Durante las poco más de tres horas que duro el viaje a Osaka, Misaki se la paso pensando en Usagi, se sentía terrible, lo único que quería en ese momento era ver al escritor pero parecía que la suerte no estaba de su lado.
-Pero... por que Usagi-san no ha devuelto ni una sola de mis llamadas? estará molesto? si, tal vez, después de todo le dije cosas horribles cuando me fui pero... todo era por su bien. Que estará pasando con él?, Ni siquiera Aikawa-san supo darme razón, o tal vez el mismo Usagi se lo pidió… pero eso significaría que usagi-san ya no siente interés en mi?. La sola idea de que el peliplateado lo hubiera dejado de querer lo aterraba, era algo para lo que definitivamente no estaba preparado. No, no, no -moviendo la cabeza de un lado a otro- eso es imposible, Usagi-san dijo que estaría siempre para mi, debe haber otro motivo... ahhh!!! Pero eso solo lo sabré hasta mi regresó. De repente una idea cruzo por su cabeza.
-Nii-chan, eso es nii-chan debe saber que esta pasando con Usagi-san, es más puedo hablarle desde casa de nii-chan -con una gran sonrisa dibujada en su rostro-
Minutos más tarde se bajaba del tren, arrastrando su maleta, en cuanto puso un pie fuera sintió un cálido abrazo, por supuesto era Takahiro. Un minuto después el pelicafe trato de zafarse de los brazos de su hermano mientras este rebosaba de felicidad.
-Nii-chan, ya basta –despegándose del mayor- la gente se nos queda mirando
-No importa Misaki, hace tanto que no nos veíamos, ¿qué no me extrañabas?
-Por supuesto que te extrañe pero no es necesario que todo mundo nos vea –con un pequeño sonrojo-
-Ja ja ja, esta bien, vamos a la casa. A Manami le va a dar mucho gusto tenerte de vuelta, además por fin conocerás a tu sobrino.
-Ahh!!! Es verdad, ya quiero verlo –con una gran sonrisa-
-Y eso sin contar las explicaciones que tienes que darme
-Ehh?? Explicaciones? –un tanto nervioso-
-Si, pero de eso, ya hablaremos –levantando la maleta-
Tan solo 20 minutos después se encontraban en la casa de Takahiro, en cuanto Misaki entro pudo percibir la calidez de aquel sitio, sin duda su sobrinito crecería rodeado de amor, pero como no? si tendría a Takahiro como padre.
Manami, su cuñada, lo recibió con un fuerte abrazo, a pesar de que no habían convivido mucho se notaba que era un gran persona y sería una excelente madre. Unos minutos después le trajeron al bebe quien tan solo tenia 4 meses de nacido, y al que pusieron el nombre de Kasuki.
Mas tarde los 4 se encontraban en la sala conversando sobre lo difíciles que les habían sido los primeros dos meses a los estrenados padres y como habían tenido que arreglárselas. Cuando llego la hora de preparar la merienda, Manami se levanto y se dirigió a la cocina por lo que el mayor decidió aprovechar la ocasión.
-Misaki me gustará hablar seriamente contigo
-Ehh? sobre que nii-chan?
-De que más va a ser? De tu viaje a Inglaterra
-Ahh!! –sumamente nervioso- pues no hay nada de que hablar, ahh! por cierto he traído algunos recuerdos, iré a la recamara por ellos –levantándose del sillón-
-Ya nos los darás más tarde, ahora siéntate –tomando al menor de la muñeca-
Misaki obedeció pues la mirada de su hermano era completamente diferente a la que el estaba acostumbrado a verle.
-Ohh no! esto es serio
-.A que fuiste exactamente a Inglaterra?
Esta pregunta sorprendió al castaño, acaso... su hermano ¿lo sabia? no... no era posible, el único que se había enterado era Haruhiko
-Por que preguntas eso? Ya lo sabes fui a visitar a la abuela y a estudiar, que más iba a hacer? –Haciéndose el desentendido-
-Entonces quieres decirme por que siempre que llamaba a casa de la abuela decían que estabas en el campus? Y por que cuando te hablaba al campus decían que estabas en casa de tu abuela?
-Ehh?... Pues veras...yo.. ya sabes también salía con algunos amigos y pues tu definitivamente tenias muy mala suerte para encontrarme
-Misaki seguro que no me mientes?
-Je je je... claro que no nii-chan –esquivando un poco la mirada- por que iba a hacer eso?
-mmm... y te lo pasaste bien? –Relajando un poco su semblante-
-Por supuesto, fue estupendo –con una sonrisa bastante fingida-
-Entonces ¿por que regresaste tan pronto? Cuando te fuiste dijiste que querías pasar el mayor tiempo posible con la abuela además de aprovechar la oportunidad de poder estudiar haya
-Bueno –con una gotita de sudor- no es obvio? Extrañaba mucho Japón, a ti por supuesto y a nee-chan, (refiriéndose a su cuñada), además si no hubiera regresado todavía no conocería a mi sobrino, no crees?
Takahiro al escuchar estas palabras se relajo completamente, cuando Misaki le había pedido permiso para ir a Inglaterra al principio se negó pero en la cara de su hermano había cierta desesperación por ese viaje y pensó que talvez estaba teniendo problemas en vivir con Usagi por lo que decidió que no le haría mal el pasar un tiempo con su abuela aunque la verdad le hubiera gustado acompañarlo pero ese no era el mejor momento... No estaba del todo convencido de las excusas del menor pero después de todo Misaki no tenia por que mentirle.
En cuanto el castaño observo el cambio de actitud del mayor también se tranquilizo y haciendo como quien no quiere la cosa se decidió en hacer una pregunta.
-Por cierto nii-chan, ehh... ya que estamos hablando de extrañar Japón y todo eso, mmm... ¿qué has sabido de Usagi-san?, esta bien? –Trataba de modular el tono de su voz pero su mirada y gestos delataban su impaciencia y aunque el pelinegro se dio cuenta decidió pasarlo por alto-
-mmm... Pues la última vez que estuvimos en contacto fue cuando le di la noticia del nacimiento de Kasuki, es más vino a felicitarnos personalmente y trajo un monton de regalos –con una enorme sonrisa- después de eso le he llamado pero no contesta aunque supongo que eso es por el nuevo libro que estaba escribiendo al parecer el final le estaba dando algunos problemas.
Misaki se sentía feliz por fin alguien le daba razón de Usagi, no eran noticias recientes pero algo era algo.
-Ahh!!! por cierto –continuo el mayor- ya has hablado con él? Le avisaste de tu regreso?
-No, aun no, en realidad yo tampoco he podido localizarlo
-Estoy seguro que le va a dar mucho gusto volver a verte después de tanto tiempo, se ve que te aprecia mucho
-Ehh?? por que lo dices?
-Pues cuando vino me pregunto por ti?
-En serio? –con una gran sorpresa reflejada en su rostro- ¿Qué te pregunto?
-Pues... si estabas bien?... si no se te estaba siendo difícil? como ibas en la escuela?
-No lo puedo creer Usagi-san se siguió preocupando por mi, estoy tan feliz, ahora quiero verlo más que nunca
-Misaki, misaki!! –El mayor interrumpió sus pensamientos-
-Eh? Perdón nii-chan, me quede pensando en otra cosa
-Debiste haberlo llamado un par de veces –lo reprendió el pelinegro- no fue bueno que te fueras así como así de su departamento después de que muy amablemente te dejo hospedarte ahí
-Lo se –con una cara bastante apenada- En cuanto lo vea le pediré disculpas apropiadamente
-Vamos tampoco es para que pongas esa cara, solo asegúrate de notificarle de tu regreso
-Hai
Unos instantes después Manami los interrumpió para anunciarles que la merienda esta lista y que pasarán a la mesa por lo que los hermanos se dirigieron felices al comedor.
Un rato después en su habitación...
Misaki se sentía sumamente feliz por lo hablado con su hermano, ahora ya no tenia duda de que Usagi lo seguía queriendo, definitivamente tenia que volver con él. Aunque eso tardaría un poco pues le había prometido a Takahiro pasar las vacaciones con ellos. Y ahora que lo pensaba mejor el hablarle de repente al escritor y decirle “ya regrese” tampoco era muy buena idea pero algo tenia que hacer, tenia que escuchar por lo menos su voz.
El tiempo que paso en Inglaterra le había servido para valorar lo que tenia con el peliplateado, había sido un tonto por negar esos sentimientos pero ahora ya no tenia dudas... amaba a Usami Akihiko, lo amaba más que a nadie en el mundo y nunca más volvería a separase de él. Ahora que ya estaba curado y cuando hubiera solucionado todo con el ojilila le contaría la verdad además le dirá cuanto lo amaba y lo mucho que lo había extrañado.
Tal vez también tendría que contarle todo a su hermano, pues se sintió muy culpable de mentirle pero si Takahiro se hubiera enterado habría insistido en ir con el a Inglaterra pero Manami estaba en pleno embarazo no podía hacer eso, el tenia que estar al lado de su esposa.
Mientras tanto en Tokio
Usagi y Shu se encontraban cada uno en sus respectivas habitaciones
Shuichi yacía recostado en la cama, no podía dejar de pensar en lo ocurrido el día anterior, le dolieron mucho las palabras del rubio.
-Trate de ser optimista, pensaba que con mi amor te iba a conquistar y que algún día acabarías amándome con la misma intensidad que yo te amaba a ti. Todos decían que éramos polos opuestos pero por eso mismo me aferré a ti, después de todo polos opuestos se atraen ¿no?... Creí que nuestro amor sería para siempre pero creo que ahí estuvo el error, en “nuestro”, esta claro que tu no sentías ni la décima parte de lo que yo sentía por ti. Pero ya no quiero seguir llorando, ya me canse, quiero cambiar mi vida, quiero volver a vivir mi vida sin ti.
En la habitación de Usagi
-Misaki!!! –Dando un gran suspiro- Tengo que alejar tu recuerdo, es demasiado para mi, si no lo hago creó que me voy a volver loco. Cuando te fuiste sentí que mi corazón se iba contigo y mi espíritu se desmoronaba a tal grado que no sabia en que punto estaba parado, las noches se me hacían una cueva interminable de melancolía al no sentir el calor de tu cuerpo, cada hora pasaba lentamente como alfileres rasgando la herida que tu me dejaste.
La vida se me hacia tan... vacia.
Pasaba horas y horas pendiente del teléfono esperando que en algún momento te acordaras de mi, solo necesitaba una llamada, un mensaje, algún indicio de que seguía en tu mente... solo eso necesitaba para querer seguir viviendo, en algún momento cruzo por mi cabeza la idea de terminar con este dolor pero no tuve el valor, algo me mantenía con esperanzas... tu recuerdo... el recuerdo de tu sonrisa.
Pero creó que ya ha sido suficiente... no puedo seguir así, tengo que... avanzar.
Con estos pensamientos ambos se quedaron profundamente dormidos... Al día siguiente se levantaron con la idea de que su vida tenia que cambiar, no sería fácil pues tendrían que dejar a un lado el recuerdo de la persona que más habían amado pero solo en sus manos estaba el poder de transformar su futuro.
Shuichi había preparado el desayuno, era algo muy sencillo pues no quería volver a ensuciar como la última vez, a pesar de eso a Usagi le encanto el gesto, ya después pensarían en como resolver el problema de las comidas dado que ninguno de los dos era bueno para eso.
Después de desayunar ambos se encontraban en la sala sumamente callados, hasta que el pelirosa rompió el silencio.
-Usagi-san me gustaría contarte algo
-Que pasa? –volteando a ver al moreno-
-pues veras, tu ya estas enterado de todo lo que he tenido que pasar y he estado meditándolo mucho pero ya he tomado una decisión
-
-Trataré de... olvidarme de Yuki
-
-Me he dado cuenta de que el nunca sintió nada por mi, bueno por lo menos nada que pueda compararse al afecto, a pesar de que yo le di lo mejor de mi, compartí mis sueños, mis ilusiones, -con un rastro de tristeza en su mirada- todo lo que yo hacia era por y para Yuki, hasta el punto de que me olvide de lo que yo realmente quería, deje de escribir canciones por que Yuki dijo que no tenia talento para ello, yo amo cantar y deje de hacerlo por que a él le molestaba pero... ya no más. Voy a dejar de ser el amante de Yuki Eiri para volver a ser Shindou Shuichi –con una sonrisa en los labios- Y si no te molesta me gustaría permanecer... a tu lado.
Usagi escucho atento la confesión del menor regalándole una franca sonrisa al término de esta.
-Claro que no me molesta, es más me da gusto que pienses de esa forma y de echo yo también he pensado en mi vida y al igual que tu quiero cambiarla. Sabes? Nunca he sido alguien muy abierto a los demás, siempre trate de encerrarme en una burbuja en la que pensaba que nadie nunca seria capaz de entrar, pero hubo una persona que lo logro –con una pequeña sonrisa en sus labios-
-
-Con él, a pesar del corto tiempo que compartimos, fui inmensamente feliz –mirando hacia el techo-
-Y... que paso? –un poco temeroso-
-Un día me dijo que tenía que vivir su vida, quería irse al extranjero a estudiar, pasar tiempo con... su familia –con un tono de amargura y dando un suspiro apenas perceptible- pero a pesar de eso... lo seguí amando
-Pero... si lo amabas tanto por que lo dejaste ir? Te hubieras ido con él
-No puede haber amor total donde no hay libertad, además lo comprendí –volteando al menor- el quería a su familia, ¿quien era yo para detenerlo? Lo único que quería era que Misaki no me odiara, quería verlo feliz, siempre feliz, si lo hubiera retenido o seguido probablemente ahora me detestaría.
-Pero eso fue muy egoísta de su parte. ¿Acaso él no te quería?
-Ahhh!!! –dando un gran suspiro- Eso mismo me gustaría saber, tal vez si... tal vez no
-Bueno... tu por lo menos tienes la duda, en cambio yo estoy seguro que Yuki nunca me quiso
-La duda puede ser un cruel enemigo del amor –recargándose en el respaldo del sofá y volteando al techo nuevamente-
-Pues entonces –prosiguió el pelirosa- creo que los dos cojeamos del mismo pie
-Creó que si –volteando al menor con una pequeña sonrisa en sus labios pero que reflejaba algo de tristeza- pero... como te decía, yo también quiero cambiar y creó que la mejor manera de empezar es... dejando este lugar –levanto un poco la vista paseándola por la habitación para luego volver a los amatistas del menor- este departamento me trae muchos recuerdos de él
-
-Por lo tanto... que te parecería buscar un nuevo piso juntos?
-Lo... dices en serio?
-Claro
-Ahhh!!! Por supuesto que si, que alegría –con una radiante sonrisa-
El pelirosa más que alegrarse por la mudanza lo que lo hacia feliz era el gesto. Con Yuki llego a mudarse decenas de veces pero el rubio nunca tomo en cuenta su opinión, y eso lo deprimía.
-Si definitivamente para Yuki yo era un adorno más con el cual cargar –Un tanto triste pero no tardo mucho en recuperarse- Pero ya no importa, ahora tengo más motivos para comenzar de nuevo-
-Hoy mismo –continuo el mayor- marcaré a una agencia para que nos de algunas opciones
-Claro, claro que si Usa-chan
-Ehh? –un poco sorprendido-
-No te agrada que te llame Usa-chan –haciendo un puchero y con ojos vidriosos-
-Claro que me agrada –con una sonrisa-
-Ah!! que feliz soy, a Usagi-san le puedo llamar Usa-chan –lanzándose a los brazos del peliplateado y descansando su cabeza en el pecho de este mientras sus brazos rodeaban su cuello-
-En ese caso... te gustaría que te llame shu-chan? –Abrazando al menor-
-Claro que me gustaría, después de todo vamos a vivir juntos –soltando el cuello del escritor y separándose un poco de este mirando los hermosos ojos color lila. Un sonrojo cubrió las mejillas del moreno por lo que se puso nervioso y trato de alejarse pero los brazos de Usagi lo detenían, este al ver la posición en la que se encontraba el pelirosa tomo su barbilla con la mano derecha y lo atrajo hacia sí.
Shuichi al sentir el roce de los labios del escritor solo se dejo llevar, experimentando esas nuevas sensaciones. El mayor al sentir total libertad decidió explorar un poco la cavidad, deleitándose con el incomparable sabor a fresa y jugueteando un poco con la lengua del menor. El beso ya se estaba tornando un tanto demandante por parte del ojivioleta lo que hizo al escritor sorprenderse pero sin dejarse dominar mordió el labio inferior de su acompañante mientras su lengua seguía saboreando cada rincón al que tenia acceso. Shuichi no se inmuto ni lo mas mínimo por la acción del peliplateado solo disfrutaba cada momento de placer. Pero la falta de aire los hizo separarse.
-Usa-chan, eso fue... –con la respiración entrecortada- genial
-Ya lo creo
-Pero... mmm... me gustaría que antes de seguir con ESTO... aclaráramos ¿Tu y yo que somos exactamente? –Sumamente nervioso y tan rojo como un tomate-
-Esta claro, somos novios
-QUE???? Oc
-Bueno si no te agrada podría decirse que estamos en proceso de serlo –con una sonrisa-
-No, si no es que no me agrade -muy nervioso- es solo que... creó que es un poco rápido –pronunciando la última palabra casi en un susurro y bajando la mirada-
-Yo no lo creó así, pienso que el amor es impredecible y hay que aprovechar cada oportunidad
-
-Entonces que dices? Quieres ser mi novio?
-Pues... yo...
El mayor al ver el dilema en el que había puesto al menor se apresuro en agregar
-No te preocupes no pienso forzarte absolutamente a nada, las cosas pasaran a su debido tiempo. Esto le dio confianza al pelirosa y levanto la vista nuevamente.
-Entonces creo que si, podríamos intentarlo y se lanzo nuevamente a los brazos del escritor, quien decidió no intentar nada hasta que el menor estuviera completamente seguro, por lo que solo lo abrazo protectoramente y se quedaron así por unos minutos hasta que el sonido de un portazo los interrumpió.
Continuara...