Un nuevo día comenzaba en Hogwarts y con el despertaban nuestros cuatro protagonistas con los músculos entumecidos por dormir en el piso de las heladas mazmorras. Mas allá de las escasas ganas de los ocupantes del castillo de comenzar un nuevo año, este no esperaba, y como Dumbledore había dicho en su discurso ayer, mas allá de todo la vida debía continuar, cumplir su ciclo. Y con ello nuestros protagonistas refunfuñando se ponían las ropas adecuadas para la maldita rueda de prensa de ese día para los “héroes” de la guerra. Genial! Otro lugar donde tendrían que fingir la dicha de al fin estar en paz, la felicidad de reiniciar el año escolar.
Harry pov.
Me encontraba sentado en la mesa, a mi lado derecho Dumbledore, a mi izquierda Remus, quien sostenía mi mano sobre mi pierna por debajo de la mesa con la intención de darme un poco de apoyo lo que no pude mas que agradecerle con un titubeante sonrisa, al otro lado de Remus se encontraban Snape y Malfoy. Claro las malditas condecoraciones de la guerra, Snape y Malfoy las habían recibido por sus labores de espía, y su fantástica labor en la batalla final, entre otras cosas el acabar de una vez con Bellatrix la en ese momento mano derecha de Voldemort, todavía no podía creer que Malfoy hubiera peleado a mi lado la batalla final, pero era así yo mismo lo había visto acabar con cuanto mortifago se cruzaba en su camino defiendo mi espalda mientras enfrentaba a Voldemort. Remus tenía también la orden de Merlín por su aporte para la causa inmiscuyéndose entre los licanos para evitar su unión al señor tenebroso arriesgando su vida, y por salvar a Harry en la batalla final. Ellos cuatro eran los héroes favoritos de la guerra, un lugar que estaba seguro no solo el habría cedido con gusto.
Dumbledore a mi lado me pedía calma y me aseguraba que duraría poco, pero que era algo que debía conceder, el ministerio obligaba estas ruedas de prensa cada pocos días para mantener arriba los ánimos de la gente después de todas las perdidas que habían sufrido. Pocos minutos después me vi cegado por los flashes de las cámaras obligado a mantener la sonrisa.
Señor Potter, como se encuentra la señorita Granger?- le pregunto una reportera delante suyo mirándolo con una sonrisa, si tan solo supiera.
Hermione se encuentra bien, por suerte esta evolucionando como se esperaba y esperamos en breve tenerla de nuevo aquí, todos la extrañamos muchos- dije con mi acostumbrada falsa alegría para estas ocasiones, Hemione tenia todas las condecoraciones no solo por su labor en la guerra y todas sus investigaciones sin las cuales vencer al bando oscuro no habría sido posible sino por su valentía al no revelar su paradero. Se había convertido en una figura muy querida para la prensa y la gente, el icono de ahora que había caído el bando oscuro de la inteligencia poder y fidelidad de una esplendida hechicera hija de muggles, por lo tanto su estado real era ocultado a los periodistas diciendo que estaba bien cuando en realidad no sabían si volvería a despertar, y a el se le partía el corazón al saber esa verdad hubiese querido tanto creer la dicha.
Señor Lupin como lleva su vuelta Hogwarts como un héroe reconocido de la guerra ahora? Y la perdida de su mejor amigo el ahora condecorada Sirius Black?- pregunto a lo lejos otro reportero
Lupin ensombreció su mirada ante esa pregunta, todos los presentes en ese mesa sabían lo duro que era para Remus la perdida de Sirius eran de los pocos que conocían su verdadera relación. Fue su turno ahora el de apretar la mano de Remus por debajo de la mesa para darle ánimos, pero para sorpresa de todos los presentas no fue su voz la que respondió esa pregunta.
Estoy seguro de que el profesor Lupin se encuentra feliz de estar en el castillo de vuelta a uno de los lugares de donde puedo asegurar conserva sus mejores recuerdos. Y el tenerlo como profesor aquí es una gran alegría para todos ya que tiene una capacidad innata para la materia en la cual enseña. En cuanto a la perdida de Black estoy seguro que esa pregunta no necesita una respuesta todos lamentamos su perdida, era una gran persona fiel a su causa y por fin se le dio el reconocimiento que merecía.- la voz que había dicho eso para su sorpresa era la de Snape, a quien Remus luego de recuperarse de la sorpresa le dirigió una agradecida sonrisa y murmuro por lo bajo un gracias Severus.
Señor Malfoy como lleva el comienzo de su nuevo año escolar después de la perdida de sus padres? Quien es su tutor ahora?- se apresuro a preguntar nuevamente la reportera que había preguntado a Harry en un comienzo. Y Harry sintió pena real por el, Malfoy también estaba solo ahora, todos ellos lo estaban, eso era lo que habían recibido como premio por ser los malditos héroes de la guerra.Mis padres siempre estarán conmigo y se que estarían felices al ver al mundo mágico al fin en paz.
Mi tutor ahora es mi padrino Severus a quien no puedo más que agradecer por acompañarme desde que tengo uso de razón.- respondió el rubio con su característica mascara fría, pero yo que lo conocía mas que muchos de los presentes al ser su enemigo jurado durante años lo había observado y sabia reconocer sus gestos y sus tonos de vos me asombre al notar la profunda agonía que denotaban sus palabras al hablar de sus padres, nadie sabia como había muerto Lucius Malfoy, con saber lo de Narcisa les bastaba, y mas se asombro al percibir un dejo de calidez en sus palabras hacia Sanpe.
Y así siguieron sucediéndose las preguntas una tras otra hasta que al fin pude salir de ese maldito lugar. Me apresure hacia el exterior del castillo sin dar la vuelta a ver al director que me llamaba. Era mi primer día de clases pero solo tenia una hoy a la cual no pensaba asistir, había otro lugar donde yo debía de estar asique al traspasar la línea de las protecciones del castillo me desaparecí para parecer como todos los días dentro de hall de San Mungo y dirigirme al ultimo piso, la ultima habitación.
Sentía mi corazón desgarrarse cada vez que entraba y la veía así, pero no podía dejarla sola. Su cuerpo se recuperaba poco a poco aunque aun podían apreciarse los cortes en su cara muy visibles en blanca piel, y las vendas por todo el cuerpo. Pero no daba señales de ir a despertar su magia estaba desestabilizada. Me senté a su lado y le conté las noticias del día, como iban las cosas, y cuanto me hacia falta, a Hemione nunca le había gustado estar desinformada asique nunca faltaba a contarle a nada, aunque no podía estar seguro de que me escuchara, su magia se clamaba un poco mientras yo le hablaba. Coloque mis manos en su mejillas cerré los ojos y acompase mi respiración. Y comencé a liberarme de mi magia, todos los días le pasaba magia con la esperanza de que consiguiera la necesaria para recuperarse a fin, a pesar de que me dijeran que no lo hiciera que luego quedaba demasiado débil, mi magia era fuerte y pronto se recuperaba, pero a ella solo parecía curarle mas rápido las heridas, pero nada mas. Hermione no despertaba... y yo comenzaba a temer que nunca lo haría.
Exhausto llegue al castillo y me fui directo a mis habitaciones, era ya entrada la noche y de seguro los demás ya estarían durmiendo, pero me equivoque, al llegar mi habitación vi a Remus sentado en mi cama mirando fijamente la puerta como si quisiera traspasarla con la mirada. Al verme se levanto inmediatamente y me apretujo entre sus brazos fuertemente, últimamente eso era lo único que conseguía mantenerme tranquilo, el único lugar donde me sentía en casa.
Harry! Por dios! Donde te habías metido!? Tienes una idea de la hora que es!?- farfullo preocupado mientras me abrazaba y luego me revisaba en busca de alguna herida, a lo que yo solo le sonreí amablemente mientras finas lagrimas seguían escapando de mis ojos, me sonrió de vuelta para luego decirme mas suavemente- Estaba preocupado por ti cachorro.. No vuelvas a desaparecerte así sin avisarme...
Lo siento Remus... yo... necesitaba salir de aquí... solo fui a ver a Hermione. Me quede con ella todo el día- dije mientras el gentilmente me dirigía hasta mi cama con un brazo sobre mis hombros y yo me dejaba hacer sin fuerzas para protestar
.Lo imagine... como esta...?- me pregunto dubitativo mientras me cobijaba ya en mi cama después de ponerme el pijama con un simple pase de varita y se recostaba a mi lado.
Igual.. No hay señales de que despierte.. No soporto verla así por mi culpa Remus, y maldita sea! No puedo hacer nada! Mi magia no sirve!- estalle nuevamente en sollozos y todo a nuestro alrededor a excepción de la cama estallo, mire asustado a Remus pero el estaba intacto, ni un rasguño, no entendía muy bien porque mi magia nunca lo hería a el, cuando eso pasaba estuviera con el que estuviera terminaba herido, hasta Dumbledore había recibido múltiples cortes, pero Remus nunca lo hacia. Tal vez mi magia lo reconocía… mientras las cosas seguían vibrando a mi alrededor Remus solo me abrazo. Mi respiración se fue acompasando y sentí como mi magia poco a poco volvía a mí. Le mire agradecido.
Ella va a estar bien Harry.. Hermione es fuerte, mas fuerte de lo que cualquiera de nosotros hubiese podido imaginar, y casi tan terca como tu- sonreí ante eso mientras me refugiaba en sus brazos que me recibieron llenándome de ese tibio calor con olor a chocolate que solo Remus tenia.
Gracias... tu como estas Rems..?- le pregunte dubitativo, sabia que a el no le gustaba hablar de su vida privada, le dolía demasiado podía ver la sombra que nublaba sus dorados ojos cada que alguien lo mencionaba.
Bien Harry.. Tú no debes preocuparte. Yo soy el adulto aquí mi niño, y conmigo puedes actuar como tal, no m importa que para el mundo afuera seas el niño-que-vivió, o ahora el niño-que-venció...- me dijo dulcemente recostándome en mi almohada, y levantándose- para mi tu eres mi niño y te cuidare como tal. Ahora duerme pequeño, mañana va a ser un largo día, después de clases iremos a visitar a Mione.- y vi como se alejaba hacia la puerta y no pude evitar sentir el frio y el miedo..
Remus..- dije tímidamente, y el se giro hacia mi ya con la mano sobre el picaporte- te... te quedarías conmigo hasta que me duerma?.. No quiero estar solo...
Claro cachorro- me dijo sonriéndome dulcemente y recostándose a mi lado, recosté mi cabeza sobre su pecho y una vez que sentí el calor invadirme nuevamente me rendí al sueño mientras la habitación era arreglada nuevamente con un pase de varita de Remus.