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El guerrero más fuerte por danyleo

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Notas del capitulo:

Primer fic de esta fabulosa serie que amo...

El guerrero más fuerte

 

Shin posee un cuerpo poderoso, corre 40 yardas en 4.4 segundos, carga 140 Kg. de peso, es el más valioso jugador de su equipo pero hay alguien que provoca en su interior sensaciones que lo hacen tan débil como un fino papel.

 

 

((Lo que no se vio en el tomo 2, capítulo 8 del Manga))

 

--¡¡Sakuraba, la grabación era tu responsabilidad!!-Vociferaba el entrenador de los Oujou White Knights, mientras el Idol sudaba frío.

 

--Ti-tiene razón entrenador Shouji, pero es que me empezaron a perseguir y...

 

--No-Interrumpió Shin-Era mi responsabilidad... Yo salí corriendo...

 

Tanto los compañeros, como el entrenador y el mismo Sakuraba voltearon a ver extrañados por sus palabras. Su semblante no cambió aunque se estaba culpando de algo incierto.

 

--<<Shin...>>--Suspiró en su interior el rubio. Se sintió muy mal por eso.

 

Después de unos segundos, el entrenador se dio la vuelta, muy serio.

 

--¡Shin! no jugarás en el partido contra los Devil Bats-A su ver, eso serviría como reprenda para los demás.

 

Todos los jugadores se quedaron de piedra ¿Hablaba en serio? ¡En qué estaba pensando! Sakuraba buscó la mirada de su compañero, esperando por un reclamo que jamás llegó.

 

--Comprendo...--Dijo Shin sin demostrar emoción alguna.

 

A pesar de eso, Shouji lo dejaría jugar en la segunda mitad del partido. Mataría dos pájaros de un tiro: Los otros entrenarían y Shin podría ser de apoyo en tácticas.

 

--<< ¿Por qué? ¿Por qué Shin se culpa de mi error?>>--Meditaba el rubio mientra escuchaba al Couch.

 

--¡Ahora mismo necesitamos demostrar fortaleza y todos se han comportado débiles! ¡Debemos enfrentar al enemigo como el equipo fuerte y poderoso que somos! ¡Mantenernos a cero puntos significa que con sólo un punto ganamos el partido! ¡Lo más importante en el fútbol americano es la defensa! ¡Este año, nuestra defensa será la más poderosa y traeremos el trofeo de campeonato a casa!

 

Después de eso, todos se retiraron a sus clases. El entrenador fue al campo y Sakuraba desapareció.

 

Shin llegó a la sala de entrenamiento, cerró las puertas tras de sí y comenzó con su rutina. Abdominales combinadas con peso en los pies.

 

--<<No fracasaré... No perderé fuerza... No perderé contra mí mismo>>--Se decía--<<No soy suficientemente bueno... Soy una persona de nivel medio... Estas manos están muy consentidas... Debo esforzarme... ¡Debo trabajar más!>>

 

Sudaba a raudales, pero su determinación era admirable; No se rendiría fácilmente. Había luchado mucho para llegar a donde estaba, y sería mucho mejor.

 

La puerta se abrió lentamente dejando entrever la silueta de alguien que estaba temeroso en entrar o quedarse afuera.

 

El pelinegro estaba demasiado ocupado en el ejercicio que, a pesar de notar la presencia en la puerta, no le hizo caso.

 

El sudor bañaba los perfectos pectorales de Seijiirou, sus músculos se contraían deliciosamente dejando admirar la potencia atlética de ese cuerpo... Ah, que bonito era soñar... Deseaba tanto que esa potencia y perfección lo arrollara en una cama...

¡Maldición! ¡Ahí iba de nuevo su mente pervertida! Se suponía que debía hablar con Shin por lo del entrenador, no iba a quedarse pringado del perfecto cuerpo de Adonis que poseía el otro. Tomó valor y entró, esperando no recibir un golpe o insultos, aunque estaba consciente que Shin no era así.

 

--Etto... Sh-Shin...--Dijo con voz temblorosa acercándose hasta los aparatos de ejercicio-Yo... Yo quería... Quería hablar contigo por... Por lo q-que dijo el entrenador hace rato...--Esperó por una contestación, la que fuera pero nada salió de los labios del otro-Yo sé que tú eres muy considerado pero... Ambos sabemos que tuve la culpa y...

 

--No importa...

 

--¿Eh?

 

--Yo debía cuidarte para que la misión fuera cumplida y fallé. El error es mío-Y continuó con sus flexiones.

 

--¡Eso es lo que odio de ti!-Le gritó ya enfadado Sakuraba Haruto--¡Siempre estás actuando como si no importara! ¡Estoy harto! ¡Primero te culpas pero después me haces sentir igual que una basura!-Unas rebeldes lágrimas ya se escurrían.

 

El más alto no pasó por alto su actitud. Parecía un adolescente, con sus mejillas sonrosadas por la furia, sus ojos brillantes, puños apretados y sus labios húmedos. Era realmente un estúpido, pero innegablemente, lindo. Decidió ignorarlo, si no, sería capaz de lanzarse sobre él y someterlo de forma animal.

 

--¡Sé que no soy el mejor! ¡No soy el Pro, ni mucho menos la figura de los Oujou! ¡Jamás seré como tú! ¡Soy una farsa! ¡Estoy consciente! Pero... Yo... Quiero decirte que... Que yo... Yo... Te... A...

 

Sus palabras se interrumpieron por unos labios que parecían estar imantados a los propios. Un par de poderosos brazos estrujaron su cintura mientras una lengua penetraba su boca de manera dulce y salvaje a la vez. Logró rodear el cuello de Shin con ambos brazos y colgó sus piernas a la cintura, profundizando el contacto bocal. Sintió el caer sobre una de las camillas de entrenamiento, otro cuerpo muy tibio estaba sobre él y sólo podía revolver el cabello de su compañero mientras luchaba por atrapar aire y besar a Shin. Abrió más sus piernas para dejarle espacio y rendirse ante ese instinto animal que ya sentía emerger. Gemía y jadeaba cuando una mano recorrió su perfecto rostro y se detuvo en sus labios. Abrió lentamente sus ojos y se encontró con la mirada salvaje de Shin Seijiirou. Su razonamiento se había quedado en el salón de descanso, así que jaló al otro y comenzaron a besarse de nuevo. Gracias a Dios, Shin era hábil arrancando ropa. Ya sin camisa y playera, se apresuró a buscar la forma de quitarle el pantalón al otro.

 

Shin no podía creer que Sakuraba Haruto fuera así. Vio deseo en sus ojos y algo más, aunque no lograba descifrarlo. Observó su cuerpo un poco más estilizado que el suyo, era adorable. Sintió una delgada mano sobre su entrepierna, estaba intentando...

 

--Ah... Saku...

 

--Bésame...

 

No escuchó dos veces y obedeció mientras desabrochaba el pantalón del rubio. Lo tomaría ahí, estaba decidido. Bien se podían oír sus respiraciones agitadas desde afuera pero nadie estaba cerca. La pasión los consumía y el contraste de la pasión salvaje de Shin con la ternura de Haruto era un afrodisíaco. Shin descendió por el cuello del rubio mientras sobaba sus piernas y deslizaba el pantalón con ropa interior incluida, lo besaba, lamía y mordisqueaba dejando marca de su propiedad; luego buscó sus pezones y recorrió su abdomen para después llegar al sitio deseado, ahí donde el Idol no podría resistirse.

 

Las manos grandes y rasposas de Seijiirou se sentían tan bien... Esa forma de lamer su cuello y de mordisquear sus pezones lo llevaban a la gloria.

 

--Ah... Aaahhh... Sh-shin... Oh... Mmm... Si... Si-si-si-si-si... Más... Mass...--Un orgasmo amenazaba con llegar gracias a las expertas y cadenciosas lamidas sobre su miembro. Sus manos jalaban sin piedad los cabellos del otro mientras que sus piernas se abrían más. El aire ya no llegaba a sus pulmones pero sería una muerte deliciosa-N-no... Shin... Me... Me... Yo... Me vengo... ¡Me vengo!-Muy tarde le avisó porque el líquido fue absorbido completamente sin chistar.

 

--Ahora es mi turno...--Susurró en su oído el linebacker.

 

En ese momento creyó que repetiría lo anterior pero al ponerse frente a Shin, e intentar complacer una dura entrepierna, se lo impidieron.

 

--No quiero que hagas eso... Date la vuelta...

 

Fue una orden clara y precisa, la siguió y dejó expuesto su rosado trasero. El pelinegro sobó su miembro y para comenzar llevó dos de sus dedos para que los lamiera. Cuando terminó, introdujo uno para dilatarlo, provocando leves quejidos, después el segundo y un tercero se unieron. Cuando lo creyó conveniente, acomodó su pene en la entrada de un jadeante y entregado receptor (Mmm... Juego de palabras pervertido).

Comenzó a empujar poco a poco y cuando estuvo por la mitad se detuvo, si no lo hacía, se correría ahí mismo porque el otro era muy estrecho. Sakuraba sentía partirse con ese miembro, no podría resistirlo. Necesitaba relajarse. Shin entró de una sola vez, provocando un sangrado; si que dolía pero pronto esa sensación acabaría y desmayaría por el placer.

 

--¡¡AAAHHH!!-El grito que dio el rubio se oyó hasta los pasillos-Shin... Ittae...

 

Comenzó a moverse lentamente mientras con una mano satisfacía a su compañero. Despacio subía y bajaba, entraba y salía lento para desesperarlo.

 

--Ah... Aaaahhhh... Oh Sh-shin... Si... M-mmm... M-mmás... Aaahhh... Por fa-favooor...

 

--Sakuraba...

 

Sus movimientos aumentaron al sentir como su compañero respondía impulsando sus caderas hacia atrás. Eso era buena señal. Entre los dos alcanzaron un ritmo perfecto hasta que el placer los cegó por completo. Shin sentía las paredes del rubio ajustarse a su hombría, apretando deliciosamente, y el Idol, sentía golpear ese punto de placer en su interior haciendo que sus piernas fallaran y los gemidos salieran de su boca, además esa mano estaba haciendo maravillas en su miembro. Ya no podía soportarlo, sentía morir en ese instante. Continuaron, intentando conservar un poco de cordura para que no los descubrieran... Unos movimientos más rápidos y desesperados provocaron que Sakuraba se derramara en la mano de Shin, cuando éste se derramaba en su interior llenándolo por completo.

 

--¡Shin!

 

--¡Ah!

 

El rubio se dejó caer sobre la camilla dejando salir al miembro de su interior. No podía ni moverse, y mucho menos se podría sentar en una semana, o quince días... Su respiración comenzaba a tranquilizarse y el cansancio lo dominaba.

 

Shin estaba conmocionado ¿Cómo terminó acostándose con Sakuraba? Hasta donde estaba consciente, él entrenaba y el Idol llegó para hablar... Después todo era confusión. Las gotas de sudor recorrían su frente, cayendo sobre la espalda desnuda del que estaba acostado. Aún jadeaba y los ojos le empezaban a pesar.

 

--¿Estás bien... Sakuraba?-Le preguntó levantándose para acomodarse el pantalón.

 

--...Eh... E-eso creo... Shin...--Le contestó Haruto, aún sin sentir las piernas.

 

--Vístete antes de que alguien venga... Toma mi camisa, rompí la tuya-Le ofreció la prenda.

 

--Gracias... Oye... Creo que... Que debemos hablar...--Intentó ponerse de pie, pero las piernas le temblaban.

 

--¿Aún quieres hablar? Creí que ya no era necesario...

 

--No me dejaste terminar...

 

--Yo también te amo... Si eso era, ya lo dije...

 

El receptor se sorprendió mucho; No esperaba esa confesión... Más de alguien como Seijiirou, siempre tan serio y dedicado al deporte, sin otro interés. Incluso llegó a pensar que lo odiaba.

 

--Bueno... Sobre eso... Yo... En realidad iba a decir... Que... Que te agradezco por echarte la culpa... Me dolió lo que hizo el entrenador pero... Gracias por el apoyo con las fans... Nadie fue así conmigo... Y esto... El confesarme algo así... No estoy preparado... No lo estaba...

 

--Entonces déjalo... No importa-Ahora lo tomaría como una banalidad, fue impulsivo y las consecuencias no las pensó. Si Sakuraba no le correspondía, no importaba. Sus facciones se oscurecieron.

 

--Shin... No significa que no sienta nada... Si respondí a tu contacto y terminé acostándome contigo, es porque de algún modo... Yo...--Agachó la vista-Correspondo a tus sentimientos... Y encima de todo... Soy un cobarde...

 

--Me voy... Te dije que ya no importa...

 

--Espera un momento-Se puso la playera y sin nada más, corrió hacia la puerta para impedir la huida del linebacker-Deja de comportarte así...--Buscó su mirada y se enfrentó a él, recargándose en la puerta-Si ambos sentimos lo mismo no veo la razón por la que huyes.

 

Esa mirada decidida, algo cansada y el saber que la única prenda que tenía era su camisa, lo excitaba en sobremanera que sería capaz de violarlo. Se veía tan adorable intentando sostener la mirada apabullante. Shin lo observó unos segundos, tenía razón. Comenzó a besarlo mientras lo aprisionaba contra la puerta y enredaba sus piernas a su cadera.

 

El receptor sintió la demanda en sus labios e intentó corresponderla, se prendió de nuevo al cuerpo fornido como una escultura y tomó esas acciones sobre su cuerpo como una aceptación de su compañero para aceptar que ambos se querían.

 

Terminaron haciéndolo contra la puerta, para asombro de los demás que pasaron por ahí y vieron los bruscos movimientos de la misma y los gemidos se oían en aulas vecinas; Después siguieron contra otra camilla, en el piso, en las duchas, sobre una silla, encima de una banquilla de las duchas, hasta que oyeron que el equipo se acercaba y Shin tenía su pantalón pero Sakuraba estaba en paños menores, sólo con una toalla en la cintura (Su ropa fue destrozada)...

 

Afortunadamente, nadie sospechó nada, porque pensaron que entrenaban y Takami le prestó ropa al rubio. Lamentablemente, Takami si se dio cuenta y habló con ambos, haciendo que se sonrojaran... Pero como equipo, guardaría el secreto, siempre y cuando no crearan problemas.

 

Su relación continuó en un bajo perfil, hasta que los demás se enteraron gracias a un comentario, que cierta persona filtró porque quería ampliar su red de esclavos y las presas se negaron completamente... Ese es el precio de negarse a obedecer una orden simple y cooperar amablemente para intereses de otros... ¡YA-HA!

 

 

Fin...

Notas finales:

Grax por leer


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