Duele verte: capitulo dos "Mío, solo mío..."
Todos se reunieron en el salón del templo para festejar el compromiso. La mayoría de los chicos estaban algo estupefactos ya que Kurama les había contado que llevaría a su "novia", y se sorprendieron mucho mas al verla, ella era tan... tan común, sin una pizca de rareza, una muchacha de buena familia pero algo engreída. Compararla a ella con su perfecto amigo, era como comparar un diamante con un carbón, pero él era un diamante que poco a poco iba perdiendo su brillo. El complejo de la inferioridad era mutuo: a Kitajima los amigos del eran unos parásitos, y para ellos, esa mujer era una "falsa".
Además siempre habían creído un romance oculto entre el medio demonio y el zorro, un secreto a voces. Pero esta situación borraba dejaba muy pocas esperanzas de eso.
Kurama, luego de saludos y felicitaciones por su nuevo noviazgo, el cual les explico a sus más allegados era una especie de compromiso arreglado, pero no les dio detalles y ellos tampoco preguntaron.
Luego de dejar a su pareja con las chicas, busco con la mirada a su amante clandestino, y no lo vio por ningún lado. Pensó que tal vez se encontraba en la cocina, pues era el lugar más aislado, y efectivamente no se equivocaba.
Pov Hiei:
Me gire bruscamente al oír la puerta abrirse, y allí estaba él, más perfecto que nunca, tan perfecto como siempre. Sus brillantes esmeraldas mostraban una indisimulada alegría por verme, que me hizo sonrojar como un imbécil, casi sonreí. Que vergonzosamente atractivo se veía el Kitsune, el blanco le resaltaba, realmente me gustaba como se le veía, pero no iba a decírselo, aun así yo sabía que él se daba cuenta.
- Te estaba buscando Hi-chan - su maldita voz otra vez, parecía un ronroneo empalagoso, pero para nada molesto - ¿no vas a saludarme?
- ¡Nh! Te dije que no me llamaras así zorro - desvíe la mirada, sus ojos verdes me "comían", y yo lo deseaba... ¡que enfermo estoy! - ¿viniste con ella?
No pude evitar preguntárselo, pero... ¿Por qué ponía esa maldita mirada cada vez que la mencionaba? Si yo era quien sufría más, si yo era quien debía compartirlo, si yo era quien se quedaba solo durante el día, si yo era el que lo estaba perdiendo...
- Aja, pero debe irse a una reunión familiar - odiaba hablar de ella, le recordaba la estupidez que nos había arruinado - dime Hiei, hoy iras al departamento. Ayer no fuiste...
- Tuve un asunto con Mukuro - se lo conté con cierta renuencia, sabia del desprecio de Kurama por mi superiora - hoy no tengo nada importante que hacer, tal vez vaya.
- Ya veo - y si, se notaba que estaba celoso, que tonto podía llegar a ser mi youko - no me asegures nada, tal vez tengas otro "asunto" hoy.
- Nh, no seas paranoico Kitsune - me daba bronca que él pudiera ser tan posesivo cuando yo no podía serlo con el - No quiero nada con Mukuro.
- ¡Pero ella sí! - levanto la voz indignado, y me saco de mis cabales.
- ¡Demonios Kurama! Tú no puedes hacer una escena de celos cuando ya estas con otra, no tienes derecho... yo puedo hacer lo que quiera - y con esas palabras lo herí, vi su rostro crispado por el dolor, y enseguida me arrepentí - yo lo...
- No te disculpes, tienes razón - su voz sonaba dolida, era tan sentimental mi zorro, y eso solo me hacia quererlo más - pero si pudiera retroceder el tiempo serias tu, únicamente tu... Hiei yo...
Pero antes de terminar su dulce confesión, la puerta de la cocina se abrió, mataría a quien nos había interrumpido. No pude, era Kitajima.
Nos miro confundida desde la entrada, y comprendí la situación. Yo estaba sentado en la mesada, y Kurama de pie frente a mí, con sus manos a ambos lados de mi cuerpo, nos encontrábamos demasiado cerca.
A pesar de todo ella recompuso su rostro y se acerco alegremente hacia nosotros. Y beso ruidosamente a Kurama en la mejilla.
A mí ni siquiera me miro.
-¿Qué haces Shu-chan? ¿Extrañándome? - el Kitsune la aparto un poco, si no fuera mujer la hubiera quemado.
-Te dije que no me llamaras así - la muchacha hizo un mohín, y me jure no volver a contestarle así a mi amante, sonaba demasiado frio.
-No te enojes Suichi - era tan jodidamente cargosa, lo abrazo estrechamente, y sentí que explotaría el templo en llamas para que su muerte pareciera un accidente - solo quería avisarte que ya me voy ¿seguro que no quieres venir Darling?
- Ya te dije que no puedo Kitajima - era extraño ver a Kurama tan frio, siempre se ponía su máscara de amabilidad con todos - hoy tengo un "asunto" son Hiei.
Resople ante aquel doble sentido, ella me fulmino con la mirada, y yo hice lo mismo... me da la impresión de que ella ya se ha dado cuenta de nuestro secreto, o lo sospecha pero...
- Bueno entonces los dejo - beso en la mejilla a Kurama - no te olvides que mañana debemos ir al bautismo de kari, pasa a buscarme por el médico... adiós!
Pov general
Kurama y Hiei no hablaron mucho más, cuando se quedaron solos. Y al rato regresaron a la "fiesta", aunque parecía lo mismo que hacían todos los domingos: una juntada entre amigos.
En el sofá, dando un espectáculo de besos se encontraban Botan y Koenma.
Yusuke y Keiko discutían, porque a la joven no le gustaba que su prometido bebiera tanto, y él le contestaba groseramente, como siempre.
En cuanto a Yukina y kuwabara, ambos se encontraban bailando y conversando un poco, la música era lenta y baja.
-Lástima que Hiei no trajo pareja - comento la demonio.
-¿Y qué crees que es Kurama? ¿Un guardaespaldas? - bromeo kuwabara, y todos rieron ruidosamente. Hiei gruño, pero las burlas no se detuvieron - Me da miedo pensar esos dos cuando están solos - cambio la voz imitando la de los aludidos - Nh Kurama quieres ser mi novio?grrr claro que no puedes negarte o te calcinare... por supuesto Hiei, si eres el enanito más lindo y gruñón en el mundo!
-¡¡Cállate idiota!! Si no quieres que te mate ahora mismo- bramo Hiei, pero todos rieron a carcajadas.
- jajaja...lo máximo que podrías hacer seria morderme los talones E-N-A-N-O - pronuncio kuwabara como sino apreciara su vida... el Koorime estaba listo para desenvainar su katana pero Yusuke lo detuvo,no quería que alguien terminara lastimado, aun así no evito las miles de agresiones verbales que se dieron.
Cuando la reunión termino todos se despidieron de la feliz nueva pareja. Kurama y Hiei aparentaban irse por separado, pero sabían que en la esquina estarían juntos y su grupo lo sospechaba.
A pesar de toda pasaron un momento perfecto como la calma que antecede la tormenta.