Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SI ME QUIERES...DILO por rukia_ichigo

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hello! WOW mil gracias por los reviews no esperaba tantos XD y por esa razón sentí la necesidad de recompensarles por la espera. Espero y les guste la continuación lemon n_n

-Si me quieres… -decía el rubio tomando por la barbilla al menor aproximándose de nuevo a sus labios, Sena automáticamente cerró los ojos a la espera del beso que no llegó más al contrario sintió los cálidos labios delgados del Quaterback sobre su frente. –DILO. –su rostro era diferente pues tenía un semblante demasiado serio, un leve rubor nunca antes visto sobre sus mejillas pálidas y una mirada firme con un hermoso brillo lujurioso que consiguió estremecer el alma del pequeño.


-Yo a Hiruma-san… Lo amo. –no supo porque pero con temor sus manos pequeñas sujetaban el rostro del rubio para obligarle a mirarle a los ojos y al mismo tiempo para que no se apartara de su lado.


 


Hiruma sonrió maliciosamente, Sena de inmediato sintió que se iba a arrepentir de sus palabras, entonces fue tomado esta vez por la nuca para plantarle un ardiente beso mientras lo obligaba a ponerse de pie y ya por la diferencia de altura lo levantaba por la cintura para sentarlo sobre uno de los pupitres del salón, abriéndose espacio entre las pequeñas piernas.


 


Una vez más la falta de aire los obligo a separarse, los ojos grandes de color avellana brillaban lujuriosos, un fuerte rubor sobre sus mejillas, jadeando para meter el aire en sus pulmones.


 


-Hiruma-san… -dijo entrecortadamente hundiendo sus dedos en el cabello rubio, disfrutando de lo sedoso que era tal como se lo había imaginado en sueños.


-Kuso Chibi… -respondió aproximando peligrosamente sus labios para solo rozar los del menor; introdujo sus manos debajo de la camisa pellizcando los endurecidos pezones rozados, mientras con ayuda de su boca le quitaba la molesta corbata.


-Ha… Hi-ru-ma-san… -suspiro aferrándose a los hombros del rubio y enredando sus piernas en las caderas de este para que sorpresivamente sus erecciones rozaran entre sí. -¡Ha! –las caderas de Sena se mecían junto con las de Hiruma rozando de forma tortuosa sobre sus ropas.


 


Las manos pasaron de pellizcar a masajear, su boca ahora iba desabotonando con ayuda de sus dientes la molesta camisa; al tener descubierto el torso del menor hundió su nariz percibiendo el aroma que despedía el castaño antes de saborear la tersa piel, jugando con su lengua haciendo un húmedo camino desde el lóbulo de su oreja que mordió suavemente para seguir bajando hasta llegar a los rozados pezones. Sus manos no estaban quietas ya iban quitando el cinturón.


 


-Ha… Hmmm… Ha… Hiruma… San… -dijo en suspiros, con leves jadeos y gemido;  retorcíendose de placer, pues jamás pensó que pudiera sentirse tan excitado, avergonzado y ansioso por sentir más… Pero no solo él deseaba disfrutar de las atenciones del rubio sino también deseaba darle placer. -¡Ha! –gimió sorprendido al sentir como era despojado de sus pantalones y ropa interior, sus ojos de inmediato se fijaron en los verde esmeralda del rubio que sujeto del mentón como si adivinara los pensamientos del castaño.


-Ahora que estás semi desnudo, desvísteme tú a mí. Kuso chibi… -ser amable realmente no era lo suyo, pero ¿Cómo podría negarse a esa cara que ponía el chibi ecchi?


-H-hai Hiruma-san… -afirmó sentándose sobre el pupitre algo apenado tratando de ocultar la erección entre sus piernas.


 


Con sus manitos temblorosas sujeto el jersey que fue subiendo de a poco, aquella pálida piel era tan suave al tacto que no se resistió y comenzó a regar besos en el abdomen bien formado del mayor, subiendo lentamente atreviéndose a lamer degustando, besando y al llegar a los pezones se detuvo recordando las atenciones que Hiruma le dedicó a los suyos y los pellizco, saboreo y mordisqueo suavemente provocando suaves gemidos de los delgados labios del Quaterback.


 


-Date prisa Kuso chibi… -decía en un suave murmullo, sus mejillas estaban ruborizadas y su respiración entrecortada por causa de las acciones del pequeño, halando un poco de los cabellos castaños hacía atrás fijo su mirada esmeralda en la avellana. Decidido el mismo se deshizo del molestó jersey que traía puesto antes de desabrocharse el cinturón siendo detenido por un par de pequeñas manos.


-Yo lo hago… Hiruma-san… Por favor… -dijo Sena quitando el cinturon dejandolo caer al piso junto al suyo, luego bajando la cremallera al notar la latente erección no pudo evitar ruborizarse más si eso cabía.


 


No quiso hacer esperar demasiado a Hiruma y sacándolo ya fuera de los apretados boxers se quedó admirando aquel miembro que estaba goteando un pre semen, Sena bajo de la mesa inclinándose mientras tomaba con sus manos masajeando la erección, lamiendo la punta saboreando el líquido para ir metiéndolo de a poco.


 


-Ha… -Hiruma gimió al sentir esas pequeñas manos y la lengua juguetona rodeando la cabeza de su pene antes de introducirlo en la calidez y humedad de esa boca, devorando cada vez más y más por completó su miembro.


 


Sus caderas se empezaron a mover, y sus manos se posaron sobre la cabeza castaña indicándole el ritmo de la felaciones que deseaba sentir, Sena simplemente complacía al rubio sintiendo que él mismo ya estaba a su límite.


Entonces Hiruma lo apartó corriéndose y salpicando el rostro del menor, Sena estaba agitado, excitado y con los ojos avellanas entrecerrados demostrando una sensualidad que volvió a excitar al rubio, tomándole por la cintura lo sentó sobre el pupitre besándole mientras saboreaba su propia semilla.


El pequeño cuerpo se estremeció al sentir como el rubio subió sobre su hombro una de sus piernas, la otra mano sujetaba masajeando de arriba hacía abajo la erección del menor y la erección del rubio rozaba su entrada lubricándola con el semen que quedaba impregnado.


 


Los gemidos del castaño eran casi silenciados a causa del profundo beso del rubio, que no dejaba de mover sus caderas rozando entre sus nalgas, continuaba masajeando la erección con una mano y con la otra se hacía cargo de los pezones. Sus pulmones una vez más se quejaban por la falta de oxigeno, al separarse un hilo transparente de saliva unía sus bocas y un poco de ella caía de la comisura del labio del menor.


 


-Hiruma…San…Ha, esto… Se siente… Bien… Ha… -comenzó a gemir al sentir aquella mano sobre su erección y la dureza del miembro del rubio entre sus nalgas lubricando un poco su entrada.


 


Hiruma disfrutaba del calor del pequeño cuerpo, la suavidad de esa piel ligeramente bronceada, el rubor en sus mejillas, los ojos brillantes llenos de lujuria, pasión y amor… Era increíble no podía seguir esperando, así que tomando a Sena por la cintura lo levantó para sentarlo sobre su regazo devorando el cuello delgado, marcando con suaves mordidas aquella delgada piel, sus dedos largos se introdujeron en la boca del menor dándole a entender lo que debía hacer y sin más empezó a lamerlo lubricándolos con su saliva.


 


-Suficiente Kuso chibi, es hora. –le dijo susurrando al oído del castaño, este se estremeció al sentir el calido aliento contra su oreja.


-S-si… -respondió, antes de ser invadido por la punzada dolorosa del primer largo dedo dentro suyo. –Ah… Duele… -se abrazó al pecho del rubio cerrando fuertemente los ojos dejando escapar un par de cristalinas lagrimas que rodaron sobre sus ruborizadas mejillas, Hiruma frunció un poco el ceño al ver esto.


-Aún falta. –susurro nuevamente al oído del pequeño, su brazo libre le sujetaba por la cintura pero lo soltó un instante. –Sujétate fuerte Kuso Chibi. –le hizo pasar uno de sus brazos alrededor de su cuello y Sena hizo casó aferrándose al cuello del rubio quién sonrió al ver como se estremecía al sentir un dedo más con movimientos de dentro hacía afuera, moviéndose en círculos antes de meter un tercero.


 


La espalda del castaño se enarcó hacía atrás sin soltar el abrazo. Hiruma aprovecho aquella acción para tomar sus erecciones y rozarlas.


 


-¡HA! Ha… Hmm… -se olvidó por completo de de la invasión de los dedos que continuaban lubricando y ampliando su entrada, la boca del rubio cubrió la del castaño en un beso pasional moviendo las caderas rozando cada vez más y más sus erecciones entre sí. -¡HA…ME VENGO HIRUMA-SAN! –en un grito lleno de placer su semilla salpicó sus vientres, sus pequeños brazos se aferraron más al cuello del rubio mientras intentaba calmar su respiración, pero Hiruma no le dio tiempo a nada.


 


Colocó a Sena de espaldas sobre la mesa y lo penetró de una sola embestida, un fuerte gritó que fue silenciado por los labios hambrientos de Hiruma.


El pequeño fue cerrando los ojos lentamente, cuando se partió el beso sus manos sujetaban las muñecas del rubio que se apoyaban a los costados de su cabeza, este no se movió ni un poco, a modo de disculparse besó los ojos fuertemente cerrados cuyas espesas pestañas de color castaño estaban impregnados en cristalinas lágrimas que iban bajando sobre el rubor brillante de esas mejillas.


 


-Hiruma-san… -le llamó, abriendo un poco los avellanados ojos encontrándose con los verde esmeralda del rubio. Sonrió dulcemente moviendo sus caderas. –Muévete… Por favor… -gimió al sentir dolor al moverse solo, tal vez sí el rubio se movía el dolor pasaría pronto.


-T’ch… -hizo una pequeña mueca molesta antes de empezar a embestir, entrando y saliendo lentamente hasta que el ritmo de las embestidas eran más rápidas tocando justo en un punto muy sensible en el interior de Sena.


-¡HAAA…! Ha… -al sentir la descarga de placer dejó escapar un fuerte gemido antes de ponerse a jadear estremeciéndose de pies a cabeza.


-Hmmm… -tratando de ocultar sus propios gemidos de placer, Hiruma continuaba embistiendo al menor esta vez levantó ambas piernas osbre sus hombros para que la penetración fuera mucho más profunda.


 


Ambos gimieron con fuerza, con cada embestida parecía que se les iba la vida. Continuaron así hasta que el climax se encontraba cerca…


 


-¡HAAAA…YOUICHI-SAN…ME VENGOOOO…¡ -sus pequeños brazos rodearon el cuello del rubio atrayendolo en busca de un beso.


-¡HAAA…SENA…¡ -de su olvidada boca correspondió a los gritos y gemidos del castaño, antes de besarse una vez más enredando sus lenguas.


 


Las mebestidas finales llegaron corriendose primero Sena salpicando de nuevo sus vientres, antes de que el rubio lo llenara.


 


Permanecieron absortos en el profundo beso, al separarse sus agitadas respiraciones buscaban la forma de tranquilizarse. Los brazos de Sena continuaban alrededor del cuello de Hiruma, este a su vez no salía del interior del menor y sin saber en que momento lo mantenía entre sus brazos. Cuando sus respiraciones se tranquilizaron lo suficiente, el primero en moverse fue el rubio que salía ya ocmpletamente del interior del pequeño iba a liberarlo del abrazo pero…


 


-Estemos así un poco más…Hiruma-san por favor… Solo un poco más… -musito con un tono de suplica que inmovilizó al mayor, cuyos ojos esmeraldas se encontraron con los vidriosos ojos avellanas.


-¿Qué tienes kuso chibi? No me digas que te arrepientes de lo que pasó. –lo dijo con un tono molesto pero es que en verdad la idea le dolía, y no quería admitirlo abiertamente.


-¡NO! Claro que no me arrepiento… Es solo que… ¿Hiruma-san no se arrepiente de esto que siento? –dijo de inmediato asustado negando con la cabeza antes de entristecer ante la idea de que para el quaterback fuera algo sin mucha importancia.


-KEKEKEKEKE… -se puso a reír, ambos estaban pensando lo mismo y para su gran alivio ninguno de los dos estaba nada arrepentido por lo ocurrido y lo confesado esa noche.


-¿Hiruma-san? –pregunto con un tono de reproche pues temia que el rubio se estuviese burlando por la pregunta que le había echo.


 


En lugar de responder lo levantó entre sus brazos, besandole suavemente los labios y su frente que tenía algunos cabellos pegados por el sudor.


 


-Kuso chibi, deja de decir tonterías. KEKEKEKE será mejor ir a las duchas. –sus blancos dientes se mostraban de nuevo en esa caracteristica sonrisa maligna que nunca presagiaba nada bueno.


-H-hai… -respondió algo temeroso de lo que vendría después, puso un momento los ojos en blanco antes de ruborizarse por completo ya que debían ir a la ducha juntos.


 


Cuando Hiruma se iba dirigiendo a la puerta, Sena al verse desnudo…


 


-¡HIIIII…Hiruma-san! ¡No podemos ir desnudos! ¿Qué dirán todos? –se quejó retorciendose entre los brazos del quaterback.


-KEKEKEKE será mejor que dejes de moverte demasiado Kuso chibi, o te lanzaré por la ventana. –esta su tono de amenaza fue enfatizado con un toque de diversión, y es que la idea de ir a las duchas al club era realmente estúpida.


-¡GOMEN, GOMEN NASAI! Pero… Si vamos allá… -primero se disculpo antes de tratar de hacer entrar en razón al rubio cuya cara ya era de total molestía pues tenía sus metralletas en ambas manos y empezó a disparar mientras hablaba.


-¡KUSO CHIBI BAKA! ¡¿Cómo crees que voy a ir contigo allá abajo?! ¡Vamos a tomar una ducha cerca de las duchas de natación! ¡BAKA! –al dejar de disparar dejó de quejarse en voz alta, pues el pequeño castaño a veces era demasiado tonto.


-¡HIIIIII…GOMEN NASAI, GOMEN NASAI, GOMEN NASAI! ¡HIIIIIII! –tratando de ocultarse de los disparos, tomando su chaqueta y camisa para cubrirse el desnudo cuerpo. Al escuchar las últimas palabras se sintió un verdadero tonto.


-T’ch bien, ponte algo de ropa. –guardo sus metralletas, para dirigirse junto a Sena que comenzaba a vestirse.


 


Hubo un pequeño silencio mientras se vestían, Hiruma acabo primero disfrutando del espectaculo de un avergonzado Sena cuya nerviosa cara divertía y excitaba al otro.


 


-Date prisa. –sugirió pasando por su lado, Sena se ruborizó ante aquel brillo en los ojos esmeraldas.


-Hai. –sonrió ampliamente antes de ir tras de él, no importaban los demás. Entonces tomó clara conciencia de que se había olvidado de los otros preguntandose que es lo que estos hacían pero…Las voces de Joumonji, Kuroki y Togano le llegaron a los oídos de forma algo desafinada cantando.


-Fue buena idea poner el karaoke. KEKEKEKE. –rió girando un poco la cabeza para mirar al menor que se ruborizo por completo al darse cuenta de que tal vez el champagne, la fiesta de celebración y todo lo que había ocurrido hasta ahora estaba claramente planeado por el quaterback.


-…Hiruma-san… -susurró poniendo los ojos en blanco pero con el rostro ruborizado, en el fondo daba las gracias de que él rubio supiera lo que sentía por él, y al mismo tiempo agradecía el que fuera correspondido.


 


 


CLUB FUTBOL AMERICANO…


 


-¡MUKYA! Luego me toca a mí. Cantare al MAX para Mamori-san. –decía Monta mirando a la joven quién sonrió amablemente.


-G-gracias Monta-kun. –miraba de vez en cuando por la puerta, ya habían pasado casi dos horas desde que Hiruma se había llevado a Sena. Puso una cara algo molesta y sin más se iba a la puerta cuando la mano de Musashi la detuvo. -¿Musashi-kun?


-No te preocupes, estan bien. El Kuso Akuma debe estar planeando la estrategía a seguir con Sena-kun, no te preocupes Anezaki. –le dijo sonriendole de forma amable, ella se tranquilizó un poco ante aquellas palabras y volvía junto a los demás.


-¿En verdad crees que sea bueno dejarlos así? Tengo miedo de que Hiruma este torturando a Sena-kun. –decía un nervioso Kurita que tenía unos pasteles en su plato.


-Esta bien, te aseguro que estan muy bien. –afirmó ampliando su sonrisa, pues sabía que ese par estaba disfrutando de la noche ya que ambos estaban verdaderamente enamorados el uno del otro.


-Bueno, si tú lo dices Musashi. –dijo Kurita sonriendo más alegre.


-Muy bien, que siga la fiesta. –animó Musashi dejando a los presentes algo sorprendidos porque comunmente él era el más serio del grupo.


-¡YAA…VIVA DEIMON! –animó también Suzuna levantando en alto sus brazos.


 


La fiesta continuó, mientras las cosas en las duchas volvían a empezar de cero…


 


 


 


 


 


 


FIN!!!

Notas finales: MUCHOS BESOS A TODAS Y GRACIAS POR ESPERAR EL FIC, SIENTO HABER TARDADO TANTO PERO EL TRABAJO, EL TRABAJOOOOOO!!!

BESOS BESOS BYE BYE!!!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).