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"Entre la Cocina y el Espacio Estelar" por Ddai

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Notas del capitulo:

Bueno, he aquí el capítulo tres, aún en espera de las calificaciones...

Dedicado a mi Neesama Saya Sumeragi, por corretearme XD

Por cierto, para Sigma III y Liz Uzumaki, apenas actualizen me paso a checar y calificar porque no hallo los fics...[no he tenido time de buscarlos tampoco lo siento, se murió mi cel,sulfatado, y eso significa mas gasto y menos plata para el ciber. lo siento...]

El glosario...[según recuerdo y sacado de Google translator]

Blanche: Blanco

Mon Chérie: Mi amor

Chérie:Querido/a

Gasçon: Mesero

Mignardise: Moneria [aunque yo lo utilizo como lindura]

No recuerdo si hubieron mas palabras,pero si ven alguna por ahí me avizas...

Cuidense y buena lectura^^[espero]

 

"Entre la Cocina y el Espacio Estelar"

Capítulo III

"Amenazas y Malos Recuerdos"

Se oían los sonidos ligeros del suave chapotear del agua, y muy lejanos gemidos, habían dos cuerpos desnudos dentro del agua y mucho vapor, era uno de aquellos ojos de aguas termales privados, en la que una cabeza de cabellos plateados se asomaba y su dueño no paraba de jadear, estaba a un paso del "paraíso"...

-MMM ¡SOUSUKE!-gimió, manteniendo los ojos cerrados, su amante estaba a su espalda, acariciando su piel con delicadeza, mientras que sus propias manos se perdían por debajo del agua caliente-MMM SÍ ¡SÍ! ¡MÁS ARRIBA! ¡MÁS DURO!-el sudor bajaba por su frente, tenía mucho calor, se sentía ardiendo.

-Tienes una voz tan sexy cuando me pides más...-le susurró al oído, mientras lo acariciaba mas fuerte-Espero que no te canses de llamarme esta noche, Gin...-su afilada nariz acarició esa pálida mejilla-Porque yo no me voy a cansar de oírte, mi pequeño zorro travieso...-ejerció mas presión, haciéndolo retorcerse.

-¡AHHHNN!!!¡¡SOUSUKE!!-Se apoyó sobre el cuerpo del moreno para no caerse de pasión, su nuca quedó acomodada sobre uno de esos anchos hombros, giró la cabeza, depositando un beso en la morena mejilla de su amado-¿Crees que Chappy esté bien?-preguntó repentinamente, pegándose mas al cuerpo desnudo del otro-Sé que Ulquiorra es muy responsable, pero... Una mascota no es un juguete y... ¿Y si lo deja solito? ¿Y si se le pasa la hora de su comida? ¿Qué tal si se le olvida acariciarlo? ¡Sabes que es muy sensible y yo...!-en ese momento fue acallado por un ardiente beso de su amante, mientras era apretado más entre esos fuertes brazos.

-El está bien, ya no te preocupes más por eso ¿De acuerdo?-le dijo para calmarlo-Sé que Ulquiorra kun jamás lo dejaría morir de soledad, ni se le pasará darle de comer-claro que no dijo nada de darle mismos porque conocía a Ulquiorra, le había dado asesoría años atrás, y desde luego omitió decirle "Si tu conejo se muere por mascar un cable y queda carbonizado bien merecido se lo tendría esa desgraciada bola de pelo esponjado y empalagoso animal por ser un méndigo destructor de electrodomésticos" ¿Porqué iba a angustiar a su querido amante con esos "pequeños" comentarios sin importancia?-Te lo prometo-

-Está bien, voy a creer en ti-le dijo con una sonrisa, dejar el conejo en manos de Ulquiorra no fue idea suya, sino de Aizen, y aceptó solo porque estaba más que comprobado que Neliel NO servía para cuidar animales, y quizás cuidar de nada vivo. Su gatito, ¡Peluzo, su amado felino murió asfixiado! Su canario ¡Patita, su amada canarita fue estrangulada! Sus Hámsters ¡Galleta y Chocolatito, su pareja de lindos y peluditos hámster habían sido aplastados por el enorme trasero de vaca gorda de esa envidiosa y maligna peliverde!-Que triste-

-No te pongas así, Gin-Oh sí, esas bestias destructoras debían de estar en el infierno zoológico con un letrero que rezara "Cuidado, destruyen todo lo que muerden"-Sé de algo que va a alegrarte mucho, Zorrito-se puso frente a él acorralándolo contra la orilla.

-¡¡¡¡AHH SOUSUKE!!!!-pegó un grito del gozo al sentir cierta dureza contra su muslo, Aizen Sousuke sabía perfectamente como ponerlo de muy buenas en segundos y Chappy se perdió de su memoria por esa noche...

ªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªªª

Aunque a simple vista pudiese parecer que el Chef y el cliente median casi lo mismo era innegable que la masa muscular del primero superaba la del segundo por al menos diez kilos, las personas no dejaban de mirarlos, la mayoría prefería "hacerse de la vista gorda" para evitarse problemas serios con el peliazul...

-¿Fue usted quien preparo ésta...comida?-a Cloud le costó trabajo decir esa última palabra, pero aquel tipo de cabello azul en verdad lo intimidaba, sentía que ese hombre podía ser capaz de matarlo con solo su mirada; Cloud había esperado a un tipo bajo, como todo japonés promedio, de cabello negro y algo rellenito, como el "típico" Chef de cualquier lado, además de que debería estar avergonzado por lo pésimo de su comida, pero en lugar de ello se hallaba frente a un tipo de evidente musculatura, alto, de cabello azul neón y para colmo enfurecido por oír la verdad sobre su cocina.

 -Sí ¿Porqué pregunta?-una excusa, eso era todo lo que le hacía falta para estallar, y así dejar salir toda la ira que tenía acumulada desde meses atrás y que lo estaba consumiendo, necesitaba desquitarse con algo y un "Costal" humano parecía perfecto para eso...

 -Ésta... Esto es un insulto...-dijo ya sin gritar, no quería perder los dientes, aun si después lo demandaba, le gustaba ver su dentadura real donde estaba: En su boca-La sopa está salada, las verduras duras y el pollo está crudo-comentó mientras la rubia, ya callada, miraba hacia cualquier otra parte-¡Es indignante!-

 Yylfort ya se había acercado, tan veloz como un rayo, al igual que Renji, Grimmjow había tenido la intención de lanzar su poderosa diestra sobre la cara de ese imbécil, nadie iba a poder detenerlo a tiempo, sin embargo no contó con Ulquiorra, quien había sido más rápido que todos los demás, y eso incluía los impulsos del peliazul. La mano pálida sujeto con fuerza la muñeca morena, justo antes de que Grimmjow pudiera lanzar el golpe, el ojiazul se giró para encarar a Ulquiorra, pero este no le devolvió la mirada...

 -Disculpe Usted la rudeza-se disculpó el rubio de larga cabellera mientras que el pelinegro se llevaba al Chef casi a rastras de regreso a la cocina-El no es el Chef-sabía que Grimmjow iba a matarlo por decir eso-Es el ayudante de nuestro Chef, es algo impulsivo, pero no es una mala persona-el peliazul no estaba oyendo nada de eso porque en ese momento estaba quejándose con Ulquiorra para que lo soltara, Shawlong ya había salido para disculparse, como el Chef del lugar estaba obligado a hacerlo, que bueno que Yylfort se había adelantado, pero lo malo vendría cuando Grimmjow se enterara porque le iba a romper todos los huesos que tuviera. Renji se portó como si nada pasara, atendería lo más pronto que pudiera a todos los demás clientes hasta que todo se calmara.

La voz de Grimmjow se fue perdiendo, apenas y era un murmullo ya, se perdió totalmente cuando Ulquiorra cerró la ventana de servicio; El peliazul no salió de la cocina hacia el comedor, aunque el otro ya lo hubiese soltado, porque estaba más concentrado riñendo con él que recordando al idiota de afuera que lo había insultado.

-¿Pero que demonios te crees tú, pedazo de imbécil?-él se acercó más al pelinegro, dispuesto a molerlo con los meros puños, lo que lo cabreaba un poco más era que Ulquiorra no parecía sentirse intimidado pese a que le llevaba unos diecisiete centímetros de altura y unos, entre  veinte  y veinticinco, kilos de peso.

-Es un cliente. NO puedes golpearlo-sólo le repetía lo que Yylfort le había dicho a él cuando, en su segundo día de trabajo, un niño malcriado le había aventado su chocolate y un té con crema a la cara, ganas de matar lenta y sangrientamente al maldito mocoso no le faltaron, pero necesitaba el empleo y el dinero.

-¡No me importa! ¡Y a ti tampoco!-le gritó, preparándose para desquitarse con él, ya que parecía pedirlo a gritos.

-Necesito el empleo, quizás a ti no te hace falta, pero a mi sí-le dijo mientras lo miraba a los ojos-Te ofrezco un intercambio-propuso al instante, razonar con ese tipo de personas era una pérdida de tiempo, pero tal vez podría convencerlo de no hacer nada con eso-¿Qué es lo que quieres cambio de NO armar un escándalo?-no iba a pedirle dinero, lo intuía porque al peliazul tarado parecía no importarle mucho quedarse sin trabajo, dinero no le debía de hacer falta, y mientras no le pidiera "plata" no le importaba.

-¿QUÉ?-le gritó, al chico, un tanto desconcertado ¿Qué demonios le pasaba a Ulquiorra? ¿Le importaba más el puto trabajo que ser insultado? El ojiverde hablaba con tanta frialdad que le recordaba a uno de esos mafiosos de películas que solo querían dinero, dinero y más dinero...

-Me escuchaste-le contestó con seguridad-¿Qué es lo que pides, Grimmjow Jeagerjaquez?-el peliazul lo miraba seriamente, parecía estarse enfadando más, pero eso a Ulquiorra lo tenía sin cuidado.

-Tengamos sexo-le contestó casi de inmediato, solo para saber si el pelinegro le diría que sí ¿Sería tan ruin y bajo como para aceptar dar su cuerpo a cambio de una nimiedad como no golpear a alguien? De ser así no valía la pena intentar algo con un "vendido", pero no estaba seguro de nada porque el pelinegro le sostenía la mirada con mucha fuerza, sin retroceder.

-Sexo...-comentó casi sin voz, analizando-Vamos al baño...-fue todo lo que le dijo para comenzar a caminar. Eso iba a resolverse de inmediato, Si Grimmjow lo quería de "esa" manera" así sería...

Shawlong regresó a la cocina con esos horribles platillos, después de haberse disculpado varias veces, ya se tendría que idear una manera de decirle a Grimmjow que su cocina en verdad sabía a escoria y no morir en el intento, además de recalcarle que NO podía tratar así a los clientes, por supuesto que tendría que sobrevivir a la "Ira Divina" del peliazul después de eso. De pronto notó que el chef no estaba y, curiosamente, Ulquiorra tampoco, se asomó a la callejuela que tenían en la puerta de atrás, quizás estaban discutiendo ahí aún, pero nada, ni rastro de ellos. Sabía que Ulquiorra era perfectamente capaz de cuidarse solo, pero Grimmjow era una bestia sangrienta incapaz de detenerse ante la sangre del "enemigo" y le llevaba varios kilos y centímetros al pelinegro. Tenía que componer la comida de inmediato y no tenían más personal, tendría que encargarle el bienestar de Ulquiorra a Buba, y con mucha Fe. Yylfort y Renji seguían atendiendo a todos los clientes eficientemente, ninguno se imaginaba, ni remotamente, lo que estaba ocurriendo en el baño...

Apenas entraron Ulquiorra aseguró la puerta, para evitar a algún "intruso sorpresa" y no correr ningún riesgo; ese baño era relativamente espacioso, tenía taza de baño, lavamanos y regadera con tina, parecía baño de casa, los dos podían dar ahí perfectamente y hasta sobraba espacio. El comenzó por quitarse el delantal y colgarlo en el perchero que tenían  pegado en la puerta, de inmediato se quitó el largo cinturón que llevaba puesto,  Grimmjow estaba justo de tras de él, aparentemente sonriendo, pero la verdad era que estaba encabronándose hasta el límite con Ulquiorra.

-En verdad vas a hacerlo ¿No?-dijo Grimmjow repentinamente, con un tono desdeñoso y burlón-Pensé que eras algo mejor que "esto"-ese chico le había gustado desde el momento en que lo vio en ese paradero, esos ojos y su manera de mirar, su silueta tan delgada pero fuerte, le fascinó por completo, sin embargo saber que se vendía por tan poca cosa y a un desconocido, quizás a cualquiera, lo desalentó. Eso dolía. ¿Es que acaso todo lo que podía llegar a desear para sí mismo tenía que ser de lo peor o de otros? O peor aún, ¿Tenían que ser una mentira? ¿Una ilusión absurda? ¿Sólo tenía "derecho" a tener sobras de otros? -Esperaba que fueras mas que un Idiota-le dijo mientras que Ulquiorra se giró hacia él, quedando frente a frente, con el cinturón en sus manos, se le fue acercando sin dejar de mirarlo, para quedar muy cerca de él-NO me toques-el peliazul empujó al pelinegro, no deseaba estar cerca de ese "vendido" porque le recordaba su "pasado", la maldita razón por la cual se había destrozado su presente, la razón por la cual no había tenido futuro y por la que había tenido que irse de Francia...

-No te confundas-le dijo de pronto con aquella voz tan vacía e impersonal-No me "metería" contigo ni por todas las riquezas del mundo-le había arrojado el cinturón al cuello,  casi como si lazara a un caballo, tesándolo de un solo tirón.

-¡¡Gth!!-Grimmjow agarró el cuero un poco tarde, éste ya se había asido a su cuello perfectamente, presionándolo-Ghji dhm...-trató de insultarlo. El pelinegro lo hiso caer hincado al patearle, apenas con fuerza, el reverso de las rodillas.

-Si te dije que vinieras, fue para advertirte-lo estaba mirando con ese característico vacio en sus esmeraldas, desde arriba, como si fuera alguien superior-Si pierdo mi empleo por tu culpa, te mato-ahora si que sonaba como un auténtico mafioso; tiró mas fuerte del cinturón-¿Entendido?-Se sentía orgulloso de haber adquirido ese cinturón, el cual había sido diseñado específicamente para eso,  era mas largo que uno normal y tenía mas perforaciones, el cuero era un poco mas delgado y terso que otros, facilitando el desliz de la hebilla, era una de esas curiosidades que uno hallaba en las convenciones de ciencia ficción. Por supuesto que Grimmjow no se iba a dejar así de fácil, jaló la correa para sí, inclinaba su cuerpo para adelante, derribando a Ulquiorra y colocándose sobre de él, aprovechándose de la confusión aprisionó las muñecas del pálido y astuto muchacho, quien, por cierto, estaba punto de convertirse en un verdadero difunto.

-Nadie me da órdenes, mocoso-bufó contra su cara, sin apartarle la intensa mirada, ese suicida estaba mas loco de lo que esperó; algo dentro de su cuerpo estaba estallando y no era precisamente ira, no, estaba casi seguro de ello, Ulquiorra había logrado lo que muy pocos, había despertado en él un verdadero interés, el instinto de caza que todo depredador tenía y Grimmjow Jeagerjaquez jamás dejaba pasar una buena oportunidad de "despedazar" a una presa.

Se inclinó sobre de él, besándolo por segunda vez, lo presionaba al piso con su cuerpo, quitándole toda oportunidad a Ulquiorra de empujarlo fuera porque aún no le soltaba las muñecas. Mordió suavemente su labio inferior, disfrutando de los inútiles intentos de Ulquiorra para liberarse; como último recurso el ojiverde giró el rostro, eludiendo los labios de peliazul.

-La próxima vez que quieras hacer un "intercambio" ten muy presente que se empieza con los labios Blanche-susurró Grimmjow en el oído de su "presa", ese chico en verdad era delicioso.

-Tienes razón-le contestó Ulquiorra casi sin voz mientras se giraba para estar de frente otra vez, estaban casi apunto de besarse-Ahora suéltame-le sostuvo la mirada al momento de exigirle su libertad. Estaba casi seguro de que sería más fácil seguirle la corriente que ponerse a discutir con él, por ahora.

-Solo si me das otro beso-le sonrió maniáticamente, como hacía mucho que no lo hacía, la verdad ese "muchachito" estaba capturando cada vez más su atención.

-Debí imaginarlo-se aprovechó de la cercanía que tenían para darle un fuerte cabezazo con la parte frontal de su cráneo, la que supuestamente es mas dura que el resto de la cabeza, seguramente al rato tendría una jaqueca de campeonato, esperaba que al menos valiera la pena.

-¡JODER!-ahora sí que podía decir que el pelinegro era un "cabezadura"  lo malo era que le había dado en uno de sus  pómulos, lo cual dolía bastante, ese maldito pequeñajo era un "Hueso duro de Roer"-¡¿QUÉ CARAJOS TE PASA PEDAZO DE ANI...?!-no pudo terminar su oración, el ojiverde aprovecho ese momento para tomar impulso y ponérsele encima, jalando la corra una vez más, sacándole el aire.

-No te atrevas a intentarlo de nuevo-no se lo pensó ni una vez, salió corriendo del baño, habiendo tomado su delantal de uniforme desde luego. Cerró la puerta con fuerza, poniendo su espalda contra ésta, él normalmente no hubiera hecho algo así, pero ese tipo, junto con Ichimaru, lo sacaban de sus casillas, además de que no estaba de buen humor gracias a cierta bola peluda de cierto loco con sonrisa de zorro.

Grimmjow empujó la puerta, para salir, pero Ulquiorra permanecía contra ésta para evitar que saliera. Shawlong se le quedó mirando al mesero reprobatoriamente, el peliazul estaba gritando, a saber que, no lo entendía porque estaba mezclando todos los idiomas, en los que sabía insultar, para lanzar improperios, lo único que logró entender fue: Enano, Muerte, dolor y... Algo sobre un cinturón... Las demás palabras no hizo por intentar descifrarlas.

Shawlong siguió mirando a Ulquiorra de manera poco favorable,  el mesero encerraba a su "hermanito" en el baño, y había gente que podía oír ese escándalo, Grimmjow era su amigo desde hacía años y a Ulquiorra lo tenía trabajando para él desde hacía unos seis meses, no estaba seguro del tiempo en realidad, Grimmjow estaba por encima de Ulquiorra ante sus ojos, pero Grimmjow era tan "volátil" que se convertía en un peligro andando y lo que le pasaba, el noventa porciento de las veces, él mismo se lo había buscado...

-Si sale y mata al cliente, no será culpa mía-dijo Ulquiorra, sin dejar salir a la "fiera de su jaula". Odiaba que le echaran la culpa solo a él cuando que era el menos responsable de todo, lo ocurrido con el cliente claro, lo del baño era otra historia.

-En este momento es más probable que quiera matarte a ti-le contestó el jefe, notando que el peliazul había dejado de tratar de escapar del baño, muy sospechoso siendo que su "chef" era más terco que una mula-Te lo voy a cobrar...-le dijo a Ulquiorra para dar por terminada la "plática".

-¿Qué cosa?-no tenía ni idea de a que se refería ¡El no había roto nada! En ese instante sintió un fuerte empujón, que casi abría la puerta, asique él se puso contra ella con mas empeño. Seguramente  el encerrado le había dado un arietazo a la puerta; volvió a sentir otro fuerte golpe que lo mandó al piso esta vez, no tuvo tiempo de levantarse y cerrar porque Grimmjow ya salía del baño, mirándolo con mucho filo, la madera se había rajado y tenía la marca de... ¿Una huella?-Pateaste la puerta...-susurró, por si esa grieta no bastara la bisagra de arriba se había zafado ¡Y se lo iban a cobrar solo a él!-Tch...-chasqueó la lengua ligeramente, la vida era tan injusta...

-La próxima vez que quieras jugar, asegúrate de hacerlo bien...-le dijo el peliazul a Ulquiorra, agarrándolo por el cuello de su camisa, levantándolo de un solo tirón, ahora Ulquiorra estaba sobre la punta de sus pies porque Grimmjow lo había levantado como para quedar frente a frente.

-Grimmjow, necesito entero al mesero, no a un asesino ni a un cadáver que clausuren el negocio-dijo el jefe con calma. El peliazul soltó al otro, dirigiéndose al fregadero, se lavaría las manos perfectamente y comenzaría de nuevo-Gracias. Sal a servir, Ulquiorra-el pelinegro se arregló la ropa, se puso el delantal y obedeció, parecía estar con su mismo semblante inexpresivo de siempre, aunque nadie pudo percibir su enojo, perfectamente encubierto, la próxima vez dejaría que ese tarado matara a los comensales.

Las cosas parecían marchar bien, Ulquiorra no se acercaba casi nada a la cocina y Grimmjow no se asomaba para nada, aunque las quejas sobre la comida surgieron fueron menguando con el pasar de la tarde. El jefe sospechaba que algo andaba muy mal, no era solo el mal humor que se traía Grimmjow, había otra cosa, hacía dos años el peliazul había visitado Japón,  se reunieron en Tokyo con toda la pandilla, y el peliazul les había preparado de las más deliciosas comidas que habían probado nunca, incluso algo tan simple como un par de huevos fritos llegaba a tener un sabor de ensueño cuando él lo preparaba... ¿Porqué ahora no era así? ¿Qué había pasado con el "Mejor Chef" de la escuela Gastronómica Internacional, de Francia?

Al momento de preguntárselo solo obtuvo unos gruñidos por respuesta, para él solo eran palabras, pero para Grimmjow darle las respuestas significaba revivir un recuerdo maldito...

Había pasado hacía meces. Asistía a la escuela de Gastronomía, y ya iba a la mitad del curso, era el favorito del profesor, de todos los Chef que daban clase ahí en realidad, todo le salía a la primera, sin problema, incluso era tanto lo que lo tenían pendiente que habían hallado, sin querer, a un chef norteamericano con el que él tenía cierto parecido, aunque el mencionado Chef había desaparecido hacía mas de quince años sin dejar rastro. Eso a él no le importaba, de seguir así terminaría la escuela con las mejores notas y con varias propuesta de Chef reconocidos para ser su asistente, eso significaba, por supuesto, tener un lugar privilegiado para aprender más de los mejores, y un sueldo aceptable.

Pero su madre le había dicho que lo dejara, ya que si su padre se enteraba se iba a enfadar mucho, él odiaba todo lo relacionado con los Chef, por eso era que él asistía a la escuela a escondidas de su padre. De por sí su papá no era muy cariñosos con él, desde que recordaba siempre había sido muy duro y estricto con él, Grimmjow había pensado que era porque esa era la manera en que su padre creía que lo estaba convirtiendo en todo un "Hombre", sin embargo, algo dentro suyo le decía que no era por eso, que había otra razón, porque su padre siempre pareció despreciarlo...

Un día cualquiera, durante la clase, el maestro lo había felicitado, tenía mucho potencial y un reconocido Chef quería invitarlo a su cocina por un par días, para conocer mejor las habilidades del muchacho, quería llegar a su casa y gritarlo, era una grandiosa noticia, así su madre vería que los esfuerzos que ella hacía para pagarle la escuela no eran en balde, que valía la pena.

Apenas llegó a su casa dejó sus cosas caer al suelo sin cuidado, como siempre, se fue a la cocina, pero no entró, sus padres estaban ahí, discutiendo hasta las mentadas de madre, su padre parecía estar verdaderamente encabronado, él no pensó en meterse en la pelea de ellos porque siempre acababan peor cuando lo hacía ya que los dos se iban en su contra. Subió a su cuarto, escucharía un poco de música con su reproductor, para no oír los gritos, y después probablemente saldría a dar una vuelta por ahí, tenía algunos amigos en la ciudad, aunque ninguno se interesaba por lo que él hacía y no importaba.

Estaba a punto de dormirse en su cama cuando su padre entró a su cuarto, hecho una furia, lo jaló bruscamente y le propinó varios golpes, sin dejar de gritarle, llamándolo de las peores maneras, insultándolo, él logró zafarse, ya que era tan alto como su padre, y con una masa muscular muy similar. No sabía que había hecho, o qué no había hecho, para que lo golpeara al punto de hacerle sangrar de la boca y nariz, aunque era fácil de deducir por todas las cosas que le gritaba...

Era por la escuela,, su padre se había enterado ese día, a saber como, que estaba estudiando para ser Chef. Se giró hacia su madre, gritándole a ella, exigiéndole que le negara que ese "Maldito Bastardo" era hijo de "Wilberth", gritaba que tenía sus mismas "Mañas", su mismo gusto "Marica" por la cocina. Ella comenzó a llorar amargamente, dejándose caer al piso sentada.

Grimmjow le preguntó a que se refería con eso ¿Por qué su padre lo estaba golpeando? Pero él solo lo llamó bastardo una vez mas, deseándole la muerte, ordenándole que nunca mas lo llamara padre de nuevo porque él no era su hijo, porque él era hijo de esa ramera que lloraba y de un puto maricon de la cocina...

Ese había sido el peor día de su vida, todo tenía sentido ahora, y a la vez carecía de ello. ¡No era culpa suya! Antes de que su "padre" lo echara él se había ido de su casa... No, esa jamás había sido "su" casa y ahora jamás iba a serla...

Notas finales:

Nada mas creo, no he podido contestar los RR pero lo haré de mañana a pasado ^^ [aunque no son muchosXD] Gracias por leer ^^


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