecho y la mirada indiferente mirando hacia un lado, estaba un guapísimo azabache de piel nívea y proporciones perfectas, parecía ser un mismísimo dios.
-Para, para Nobu-san- le pidió rápidamente el rubio a su chofer, quien estaciono el automóvil a solo unos dos metros del Aston. Naruto abrió la puerta y salio del coche para luego dirigirse hacia el azabache.
-¿Qué… que haces aquí?- el rubio tenia una mueca de incomprensión y de confusión.
-¿Tienes planes para hoy?- Sasuke eludió la pregunta del rubio con extrema indiferencia, Naruto parpadeo sorprendido ante esto
-Eh… si
-¿Muchos?
-Me... temo que si- el tono del rubio se había vuelto cansino y aburrido, el azabache lo miro por un rato. Después sonrió de medio lado y se irguió de donde estaba, para luego abrir la puerta y ofrecérsela al rubio.
-Fúgate conmigo- la propuesta traviesa fue pronunciada con voz grave y sensual haciéndola imposible de negar, Naruto miro hacia aquellos orbes profundamente oscuros y se perdió completamente.
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-¡¡¡¡¡Sugoi!!!!!- se dejo escuchar una fuerte exclamación impregnada de entusiasmo
Naruto estaba frente a la entrada a un gran parque de diversiones. La gente sonreía feliz mientras caminaba por el lugar, muchas eran parejas, otros tantos eran grupos de jóvenes que pasaban un día de pinta con sus compañeros, otros tantos eran grupos escolares de niños pequeños quienes miraban el lugar tan entusiasmados como el rubio.
-Venga dobe, no hagas tanto ruido- le dijo el azabache al mirar como varias personas les habían volteado a ver. Sin embargo Naruto le ignoro y siguió tan entusiasmado.
-¡Esto es increíble!
-¿Qué nunca has venido a un parte que diversiones? Actúas como si no los conocieras- le dijo el azabache rodando los ojos. Naruto bajo la mirada apenado
-¡No me jodas! ¡Nunca has ido a un parque de diversiones!
-¡Siempre eh estado muy ocupado!- se defendió el blondo mientras el azabache intentaba aguantarse la risa.
Naruto llevaba una gorra y unos lentes oscuros para poder perderse entre la gente, pero la verdad es que estaba resultando difícil, ya que estaba tan emocionado y era tan energético que llamaba la atención al instante. Sin embargo, Sasuke se sentía plenamente feliz al verle tan animado y con aquella hermosa y perfecta sonrisa posada en su rostro.
Sasuke se limitaba a observarle atentamente cada uno de sus gestos, se veía tan exquisitamente atractivos que las ganas de besarle estaban matándolo. Naruto se recorrió el parque de diversiones de arriba hacia abajo, jugo todos los esparcimientos y se compro muchísima comida, la cual, al parecer parecía no engordarle ni un solo kilo.
Cuando el atardecer se estaba apreciando a la lejos, dejando ver sus ultimas caricias solares a esa parte del planeta. Los chicos tomaron la montaña rusa, la cual no era igual a las normales, si no que esta estaba protegida por cristales en formas de ventanas. (N/A: Quien ah visto Card Captor Sakura sabe a lo que me refiero)
-Sasuke…- dijo el rubio una vez que la montaña rusa se quedo quieta. Sasuke lo volteo a ver, aunque eso le pusiera tan nervioso que apenas pudiera sostenerle la mirada- gracias…
Sasuke le miro confundido, no sabía a que se refería
-Gracias por este día, gracias por regalarme un día… como alguien normal, por hacerme sentir normal- le dijo Naruto, y su voz fue una sinfonía pura, una voz grave y suave que deleito los oídos del Uchiha
El azabache le sonrió, una extraña calidez se expandía por su cuerpo al igual que la felicidad. Le había dado algo a su rubio que éste había considerado lo mejor de su vida, no sabia por que, pero hacerle feliz, era lo único que quería hacer, y extrañamente sintió que lo daría todo por ver feliz a Naruto Namikaze.
Se sentó en el asiento en el que estaba el rubio y le miro intensamente a aquellos orbes azulinos que le volvían loco, mientras que el otro también se perdía en sus oscuros y penetrantes ojos azabaches.
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Dos hombres se habían levantado de la elegante mesa en donde estaban hace unos momentos comiendo, ambos sonreían satisfechos mientras se daban la mano en un gesto de cordialidad.
-Creo que tenemos un trato señor Haruno- decía un castaño sonrientemente.
-Por supuesto, por supuesto- contestaba el otro hombre mientras sonreía ampliamente- Y me alegra bastante
-Y estoy seguro que a los chicos les va a agradar aun más
-Eso téngalo por seguro, estoy casi convencido que los chicos van a tener muy buena química- aquel hombre de ojos de un increíble verde jade se mostraba entusiasmado con la idea- Se verán perfectos juntos.
-De eso no me cabe duda, su hija es hermosa
-Se lo agradezco- le dijo el ojiverde con una leve inclinación.
-Bueno señor Haruno, me temo que debo dejarle- contesto el castaño con un gesto de disculpa
-No se preocupe, le comprendo
-Por favor, salude de mi parte de su esposa y a la linda Sakura-hime.