Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Escritor VS Escritor por yukimonik

[Reviews - 388]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola!!!! ¿Cómo han estado? Espero que muy bien.

 

Ojala que este nuevo capítulo les agrade, me costó un poco de trabajo pero aquí esta ja ja ja.

 

Quiero hacer un agradecimiento a todas l@s lector@s que se han unido últimamente… y por supuesto a quienes han seguido al fic desde el principio así como a todas las personas que poco a poco se han sentido atraídas por la historia.

 

 

 

Ah!!! y los personajes no son míos, desgraciadamente…

 

Yuki y Misaki arribaron a aquel restaurante, no era uno de los exclusivos pero si el favorito del escritor por tres razones: el excelente menú, su agradable ambiente y sobre todo porque había sido Shuichi el descubridor de aquel sitio. Varias veces acompaño al niño a regañadientes, a comer alguno de los múltiples postres que le encantaban al baka.

 

Misaki caminaba detrás del rubio mientas observaba el lugar embelesado, era muy acogedor, bellamente iluminado además había una terraza, pero no alcanzaba a ver bien debido al vidrio translucido que separaba cada sección, pero lo que más llamo su atención fue la hermosa melodía de ambientación aunque al instante se percato de que esa música era en vivo, al fondo sobre un pequeño escenario había tres chicos vestidos de forma casual pero con cierto aire de elegancia que los hacía ver interesantes. El castaño vio que su jefe tomo asiento en una de las mesas que estaba en el extremo derecho del trió y lo imito.

 

Enseguida se les acerco una joven quien los saludo afablemente para luego tenderles la carta, y al momento dejarlos solos nuevamente.

 

El ojiverde de inmediato pensó en pedir los más económico del menú… aunque fijándose bien en los precios tampoco eran del otro mundo.

 

-¡Uffff!!!! Me alegra que no sea un apersona excéntrica, se nota que disfruta de las cosas simples… ojala Usagi-san fuera un poquito como él

 

Unos momentos más tarde regreso la misma joven y les tomo la orden. Una vez que esta se retiro, el escritor se dedico a observar a los jóvenes músicos y deleitarse con la armonía de las notas que estos se encargaban de interpretar esplendorosamente. Al parecer no le importaba mucho tener compañía.

 

Sin embargo el castaño se sentía un tanto incomodo, no estaba acostumbrado a los silencios largos y el rubio no le había dirigido la palabra desde que salieron del departamento de éste.

 

-¿Estará enojado? Bueno, conmigo no puede ser no le he hecho nada, mmm… ¿habrá tenido algún disgusto con Shuichi?

 

En realidad el novelista no había abierto la boca porque sus pensamientos estaban muy lejos de ahí… en realidad no tanto. Tal vez no había sido tan buena idea el haber ido precisamente a ESE lugar.

Inevitablemente le llegaban recuerdos de Shuichi, Shuichi, su gran y único dolor de cabeza.

Tenía que pensar muy bien lo que iba a hacer. Primero debía averiguar si todo lo que Usami Akihiko le había dicho era verdad, de ser así de ninguna manera dejaría que SU baka siguiera a lado de ese retrasado, su orgullo no se lo permitiría además se vengaría de Akihiko claro esta; después le explicaría al baka lo que había sucedido aquella noche, estaba seguro que con eso y con unas cuantas palabras melosas el pelirosa caería rendido nuevamente en un dos por tres. Ese era el pan del famosísimo Yuki Eiri para recuperar lo que le pertenecía.

 

La comida llego y ambos comenzaron a degustarla.

-¡Itadakimasu! –escucho decir al castaño pero el rubio lo ignoro-

 

 

Mientras tanto en ese mismo restaurante, otras dos personas comían gustosamente en la terraza

 

-Este lugar es estupendo Shuichi, nunca había venido –comento el mayor-

-Ah!!! Lo descubrí hace mucho tiempo, es uno de mis favoritos, sirven unos postres riquísimos

-mmm… sólo espero que la comida no lleve pimientos

-Ja ja ja, ¿sabes usa-chan? –Captando la atención del mayor- hace poco conocí a un chico muy amable, fue él quien me enseño a cocinar. Te lo quiero presentar estoy seguro que te caerá muy bien –comento sonriendo el pelirosa-

-Claro que sí, no hay ningún problema mmm… aunque hay no me has presentado a tu otro amigo, Hiroshi-san

-Ah!!! Es verdad que te parece si mañana lo invito al departamento

-Está bien

-Genial, hiro también te caerá muy bien

-Estoy seguro que si… Y dime ¿qué más hiciste en estos días? –Cuestiono el escritor-

-Pues veras…

 

 

Dentro del restaurante

 

-La cena transcurría normalmente, hasta que el rubio por fin decidió que era hora de tratar el asunto de trabajo

 

-Haber Takahashi-Kun –El chico se sorprendió por la seriedad con la que le hablo el escritor- hay ciertas cosas que debes tener en cuenta si quieres durar en tu trabajo

-Hai

-Primero que nada, me gusta que se respeten los horarios así que no quiero retrasos

-Hai

-En segundo lugar, trabajo en mi departamento y no me gusta que me interrumpan cuando estoy inspirado, no quiero llamadas telefónicas  ni quiero visitas molestas

-¿Visitas molestas?

-Ah!? Ya lo conocerás –contesto el rubio con su habitual tono molesto-

-Tercer lugar, te encargaras de hacerme las compras semanalmente, después te daré una lista con las cosas que necesito, cuarto lugar ya que fuiste recomendado supongo que eres de confianza así que te daré las llaves pero no quiero que andes husmeando en mi departamento, cuando yo considere que no te necesito te podrás ir

-Hai

-Está de más decir que tampoco quiero verte contando mis intimidades a la prensa ni nada por el estilo

-Ah, no se preocupe yo nunca haría eso

-Más te vale, en general será todo lo que harás además de llevar mi agenda claro esta así como acompañarme a algunos sitios cuando te lo requiera

-Hai

-¿Tienes alguna queja?

-No, ninguna

-Bien

 

Ambos prosiguieron con su cena, la cual estaban disfrutando. Aunque Misaki estaba un poco ansioso; Las “reglas” que le había dado su jefe no eran difíciles de cumplir pero se le hacía un poco extraño, la verdad lo imaginaba más relajado y amable por lo menos esa era la impresión que le había dado Shuichi cuando hablaba de él

 

-Cuando hablo de “visitas molestas” ¿se referiría a Shuichi?, no, no creo, Shuichi dijo que vivía con su novio, entonces… ¿tiene dos departamentos? ¿Uno para trabajar y otro para estar con Shuichi? ¡Ah!! Esto me está confundiendo, ¿y si le pregunto? No, no sería correcto, pero que tiene de malo que le diga que soy amigo de su novio… pero… y si… ¿será cierto lo que decía aquella publicación? ¿Que Shuichi y él terminaron? No, ya dije que eso es imposible por que Shuichi quería aprender a cocinar aquel postre para su novio escritor, así que si su novio no fuera Yuki Eiri ¿Quién sería?

-¡Oye! ¡Oye!! Takahashi Misaki!!! –Termino llamándolo el rubio, sacando de sus pensamientos al menor-

-Ah!!! Lo siento Yuki-sensei –se disculpo el chico-

-Agg… espero que no me vuelvas a hacer esto, me molesta que no me presten atención cuando estoy hablando

-No se preocupe no se volverá a repetir

-Te decía que mañana necesitare que le lleves unos manuscritos a mi editora

-La señorita Mizuki

-Así es… ah!! Y no me llames “Yuki-sensei, sólo dime Yuki –respondió secamente

-Hai

 

El novelista noto que su acompañante estaba algo dubitativo, pensó que tal vez tenía alguna duda respecto al trabajo por lo que decidió preguntarle

 

-¿Tienes alguna duda?

-¿Eh?

-¿Qué si tienes alguna duda? o ¿te pasa algo?

-Eh? Bueno no, no en realidad

-

-Bueno, es solo que me preguntaba si Shuichi, es decir… Shindou-san tiene completa libertad para… interrumpirlo… o quizás debo… evitarlo…-Misaki veía la cara del rubio que cambiaba de una desinteresada a una irritada- o tal vez no debí preguntar… -menciono el chico cabizbajo-

-¿Y se puede saber por qué deberías de preocuparte por ese idiota? –Cuestiono el rubio- ¿Qué no has leído los periódicos o qué?

- ¿Eh? ¿A qué se refiere?

-Ja, eres un poco lento –dijo el rubio con una mueca dibujada en el rostro- Si esta en todos los diarios,

 

Misaki recordó nuevamente lo que había leído, ¿entonces era verdad? ¿Yuki Eiri y Shuichi Shindou ya no eran pareja? Pero ¿Cómo? Si cuando hablaron de su “novio escritor” no había negado nada, es mas andaba de lo más feliz

 

-Lo siento –quiso enmendarse el pelicastaño aunque bastante desorientado por el ritmo de la conversación- yo… no estaba enterado… es que… cuando vi a Shuichi el no…

-¿Qué? –Se apresuro a preguntar el escritor muy interesado en la última frase del ojiverde- ¿cuándo lo viste?

-Hace unos días, el me pidió que le enseñara a cocinar y dijo que era para darle una sorpresa a su novio y yo… oh! No, creo que no debí haber dicho eso último, corrección no debí haber abierto la boca para nada -fue lo primero que se le vino al chico a la mente cuando vio la cara furica de su jefe

-¿Qué te pidió que? –pregunto colérico el rubio-

-Que le enseñara a cocinar

 

Ahora si nos sabia que pensar, a ojos de Misaki todo se había vuelto un caos por una simple pregunta…Y es que nunca se le ocurrió pensar que lo que había leído aquella tarde era verdad, es decir, ¿Cómo se supone que lo tenía que saber? Shuichi nunca le había negado que anduviera con Yuki Eiri, no, otra corrección Shuichi nunca había negado que tuviera un “novio escritor” pero era lógico que pensara que ese “novio” era Yuki Eiri. Conclusión había “metido la pata”.

 

Yuki por otra parte estaba más perturbado que nunca, esa era la confirmación que necesitaba. Shuichi si estaba viviendo con alguien más, un momento… ¿y si ese alguien más era Hiroshi?, su estúpido amiguito

 

-¿Estas… seguro que te dijo que era para su novio? –Pregunto el escritor tratando de controlar su ansiedad-

-S… si -En una de las múltiples charlas que tuvo con Shuichi, el pelirosa le había dicho que ese postre era uno de los favoritos de su novio y que por eso quería darle la sorpresa al regreso de su viaje- Estoy seguro que eso me dijo

-¿Cómo… cómo lo conociste?

-Por casualidad, chocamos en el supermercado y yo lo reconocí, platicamos un poco y termino llevándome a su departamento

-¡Ese baka!... espera, ¿sabes donde vive?

-Hai, creo que volví a “regarla”

-Perfecto, mañana mismo me llevaras ahí

-¿Qué?

-Lo que oíste

-Pero

-Es una orden –dijo tajante el rubio-

 

Misaki se quedo en shock definitivamente había cometido un gran error al haber dicho todo lo que sabía de su amigo, y ahora ¿qué era lo que pensaba hacer su jefe?, ¿iría a armarle un escándalo al ojivioleta? ¿Shuichi se enojaría con él por haberlo echado de cabeza?

 

Nii-chan sálvame!!!!

 

 

Afuera, en la terraza comenzaron a caer pequeñas gotas de lluvia y empezaba a hacer bastante aire, cuando el mayor se fijo que su novio no traía con que cubrirse le sugirió que el postre lo tomaran en una de las mesas que estaban dentro y el chico acepto feliz.

 

El trió de chicos aun estaba tocando, el moreno se emociono mucho cuando los escucho, le encantaban las melodías suaves… siempre quiso bailar una de esas con…

 

Ambos hombres se sentaron en uno de los extremos de aquel trió y comenzaron a escuchar la tonada, mientras esperaban a que les trajeran el ultimo platillo de aquella exquisita cena, momentos más tarde les sirvieron el pay que había ordenado el menor, mientras que su acompañante sólo tomaba su ultima taza de café.

 

-¡Usa-chan!!! Deberías probar este pay en verdad esta delicioso

-mmm… no, no me gusta probara tanto dulce en un solo día, recuerda que ya había comido el paffet, que por cierto te quedo delicioso no te lo había dicho

-¿Te gusto?

-Claro que si –contesto sonriente el novelista-

-¡Ah!! ¡Menos mal!, je, pero en serio prueba un poco, te juro que esta delicioso, anda, toma –el menor extendió la cuchara con un trozo del pay hasta la boca del peligris para que lo probara, riéndose un poco por la cara que ponía este- Ja ja ja

 

 

-Esa risa –Yuki había escuchado la risa de su pequeño, reconociéndola de inmediato, es decir ¿cómo no hacerlo? Si la había escuchado miles de veces y nunca dejo de parecerle la de un ángel, volteo hacia el lugar proveniente de aquella manifestación y sus ojos se posaron de inmediato en él. Ahí, a unos cuantos pasos se encontraba Shuichi, SU Shuichi, con ese gesto que siempre terminaba por conquistarlo, con esa tierna cara que le dedicaba para demostrarle lo mucho que lo amaba y que, sin embargo, nunca supo apreciar.

Hacía ya varias semanas desde la última vez que lo había visto y la verdad es que parecía no haber cambiado en nada, seguía tan… perfecto como siempre, con sus gestos aniñados y cariñosos que sólo le dedicaba él… pero aquí pasaba algo raro,  algo que no concordaba… porque si como había dicho esos gestos eran únicos y exclusivos para Yuki Eiri entonces ¿a quién se los estaba mostrando ahora?, ¿quién era esa persona que lograba que Shuichi se mostrara como sólo lo haría para él? Con mucho esfuerzo aparto los ojos de su niño y pudo observar al acompañante, era nada más y nada menos que Usami Akihiko. Sintió que la sangre le hervía, era verdad… ya no cabía duda, sintió un balde de agua helada caer sobre sus hombros.

Todo este tiempo estuvo tratando de convencerse asimismo que bastarían unas cuantas palabras de “amor” para tener a Shuichi en la palma de su mano, pero eso era cuando pensaba que el pelirosa estaba llorando y penando por los rincones al haber terminado con él. Así se suponía que tenía que ser, Shuichi tenía que estar sufriendo por que estaba lejos de quien más amaba. Y ahora, lo que los rubios ojos veían era que el ojivioleta se la estaba pasando de lo lindo con ese estúpido, ¿había algo peor?

 

 

Misaki quiso decir algo para contrarrestar lo poco… o más bien, mucho que había dicho en los últimos minutos pero vio que su jefe tenía su vista clavada en el otro extremo del restaurante así que siguió su mirada y al hacerlo sus ojos se abrieron a más no poder, lo único que pudo enfocar fue el rostro del novelista peligris.

 

En la mesa de enfrente se encontraba la persona a la que menos esperaba ver, a quien en las últimas semanas había buscado incansablemente sin resultados satisfactorios, pero que en ningún momento había dejado de ocupar su mente, siempre preocupándose por lo que estaría haciendo. Por fin, estaba a unos metros de aquel hombre que con una sola mirada o caricia lograba ponerlo nervioso.

Y ¿ahora qué le diría? ¿Qué era lo correcto? ¿Ir  a hablar con él ahora mismo? Pero ¿cómo se presentaría a si como así de repente? ¿Qué tal si Usagi-san no quería hablar con él? Pero… tenía que explicarle todo, pedirle que lo perdonara; además él ya había tomado una decisión y estaba dispuesto a luchar por el amor del peligris costara lo que costara, ya no había lugar para seguir dudando si quería recuperar a Usagi-san tenía que jugarse el todo por el todo, eso es lo que le había dicho Shuichi y le haría caso. Pero…un momento… no era normal que Usagi-san estuviera fuera de casa a esta hora, ¿sería alguna cena de trabajo?

 

Misaki amplió su campo de visión, viendo la escena completa; Si pensó que esa noche no habría más sorpresas, estaba completamente equivocado. Ahí, en la misma mesa que su amante se encontraba su amigo, Shuichi Shindou. Y no sólo eso, ambos parecían estar divirtiéndose, jugueteando uno con el otro, se veían… felices; La impresión que daban era ser una feliz pareja de enamorados teniendo una cita. Sus ojos debían estar engañándolo, eso no podía ser cierto aquí había una equivocación o algo estaba malinterpretando, porque lo que estaba ocurriendo frente a él simple y sencillamente no podía ser cierto.

Sentía que su cerebro estaba trabajando a mil por hora, tratando de armar las piezas de un rompecabezas… tratando de embonar cada una poco a poco. Recordó el día que le dijeron que el escritor había salido de viaje con un chico pelirosa, la vez en que vio el deportivo de Usagi y enseguida a una persona de melena rosa subir a el, las numerosas platicas que tuvo con Shuichi sobre “su novio”, sobre las cosas que le gustaban y las que no, sobre lo amable que era.

Por dios esto era muy cruel, el destino se estaba enseñando en que pagara de la peor manera. Sintió que por fin su cerebro llego al final del túnel, todas las piezas encajaban a la perfección, sólo era cuestión de poner atención. De sus ojos comenzaron a salir pequeñas gotas salinas sin que pudiera evitarlo, ¿para esto había tenido una segunda oportunidad? ¿Sólo para ver a la persona que amaba a lado de alguien más? Porque si esto era así, el destino se estaba ensañando con él y no era justo, no lo era. Parecía que en cualquier momento su corazón colapsaría, sentía las lagrimas surcar sus mejillas sin contemplación…

 

Yuki aun seguía absorto en sus pensamientos, la vida se le estaba desmoronando en fracción de segundos, era como si un muro lo estuviera aplastando. Escucho un sollozo que lo saco de sus cavilaciones, volteo y la imagen que vio fue a su asistente derramando lagrimas sin intentar detenerlas y que se aferraba al mantel de la mesa con todas sus fuerzas como si fuera una salvación, pero ¿Qué es lo que lo había hecho ponerse en ese estado? Miraba hacia el mismo punto que momento antes el mismo había estado observando pero fijándose bien, el castaño no apartaba la vista del peliplateado. ¿Sería acoso que lo conocía?

 

Entonces escucho salir de los labios del chico, casi en un susurro, una palabra

 

-¡Usagi-san! El chico aparto la vista de aquella mesa al mismo momento que cerraba los ojos fuertemente, como si con eso la imagen que había visto hacia unos momento se borrara de su mente, aunque bien sabia que eso no sucedería. Tanto tiempo esperando el momento de encontrarse con él y lo que eran las cosas…

De pronto sintió una mano posarse sobre su mejilla izquierda tratando de limpiar aquellas lagrimas, su corazón comenzó a latir fuertemente con la esperanza de que ese roce fuera de él, eso quería creer, esa era su esperanza, quería escuchar su grave voz llamándolo. Abrió los ojos lentamente y noto que aquella caricia no provenía de quien hubiera esperado sino de su jefe, quien tenía una mirada preocupada y ¿triste?

 

-No llores -lo escucho pronunciar- todo estará bien

 

 

En ese preciso momento el vocalista pelirosado había volteado ansiosamente pues buscaba a la  camarera y lo que vio le quito la sonrisa que momentos antes se dibujaba en su rostro. En aquel otro extremo estaba Yuki, la última vez que lo vio se había mostrado tan insensible como siempre, importándole muy poco sus sentimientos, siempre tan orgulloso y altanero como él solo. Pero ahora que lo veía bien, esa mascara de frialdad no estaba, ¿Por qué? ¿A dónde se había ido? No tardo mucho en enfocar claramente la escena, el rubio estaba con alguien más y acariciando el rostro de aquella persona pero eso no eran todo, lo veía como nunca lo había mirado a él, con preocupación… ¿amor? ¿Acaso era eso? No es que esperara que el ojimiel le guardara alguna clase de “luto”, es más estaba seguro que ya se había acostado con cuanta mujerzuela se le pusiera enfrente, pero es que esto era diferente, ese no era el Yuki que él había conocido…

 

El pelirosa había luchado incansablemente por lograr que el frio corazón del novelista se abriera un poco y todo lo que había recibido habían sido insultos y reclamos, ¿Cómo era posible que ahora esa misma persona se mostrara tan frágil?

 

-Misaki! –dijo incrédulo el cantante pues reconocía al acompañante de su ex amante. ¿Era en serio? ¿El destino podía ser así?

 

Cuando el peligris escucho a su acompañante pronunciar ese nombre, miles de recuerdos aparecieron en su mente, pero trato de no prestarles atención, casi consiguiéndolo al momento que veía la mira “perdida” de su novio, curioso por saber la razón por la cual había dicho aquel nombre sus ojos siguieron la mirada del pelirosa.

 

Su cuerpo no supo responder… solo alcanzo a decir aquel bello nombre

 

-Misaki

 

 

Continuara…

 

 

 

Notas finales:

 

 

Bueno ahora si… ¿Qué les pareció? De verdad apreciaría que me dijeran si la historia lleva buen ritmo o va lenta, es que a mí a veces me parece que le meto cosas que ni al caso. Igual, si ven algún error de ortografía o gramática me digan para corregirlo… en fin que toda crítica ya sea buena o mala es bien recibida. También si tienen alguna sugerencia… lo que quieran

 

Nos vemos dentro de 8 días


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).