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"Entre la Cocina y el Espacio Estelar" por Ddai

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Notas del capitulo:

Bueno helo aquí, debió estar antes, pero ni modos, xD

En fin, ya casi termino de escribirlo, asique espero sus respuestas he?... [Si, me refiero a las del reto ¬¬U] Voy en el capítulo 20 ahora y pronto tendré el final, y el capi tres lo he de subir esta semana si tengo para el ciber XD

Que lo disfrtuen^^

Ahh por ahi hay unas fraces, de "Jhoni Star" y "Se el subió la espuma a su chocolate", si no les queda claro que me comenten, peude que por el contexto se aclare como peude que no XD

se cuidan ^^

 

"Entre la Cocina y el Espacio Estelar"

Capítulo II

"Cosas del Trabajo"

 

Yylfort le había llamado, justo por eso fue que no subió al autobús en dónde se iba su preciosa poupé blanche, de haber sabido que iban al mismo lugar... Mejor le hubiera hecho caso a su instinto en lugar de hacerle caso al rubio; siguió las instrucciones que le dio y llegó al lugar, mintiéndole a su amigo al decirle que no sabía en donde bajarse ya que justo cuando Yylfort le decía que se bajara en un enrome letrero naranja lo hizo y le comentó  a él que lo había pasado ya, su amigo el insistió en que se bajara en la siguiente parada, iría a buscarlo en el acto.

Grimmjow vio salir al rubio del restaurant hecho una furia mientras corría hasta la siguiente parada y se burló de él, "Te lo mereces por hacerme perder a mi preciosa presa" fue lo que pensó en el justo momento que entraba al local...

Y se llevó la sorpresa "bonita" de su vida ¡Impensable! ¡El hombre de  hermosos ojos verdes trabajaba ahí! Hubiera podido reconocer su silueta, y ese aroma  a naturaleza muerta mezclada con maderas y sándalo, en cualquier parte. No le importó quien lo miraba o si habían niños o no presentes, se fue sobre de él al instante. ¡Ese endemoniado uniforme de mesero le quedaba realmente SEXY!

Quiso tomar sus manos, solo para saber si se ruborizaría como una virginal colegiala, ah su maldita imaginación, ¡Si el pelinegro se ruborizaba  se iba a ver encantador! Pero ese joven se le adelantó y no le permitió tocarlo, por lo que se brincó a su siguiente "paso", robarle un beso. Fue rápido y espontáneo, eso siempre "derretía" a las niñas, dejándolas rojas como manzanas, y con esa reacción infantil llorosa y avergonzada porque le sabían robado su "primer beso", pero en lugar de hallar la visión de un tierno mesero ruborizado y muerto de vergüenza, con lágrimas en los ojos, se topó con lo duro de sus muy picudos y varoniles nudillos contra su mandíbula, con una fuerza tremenda que no pensó que ese "pequeño" encanto pudiera llegar a tener. ¿Qué era ese enano? ¿Campeón de Vencidas o algo así?

Sí que le había dolido, y para empeorar las cosas ese endemoniado "mocoso" pretendía seguir pelando con él. Muy bien, si ese monstruo de bolsillo quería hacer la guerra en lugar de "Hacer el Amor" iba a darle gusto, solo que no se iba a hacer responsable si después el "niño" acababa llorando... Mejor sí, de seguro que llorando esa "Muñequita" era una adoración. Pero antes de poder tener tiempo de ajustar cuentas entró en escena su casi hermano de Alma, Shawlong.

-¿Porqué golpeas a nuestro nuevo Chef?-él salió de la cocina, estaba vigilando la comida antes de que todo ese alboroto pasara y salió al oír el escándalo, de hecho apenas había alcanzado a ver que el peliazul callera sobre la mesa, no creyó que Ulquiorra de verdad hubiese hecho eso, pero conocía a su "hermanito" y sabía que Grimmjow era capaz de desquiciar hasta al mas paciente de los hombres. El pelinegro se giró a mirarlo, con incredulidad, como si le hubiese hablado en otro idioma.

-¿Nuevo Chef?-repitió con un susurro, no podía ser cierto, tenía que ser una mala broma de su jefe. ¿Cómo podía ser chef un imbécil aprovechado como ese? Lo malo era que la cara seria de su jefe le dejaba saber que no era ninguna broma.

-Así es Garçon [Mesero] ¡Ahora voy a partirte la "linda carita" de engreído que tienes!-estaba consiente de que él había iniciado con todo "eso" ¡Pero joder! ¡Solo fue una muestra de afecto! Ni que le hubiese quitado su virginidad de Quinceañera, tampoco se creía que se hubiera sido su primer beso, al menos no le pareció así, como sea, no iba a tolerar que el enano se creyera la gran cosa porque parecía haberlo dominado así de fácil.

-¡Maldito desgraciado!-Yylfort entró al restaurante en ese momento, agitado, había corrido de regreso al darse cuenta del engaño de ese mal agradecido del "tupé azul"-¿Cómo me dejas esperándote?-respiraba agitado y su cabello estaba hecho un desastre, tenía las mejillas un poco coloradas por la carrera, si no fuera porque sabía que Grimmjow podía matarlo, y con una sola mano, ya lo habría golpeado.

-Eso sonó como novia despechada-comentó el pelirrojo sin malicia, solo queriendo hacer esa pequeña referencia, pero parecía que el rubio no se lo tomó nada bien porque le lanzó una mirada asesina, por lo que Renji miró a los demás con un gesto "¿Qué?".

-Decirle a un varón que  se escucha como mujer despechada, aunque sea cierto, es incorrecto, significa dudar de su virilidad-ahora todos miraban a Ulquiorra, justo como si procesaran todo lo que acababa de decir.

-Dijiste veinte palabras juntas ¡Es mas de lo que dices siempre!-el pelirrojo hizo otra "grandiosa" observación ante el desconcierto general, era como sí solo él hubiera notado esos pequeños "detalles"

-Eso fue muy grosero-replicó Ulquiorra ¿Qué demonios hacía el pelirrojo contando sus palabras de igual manera? El sólo le estaba haciendo el "favor" de corregir sus malos modales, estúpido Renji.

Grimmjow rompió en sonoras carcajadas, no tenía ni cinco minutos ahí y esos tipos ya lo hacían llorar de risa, su nuevo "trabajo" parecía prometer mucho. Aunque al principio de su día parecía que todo le saldría mal, todo parecía haberse compuesto de una manera misteriosamente rara,  pero también había sido muy grato y agradable, tenía que admitirlo. ¿Cómo se iba a imaginar que la Lindura de ojos verdes estaría en el mismo lugar que él? En verdad estaba agradecido por eso, aunque no lo demostrara...

Shawlong impuso orden de inmediato, Yylfort iría a la cocina como ayudante y Grimmjow se cambió para comenzar a cocinar, o terminar lo que sea que hubiesen empezado a hacer. Los clientes no eran muchos pero iban con regularidad, en especial las chicas que iban a mirar a los meseros ya que les parecía que tenían un encanto singular y eran para gustos variados: Un rubio de tono dorado, un pelirrojo de tono fuego, un bajo rubio platinado, un castaño gigantón y un pelinegro de cara de porcelana, con caracteres contrastantes y cada uno con su propio séquito de seguidoras, aunque a últimas fechas el pelirrojo era el mas solicitado...

Shawlong miró hacia la cocina, ignorando a los clientes que entraban, después de todo para eso estaban los meseros: Le dio la impresión de que Grimmjow era el mismo de siempre, pero la diferencia entre ser y parecer iba mas allá de las diferencias entre la escritura de ambas palabras. El "viejo" Grimmjow se hubiera levantado furioso para tirarse sobre cualquiera que osara siquiera mirarlo desafiante; ciertamente de cuando tuvo quince a la actualidad había madurado un poco, pero no lo suficiente como para contener su rabia asesina.

Se habían conocido hacía años, cuando el peliazul tenía trece y él veintitrés, en ese entonces Grimmjow no era tan alto para su edad. El vagaba por las calles sin tener nada mejor que hacer, entonces vio un callejón y fue ahí cuando vio por primera vez a ese muchachito de cabello azul, estaba sentado y parecía estar esperando, parecía estar muy tenso ya que sólo miraba al piso con el ceño fruncido, decidió no darle importancia y seguir su camino pero apenas alejarse media cuadra oyó unos gritos y se lo pensó mejor, no era de su incumbencia pero un niño solo en un callejón y a esas horas prontas a oscurecer le daba muy mala espina. Regresó de inmediato para auxiliar al pequeño y lo que halló fue lo que menos esperó encontrarse en ese callejón: ese "inofensivo" niño estaba golpeando salvajemente a otros dos chicos que se notaba eran mayores que él, estaba gritando, muy fuera de sí, reclamándoles por alguna cosa que no lograba comprender bien, por lo ronco de sus gritos. En ese instante el chico giró su rostro y sus ojos azules chocaron con los propios, pero aquellas irises no parecían las inocentes luces azules de un pequeño, lucían mas como los brillos fieros de una bestia; eso lo había estremecido hasta la médula, aquella mirada decía con mucha claridad "Voy a MATARTE", y ese momento se había impreso muy bien en su memoria.

Si comparaba al chico violento que él recordaba que era antes de irse a Francia, hacía unos pocos años, con el de ahora, la distancia era abismal ¿Qué le había pasado para que ese "Animal Salvaje" se convirtiera en apenas la sombra de lo que fue? Quería saberlo, para poder ayudarlo en lo que pudiera, pero el peliazul era tan testarudo y orgulloso que jamás iba a "confesar", ni siquiera con una tortura china. Las cosas se quedarían así, por ahora. El rubio y el peliazul se quedaron ocupados en la cocina.

 Renji estaba estudiando en una mesa cerca de la cocina, si no se apuraba a asimilar lo visto todo el año cursado se arriesgaba a "azotarse" en el año escolar que pronto daría inicio, y si no podía con la escuela se tendría que quedar a trabajar ahí de mesero el resto de su vida y ¡NO! El no quería eso. Estudiaba todo lo que podría en sus ratos libres, la carrera de informática que escogió no era tan fácil como él había creído al principio, pero podía con ello y le gustaba eso de armar computadoras y hacer programas, aunque, por supuesto, distaba mucho de ser el típico "nerd". Renji miró al frente, justo donde estaba Ulquiorra atendiendo a los clientes que habían entrado, el pelinegro era tan atento y callado como siempre y esas dos chicas que atendía parecían estar embobadas mirándolo. Renji sonrió para sí mismo, ese pálido "ser" no se interesaba por nada que no fuera sus "asuntos" de "marcianos" que leía en esas revistas, que estaban en ingles para terminarla de amolar, le gustaba la soledad y el asilamiento, pero con sus modos y apariencia siempre conseguía el efecto contrario: llamar mucho la atención de las niñas que iban por ahí y ni las "pelaba"... Y se preguntó ociosamente ¿Sería que Ulquiorra verdaderamente sería Gay? Lo siguió con la mirada, hasta que el pelinegro llegó a la ventana en donde se entregaban las órdenes, misma que estaba justo entre el comedor y la cocina y muy cerca de Renji, el pelinegro entregó la petición, el pelirrojo desvió la mirada hacia las chicas y se preguntó si no sería muy brusco de su parte ofrecerles un balde para la baba, porque alguien se podía resbalar con ese pegajosos líquido derramado en el piso, y se volvió a reír de su ocurrencia, muy aparte oía todo lo que se decían el cocinero y el ayudante, al parecer Yylfort había pisado algo "asqueroso" y Grimmjow se burlaba pero Ulquiorra actuaba como si no los oyera.

-Las clientes están esperando-comentó Ulquiorra, sin cambiar su semblante y con ese tono tan plano que lo caracterizaba, podía sentir las miradas perversas de las "señoritas" sobre su espalda, y mas debajo de esta, y para colmo la de Renji, quien parecía muy divertido con eso.

-La cocina es un arte que lleva tiempo Chérie-dijo el peliazul con su acento francés, asomándose por esa ventana, las jóvenes lo miraron alelándose aún más, sin duda su acento extranjero volvía loca a casi cualquier persona-Y no podemos corretear el arte ¿Verdad, Mignon? [Lindo]-se inclinó sobre el pelinegro, aprovechándose de que estaba a casi cuarenta centímetros por encima de él ya que estaba parado sobre un banquito, para acariciar su rostro suavemente mientras le acomodaba un mechón de cabello hacia atrás. Las chicas estaban al borde de un colapso nervioso, desde su perspectiva parecía que estaban a punto de besarse. Renji se mostró confuso ¿Estaba permitido demostrar sus "amoríos" a los clientes? No se quería imaginar las locuras que podían llegar a ocurrir si eso seguía así.

Yylfort alzó una ceja, Grimmjow parecía no estar nada molesto luego de que Ulquiorra lo golpeara y estaba sobre el banco que usaba Ulquiorra para llegar a las estanterías mas altas, pero eso era irrelevante ahora, se estaba poniendo celoso por lo que miraban sus ojos. Shawlong se había ido a la oficina, en el segundo piso, por eso mismo no había notado lo que pasaba ahí, ya que de saberlo los hubiera regañado. Ulquiorra estaba mas que seguro de que aquel no era su día de suerte...

-Además de desagradable tienes pésimos modales- atrapó la mano d peliazul con su mano derecha, ejerciendo una presión que no creyó estar ejerciendo, Ulquiorra estaba furioso con el peliazul por haberle  engañado cuando dijo no saber japonés pero obvio que no iba a demostrárselo jamás, sus ojos se encontraron en ese momento.

-Fuerte y rudo... Eres todo un encanto Blanche- sonrió complacido, esa mano pálida estaba dañando un poco su muñeca, pero no le importaba, esos ojos verdes eclipsaban cualquier otro pensamiento en su mente y parecía que  en su razón también.

-Las Croquetas se van a quemar-dijo el rubio, mirando con enfado a esos dos, deseaba destripar al peliazul lenta y dolorosamente por ser tan coqueto, en cuanto a Ulquiorra no sabía que sentir por él, envidia, pena, lástima o indiferencia, ya que Grimmjow sólo jugaba con la gente, parecía que las cosas se les iban a complicar mucho por ahí.

-Es que el Dulce Garçon no me suelta-dijo al fingir querer alejarse, pero Ulquiorra no lo había soltado-No quieres que la comida de la Madame se queme ¿Cierto Mignardise?-le comentó con suavidad sin embargo sonreía burlonamente, el rostro aún le dolía un poco, ese "niño" en verdad daba duro, y por eso se vengaría de esa manera de él, sería su "Dulce Venganza".

Ulquiorra lo soltó sin decirle nada, no iba a caer en ese estúpido jueguito, se limitó a girar el cuerpo ligeramente, para sólo esperar la orden, si no fuera porque necesitaba el empleo y conseguir otro le daba flojera, ya se habría retirado. Unos minutos después llevó la comida para las jóvenes, poniendo los platos para cada una con maestría, ellas estaban muy emocionadas, iban regularmente y por casualidad casi siempre les tocaba que él las atendiera.

-Disculpa, el chico de hace un momento...-dijo la primera de ellas, muy nerviosa-¿Es otro mesero?-

-No, es le chef...-le dijo, mirándola a los ojos distraídamente, nunca fue su intención hacerlo, ella se sonrojó mucho y la otra sintió un pinchazo de celos, él casi nunca las miraba tan de cerca y se tenían que conformar con ver sus ojos a lo lejos.

-¿Crees que él aceptaría nuestras "felicitaciones"-preguntó la segunda, siendo sorprendida por la accidental mirada del mesero, ella sintió que su corazón dio un brinco hasta el techo, esos ojos eran del verde mas intenso que jamás había visto en otra persona y hasta donde sabía eran naturales...

-Probablemente...-contestó él con su típica voz atonal, sabía que ese engreído, egocéntrico y muy pagado de sí, saldría casi corriendo para inflar más su ego, si es que eso era posible, había "adivinado" todo eso de él con solo verlo unos segundos, ya ni su loca "amiga" Cirucci poseía tal grado de adivinación, era tan ¡Despreciable!-Buen provecho-les comentó antes de retirarse, y sólo porque su jefe le había dicho que era "Obligatorio" ser cortés con las clientas...

Ellas probaron la comida, tenía un sabor diferente que el de costumbre, mas no era algo excelso, mejor dicho era simplón, muy diferente de lo que normalmente comían en ese sitio, y el jugo natural tenía un toque extraño. Ellas se miraron entre si, ¿De verdad ese tipo extraño y atractivo sería chef?

Entró otra joven, también asidua al lugar, ella había conocido el restaurante casi desde el inicio. El pelirrojo se levantó a atenderla  de inmediato, esa joven bajita le caía bien, era hiperactiva pero a veces holgazana, un poco brusca y deliraba por los conejos, pero tenía un corazón noble y era generosa y justa con los demás. Ella tomó asiento en su mesa de siempre, y la atendió su mesero de siempre, ella ordenó su menú especial de siempre... Renji se acercó a la barra de pedidos con ese paso seguro y casual que tenía pero ahora con una sonrisa, esa chica siempre lo ponía de buen humor.

-Una orden de "Conejo"-el pelirrojo pasó la nota con una sonrisa y el rubio la tomó.

-Hace casi una semana que no venía, hasta creí que ya nos había abandonado....-dijo Yylfort, mientras sacaba todo para preparar ese platillo especial.

-¿Conejo? ¿A poco de verdad guisan conejo?-preguntó el peliazul, sin rastro de su acento francés, lo cual dejó a Renji un tanto sorprendido.

-¡Claro que no, Idiota!-le dijo el rubio-Así se llama el menú especial de ella, se trata de un conejo hecho de arroz  con verduras decorativas en forma de flores y la carne viene siendo parte de la decoración como tierra o prado seco. Si le das un conejo para comer seguramente se pondrá a llorar...-por fortuna ya tenían los moldes adecuados para hacer semejante, e infantil, platillo.

-¿No que era francés?-preguntó intrigado el pelirrojo, ese tipo hablaba el japonés perfectamente, con acento normal, sin trastabillar o remarcar ninguna sílaba.

-Nah ¿Cómo pasas a creer? Grimmjow es norteamericano, pero creció en Japón-y el rubio se acercó a Renji para cuchichearle algo-Pero es tan bestia que ya se le olvidó como hablar ingles. Y además habla francés porque se pasó un tiempo en Francia y ya se le subió la espuma de su chocolate...-sonrió maléficamente-Tú sabes, es el cásico "Jhony Star"-

-Te oigo perfectamente YlFucker-sonrió al "componer" de "esa" manera el nombre de su amigo.

-¿Cómo me llamaste, ingrato? ¿Pasas un "rato" en Europa y ya te sientes de la Hight? ¡Solo eso me faltaba!-estaba refunfuñando mientras hacía el plato de la chica-Ahora me vas a decir que ya no puedes comer huevos fritos porque tu "buche" solo pasa Caviar ¿No?-remató el rubio.

-¡Mon Dieu! ¡No como caviar! Sólo Esacrgots y por supuesto langosta, tal vez con una ensalada de rosas...-dijo relamiéndose los labios, hacía tanto que había comido esas cosas que casi lo había olvidado.

-¿Rosas?-preguntó el pelirrojo, no entendía de que demonios hablaba el "chef"-¿Qué son "escargots"?-claro que había estudiado un poco de francés, pero había cosas que simplemente no recordaba o que ni siquiera había visto...

-No importa-sonrió el peliazul-Si tienes suerte puede que los pruebes después, "Rouge"[Rojo]-

-¿Qué diablos es un "Rou..."-

-¡Aquí está el pedido!-interrumpió el rubio con una sonrisa, Renji tomó el plato y se retiró, por ahora, ya podría sacarle las cosas al peliazul cuando la ·"nana" no estuviera cerca. Yylfort suspiró un poco mas tranquilo, lo que menos necesitaban era que el pelirrojo se pelara con Grimmjow por esos raros apodos que le ponía... Aunque ni él entendía muy bien que le había dicho el peliazul al pelirrojo esta vez

Las personas iban entrando poco a poco, y entre los dos meseros se las arreglaban para atenderlos a todos. Renji tuvo que dejar su estudio para después, y no, no se estaba quejando de ello; Ulquiorra dejó de lado la interesante lectura de sus revistas "¡Avistados!" y "La verdad OVNI", y él lo hacía con gran pesar.

Ese día casi marcaban un record, no sabían porqué, pero están entrando bastante gente, tanta que Yylfort salió de la cocina para que Shawlong tomara su lugar, después de todo él era el dueño y quien cocinaba antes de que Grimmjow llegara, no era un gran chef, pero sabía regular sobre su negocio. Tenían verduras el vapor, cocidas en el estofado; carne en el asador, remojada con varias especias y frita, pasta lista para servirse y ensalada fresca, el aroma que salía por la ventanilla de entrega de platos deleitaba a los cercanos. Entregaron varios platillos que estaban listos y los meseros se apresuraron a repartirlos.

Los meseros estaban demasiado atareados entregando pedidos que no tenía tiempo de fijarse en las reacciones de los comensales, los cuales no parecían muy a gusto con su comida. La pasta estaba muy dura, o casi batida, las verduras o estaban casi crudas o listas para hacer un puré, la carne estaba salada mientras que el caldo estaba simple, lo único que parecía estar bien era la ensalada, pero sería el colmo de los colmos que hasta una simple ensalada estuviera mal hecha. Sin embargo nadie se había atrevido a decir nada, algunos comían de mala gana y más de la mitad hacían la nota mental de no volver a ese sitio a comer, todos pensaban que cuando pidieran la cuenta le dirían al mesero de lo pésima que era su comida.

 En ese momento entró una pareja y Ulquiorra se adelantó a atenderla y darles mesa, acto seguido les extendió el menú y les hiso la recomendación del día. Se trataba de Pollo en China, una variación del "Pato a la Naranja", que personalmente él no probaría. Miró a los clientes y pensó que eran extraños, el señor, que no era tan mayor, tenía la mitad del cabello rubio y la otra mitad era negro, además iba con un traje entre gris y lila, tirando al estilo de Europa del siglo ¿XIX tal vez? Justo ahora no lo recordaba bien, ella se notaba un poco más joven que él, de cabello rubio, un vestido azul al más puro estilo "princesita", se notaba a leguas que estaba muy mimada, desde ese momento estuvo casi seguro de que esos clientes iban a darle un gran dolor de cabeza.

Ella ordenó primero y luego él, por lo que le mesero se apresuró a llevar la hoja con el pedido a la ventanilla, siendo lo mas rápido que podía para no darle tiempo al peliazul de decirle nada y se fue de inmediato a atender a otro cliente, o eso parecía porque no tardaba ni un segundo mas de lo necesario. Grimmjow se lamentaba en silencio por que "Blanche" no lo dejaba acosarlo, sí, acosarlo, molestar a ese muchacho era muy entretenido, además que esos ojos verdes eran preciosos y, bueno, ese chico estaba mas bueno que los platillos de sus ex maestros, y eso ya era mucho decir.

 Todo habría ido perfectamente, de no ser por un grito espantosamente chillón que esa rubiesita había pegado en esos instantes, dejando sordo a mas de la mitad de los presentes y fue justo después de probar la comida, desde luego que llamó la atención de todos ahí, ella vociferaba que esa era la peor comida que había probado jamás, gritaba que su caldo estaba insípido y sus verduras crudas, además de que su jugo natural sabía a rancio y que toda la comida daba asco. Aquel hombre gritó también, muy indignado, que nadie se había atrevido a servirle algo tan espantoso. Exigía una indemnización, una reposición por esa asquerosa "Comida".

Ulquiorra solo los oyó pacientemente, deseando estar en otro lugar, quizás en su casa, sobre su colchón de agua y viendo algún programa, como Star Trek, quizás Invader Zim, o X Files, no se quejaría si fuese la película de "Hombres de Negro" o "Día de independencia", que eran del mismo actor, el cual, por cierto, estaba de muy buen ver, ese cuerpazo que...Pero la voz de ese tipo lo sacó de sus divagaciones...

-¿Quién hizo esta abominación?-gritó Cloud, mientras se ponía de pie y miraba a Ulquiorra con rabia, tratando de intimidarlo, pero el mesero ni parpadeó, lo cual lo hacía enojar más-¡Exijo ver al Canalla que se atrevió a arruinar una comida como esta!-la joven rubia gritaba al mismo tiempo algo parecido a lo que él decía.

-Disculpe, el Chef no...-intervino Yylfort, temiéndose lo peor, esperaba que el peliazul no estuviera oyendo eso, o que estuviera muy ocupado para atender a esas reclamaciones.

-¿Chef?-cuestionó Cloud con gran sarcasmo, interrumpiendo al rubio para no dejarlo terminar-¡No hay quien pueda llamarse chef haciendo algo tan repugnante!-pero antes de que pudiera agregar nada mas las puertas de la cocina se abrieron de golpe, un muy ceñudo peliazul iba saliendo hacia el comedor, todos, en especial las mujeres, fijaron su vista en él, ellas creyendo que era un mesero, ya que no prestaron atención a su atuendo, y querían que las atendiera de inmediato, era tan guapo pese a parecer muy enojado...

-¿Quién quiere verme?-dijo Grimmjow con su voz agravada, el cliente se le quedó mirando, el peliazul no parecía de buen humor y con el cuerpo que tenía, ponérsele al tú por tú no era una buena idea...

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer y nos vemos en la que sigue^^

y gracias a Mi neesams Saya por el apoyo n.n..


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