Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vendajes blancos y rojo sangre por Kai_Marionettenspieler

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que lo disfruten tanto o aun más que yo, sé que no he terminado Wilson's disease pero mi creatividad se fue, así que aproveche mi momento de lucidez para escribir esto.

Vendajes blancos y rojo sangre

 

Vaya… como le dolía la cabeza ¿Dónde estaba? No tenía ni la más remota idea, trato de tocar su rostro pero no pudo, algo se lo impedía ¿cadenas? No ¿correas? Sí, eso era. Abrió los ojos pero no sirvió de mucho, sea donde sea que se encontrase estaba oscuro. Intento mover sus brazos de nuevo y escucho un ruido que su pervertida mente interpreto de forma inmediata imaginándose a si mismo sujeto a los barrotes de una estéril cama y efectivamente: tenía razón “Naturalmente” pensó sin un poco de humildad, como si la tuviera.

 

Los ruidos lentos de pasos se acercaban poco a poco, provenientes de un pasillo cercano, eran de hombre sin duda alguna, tanto tiempo de analizar a la sociedad le daba ciertas habilidades… de pronto el sonido cesó, y la puerta se deslizo mientras dejaba entrar una intensa luz, está a su vez revelo la apariencia de la habitación… y la de su captor.

 

-          Vaya House, hasta que despiertas.

 

-          ¿Qué demonios quieres, Wilson?- soltó cortante

 

-          A ti.

 

Esa respuesta sí que lo sorprendió, más aún que el hecho de la situación en la que se encontraba. De pronto fue consciente de todo a su alrededor, se encontraba en un cuarto de mala muerte sobre una cama vieja aunque extrañamente confortable, miro sus muñecas y estaban sujetas a una especie de cinturón para sadomasoquismo, también una de sus piernas estaba sujeta, en cambio, la que le dolía no tenía nada. Observándose un poco más noto que lo que portaba no era exactamente ropa, sino toda clase de vendajes mal puestos (que dejaban ver algo de su piel) y nada más. Miro a Wilson con desprecio, pero en vez de parecer una momia llena de un rencor milenario, tenía un aspecto de lo mas seductor, con las vendas deslizándose y sus ojos azules terriblemente serios.

 

Su captor se acerco sonriendo maliciosamente. Vestía un traje elegante y varonil, completamente negro (incluyendo la corbata), con el cabello peinado hacia atrás y una mirada obnubilada por el deseo.

 

-          ¿Quién lo diría? Tu gemelo malvado ha venido a por mí.

 

-          Je- susurro en su oído, agachándose sólo un poco sin tocar ni a House ni a la cama-Romperé el concepto que tienes sobre ti mismo y aplastaré tu moral mórbida para moldearla a mi parecer.- Lo sujeto fuerte del cabello y acerco sus labios a los de él lascivamente- Me he cansado House, y mucho. Has probado mis límites infinidad de veces, así que ahora es mi turno de probarte a ti.

 

Jaló aun más fuerte el cabello y lo obligo a besarlo de forma agresiva, el mayor resistía como podía, tiraba de las correas no importándole que se lastimara, pero no podía perder el contacto porque se sentía drogado ¿Qué era lo que le había dado? Entre las nauseas y el deseo de quedarse dormido, lo mordió fugazmente.

 

-          ¡¡AHH!!- reacciono alejándose un poco y tocándose el labio- ¡Me has sangrado!-su expresión de disgusto no duro mucho- Es tiempo de domarte…

 

De una mesita cercana, llena de objetos sexuales diversos, tomo un lubricante rojo intenso y quitando la tapa lo sujeto sobre House, oprimió el envase para que la sustancia saliera tranquilamente, ensuciando a su presa por todas partes las gotas rojas de derretían con su calor corporal, después de eso una extraña tibieza ocupaba el frío anterior…

 

-          ¿Un lubricante térmico rojo? Definitivamente eres un médico enfermo- dijo el mayor con toda la intención de herir, porque esas palabras de apariencia tan simple ocultaban muchos significados, donde cada uno de ellos era entendido a la perfección por Wilson.

 

En silencio y aun sin tocarlo, derramo una gran cantidad en su miembro la cual se deslizaba lentamente, curveando toda su anatomía hasta quedar entre la sabana y fundirse con la tela. El cambio de temperaturas y la textura del líquido recorriéndolo excito a House, él cual se ruborizo no de vergüenza sino de furia e impotencia por la condición en la que se encontraba, por no poder ser capaz de controlar sus traicioneras sensaciones ¿Y por qué negarlo? La visión de verse a sí mismo aparentemente herido y lleno de sangre lo emocionaba. Y mientras más se imaginaba a si mismo su miembro reaccionaba con más ímpetu, hasta que estuvo completamente erecto.

 

Wilson sonrió ante el hecho de forma siniestra, así que decidió atormentarlo hasta que le rogara que lo hiciera suyo, que se doblegará y que lo obedeciera, en resumen: que cambiaran los papeles. Se acerco a la erección y soplo dulcemente, causando un rubor y un enojo aun mayor en el otro… y después una patada en su cabeza, había olvidado que no le amarró una pierna.

 

-          ¡¿Pero qué te pasa?!- grito el hombre elegante retirándose bruscamente

 

-          ¡Pues que te pasa a ti, imbécil! Haciéndome todas estas cosas raras, se que todo mundo tiene sus parafilias (más yo, pensó) pero jamás creí que fueras un maldito homosexual frustrado sexualmen… ¡mmh!

 

No pudo terminar su frase porque fue amordazado con violencia, el porte y la gracia sádica de Wilson fueron lanzadas por la borda en un acto suicida, porque oír esas palabras de la persona culpable de todo lo que pasaba por su mente desde hace años, del culpable de sus noches de insomnio y sus días de ansiedad, del culpable de la forzada situación en la que se encontraba ¡Osaba decir esa clase de cosas! Definitivamente, le enseñaría una lección a ese engreído, egomaniaco, trastornado, cruel, nihilista, arruina-vidas… mejor seguir con su plan malévolo antes de matarlo en vez de  poseerlo.

 

Tomo la pierna mala y la apretó con fuerza, acto seguido el ojiazul trato de alejarse a causa del dolor, sin resultado. Su grito fue ahogado por la tela que oprimía su boca. Así pasaron varias veces hasta que su captor comenzó a masturbarlo. Sonidos sin sentido se escuchaban, los cuales podrían ser una ensalada de groserías, insultos sobre elaborados y gemidos de placer.

 

James ya no podía más, tener ese pantalón caro y apretado había sido muy molesto desde hace tiempo, así que se desabrocho lo suficiente para liberarse y acercarse a su deseo final.

 

La cara de Gregory era un poema de comedia y angustia ¿Este loco iba a penetrarlo? Pero que pregunta tan estúpida ¡Obvio que iba a hacerlo! ¡Sino por qué demonios se encontraba ahí!, el hilo de sus pensamientos se perdió gracias a la fuerza bruta ejercida en su pierna seguida de la introducción de un pene a su ser ¡Maldito Wilson!-pensó, ya que no podía escupírselo en la cara- ¡Prepárame aunque sea! ¡Ugghh!

 

El atacante no se movió, sólo le susurro al oído- ¿Verdad que así dolió menos? Un dolor por otro dolor, es una de las tantas cosas que me has enseñado- Y en ese momento House deseo poder tener las manos libres para apretar esa corbata con todas sus fuerzas.

 

El vaivén empezó.

 

Y para uno de los dos, era peor de lo que pensaba. Y para el otro todo lo contrario.

 

El menor se movía frenéticamente, sin compasión, sin remordimientos, disfrutándolo al máximo, ya que sabía que eso no se volvería a repetir. Las vendas se resbalaban  del cuerpo de House debido al movimiento continuo de este, húmedas de sudor y carmín, pecaminosas y llenas de complicidad. Caían. La mordaza perdió su agarre permitiendo que el mayor pudiera hablar de nuevo, pero ahora lo único que salía de su boca eran ecos de placer.

 

James tomo un descanso para poder amarrar la venda que cubría parcialmente la erección de House, impidiéndole eyacular, este hombre podía ser todo un torturador si se lo proponía.  Lleno su mano del líquido rojo y reinicio su labor anterior.

 

-          ¿Te gusta? ¡Dime como te gusta!- gritaba mientras apretaba su pierna.

 

-          Ahhhh… basta… ya, ahhh, ¡¡¡duele!!! ¡¡Serás cabron!! Maldito James cuando me sueltes te voy a mat… AHH!!!

 

Una nueva estocada, el castaño lo penetraba rítmica y violentamente, cada vez mas y mas profundo, con una de sus manos apretaba su pierna para provocarle dolor, mientras que con la otra lo masturbaba frenéticamente para provocarle placer. ¡Qué contradicción tan grande! El cerebro de House no podía fusionar las sensaciones, sufría y gozaba a la vez.

 

Wilson sentía como la erección de su amante palpitaba y dejo de penetrarlo y masturbarlo (por segunda vez). El otro temblaba en su totalidad ¡estaba a punto de eyacular! Concluyentemente: lo estaba torturando. Se salió de House y se sentó al borde de la cama, enfrentándolo, abriendo sus piernas para masturbarse mientras el ojiazul veía el espectáculo, con su mano libre estimulaba su pecho y metía sus dedos a su boca. Ver al ingenuo y caritativo de Wilson en una pose tan provocadora dándose placer a sí mismo, era un espectáculo que no había imaginado antes, pero que le resultaba terriblemente erótico. Pero no pensaba perder aun en la posición que se encontraba, entonces movío su pierna libre para dejar ver sus genitales, los vendajes al azar llenos de líquido preseminal… goteando, el pene de House a punto de eyacular, palpitante y marcado de venas, su entrada completamente dilatada… James no pudo resistir y arremetió por tercera vez. A cada estocada Gregory contraía sus musculos para darle mas placer a su peculiar amante, y lo lograba exitosamente.

 

-          ¡¡AHH!!- grito orgásmicamente House, tensando las ataduras que lo confinaban a esa cama, haciendo sonar el metal de los barrotes. La razón: El nudo simple de la venda que impedía su eyaculación había cedido.

 

El otro no pudo más y también eyaculo, llenando el interior con abundante semen el cual causo un último espasmo en ambos.

 

Sus respiraciones se regularizaban y James se recostó en el cuerpo (aun amarrado) de Gregory.

 

-          Err… Wilson… - Soltó lentamente-si tú no le dices a nadie yo tampoco lo haré…

 

 

Notas finales:

¡Un millón a cero! ganador House. Si, pobre Wilson no le puede ganar ni así.


 


¡¡Opinen!! Necesito RR para alimentar a mi musa (y hacerme feliz)


 


Gracias por leer hasta el final


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).