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Escritor VS Escritor por yukimonik

[Reviews - 388]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Hola!!! Se cierra oficialmente la votación XD, supongo que quieren saber los resultados ¿no? Ah! intente aclarar en la mayoría de los reviews (porque me faltan unos cuantos por contestar) que en este capi no iba a ver lemon, espero hayan leído mi contestación sino espero que no se decepcionen. Los resultados están al final.

 

Este es uno de los capítulos más largos aunque me faltaron dos páginas y media para completar las 15 que prometí T_T, pero es que no contaba con que me dejarían tanta tarea en primera semana de escuela por lo mismo disculpen las faltas de ortografía.

 

Los personajes no son míos sino de Maki Murakami y de Shungiku Nakamura.

 

 

Yuki Eiri se encontraba en su estudio con cigarrillo en mano, después de sostener aquella reveladora conversación con el castaño. Su mente ya había comenzado a procesar un nuevo plan en el que sus celos e ira eran los principales alicientes, mismos que no lo dejaban ver más allá de su propio padecimiento por lo que lo único que deseaba era desquitar todo la rabia acumulada.

 

 

 

-Hasta aprendió a cocinar para ese imbécil –dijo furibundo-

 

 

 

Lo menos que le importaba eran los sentimientos de aquel muchacho que pensaba usar como instrumento para su venganza. Su orgullo estaba herido y se había jurado a si mismo que nadie se burlaría de él, y mucho menos el retrasado de Usami Akihiko, le daría donde más le doliera aunque para eso tuviera que llevarse a alguien entre las patas. Pero después de todo estar con el gran Yuki Eiri era algo para sentirse alagado, además el castaño dijo que se había separado de Usami porque quería probar nuevas cosas ¿no? Pues entonces lo complacería y de paso se beneficiaria de aquello.

 

 

 

-Una vez que el idiota de Usami reciba su merecido pueden hacer lo que se les pegue la gana –menciono agriamente el escritor- Shuichi puede irse al mismísimo infierno, yo no lo necesito, nunca lo he necesitado al contrario es él quien siempre se arrastraba por un poco de cariño. Yo nunca le prometí nada así que, por mi, que se vaya al demonio y se acueste con quien se le dé la gana

 

 

 

 

 

El ojiverde había ido a entregar unos manuscritos a la editorial, con la orden de volver a donde el ojimiel, tardo tan solo un par de horas en cumplir con el encargo. Pero en el camino había tenido tiempo para pensar, ya más sereno, en toda la situación que se había desatado. Estaba seguro que su jefe también estaba sufriendo, cuando entro al departamento pudo ver todo el desastre que había armado: un florero hecho trizas, varias cosa tiradas y sobre todo las decenas de latas de cerveza que estaban esparcidas en el suelo. Daba pena ver a alguien tan exitoso como el rubio en esa situación.

 

Claro que él no era quien para dar consejos de absolutamente nada, lo único admirable de él era que no se había derrumbado. Lo había meditado mucho, no fue nada fácil tomar la decisión pero dicen que como en todo cuento siempre hay un principio y un final. A pesar de todo en su corazón lo único que deseaba era la felicidad de Usagi-san, y si esa felicidad la había encontrado en los brazos de Shuichi él no tenía por qué interferir, aunque le doliera en el alma alejarse nuevamente de la persona que más había amado en la vida. Ahora se arrepentía de no haber apreciado aquellos días en los que el peligris le decía a cada momento que lo amaba.

 

 

 

-Yo también te amaba… te amo y nunca te lo dije Usagi-san –susurro el menor con un par de  lagrimas cristalinas intentando salir de sus ojos al mismo tiempo que sacaba del bolsillo de su pantalón la llave y la carta que el escritor ojilila le había dejado- perdón por haber tardado tanto en aceptarlo

 

 

 

 

 

Mientras tanto en la oficina principal de NG Records

 

 

 

Un hombre rubio ojiverde rubio se entrevistaba con uno de sus mejores empleados

 

 

 

-Quiero que averigües absolutamente todo lo que tenga que ver con Usami Akihiko –ordeno el tecladista- y quiero esa información lo antes posible

 

-Está bien no será un problema –contesto calmadamente un hombre pelinegro de ojos azules-

 

 

 

 

 

Cuando el muchacho ojiverde regreso, entro de inmediato al departamento gracias a la llave que el rubio ya le había facilitado; escucho algunos ruidos y se dio cuenta de que provenían de la cocina por lo que se dirigió a ella notando de inmediato a su jefe bebiendo una cerveza.

 

 

 

-Ya he vuelto Yuki-san –menciono tímidamente el castaño-

 

-

 

-Probablemente no debería meterme, pero no es bueno que fume y tome tanto… ¡eh!? Bueno lo digo porque antes de irme me lleve la basura al contenedor y no pude evitar fijarme que había demasiadas latas de cerveza y empaques de cigarros, eso no es bueno para la salud –declaro el castaño convencido aunque un tanto cohibido por la mirada gatuna-

 

-

 

-

 

-¿Ya terminaste el sermón?

 

-

 

-Cuando yo quiera que me den clases sobre salud recurriré a un medico –contesto el ojimiel- no me gusta que se metan en mis asuntos, espero estar siendo lo suficientemente claro

 

-Hai –respondió resignado el menor-

 

-Y ya te había dicho que me llamaras solamente “Yuki”

 

-Está bien

 

-mmm… ¿qué te dijo Mizuki?

 

-¡Ah! Me dijo que más tarde le telefonearía pues había un asunto importante que tenía que discutir con usted

 

-

 

-

 

-mmm… a un lado del teléfono hay un numero, marca y pide el primer menú –ordeno a su asistente- detesto la comida rápida pero no hay de otra –continuo el escritor aunque esta vez mas para sí mismo- no me apetece salir y mucho menos cocinar

 

-Bueno… si quiere, yo puedo cocinar algo –menciono el chico inseguro-

 

-¿Sabes cocinar?

 

-Claro, aunque sólo cosas sencillas pero tengo buen sazón –declaro el chico con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro. El rubio se quedo pensativo unos momentos, debatiendo mentalmente si sería buena idea dejar su cocina en manos de un mocoso pero sinceramente detestaba comer las porquerías de aquel lugar

 

-De acuerdo. La cocina es toda tuya –extendiendo el brazo en señal de que se dirigiera a ella-

 

-Hai

 

 

 

Misaki se sentía más a gusto con aquella muestra de confianza, aunque empezaba a dudar, ¿que tal si el paladar de su jefe era más exigente que el de Usagi-san?

 

 

 

-¡¡Ah!!! Otra vez acordándome de él –suspiro el menor- concéntrate Misaki

 

 

 

El menor se llevo una grata sorpresa al abrir el refrigerador y encontrar además de cervezas por supuesto, una buena cantidad de verduras así como de embutidos; reviso la despensa y le pareció más la de una casa normal y no la de un departamento de soltero. Se alivio enormemente y de inmediato vinieron a su mente varios platillos que podría preparar. Como no tenía todo el tiempo que hubiera querido opto por lo más rápido pero no menos apetitoso.

 

 

 

No paso más de media hora cuando el rubio salió de su estudio atraído por el delicioso aroma que inundaba el lugar, fue en dirección al comedor y se encontró al castaño acomodando la mesa

 

 

 

-mmm… parece que después de todo si sabes cocinar

 

 

 

-¡Ah! Estaba a punto de llamarlo –declaro sorprendido el ojiverde-

 

-Huele bastante bien –elogio el mayor-

 

-Gracias, espero que le agrade también el sabor, es algo sencillo pero

 

-No te preocupes pero ¿por qué sólo has puesto un plato? ¿qué tú no tienes hambre? –Cuestiono el ojimiel-

 

-Bueno yo puedo comer más tarde

 

-Déjate de tonterías y ve a traer otro plato, ¿me crees tan desgraciado como para dejarte sin comer? –inquirió el rubio mientras tomaba asiento y se colocaba la servilleta. En tanto el menor se dirigió a la cocina por otro plato y un juego de cubiertos, cuando regreso al comedor el escritor lo estaba esperando, cuando ambos estuvieron listos comenzaron con su merienda.

 

 

 

-¡Itadakimasu! –Dijo el pelicastaño-

 

-¡Itadakimasu!

 

 

 

Al rubio le parecía raro que un muchacho de la edad de Misaki supiera cocinar

 

 

 

Yo a su edad apenas cocinaba un par de cosas! –pensó el rubio descuidadamente- Oye Misaki ¿Cómo es que aprendiste a cocinar?

 

-¿Eh? –el menor se sorprendió un poco al escuchar aquella pregunta pero tras recuperarse de la impresión agacho la cabeza al tiempo que dejaba sus cubiertos a un lado. No le agradaba para nada recordar pero era algo que tenía que comenzar a superar- Mis… mis padres murieron en un accidente cuando yo tenía ocho años, mi hermano mayor tuvo que dejar la universidad y ponerse atrabajar para poder hacerse cargo de mi. El pasaba casi todo el día fuera de casa y cuando regresaba estaba muy cansado así que intente ayudarle en algo, así cuando regresaba por lo menos había algo decente para cenar –el chico finalizo el relato volviendo su cara al rubio y con una mueca triste dibujada en su cara-

 

 

 

El novelista se quedo pasmado ante semejante confesión, no se le había pasado por la cabeza el pensar que todo mundo tenía alguna historia que contar, y las memorias de su asistente eran bastante penosas. Perder a tus padres a tan temprana edad debía ser algo muy doloroso y traumante.

 

 

 

-Ya veo- contesto finalmente el rubio, no le gusto ver aquella expresión en el chico así que intento regresar al tema original- Pues déjame decirte que la comida esta exquisita –confeso sinceramente-

 

-Arigatou

 

-Sigamos merendando, cuando acabes te llevare a tu casa

 

-No es necesario yo puedo

 

-No lo hago por devolverte el favor –“aclaro” el ojimiel- simplemente quiero despejar la mente

 

-D… de acuerdo

 

 

 

Cuando ambos terminaron el mayor tomo su saco y las llaves de su mercedes para dirigirse a la vivienda del menor.

 

 

 

 

 

Por otra parte un novelista ojilila esperaba impaciente en la entrada del hogar del muchacho que hacía tiempo fue su amante, tenía tantas cosas que hablar con él, tantas cosa que preguntarle.

 

 

 

-Misaki ¿Dónde estás? –Se preguntaba el hombre-

 

 

 

En ese momento se dio cuenta que un mercedes negro se estacionaba frente a la morada, vio que de aquel automóvil bajaba el castaño lo cual lo alegro pero de inmediato esa sensación de paz y regocijo cambio cuando reparó en el conductor.

 

Nuevamente ese desgraciado estaba acompañando a Misaki. Una de los principales puntos que tenía que hablar con el menor era la “relación” que tenia con el rubio. Porque él no era ningún idiota sabia de buena fuente que el ojimiel era un infeliz de primera que no se tocaba el corazón para dañar a las personas y de ninguna forma permitiría que se atreviera lastimar al castaño.

 

 

 

Misaki se había que dado de piedra cuando reconoció el auto de su ex pero su sopor aumento en cuanto distinguió en el umbral de la puerta al novelista peligris, le aterraba la idea de que ambos escritores volvieran a agarrarse a golpes. Vio como el rubio azoto la puerta del mercedez y pasaba por delante del auto para ir en dirección al ojilila, estaban a unos 5 metros de distancia. Su desesperación aumento cuando observo que el mayor también venia en su dirección.

 

 

 

-No, por favor Yuki –intento detenerlo haciendo un agarre fuerte en su brazo derecho-

 

 

 

Cuando el ojimiel vio aquella acción recordó su plan, no debía dejarse llevar nuevamente por las emociones, así que poso su mano izquierda en la mano del chico apretándola cariñosamente

 

 

 

-Está bien, no va a pasar nada –dijo el rubio con un tono firme y con una mirada tranquilizadora-

 

 

 

El muchacho soltó el brazo del mayor quien camino un par de pasos más solamente pues el otro escritor ya se encontraba frente a él.

 

 

 

-¿Se puede saber qué diablos haces aquí? –Formulo fríamente el ojimiel y cambiando la mirada a una asesina-

 

-Tú eres el que tiene que responder eso, ¿por qué estas otra vez con Misaki? ¿qué pretendes?

 

-mmm… ¿y a ti que te importa?

 

-Mira

 

-Yo puedo hacer lo que me venga en gana –lo interrumpió el rubio-

 

-No te atrevas, porque te vas a arrepentir

 

-Tus amenazas no me dan una pizca de miedo Usami Akihiko. A fin de cuentas ¿a ti que más te da?

 

-El es mío –hablo el ojilila- no te le acerques

 

-¿Recuerdas lo que me dijiste en aquel cóctel? –Respondió el rubio con una sonrisa en su rostro- “eso va a estar muy difícil” porque Misaki trabaja para mí –ante tal confesión el peliplata no pudo evitar abrir los ojos de par en par y enfurecerse más-

 

-Misaki –dirigiendo su mirada al menor, quien se había quedado mudo ante las palabras que ambos novelistas se habían dirigido- necesitamos hablar, vámonos –e intento tomar su mano pero el ojiverde reacciono rápidamente y dio un paso hacia atrás evitando que el otro lo tocara-

 

-Ya te dije que no tengo nada que hablar contigo Usagi-san –declaro el castaño fijando su vista en aquel rostro, le costaba controlarse pero por el bien de todos lo haría-

 

-Te equivocas –sentencio el peligris- tu y yo tenemos muchas cosas que aclarar

 

-Entre nosotros todo fue dicho cuando me fui de tu departamento, no pensé que volverías con lo mismo

 

-Misaki yo

 

-¿Tú qué? ¡¡¡¡Ya estoy harto Usagi-san –grito enfurecido el pelicastaño- harto de tus celos, harto de tus acosos, harto de que quieras controlar lo que hago y con quien lo hago, estoy harto de tiii!!!! Dejame en paz, ¡¡¡¡¡¡¡¡te odio!!!!!!!!

 

 

 

El mayor se sintió morir; por fin había ocurrido lo que tanto temía, el menor había acabado por odiarlo, lo único que no quería y lo que había pasado.

 

Después de unos segundos que más bien parecieron horas el mayor de los escritores por fin se atrevió a hablar

 

 

 

-De acuerdo Misaki, si lo que quieres es que no te vuelva a molestar… está bien, no volverás a saber de mí –expreso por fin el novelista ojilila-

 

 

 

El menor sintió que algo se estrujaba en su interior, ¿sería que su corazón estaba punto de hacerse añicos? Pero saco fuerza de donde le quedaban y busco entre su ropa la llave que momento antes había estado observando aquella que abría la puerta del departamento que alguna vez había ocupado con el escritor.

 

 

 

-Esto es tuyo –dijo extendiendo su palma para que el mayor tomara la llave-

 

-Puedes quedártela, es para ti –expreso quedamente el peligris-

 

-No quiero, no quiero nada –el novelista cerró los ojos al escuchar a aquellas palabras, no quería hacerle más daño al muchacho así que solo tomo aquella pequeña pieza de metal, rozando por un segundo la mano de la persona que tantos sentimientos había despertado en él desde que lo conoció.

 

-Adiós Misaki –fueron las últimas palabras que emitió el peliplata antes de marcharse.

 

 

 

 

 

El rubio quedo muy confundido por lo que presencio, había juzgado muy a prisa a aquellos dos, su historia no era una de tantas al parecer había sido igual de intensa que la que él había vivido con Shuichi. De pronto comenzó a escuchar unos cuantos sollozos, que el menor trataba de controlar cubriendo su boca con sus manos.

 

 

 

-Eres un mentiroso –expreso el ojimiel en un tono compasivo- tu no lo odias, todo lo contrario

 

 

 

El ojiverde escucho sus palabras pero no podía refutarle nada

 

 

 

-Entra a tu casa –dijo el mayor nuevamente- mañana no es necesario que te presentes, no te voy a necesitar

 

 

 

El chico comenzó a caminar a su vivienda. Una vez que el rubio lo vio entrar camino hasta su auto y se dirigió a su departamento. Esto había cambiado nuevamente sus planes.

 

 

 

 

 

Por otra parte Shuichi Shindou hacia un par de horas que había regresado al departamento que compartía con el peliplata, pensó que lo encontraría pero se equivoco, no había ni rastros del mayor por lo que se resigno a cenar solo.

 

Estaba verdaderamente preocupado por todo lo que acontecía tanto en su vida; la de Usa-chan; en la de Misaki, pues había llegado a preciarlo en el poco tiempo que compartieron; y para qué negarlo también estaba preocupado por Yuki, aunque por este ultimo más que preocupación, era como un gusanito que no lo dejaba concentrarse.

 

 

 

-Odio esta sensación, ¿Por qué estaba con Misaki?...

 

 

 

No había podido entregarse al cien en la grabación porque de repente lo había agobiado “la verdad”; él sabía algo que Usa-chan ignoraba completamente y eso era, el auténtico motivo por el cual Misaki lo abandono de repente.

 

No podía quedarse callado, no debía quedarse callado, Usa-chan tenía derecho a saberlo todo, que Misaki nunca lo había dejado de amar y quería recuperarlo.

 

Se sintió desdichado, había creído que con el ojilila por fin podría ser feliz por que Akihiko era lo que cualquiera desearía, el destino estaba jugando con él, le había puesto en el camino a una persona que ya tenía a quien amar y el no podía interponerse. Sabía perfectamente que cuando el peligris y el castaño hablaran, con la verdad, todo se resolvería, ¿Quién era el para impedir que volvieran a estar juntos?

 

 

 

-Pero… lo mejor es que sea Misaki quien se lo diga, creo que sería muy penoso que otra persona le contara todo a Usa-chan

 

 

 

De repente se le ocurrió llamar al castaño a su móvil pero su llamada fue directa al buzón

 

 

 

-¿Qué puedo hacer? Ya sé, estoy seguro que apunte su dirección en algún lado –dijo el pelirosa mientras buscaba en su mochila una libretita- aquí esta –pronuncio feliz- Mañana mismo hablare con el

 

 

 

Con eso en mente se sentó en el sofá a esperar al escritor, seguía preocupado por él y quería saber lo que estaba pasando, Akihiko era demasiado bueno como para dejarlo llevar una carga tan pesada solo, él quería servirle por lo menos de apoyo, quería demostrarle que pasara lo que pasara él iba a estar ahí para ayudarlo y quererlo así como una vez había hecho el novelista peligris con él.

 

 

 

 

 

El peliplata llego en la madrugada, después de todo lo que había pasado no tenía cara para ver al pelirosa, se sentía inmensamente mal por lo sucedido con Misaki pero también se sentía mal porque le había fallado a Shuichi. Lo había dejado prácticamente botado sin importarle sus sentimientos ¿ahora que le iba a decir?

 

 

 

Cuando entro al departamento lo hallo en penumbras pero descubrió que el sofá estaba un pequeño bulto, que de inmediato reconoció, noto que estaba dormido y lo tomo en brazos suavemente para llevarlo a su habitación, abrió la puerta y lo deposito suavemente sobre la cama, mirándolo con dulzura por última vez antes de retirarse a su recamara.

 

 

 

 

 

Al día siguiente Shuichi despertó aunque perezosamente aun le costaba bastante levantarse tan temprano pero ni modo.

 

 

 

-¿Cómo llegue aquí? –se pregunto el menor cuando se vio en su recamara- Usa-chan –sin pensárselo dios veces fue hasta la habitación del escritor y abrió la puerta sigilosamente; este dormía profundamente víctima del cansancio que los acontecimientos ocurridos el día anterior le provocaron. Shuichi decidió que lo mejor era no molestarlo, de todas formas lo mejor sería hablar primero con Misaki.

 

 

 

Salió de aquel cuarto y se encamino al suyo donde se ducho y arreglo rápidamente, quería resolver todo lo antes posible, así que hablaría con el pelicastaño antes de llegar a NG. En tiempo record ya se dirigía a la dirección que alguna vez le diera “su amigo”.

 

 

 

Cuando el pelirosa estuvo frente a la puerta toco firmemente

 

 

 

-Espero que no sea muy temprano para él –escucho la puerta abrirse dejando ver a un castaño un poco demacrado

 

-¿¡Shuichi!!!? ¿Qué haces aquí?

 

-Necesito hablar contigo

 

-¿De qué?

 

-¿Me dejas entrar?

 

-… Pasa –el ojiverde estaba un tanto receloso- por aquella visita, nunca imagino que “su rival” lo visitaría. Mientas tanto el ojivioleta estaba nervioso ¿Por qué Misaki lo miraba de aquella forma?

 

-Nunca imagine que nuestras vidas se cruzarían de esta forma –dijo el ojivioleta-

 

-Yo tampoco

 

-De haber sabido que él era tu novio yo

 

-Ya no tiene caso, tu no sabias nada, no tienes la culpa

 

-

 

-

 

-Misaki yo vine porque tengo que pedirte algo

 

-¿Que me aleje de Usagi-san?

 

-¿Qué dices? –Cuestiono incrédulo el pelirosa-

 

-No era necesario que vinieras, Usagi-san y yo… ya aclaramos todo

 

-Cuando dices “todo” ¿te refieres a que le has contado la verdad? –pregunto seriamente el cantante. Fue entonces cuando el ojiverde se dio cuenta a lo que se estaba refiriendo Shuichi-

 

-¡¡¡¡NO!!!! Eso él no lo sabe

 

-Pues precisamente a eso he venido, quiero que le cuentes la verdad a Usa-chan -el vocalista noto el cambio en la expresión del chico cuando menciono aquel nombre por lo que corrigió- perdón quise decir a Akihiko

 

-No tienes por qué disculparte –refuto ásperamente el chico- Escúchame bien Shuichi, Usagi-san sigue sin saber nada y no quiero que lo sepa –recalco fría y duramente las últimas palabras- El y yo ya hemos terminado y no intentare nada así que no tienes por qué preocuparte

 

-Pero Misaki, eso… no es a lo que yo venia

 

-

 

-Akihiko tiene que saber lo que paso

 

-¿Para qué? Él ahora está contigo, no tiene caso

 

-Claro que lo tiene

 

-No te entiendo Shuichi, deberías estar feliz

 

-¿Por qué habría de estarlo?

 

-

 

-Tú lo amas

 

-Te repito que él y yo ya hemos terminado y nada va a hacer que cambie de opinión

 

-

 

-Por el aprecio que alguna vez sentiste por mi Shuichi, te pido que no le digas nada a Usagi-san

 

-No es justo… no es justo que le sigas ocultando las cosas

 

-Por favor, júrame que no se lo vas a decir

 

-

 

-Júramelo Shuichi

 

-Está bien no le diré nada

 

-Gracias –bajando la cabeza-

 

-Misaki, ¿puedo preguntarte algo? –El muchacho asintió- ¿Por… por qué estabas con Yuki?

 

-Trabajo para él –contesto sinceramente el castaño-

 

-¿Sólo eso? –El menor levanto el rostro un tanto indignado por aquella pregunta por lo que el pelirosa agrego algo rápidamente - me refiero… ¿a que si él no ha intentado algo? Lo conozco muy bien y

 

-Pues al parecer no tan bien –contesto el ojiverde fríamente lo que sorprendió al cantante- Yuki ha sido un caballero conmigo, no ha tenido más que atenciones hacia mi

 

-¡Ah! Ya… veo –expreso el chico contrariado- perdóname, no era mi intención ofenderte

 

-No te preocupes

 

-

 

-Me voy

 

-Adiós Shuichi

 

-Adiós Misaki –manifestó triste el pelirosa-

 

 

 

 

 

En cuanto el pelirosa se fue Misaki se sintió mal por la forma en la que había tratado a “su amigo” pero es que no podía evitar sentir cierto resentimiento hacia el ojivioleta, sabía perfectamente que Shuichi no tenia absolutamente ninguna culpa de lo que había sucedido, el único culpable era el mismo, por haber ocultado las cosas, por haber preferido la “discreción”. Ahora ya no había vuelta atrás y lo único que podía y debía hacer era seguir adelante con su vida. Tal vez en algún momento dejaría de sentirse tan mal y buscaría al cantante para pedirle disculpas… a lo mejor… algún día volverían a ser amigos… algún día.

 

 

 

 

 

Shuichi salió de aquella vivienda bastante desconcertado por la conversación que acababa de sostener, le dolía la actitud que el castaño había tomado con él, pensó que podrían llegar a ser grandes amigos pero ahora todo había cambiado, es más el diría que la situación empeoro por que ahora ya ni siquiera podía contarle a usa-chan lo que sabía.

 

Cabizbajo camino en dirección a su trabajo por lo menos le serviría para distraerse, ya no quería seguir mortificándose, ahora lo mejor era dejar que las cosas siguieran su curso y por lo pronto tenía que poner empeño en su disco.

 

 

 

 

 

Mientras tanto, el departamento de Usami Akihiko

 

 

 

-¡Ah! Misaki, había soñado tantas veces con el día que volviera a verte, las cosas que te diría, pero tu continuaste tu vida sin mí, eres más fuerte de lo que creía o más bien de lo que me negaba a creer. Pero así como tú pudiste continuar yo también debo hacerlo, Shuichi me necesita y en este momento yo también lo necesito. No sé si llegare a amarlo tanto como a ti, pero sé que puedo ser feliz a su lado, sé que lo puedo hacer feliz. Tan solo necesitamos darnos la oportunidad.

 

 

 

 

 

El día paso sin mayores contratiempos, Shuichi estaba exhausto por el todo el trabajo pero no podía estar más satisfecho de lo mucho que habían logrado en tan poco tiempo. Hacía mucho que no se sentía tan completo, y pensar que han tenido que pasar tantas cosas para que el vuelva a hacer una de las cosas que más ama en la vida: Cantar; Yuki lo había alejado completamente de ese mundo y desde ese día se había sentido vacio pero ahora todo era diferente.

 

Cuando regreso al departamento vio que Usagi estaba recostado en el sofá de la  sala pensativo con su inseparable cigarrillo, cuando el escritor noto que shu había vuelto se levanto y mostro una pequeña sonrisa.

 

 

 

-¡¡¡Tadaima!!! –dijo lo más animado posible-

 

-Bienvenido shu-chan

 

 

 

Se quedaron viéndose fijamente por unos minutos sin emitir ningún sonido más que el de sus respiraciones compasadas.

 

 

 

-Ven shu-chan, siéntate aquí –dijo el mayor- haciendo un ademan para que se sentara a su lado, cosa que el cantante acepto y fue a donde el escritor- ¿Cómo te fue hoy? –Viendo directamente el hermoso par de ojos violetas-

 

-Muy bien gracias

 

-Shuichi tenemos que hablar de lo que sucedió

 

-Hai

 

-Primero quiero pedirte una disculpa por lo que te hice pasar

 

-No te preocupes yo entiendo

 

-Lo entiendes pero no estuvo bien lo que hice

 

-Usa-chan ¿tú sigues enamorado de Misaki verdad?

 

-

 

-No te preocupes, no tienes que sentirte mal por mí, sé perfectamente que en los sentimientos no se manda y tú no puedes evitar seguir queriéndolo –pronuncio comprensivamente el menor-

 

-Shuichi

 

-

 

-Tienes razón yo sigo sintiendo algo demasiado fuerte por él, algo que no es fácil apartar de mi mente y mucho menos de mi corazón

 

-

 

-Tú ¿sigues queriendo a Yuki?

 

-

 

-El es un caso a aparte

 

-No, no lo es

 

-Claro que si, Misaki es una buena persona, considerado y de buenos sentimientos cosa que no puedo decir de Yuki –dijo tristemente el ojivioleta-

 

-No entiendo

 

-

 

-¿De dónde sacas que Misaki es así? Es decir… tu no lo

 

-Lo conozco –afirmo el chico-

 

-¿Cómo?

 

-¿Recuerdas que te dije que quería presentarte al chico que me enseño a cocinar el paffet? –El mayor asintió- Era Misaki, el muchacho que te quería presentar era Misaki

 

 

 

El novelista se asombro con semejante declaración, eso quería decir que el castaño había estado en ese mismo departamento, Sin duda el destino se había encargado de tejer muy bien sus redes para que cada uno cayera sin dar tiempo a escapar.

 

 

 

-Sabes –continuo el menor- me siento bastante mal, porque todo el tiempo que Misaki paso conmigo me la pase hablándole maravillas sobre ti, sobre lo asombroso que eres pero… ahora que lo pienso nunca dije tu nombre ni nada que estuviera relacionado directamente contigo supongo que por eso no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo mas bien no nos dimos cuenta, de haber sabido que él era el Misaki que tu amabas yo nunca me hubiera atrevido

 

-¡¡Shhh!! –Shuichi no pudo continuar pues el mayor lo envolvió en un abrazo fuerte y protector- ya paso shu-chan, no te sientas mal, nadie tuvo la culpa

 

-Pero

 

-¡Shh!! No digas nada

 

 

 

Pasaron varios minutos abrazados dejándose llevar por la agradable sensación que experimentaba sus cuerpos, más que sus cuerpos, sus almas. Ese deseo de sentirse queridos no había desaparecido por el contrario aumentaba pero algo les daba ánimos, y eso era el saber que a pesar de todo lo que había pasado y todo lo que pasara de ahora en adelante se tenían el uno al otro. Entre ellos ya había nacido un lazo especial que nada ni nadie podría romper y que estaban seguros se afianzaría con el paso del tiempo.

 

Tal vez ese vinculo seria el que les permitiría formar una verdadera pareja, una en la que por fin sus almas se amoldaran la una a la otra, sabían que no sería difícil después de todo ellos parecían haber nacido el uno para el otro, se complementaban tan bien, se comprendían a la perfección, no había gritos ni peleas entre ellos siendo que con sus anteriores parejas eso era cosa de todos los días.

 

Shuichi no podía evitar sentirse dichoso por haber conocido a Usami Akihiko, probablemente si Yuki no se hubiera cruzado en su camino y en lugar de eso hubiera conocido a Usagi se habría enamorado perdidamente del ojilila.

 

Akihiko por otra parte añoraba esa sensación de paz y tranquilidad, el tener a alguien a lado tuyo, que necesita que le demuestre cuanto lo quieres eso era lo que siempre había deseado y ahora ya lo tenía. Probablemente el destino, la vida o quien fuera se había empeñado en que a la persona a la que tenía que llegar a amar era esta, la que había llegado después, tal vez algún día se daría cuenta de que el pelicastaño solo había sido un maravilloso capitulo en su vida pero que el libro seguía, su vida seguía al igual que la de Shuichi y ambos tenían el derecho a ser felices.

 

 

 

-Shuichi –hablo nuevamente el escritor- separándose del menor para verlo a la cara- sigamos intentándolo

 

-

 

-No digo que será sencillo, ambos tenemos muchas heridas abiertas y tardaran un tiempo en sanar pero si lo intentamos estoy seguro que algún día lo lograremos… y mientras tanto disfrutemos de la compañía, disfrutemos de la vida

 

-¿Estás seguro que es lo que quieres?

 

-Si

 

-

 

-No quiero que te sientas obligado ni nada de eso, si tú deseas cualquier otra cosa puedes decírmelo

 

-No, no es que no quiera intentarlo pero que tal si un día nos damos cuenta de que las cosas simplemente no funcionaron

 

-Eso no es lo importante, lo que cuenta es el intento, mientras tú y yo deseemos ser felices lo demás no importa

 

-De acuerdo usa-chan –dijo sereno y feliz el cantante mientras se acurrucaba como un pequeño en los brazos del escritor - no perdemos nada

 

 

 

 

 

Continuara…

 

 

Notas finales:

Primero quiero decirles que me sorprendí muchísimo porque nunca me habían llegado tantos reviews, no suelen pasar de 15 por capi, a veces hasta menos T_T  y en esta ocasión llegaron más 50 incluidos los mensajes que llegaron a mi correo y via msn y que también tome en cuenta. Tuve que hacer el recuento en 4 ocasiones por que en algunos mensajes solo me decían una opción, en otros me daban las dos pero no aclaraban cual querían primero, en otros me decían que les daba lo mismo el orden.


 


En cuanto al lemon que quieren leer


 


Opción a) UsagiXMisaki recibió 31 votos


Opción b) UsagiXShu recibio 18 votos


Opción c) YukiXShu recibió 31 votos


Opción d) YukiXMisaki recibió 17 votos


 


En cuanto al lemon que quieren primero


 


Opción a) UsagiXMisaki recibió 24 votos


Opción b) UsagiXShu recibio 15 votos


Opción c) YukiXShu recibió 22 votos


Opción d) YukiXMisaki recibió 9


 


Conclusion: Lemon entre UsagixMisaki y YukiXShu, en ese orden


 


Ahí tienen… ya saben quejas o sugerencias dejar un review, el próximo capi es para el martes 17


 


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