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Esperandote... por themizachan

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Notas del capitulo:

Este capitulo lo escribi con la cancion de Adele "someone like you" es hermosa la traduccion. 

 

Esperándote

Mis días nublados

Pov Kurama

Zorro para cuando hayas leído esto ya me habré ido. No te daré explicaciones o excusas, porque por desgracia ya las sabes.

Tú no mereces la pena de tener que elegir entre cosas que no tienen opción, y yo tampoco merezco nada de esto… tenias razón, fuimos demasiado lejos…

No podemos seguir con esto.

Te conozco, no te culpes, el único error aquí fue querer demasiado.

Hasta siempre Kurama.

Volví a leer el condenado papel, aunque ya me lo sé de memoria, esa pequeña carta era una sentencia escrita en garabatos apenas legibles.

Fue lo único que me dejo.

Ya hace varios meses que Él se fue, que me dejo, pero para mí parecen años que pasan lentamente, consumiéndome.

Ya no falta mucho para el nacimiento de mi bebe, es lo único que me ha mantenido cuerdo, y me anima a salir de la cama, aunque a veces ni eso funciona.

¿Qué tan lejos están nuestros días?

No he visto a ninguno de los chicos, me aleje de todos, pensé que así sería más fácil, pero creo que solo a resultado como “una soga al cuello”.

¡Otra vez el maldito celular! Nadie más me llama… Aun recuerdo cuanto lo odiaba el Koorime.

-¿Qué necesitas? – La insistencia humana me asombra.

-¡Es un hermoso día! ¿Quieres que salgamos juntos por los últimos detalles del cuarto? – Maya siempre se mostraba entusiasta. Se dio cuenta del alejamiento de Hiei, pero jamás pregunto nada - ¡Vamos Shuichi! Hace días que no sales de tu apartamento…Te va a hacer mal.

Resople ante esa ironía, y ella se calló.

-¿Me acompañaras al médico al mediodía? – Otra vez el fingido entusiasmo, estas conversaciones eran nuestra única rutina.

Creo que he olvidado mi risa…

- ¿Es necesario? – conteste con desgano.

- Creo que eso contesta mi pregunta. A la tarde nos veremos en la dirección que te di, así vemos por última vez la casa.

-Como quieras. – Luego de eso colgó.

Al llegar el crepúsculo, me dirigí hacia la calle indicada, vivir bajo el mismo techo fue la condición para no casarnos. Ver la fachada de esa casa familiar y ver en su umbral a Kitajima esperándome, me trajo nostalgia al pensar que todo era perversamente hermoso. Entramos de inmediato, la agente inmobiliaria aun no había llegado. Subimos al segundo piso, Maya insistía que viéramos el cuarto del bebe.

Increíble que algo tan bello haga  sufrir…

Camine por la mullida alfombra, las paredes llenas de colores pasteles, los estantes con peluches, la cuna, y una enorme ventana que dejaba asomar los últimos rayos del sol.

No sé qué mirada habré puesto, pero Maya intento sostener mi mano, la aparte sin pensarlo.

- Ni siquiera esto te conmueve… - murmuro – Vamos que la de la inmobiliaria debe estar por llegar.

Mientras bajábamos las escaleras, la puerta principal se abrió. Me sorprendió ver que la conocía, y bastante bien.

-Kura… quiero decir Shuichi – Keiko no había cambiado nada, excepto que ahora portaba un sencillo anillo en su mano izquierda, seguramente ya se había comprometido con Yusuke  - Tanto tiempo, amigo. – me hablo con voz dulce y afligida.

-Cierto que ustedes se conocen, los dejare así charlen debo ir al baño – Comento Kitajima con su usual simpatía mientras se perdía en el pasillo – ¡ya sé todo lo que debo saber de este lugar!

-Emm… ¿Nuevo trabajo? – intente poner la misma mascara que le pongo a mi madre - ¿Y Yusuke como esta? Debo felicitarlos…

-No te ves bien Kurama ¿cómo has estado? – Su pregunta tenía un doble sentido – Todos estamos preocupados…

-No, Keiko. Por favor… - Suplique ocultando mi rostro.

-Mmm… la casa tiene tres ambientes, tres baños, cocina, terraza… - Ella comenzó una sátira de memoria. Pero aquello en vez de calmarme, solo me desespero – con expensas incluidas…

-¿Cómo esta él? – solté sin pensar en las consecuencias.

-No la está pasando mejor que tu.  – Sentí como el pecho se me estrujo y la sangre rehuyó de mi rostro – ahora vive en…

-¡No me lo digas! – El saber me atormentaría y en un segundo iría a buscarlo, mi voluntad ya no existe – Estaremos bien así.

-¡¿Cómo pueden ser tan estúpidos?! Necesitan verse, hablar por lo menos – mi amiga estaba eufórica como cuando reta a su novio – no sean imbéciles, se arrepentirán el resto de su vida. Creí que si hablaba contigo entrarías en razón, es el peor error…

-Tú no entenderías – Hiei, Hiei, Hiei, Hiei, Hiei ¡Hiei! Quiero decir tu nombre hasta cansarme. Hasta que las palabras pierdan sentido.

-¡Entiendo que ustedes todavía se aman!

¿Crees que no lo sé?

-¿Por qué gritan? – Kitajima hablo cortando el aire - ¿De qué hablaban?

-Vamos arriba Maya, quiero conocer antes de firmar – ella me siguió desconfiada, seguramente había odio la conversación pero nunca me diría nada. Keiko se quedo en mutismo esperando abajo.

Pasamos de los baños, y el cuarto del infante, pues ya lo conocíamos, me guio a una habitación al final del pasillo.

- ¡Ta tan ta tan! este será nuestro cuarto, quería guardarlo como sorpresa para el final – estaba horrorizado. Hasta donde iba a llegar.

-¡No! acordamos cuartos separados -  ella se colgó de mi cuello - ¿Que demonios haces?

-No seas tímido amor, seremos una pareja – intento besarme a lo que corrí el rostro estaba rozando mi limite – es normal que pasen cosas, eres hombre…

- ¡¿Que parte no entendiste?! – Estaba fuera de mi – jamás voy a tocarte, solo eres la madre de mi hijo. No te veré como amante ni aunque fueras el ultimo ser.

Por favor no me veas amor, me he convertido en un monstruo.

-¡¿Cómo puedes seguir siéndole fiel?! – El llanto, la rabia, el odio, todo mezclado en su aguda voz - ¡El te abandono! Se fue, no le importaste, no lucho por ti, siguió con su vida -  estaba desquiciada, arremetía con sus brazos contra mi - ¡En cambio yo…!

-¡No te atrevas a compararte con él! – La agarre fuerte de su brazo, sosteniéndola en lo alto – Si no fuera por ti… - una sacudida

Fuerte, fuerte… más fuerte

- Me duele Shuuichi…piensa en el bebe – como una descarga eléctrica, la solté inmediatamente. Mi lado bestial, mi lado malvado… No podía creer lo que casi acababa de hacer. Yo realmente quería… - ¿Que va a detenerte de odiarme cuando tu hijo ya no esté en mí?

Fue una pregunta que se hizo a ella misma, yo solo murmure una disculpa.

-No, perdóname tu… por todo – la voz estaba vacía  - ya no puedo seguir con esto.

La vi caminar hacia la puerta del cuarto, si ella se iba significaba que…

- No me busques… no le hare nada – al oír esto solo pude quedarme de pie mirando cómo se alejaba.

Escuche la puerta de abajo dos veces, una vez Kitajima, otra vez Keiko.

Pov Hiei

-36, 37, 38… - contar baldosas en el comedor de Genkai se había vuelto mi pasatiempo diario. Me quede entre humanos, si hubiera vuelto con mukuro la soledad me habría pasado cuenta- ¿Dónde me quede? Nh! 39, 40, 41

El recuerdo me habría matado

La corrediza se azoto, si eso fuera posible. Que escandalosa puede ser la nigen de Yusuke.

-No está, salió con el deforme – intente volver a mi actividad, pero ahora la tenia más cerca, intentando recuperar el aliento, como si hubiera corrido – genkai está en la habitación de al lado.

-Te buscaba a ti, Hiei - ¿Pero qué demo…? – Hoy lo vi.

Esas tres palabras me sacudieron el mundo, pero las siguientes lo dieron vuelta.

 -Ella se fue – el aire se volvió espeso, la mire sin comprender - ¡Kitajima lo dejo!

No debería importarme…

-¿Cómo lo sabes? – tal vez está loca solo había visto un pleito de pareja, sé que eso es normal lo que no me quita el dolor de imaginarlo – Ya deberían dejar ese asunto en paz.

- ¡Agh Hiei! Ella me lo dijo. Y me pidió que te avisara – relato una historia sobre inmobiliarias, una casa, ella, el, una pelea, esa mujer buscando redención de la única manera que sabia… y el fin de todo.

Esto no podía estar pasando, justo cuando creí que aprendería a vivir sin ti.

¡Maldita! ¡Mil veces maldita! Kitajima una vez lo había lastimado, esa mujer no podía siquiera llamarse humano, y mucho menos madre.

Sentí como si mi corazón, hubiera esperado esta señal, una excusa que me dejara volver a él.

Mirarte aunque sea una sola vez más.

Debo correr más rápido, no soporto esto.

Soy uno de los seres más veloces que existen, pero estoy seguro que estoy rompiendo cualquier límite. Realmente necesito llegar, comprobar que es verdad.

¡Maldita sea, como no sé volar!

La casa estaba a oscuras, pero lo sentí, estaba arriba. El cuerpo me tembló, ya hace tanto que no lo veo.

Al encender la luz pude verlo, estaba sentado en el piso, apoyado a una pared, pálido, delgado con sus ojos rojizos mirando hacia el techo. Como un ángel sufriendo.

¿Que te ha hecho? No, ¿qué te he hecho yo?

Ver al zorro quebrado con rastros de haber llorado, en medio de una habitación vacía. Acabo con la poca voluntad de solo verlo. Me acerque hasta quedar frente a él, quien de inmediato me miro.

-Casi pareces real – sonrió melancoholico - ¿Cuántas veces he tenido ya esta fantasía?

Me agache hasta quedar frente a frente, en su hermoso rostro se notaba todo lo que había pasado. Intento tocarme, pero se arrepintió en el acto.

-Dime que no es un sueño – ahora yo le toque ligeramente el cabello – debe serlo, porque jamás te he visto más perfecto.

-Nh… Zorro tonto – Le sonreí como solo a él lo hacía – hace meses que no me ves, y lo único que me dices es que parezco un sueño…

No pude terminar mi monologo, porque de inmediato sentí como se abalanzo sobre mí. Siempre ha sido más demostrativo que yo, y eso se noto.

Luego de besarnos con más amor que deseo, de pedir perdón, nos quedamos abrazados en el piso. Era tan irreal estar así de nuevo con él, sentir su aroma, su piel, su calor junto a mi cuerpo.

 Pero debía saber, aunque aquello no cambiara nada, si esta vez debía pelear, lo haría.

- ¿Volverá? – en realidad no era la pregunta completa pero sabía que el entendería.

-  No, esta vez lo entendió – me miro antes de continuar – No le hará nada, vi que era sincera.

Bendita la habilidad del Kitsune para leer a los nigens.

-¿Que harás? – otra de las dudas que me carcomían.

-Aun es mi bebe – Vi como su rostro se iluminaba cuando hablaba de ese ser realmente estaba ilusionado.

-Lo buscaremos – apretó mi mano y frunció el entrecejo – juntos.

-Entonces ¿Te quedaras? – cuanto le costaba aquello.

-Tonto eso no se pregunta, se sabe – además no resistiría cometer la locura de alejarme por segunda vez.

Los dos tenemos alguien por quien vivir.

 

Notas finales:

Este capitulo no esta editado estos dias lo subire mejor. Pero igual ojala les haya gustado.


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