Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Entre la Cocina y el Espacio Estelar" por Ddai

[Reviews - 59]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya sé que me tardé, pero fue por trabajo, sin embargo si que le speudo primeter que el siete será puntual para el otro lunes he!!! lo tengo casi listo!!! [casi...]

Saludos a Saya neesama!!! te extraño y espero poder verte pronto!!!

También a Liz y Jazmín [para que vean que si estoy cumpliendo!!!]

Cuidense mucho y gracias por la espera... Lo que sea que no les quede claro, ya saben... XD Y pue sya comineza a revelarse el proque Grimm no puede cocinar ujujujuju...

"Entre la cocina y el Espacio estelar"

 

Capítulo VI

 

"Viejos conocidos"

 

 

Los dos juntos, abrazados sin dejar espacio ni para el aire, una mano pálida se deslizó para acariciar la hombría del otro chico, por encima de la tela, era una caricia tan lenta y sensual que el peliazul dejó escapar un ligero gemido, casi una exhalación, aquellos labios violáceos lo invitaban a probarlos de nuevo. Ninguna advertencia iba a detenerlo, ni siquiera esa pierna entre las suyas.

-Darme en los "huevos"  está muy gastado, Joli-Grimmjow seguía agarrando ese pequeño trasero, su temperatura aumentaba rápidamente y si seguía así iba a "izar banderas", todo por culpa de ese muchacho y sus deliciosas manos. Y después querría echarle toda la culpa a él, carajo, Ulquiorra era un tipo de lo mas injusto, y él que estaba ardiendo.

-Los golpes bajos no son mi estilo-deslizó ambas manos hacia el sur-Y tú no tienes aguante-comentó sin emoción al ir sintiendo ese bulto crecer por debajo de la tela. No estaba pensando, algo extraño lo "movía" a continuar, no se suponía que debía de estar haciendo "eso" pero ver jadear, por muy ligero que fuera, a ese peliazul por causas de sus caricias tenía su atractivo.

-Es tu culpa por ser tan ardiente, Mignardise-se inclinó de nuevo, besando su cuello, sus manos subían por la espalda estrecha, era difícil conseguir más de sus labios más no rechazaría degustar esa piel exquisitamente blanca. Sintió las manos del otro subir a su cintura, como si trataran de meterse en su pantalón-Y luego dices que no quieres-sonrió contra su piel, no se burlaba, solo lo estaba disfrutando.

-...Suficiente-susurró más para él que para ser oído, controló sus manos y las puso en donde de verdad las quería. Ulquiorra empujó a Grimmjow lo suficiente para escapar de sus manos, al mismo tiempo jaló su cinturón que ya había logrado aflojar del cuerpo del otro, finalmente lo tenía de regreso-Ahora déjame en paz-

-¡No jodas!-ahora sí que se sentía frustrado ¿El mocoso se había dejado manosear solo por un estúpido cinturón? ¡Tenía que estar bromeando!-¡Si no te gustara no me habrías tocado! ¡No lo harías solo por esa cosa!-lo cual  le recordaba que tenía cierta parte de su anatomía en alza y la mirada de ese chico sexy no ayudaba en lo absoluto.

-Cree lo que quieras, no me interesa, ahora déjame en paz- le repitió eso último para ver si le hacía caso de una buena vez, si seguían así acabaría por matarlo en serio, ya estaba rebasando su límite de "tolerancia" a los imbéciles.

-¡Compitamos!-dijo repentinamente mientras sonreía-Si tu ganas no vuelvo a molestarte pero si pierdes vas a ayudarme con "esto"-era más que obvio qué era a lo que se refería, Ulquiorra estaba haciendo un esfuerzo de autocontrol para no saltarle encima y ahorcarlo por esa desfachatez.

-¿Por qué habría de aceptar? "Esto" es problema tuyo-él estaba a punto de decirle más, pero quedarse callado era lo mas prudente, ignorarlo lo más posible era mejor solución que discutir alguna tontería con él, aunque desde luego si pretendía ignorarlo no debió haberle contestado desde un principio ¿Verdad?

-Porque sino voy a perseguirte por todos lados-lo decía muy en serio y Ulquiorra lo sabía bastante bien.

-¿De qué se trata?- preguntó "resignado", solo porque necesitaba el empleo, solo por eso y nada mas es que no lo había golpeado instantes atrás, algo le decía que eso no iba a gustarle nada...

-Vamos a ver quien de los dos es "Más Hombre"-se puso en pie, mirando al otro con ojos de predador, mientras sonreía mostrando su dentadura, a Ulquiorra le pareció recordar que en la secundaría los chicos "jugaban" a ver quien era el "más hombre" según el tamaño de sus penes... Definitivamente eso no le iba a gustar y mucho menos había posibilidad de que fuera a acabar bien...

Shawlong e Yylfort iban al restaurante, el rubio sería el segundo en la cocina esa día, por lo que iban a entrar ligeramente más trepano que los demás para tenerlo todo listo, iban platicando sobre el peliazul, su amigo había cambiado mucho de cómo era antes de irse, lo peor de todo era que ellos sabían que había sido insuperable en la cocina ¿Cómo era posible que ahora no pudiera ni hacer una ensalada decente? Se preguntaban que le habría pasado en esos tres años que hizo en Francia, se lo habían preguntado directamente un par de veces, pero Grimmjow solo sonreía y les decía que estaban locos y que solo era que estaba considerando seriamente en dejarlo porque la cocina no era lo suyo después de todo y que le latía más algo con golpes y emoción, como el boxeo o algo similar. Pero si estaba ahí, trabajando con ellos en el restaurante, era porque de verdad no quería dejarlo ¿No es así? Esa era la conclusión a la que ellos habían llegado después de platicarlo bastante, pero, sabían que algo andaba muy mal con él y no iba a decirles nada ni por las buenas ni por las malas, podían estar seguros de que algo terrible debió de haberle pasado porque en todos los días que tenía allí no le había dado uno de sus "ataques sicóticos"  de ira, en especial con los rechazos de Ulquiorra, lo único que podían esperar era que mejorara y se olvidara del pasado lejos de casa...

Al entrar al restaurante hallaron una escena que no se esperaban, era tan... ¿Cómo había convencido Grimmjow a Ulquiorra de jugar con él? El pelinegro nunca aceptaba jugar con nadie ni aunque lo llamaran cobarde de la peor forma, pero ahí estaban ellos dos, en una de las mesas mirándose mientras trataban de demostrar quién era el "Más Hombre". Estaban sudando ya, soltando un ligero jadeo muy de vez en cuando, solo para recuperar el aliento. El delantal rojo de Ulquiorra estaba en el respaldo de una silla aparte, el de Grimmjow estaba junto a éste... Ninguno perdía de vista al otro, estaban tan concentrados en lo que hacían que no notaron cuando entraron los otros al lugar...

Lejos de ahí, un par de amantes celebraban su aniversario animadamente, se encontraban en un sauna, rodeados de puros lujos, sentados en una banca de madera, completamente solos, la temperatura muy elevada y el vapor no dejaba ver prácticamente nada.

Gin se acercó a su pareja, quien tenía el rostro cubierto con una pequeña toalla, el sonriente peliplateado no estaba seguro de que hacer primero, se acercó lentamente a él deslizando sus manos por debajo de la otra toalla, que cubría las partes nobles de su amante, para ir llegando a su virilidad, Sousuke gimió suavemente al sentir los labios de Gin sobre su sexo, aunque los pensamientos del peliplateado estaban sobre su conejo, ligeramente preocupado por que Ulquiorra podría haberse olvidado de su querida mascota, dejándola en algún solitario y feo rincón, pero se olvidó de todo cuando Aizen gimió un poco más, aturdiendo sus sentidos con su sedosa voz...

Renji estaba vagando por la ciudad, era su día libre y decidió que pasaría un buen rato con su viejo amigo de la secundaria, fueron a ver a varios de sus ex compañeros, incluso ya habían pasado a la secundaría para saludar  a sus antiguos profesores, bueno los que aún no se habían retirado. Siguieron vagando por ahí, pasando por una calle que hacía años que no pisaban,  era tan... Nostálgico.

-Mira ¿Qué no es la casa de la pelirroja?-comentó Renji señalando la casa con la mirada.

-¿Pelirroja? ¿Te refieres a Inoue?-dijo el otro, haciendo memoria-¿Inoue Orihime?-

-Sí, esa misma... Aunque no recuerdo si aún vive aquí o no...-comentó el pelirrojo-¿Sabías que ella se moría por ti en la secundaría?-Oh sí, ver a la chica babeando por su amigo había sido muy divertido.

-¡No inventes, Renji!-contestó él, sin creérselo-¿Ella calada por mí? No lo creo-

-¡Te lo juro! Eso fue lo que oí decir a las más chismosas de la escuela, pero como tú cacheteabas la banqueta por esa enana de otro salón-soltó con una sonrisa burlona, a ver si esta vez su amigo caía y le decía el nombre de su amor secreto-¿Usaba lentes, no?-eso lo dedujo porque sorprendió a su amigo con una fina funda para gafas cuando que él no las necesitaba.

-¡Claro que no!-corrigió al otro de inmediato-Jamás me gustó ninguna enana y sí, usa lentes-dijo con menos volumen en la voz, recordando a la persona más perfecta del universo a su parecer.

-Ah, aún usa lentes...dijo divertido, si su amigo no hubiera visto de nuevo a su amor no sabría que ella aún usaba anteojos-¿Era Chitose? ¿La del salón nueve? Recuerdo que era muy linda y los lentes la hacían ver bien...-

-Ya te había dicho que no era ella-dijo con mas seriedad-Has querido adivinarlo por... ¿Cuántos? ¿Siete años? Nunca vas a adivinar, desiste...-sonrió, estaba seguro de que su amigo nunca le atinaría-Eres tan malo para adivinar como en los juegos de carreras-

-¡Hey! ¡He mejorado!-se defendió el pelirrojo-¿¡Quieres apostar!?-Si te gano me dirás quien es al chica misteriosa de lentes que ha sido tu "amor" desde la escuela-

-Pero si yo gano me tendrás que invitar a comer todo lo que yo quiera-sonrió mientras lo miraba, lo tenía ganado desde ya-¿Estamos?-

-¡Pero tú...! ¡Dijiste que la cena de hoy corría por tu cuenta!-

-Sí, pero estamos apostando-definitivamente tendría una cena gratis-¿O qué? ¿Te rajas?-

-¡Ni hablar!-bramó el pelirrojo mientras sonreía, nadie lo llamaría cobarde por una "insignificancia"-¡Pero mañana tú invitas a comer! ¡No te vas a salvar de esa!-le dijo en su mas cordial tono amenazador.

-Trato hecho-se dieron las mano para cerrar su acuerdo para luego dirigirse al game center  que estaba a unas calles de ellos.

Hacía unos ocho minutos que habían llegado al restaurante y esos dos no se habían movido y no parecían tener intenciones de hacerlo pronto. Y ellos dos no estaban seguros de querer saber los motivos del porqué esos dos varones estaban sudando mientras sostenían sus manos entre sí de esa manera, con tanta fuerza.

Shawlong mejor pasó a la cocina, aún tenían que poner los manteles, alguien se iba a quedar sin su sueldo del día, además aún tenía que alistar su menú para esa noche. Yylfort quería saber que ocurría entre esos dos, por lo que aprovecharía los diez minutos que le jefe les daría para "dejar sus niñerías" y ponerse a trabajar para averiguarlo, tenía curiosidad por saber quien ganaría la final, no que dudara de su amigo peliazul era solo que... Bueno Ulquiorra no era fácil de derrotar.

El rubio sacó los manteles y los fue colocando sin perder a ese par de vista, al menos esos dos habían barrido, trapeado y puesto las mesas en sus lugares.

Cuando Yylfort había preguntado, con toda cautela, cuanto tiempo llevaban así, Grimmjow le contestó escuetamente que desde las cinco diez, más o menos, Ulquiorra ni se dio por aludido, seguía concentrado en "lo suyo", ya eran las cinco con cuarenta...  Llevaban media hora forcejeando ¡Era un nuevo record! El rubio no creyó que alguien pudiera aguantar a Grimmjow tanto tiempo, cuando ellos terminaran retaría a alguno, él también tenía ganas de jugar a las vencidas. Su jefe tuvo el presentimiento de que eso se podía prolongar por mucho, pero mucho, tiempo mas...

-Cinco minutos más y se acabó-declaró el dueño- Y no me importa quien pierda qué-se dirigió a la cocina negando con la cabeza ¿Cómo era posible que se comportaran como mocosos y no como los hombres que, supuestamente, eran?

-¡Ow! ¿Porqué le sigues dando chance, Grimmjow?-se quejó el rubio-¡Gánale de una vez y compartamos el botín!-se veía muy animado por ver la cara derrotada de Ulquiorra. El ligero sonido de una mano azotada sobre la mesa con facilidad se produjo en ese momento-¡¡WUJU!! ¡¡BOTÍN!!-

-El "botín" es sólo mío-aclaró el peliazul con una ligera amenaza velada mientras sonreía y sin apartarle la vista a Ulquiorra, quien no había cambiado su gesto ni un poco, pero el peliazul estaba casi seguro que el brillo en los ojos verdes era la mas pura indignación camuflajeada por indiferencia.

-...Has estado fingiendo todo el tiempo-sí, indignación y furia, ese maldito de cabello neón había estado "aguantando" su mano por treinta minutos cuando pudo haberlo derrotado en un tris ¡Maldito fuera mil veces! Pocos en verdad lo habían empatado en ese juego, menos eran los que lo habían derrotado pero ese malnacido hijo de... ¡Lo que fuera! Había sido el primero en timarlo, ¡Y por tanto tiempo!, sin que él lo notara. Era tan... ¡Humillante!

-No te sulfures Joli, es que tu mano es tan irresistible-jugó con esa oración morbosamente-Ahora, me parece que me debes algo ¿No es así, Chérrie?-le sonrió juguetonamente mientras se imaginaba a Ulquiorra atendiéndolo "afanosamente".

-Tienes razón...-se retiró un momento a la cocina, Grimmjow estuvo a punto de levantarse cuando el ya volvía y justo le derramó una jarra de agua helada en su regazo-Servido-dejó la jarra en la mesa, aún tenía que repartir los menús. Hizo un esfuerzo para suprimir la sonrisa altanera al ver la cara de sorpresa mezclada con confusión del otro.

-¡Joder! ¿Qué te pasa? ¿Qué no te enseñaron modales?-despotricó contra el otro, definitivamente eso no era lo que estaba esperando-¡Te la estas buscando! ¡Pequeño pedazo de...!-¡Control! ¡Control! Se recordó a sí mismo que tenía que mantener la calma-¡Ven aquí y cumple como hombre, carajo! ¡No huyas!-le gritó, logrando captar la atención de Ulquiorra con eso último.

-Cumplí mi parte, te ayudé con  "eso"-le contestó con ese molesto tono monocorde tan suyo.

--¡No estés jugando! ¡Eso no fue ayudar!-contraatacó mientras trataba de contener su furia.

-Querrás decir que no hice lo que querías-dijo el pelinegro para aclarar las cosas-No fuiste específico con la "ayuda" que esperabas...-Grimmjow tenía ganas de matarlo por eso, pero sabía que, verbalmente, había perdido-A menos que quieras retarme de nuevo...-

-¡Ja! Que mal perdedor-Ulquiorra evitó fruncir el ceño ante ese comentario-Pero si eso quieres, joli, te lo concederé. Te daré la revancha, pero si pierdes, esta será una noche completa de sexo duro...-sonrió complacido, las cosas iban saliendo mejor para él-¿Te atreves a aceptar, precioso?-sonrió mostrando sus afilados dientes, mientras que el rubio,  como su jefe, perdieron el habla unos momentos, no se creían que Ulquiorra estuviera apostando por sexo,  es decir, el pelinegro era una roca ¡No sentía nada!

-¿Qué obtendré si te derroto?-Ulquiorra se estaba fastidiando de eso, pensaba que de seguro el peliazul era un maniático sexual, estaba reconsiderándolo, ¿Una noche de sexo era algo válido para apostar su orgullo?

-Seré tu esclavo por toda una noche, haré lo que tú quieras, sea lo que sea y tienes dos testigos a tu favor....-contestó Grimmjow con un poco de seriedad, por un instante le pareció ver una pequeña sonrisa en los labios de Ulquiorra, pero fue tan efímero que no estaba seguro de que haya pasado en verdad.

-Acepto-Ulquiorra se acercó a la mesa, quitándose su camisa de mesero, quedándose en sport, Grimmjow lo miró fijamente, sin perder detalle alguno-Cuando quieras...-

El peliazul sonrió, podría fastidiarlo toda la noche y además lo tendría en su cama, ¿Qué más podría pedir? Un juego perverso tal vez... Miró su cuerpo descaradamente, marcado apenas lo necesario, sus brazos dejaban ver las tenues líneas de sus músculos, tenía que reconocer que era más fuerte de lo que aparentaba, con todo ya se le hacía "agua a la boca".

-¿Te gusta que mire mi premio? Eso no va a distraerme- se sentó, poniéndose en posición.

-No quiero arruinar mi uniforme-él también subió su mano, solo que esta vez usó la izquierda.

-¿Ya te cansaste con la otra o qué?-le dio la impresión de que algo no andaba bien, quizás lo había lastima al excederse con su fuerza, sin embargo cambiar de mano no le importaba ya que él era fuerte en ambos brazos.

-No puedo hacer mucha fuerza con ella-"aclaró" sin más, esperando.

La "batalla" comenzó, ambos sudaban de nuevo, respirando un poco agitados, el rubio no sabía a quién apostar esta vez, no quería que Ulquiorra ganara, pero tampoco quería que pasara toda la noche con Grimmjow... Un momento, pensó él, si Grimmjow ganaba quería decir que Ulquiorra se moría por él en secreto y así él ganaría la apuesta con Renji. ¿Qué debía de hacer? Sentía que si no le decía a Grimmjow cierta "verdad" sobre Ulquiorra éste lo mataría después por no haberle contado, pero si lo hacía el "juego" terminaría y ya no sabría si ganaba o no la apuesta con el pelirrojo. ¿Qué debería de hacer?

Fue ya muy tarde para decidirse, una mano cayó sobre la mesa y una "casi" sonrisa de triunfo se instalaba en el rostro del pelinegro, Yylfort estaba seguro, lo había hecho apropósito ¡Lo había hecho apropósito!

Renji caminaba sin ganas, había perdido  treinta y siete carreras de sesenta, ¡Era el colmo! Ahora tendría que pagar la cena de los dos y no tenía tanto dinero, tal vez si iban al restaurante en el que trabajaba su jefe le dejaría pagar a plazos, ese desgraciado glotón que caminaba a su lado "tragaba peor que pelón de hospicio", sí, esa era una buena opción, el pelirrojo le dijo a su amigo que lo invitaría a probar la comida de un pequeño restaurante que se hallaba cerca de ahí, no era de cinco estrellas pero que la comida era buena, el ambiente era agradable y los meseros atendían bien, se aseguro de remarcar que la comida era buena, para no tener que ir a otro lugar...

-Eso te lo diré yo cuando la pruebe-contestó el otro sonriendo-Así que "bateas del otro lado" ¿He?-fue algo sorpresivo el comentario en especial porque ellos jamás hablaron de sus gustos en cuanto a personas.

-¡Oye! ¿Por qué dices eso?-se puso ligeramente a la defensiva al sentirse descubierto, no le gustaba que sus amigos lo interrogaran sobre ello porque solían tomarlo de mala manera.

-¿Meseros guapos? Por favor Renji ¡Sonaste como colegiala!-lo dijo en son de burla pero sin verdadera malicia, solo era por molestarlo un poco.

-¡Cállate quieres!-eso lo había molestado un poco porque había sido muy incómodo ¿De verdad había dicho meseros guapos? ¿En qué momento?-¡No me critiques!-ellos siguieron andando, el restaurante estaba relativamente cerca, como a  unos... Veinte minutos a pie.

Grimmjow estaba furioso ¿Cómo era posible que ese enano le ganara? ¡Y con la zurda! El siempre presumió de tener una zurda ágil y fuerte, ahora venía un enano enclenque y le ganaba, ¡De verdad que era una locura! Yylfort decidió que no era el mejor momento para estar ahí, mucho menos para dirigirle la palabra,  mejor esperaba a que llegara el siguiente siglo, dentro de noventa años... Pero aún así se quedó a mirar lo que pasaría...

Ulquiorra estaba tranquilo, complacido, libre de un fastidioso y, presumiblemente, sexo-adicto, definitivamente estaría de buen humor un buen rato, ver rabiar al peliazul era entretenido, tenía ganas de hacerlo enojar aún más, sólo por el mero placer de verlo estallar y sufrir más...

-Deja de ser un mal perdedor-Ulquiorra hundió más el dedo en la llaga-Guardaré mi "premio" para otra ocasión, hoy no requiero de un esclavo y mucho menos de un pésimo cocinero...-Shawlong estuvo a punto de decirle algo, tal vez iba a despedirlo, pero Grimmjow habló primero sin darle tiempo de nada.

-¡Hiciste trampa! ¡Tiene que ser eso!-grito furioso el cocinero- ¡No es posible que pierda contra ti si puedo levantar hasta ciento cincuenta kilos!-lo haría confesar y luego lo haría pagar por ello, era imposible que hubiese perdido, esa posibilidad simplemente no existía para él.

-No me interesa si cargas cinco gramos o cinco toneladas, no hice trampa, fue legal-

-¿Legal? ¡Apuesto que no levantas ni cien kilos!-

-No tiene importancia, pero si lo quieres saber, puedo levantar hasta ochenta kilos-claro que no dijo que eso era con todo su esfuerzo y desde luego que dependía del objeto a cargar y el tiempo a hacerlo, pero no valía la pena aclarar esos detalles ¿Cierto?

-¡Eso sigue siendo mucho menos que ciento cincuenta!-

-No hice trampa-

-¡Pruébalo!-

-Soy zurdo...-

-¡Eso no es...! ... Espera... ¡¿Qué?!-parpadeó un par de veces como si no lo hubiera entendido.

-Soy zurdo-

-¿Es en serio?-miró al rubio con la mirada incrédula y éste solo asintió con timidez-¿Y por qué demonios no me lo dijiste antes?-

-¡No creí que fueran a jugar vencidas!-se defendió el rubio-¿Cómo iba a adivinar que eso era importante?-lo que él decía a Grimmjow no le importaba, lo único que contaba para él era que Ulquiorra había ganado bien y punto.

Joder, adiós  a su noche de sexo con ese "Trasero caliente". Ulquiorra terminó con los manteles, después de haberse acomodado el uniforme, sonrió a escondidas de todos ellos, ganarle a ese idiota había sido tan bueno como cuando fantaseaba con destripar a cierto conejo destructor, tal vez se sentía tan bien como cuando soñaba que llegaban "platillos voladores" con extraterrestres de piel verde que venían a destruir la tierra... Tenía que dejar de ver Invasor Zim antes de irse a dormir...

Grimmjow se fue a la cocina gruñendo, no iba a admitir esa derrota ¡Claro que no! Ya podría pensar en algo para invalidar ese fracaso, mientras Yylfort suspiró aliviado, al menos viviría un poco más.

Unos minutos después entraron unos clientes, el mesero rubio sonrió al verlos entrar, se trataba de Renji y un "lindo" chico de cabello naranja estaba con él, tenía muchas ganas de fastidiarlo ya que por la manera en que hablaba el pelinaranja se notaba que ni idea tenía de que el pelirrojo trabajaba ahí, iba a ser tan divertido... Tomó el pedido como si no conociera a Renji y se fue a dejarlo en la cocina pero sus planes se frustraron porque Shawlong lo hizo quedarse ese día como su ayudante por lo que Grimmjow iba a salir a meserear en su lugar.

Ulquiorra ni siquiera se enteró porque lo habían mandado a comprar unas especias de última hora y salió por la puerta de atrás, recién iba regresando cuando Grimmjow salió de la cocina para llevar el pedido a sus comensales, Yylfort le había comentado que sus clientes eran Renji y otro chico por lo que debía fingir que no lo conocía, ya que planeaba jugarle una broma. El peliazul llegó a la mesa y asentó los platos con su natural elegancia.

-Provecho señores-dijo con ese acento francés, que derretía todo aquel que lo oía, mientras sonreía y miraba al pelirrojo, el cual se quedó quieto al tiempo que sentía un escalofrío subir por su espina dorsal, estaba seguro de que eso era por la vibra "maligna" del peliazul.

-¿Grimmjow?-dijo el otro chico con sorpresa, no podía equivocarse, ese tono de cabello era único-¿Tú eres Grimmjow Jeagerjaquez?-

-...Kurosaki... Ichigo...-susurró el peliazul, casi petrificado, no creyó que lo encontraría así, tan de repente, estaba consciente de que topárselo era posible ¡Pero justo ahí no! No podía ser cierto...

-¿Trabajas en este lugar?-Ichigo estaba que no se lo podía creer-¿Tan mal te fue que estás trabajando de mesero en este lugar?...-

 

Notas finales:

Creo que es todo, gracias pro sus RR [que ya los conteste, sé que me atrde, pero me esfuerzo en contetestar porque valoro cada palabra que me dejan ^^ gracias ^^]


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).