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The burning in NG record por shu chan love

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Notas del fanfic:

Hota Liesel fransisca leidy, no saben lo difícil que se me apuesto aquí con mi madre, (y la entiendo). E tenido que repetir mi curso de nuevo, desde esto se me a prohibido TODO, me cuesta horrores conseguir por lo menos 10 minutos de internet semanales, que apenas me a dado tiempo de revisar mi correo y una que otra actualización. No saben cuanto las extraño, el MSN lo toco cada muerte de obispo. Me encantaría saber como van tus estudios y tu relación Hota. Como han estado tu, tu marido y tu niña angie. Que me relates tus amoríos y tus futuras historia liesel. Y Que es de tu soberana vida vampiresa. Quiero que a lo ultimo que le hecho la culpa de mi estupidez es a ustedes y a gravitation. Que viva¡¡  Ojala que disculpen a esta pobre mocosa, me reintegrare de apoco al servidor aprovechando al máximo mis momentos de internet. g

Notas del capitulo:

"My firs kiss" si tendra segunda parte, algun dia no muy lejano.

Shu-Chan-Love


the burning in NG record


 



Atrapados


Todo, desde hace un tiempo, transcurría con serenidad por la vida de la pareja de oro. Se volvieron estables en todos lo aspectos de su convivencia. Las discusiones absurdas eran cosa del pasado. El rubio aprendió que con algo de paciencia, contando hasta 10, y sexo rico, todas las peleas  con su adorable amante se convertían en pequeñeces. Seguía siendo el mismo apático de siempre con todo el mundo, pero con Shuichi tenia detalles que marcaban la diferencia de adentro de su apartamento hacia afuera.


 


Ese día, como cualquier otro, en el estudio de grabación todos ensayaban arduamente hasta entrado el anochecer, pero un pequeño desperfecto con los tableros eléctricos de los sub pisos desataría una tragedia. Los chispazos entre los cables pelados, provocaron un mini incendio acrecentándose velozmente.


 


El humo subió por los conductos de ventilación propagándose rápido por el ambiente .Las eficientes alarmas contra incendios, silbaron de inmediato por todo el edificio advirtiendo  a los cientos de empleados y demás gente el peligro inminente.


 


La banda dejo de tocar, apenas atendieron al escándalo de timbrazos, aun no asimilaban lo que sucedía pero enseguida sintieron un escozor en ojos y garganta.


“Humo = Fuego”, pensaron todos al mismo tiempo.


-“Boys”.-Llamo k- Hay que evacuar, las llamas ascienden rápido. “¡Come!”.-Fue el primero en salir al pasillo animando a los otros cuatro a partir.


-Shuichi.-Hiro se le aproximo con rostro serio-Toma mi mano, y no la sueltes por nada. ¿De acuerdo?


El pelirrojo se quito su chaqueta de jean he izo que se la pusiera. El vocalista sonrió dejando de lado el leve temor que profesaba su mirar.-Hiro, no sucederá nada, descuida.-Pero, aun así, tomo la mano de su mejor amigo con fuerza.


 


La sección de guardería fue desalojada, cada padre recogió a su retoño para abandonar el edificio de inmediato. Este era exageradamente alto y ancho, con tantos pasillos, que en una situación de pánico como esa, era fácil perderse, tomando  bastante tiempo llegar a la planta baja. El incendio se generaba de abajo hacia arriba, usurpando la parte de los ascensores, trepando cada ves mas alto. Pasados los diez minutos, los rociadores de agua de los techos se quedaron sin abastecimiento, las llamas tenían total libertad para quemar lo que se les antojara.


 


Los bomberos llegaron a los 15 minutos, recibiendo a la gran cantidad de personas que salían despavoridas, todas ilesas.


 


 Por los pasillos, ya algo agitados, corrían Bad Luck y su productor (Lejos de desmallarse como todos habían premeditado). El manager se había tomado la molestia de cargar a una mujer de la tercera edad que se veía algo moribunda por la humareda.


-No se detengan-Les dijo-Les veré abajo.-Ellos confiaban ciegamente en K por su gran instinto de supervivencia, así que no se preocuparon de mas.


No habían otras personas alrededor, de seguro ya abrían bajado, como ellos ensayaban en uno de los pisos mas altos les tomaba más tiempo. Solo les faltaban unos cuantos suelos. Sakano se había mostrado muy atlético, era el que mas rápido corría y si seguía agitando los brazos tan fuerte montaría vuelo, a este le seguía Fujisaki que iba a la par de Nakano, que tirando de la mano de Shuichi, se veía jadeante por el humo era bastante molesto y le comenzaba a picar la garganta.


Se inmovilizó de repente desenganchándose del agarre, observando las espaldas de sus compañeros alejarse. Se colocó de cuclillas he intento concentrarse, poso sus manos a los costados de su cabeza para amplificar el sonido que creyó oír, y de entre el alboroto, oyó lamentos, agudizo mas su oído, era un llanto.


Un pequeño se encontraría atrapado en alguna parte. Las llamas en minutos habían abarcado bastante terreno, debía apresurarse, la mayoría había desalojado, y no podía esperar a que alguien más competente y adecuado  llegara, era cosa de vida o muerte.


Guiado por los sollozos, avanzo por unos cuantos pasillos, no se discutía el por que pudo oírlos desde tan lejos y con toda la mescla de chasquidos. Cada ves se hacia mas enérgico y exasperado. Se detuvo al estar seguro de que provenía de la habitación en frente de si. El único inconveniente era que en ese sector ya había llamas y  una fina capa de llamaradas bajas le interrumpían el ingreso.


 


Ya estaban a salvo siendo socorridos por los bomberos, sin lesiones más que una irritación en la garganta. Se estimaba que todo el mundo estaba a salvo, pero Hiro fue el primero en darse cuenta que algo faltaba, de repente le falto el aire y su corazón latió fuerte.


-¡Shuichi! ¡Shuichi sigue dentro!-El tono desesperado que uso les había llegado a todos, y maldiciendo por no haberse percatado antes.- Voy por el.- Lo había dicho tan decidido que a paso firme avanzaba a hacia la construcción en llamas.


Los bomberos tenían prohibido el ingreso, por el riesgo de derrumbe, el humo nocivo y las fuertes llamaradas que azotaban los primeros pisos. Entre dos bomberos lo tomaron y lo alejaron-¡No, No Shuichi!- Sakano y Fugisaki lo contuvieron emocionalmente, luego de que se hubo calmado física-Ustedes no entienden- Susurro, detrás de unas de las ambulancias tapando su rostro con sus cabellos.


Una secretaria histérica irrumpía en la poca calma formada, gritaba que cuando fue a la guardería por su niña y su hijo no estaban y bajo porque tal ves ellos ya lo habrían hecho, aseguro haberlos buscados entre todas las personas rescatadas pero no había rastro, por ende, seguían dentro. El bombero con tranquilidad le indicó que buscara de nuevo y se calmara.


 


Yuki, luego de haber terminado el capitulo pendiente de su novela, se recostó en el sofá de la sala a descansar los ojos. No atendió las llamadas, no tenia deseos de levantarse por una idiotez, la contestadora comenzó a gravar  y la vos de Seguchi con algo de interferencia se oyó por la sala oscura.


-///Eiri, se que estas ahí… Enciende el televisor… Shindo aun no aparece/// -corto.


¿Qué Shuichi no aparecía? ¿La televisión?, ¡De que rallos hablaba!


Solo la encendió porque tenía el control remoto al alcance de la mano, giro su cabeza, no izo falta que sintonizara otro canal, la imagen de NG cubierto en llamas en vivo y en directo desde un helicóptero de noticias, lo dejo de piedra.


 Ahora si tenia sentido lo que hablaba su cuñado. Se calzo, tomo su gabardina,  las llaves y salió como alma que la lleva el diablo.


 


Tubo que estacionar el lujoso BMW a una par de cuadras y correr el resto del camino, ya que  la calle se encontraba cerrado al paso de vehículos, por el ingreso de ambulancias y carros de bomberos.


 


-Eiri-San, que bueno que llegas-Apenas llego el tecladista se le acerco, pero el rubio lo aparto como izo con cualquiera que se interpusiera entre ese edificio con el lindo baka y El.


 Cuando estuvo a unos metros una sombra desvanecida por el humo salió por la puerta principal con algo entre los brazos, ¡Era k! Los médicos se acercaron al heroico americano con quemaduras menores y atendieron a la anciana que rescato.


-¡No me digas que Shuichi sigue adentro yanqui inútil!-El escritor se había ilusionado en vano, creyendo que llevaba a su amante con el, estaba demasiado frustrado.


-¿El “pink boy” sigue ahí?-Ambos rubios se prepararon para entrar al rescate del niño,  pero entre media docena de bomberos se lo impidieron, K fue el primero en desistir pero Eiri seguía forcejeando cada ves mas desesperado. Cada minuto que pasaba era un minuto en el que el baka podría estar, estar… ¡HO DIOS, NO QUERIA NI IMAGINARSELO!


-Eiri-san, ¿Te calmaras por tu cuenta o pediré que te anestesien? Tu eliges-Se calmo de mala gana y tomo a su cuñado por el cuello de su camisa.


-¡Tu no entiendes! ¡El crio debe estar allá lloriqueando, asustado, en un rincón, esperando a que lo rescate!-Grito desesperado. Thoma se soltó del aferre de un empujón.


-Shindo es fuerte, ya veras que saldrá de ahí-Dijo tan calmo como agua de poso, pero si ni el mismo se trago sus palabras, el escrito menos. Este se alejo un poco susurrando “No lo entiendes”


 


-¡¿Hay alguien aquí?!-Grito por sobre los chasquidos de las llamas, y noto como el llanto se hacia mas fuerte, pudo identificar que era el de una niña.


-¡Ayuda! Mi hermana menor esta conmigo-La vos de un joven se distingo del otro lado.-Nos perdimos.


-Tranquilos, los sacare-Se armo de valor y dio un largo suspiro, le iba a doler. La puerta se veía debilitada, esperaba que se abriera de un empujón, corrió sobre las ardientes llamas y esta cedió, apenas llego al otro lado se trago el gemido. Sus piernas estaban descubiertas por el short sufriendo leves heridas.


La presencia y aspecto del pelirrosa no le hacia sentirse a salvo ni a el ni a su hermana, no era un bombero ni nadie con los medios para rescatarlos, por el contrario era algo mas alto que el, de apariencia mucho mas frágil y aniñada, pero le ganaba en edad. El tenía unos quince.


Shuichi pensó lo mismo sintiéndose bajito, pero haría todo lo que estuviera en sus manos para que esos hermanos no murieran en esa situación tan espantoso. Era una promesa.


El chico tenia cabellos azabache y ojos almendra, abrasaba a una niña rubia que no paraba de gimotear. Le comento al pelirrosa que ambos, se habían perdido al no encontrar a su madre y las llamas terminaron arrinconándolos.


-Iremos unos pisos mas arriba donde hay menos llamas ¿De acuerdo?-El muchacho asintió con un mal gesto-No soy de gran ayuda, pero… prometo sacarlos, pase lo que pase-Los ojos grandes y amatistas se clavaron en los suyos sonriéndole, mientras, se quitaba la chaqueta, que se notaba que no era suya por el talle grande, para envolver a su hermanita. Agradeció el gesto de forma muda.


No pudo evitar sentirse con algo de culpa, ahora el pelirrosa quedaba muy expuesto. ¿Cómo no se le ocurrió quitarse la suya para resguardar a su hermana? Era un inútil.


Pasaron por sobre las llamas de regreso, izo oídos sordos a el quejido que se le escapo al pelirrosa, sintiendo al mismo tiempo una molestia en el pecho El tenia un vaquero grueso y largo, así que no las sintió y su hermana tampoco al ir cubierta. Subieron escaleras arriba varios pisos. Y entraron a una sala de reuniones, tenía un ventanal  hacia el frente.


El vidrio había reventado por el calor, se asomaron para pedir auxilio y respirar. Shuichi reviso la chaqueta de su amigo sin revelar a la niña. Había encontrado el móvil de Hiroshi, marco el número de su amante sin vacilar.


Yuki contesto sabiendo de antemano quien era.


-¿! Donde demoños estas!?-Se escucho el alarido del otro lado de la línea. El corazón del cantante latió rápido al escuchar su vos, y las lagrimas se agolpaban en sus ojos sin derramarse-Shuichi… por el amor de dios-Dijo lenta, y casi resignadamente- Dime que  puedes salir de allí-El chico estaba a punto de decir algo pero el rubio se le adelanto-Los bomberos no pueden llegar hasta ti- Susurro. Apretó el móvil con todas sus fuerzas al expresarle la noticia  tan desalentadora a su pequeño amante.


-yo, yo… creo que no. y No estoy solo, hay dos niños conmigo. Estamos atrapados como en el doceavo piso ¡Aquí en la ventana!-El menor comenzó a agitar su brazo para captar su atención.


El escritor apenas diviso una mata rosa al igual que los bomberos, estaban muy alejados en lo alto del edificio. Solo podían esperar, y tal ves, con suerte las llamas no les alcanzaran.


Y para la desgracia general.


Una explosión moderada proveniente del piso debajo de ellos, los tiro al suelo. Hecho el celular al vacio al tomarse del saliente para no caer, las llamas estaban próximas por ingresar a la habitación. La niña berreaba desesperada del terror, en el rincón más alejado de la puerta. Su hermano era el que mas fresco se encontraba, lejos de preocuparse por el mismo, estaba más interesado en ellos. Igual que el vocalista.


El vocalista se dejo caer de rodillas al suelo, tomando sus cabellos “Vamos Shuichi, piensa… por la puerta no podremos huir y por la ventana… ¡La ventana!”


Se paro de golpe y asomo su llamativa cabeza de nuevo, miro hacia abajo, nada. Derecha,  izquierda, nada. Arriba ¡He ahí la respuestas! Un cable conectado en desnivel con el edificio de la calle de enfrente, no se discutió que aria allí, pero si se lo agradeció a dios. Con cuidado subió en el marco, con una mano se aferro fuerte y con la otra tomo el cable tirando de el con su peso varias veces hacia abajo. “Aguantara”.


El adolecente se lo había quedado mirando como idiota y pensaba: “Que bonitas piernas tiene” deteniéndose en los leves raspones rojos, que dejaba divisar el short. Pero, regresando a la realidad-¡Bájate de ahí!, ¿Estas loco?- Le grito a menos de medio metro.


-Me llamo Shuichi ¿Y tu?-Pregunto ignorándolo, a la ves que se bajaba de allí, aproximándose hasta El y arrodillándose a la altura de su entrepierna, el joven se puso nervioso.


-¿D-De que importa eso aho…?-No termino de hablar porque notó como las infantas manos del pelirrosa desabrochaban su cinto con maestría- ¿Qu-Que haces?-Se abochornó, pero no lo detuvo-Creo esto no es apropiado, la situación es…


-Listo-El cantante le interrumpió, había quitado su cinturón y dejado sus pantalones indemnes, regresando a la ventana, trepándose de nuevo. 


Se sintió idiota al creer que el chico era un indecente.


-Tráela enrédala a tu cuerpo con ambas chaquetas y dile que se aferre bien a ti-Izo caso y regreso con el cantante.


 Shuichi había pasado una de las puntas del correaje por el cable quedando los dos bordes nivelados.-No te sueltes hasta que estén lo mas cerca posible del suelo, y asegúrate de caer sobre los bomberos para que amortigüen su caída-El chico asintió, su hermanita se aferro a su cuello, mientras que el subía y se aferraba fuerte de los extremos-A la de tres ¿De acuerdo?-Iba a asentir de nuevo, cuando lo noto.


-¿Como bajaras tu, he?-Le recrimino, el chico lo miraba con sus ojos violetas de manera tierna y de un saltito bajo de la ventana y rio un poco-S-Si tu no vienes yo no ire-La forma en que lo dijo no sonaba muy segura, pero lo era.


-Usare el mio ¿Ne?-Se refería al cinturón.


El chico sintió mucho alivio. Le costaba pensar correctamente, el humo comenzaba a afectarlos y las llamas estaban próximas calentando todo. Esa horrible experiencia terminaría pronto.


-Mi nombre es Taro por cierto-Se sonrojo previamente por lo que diría-Prométeme que nos volveremos a ver algún día-Por alguna razón le gustaba estar cerca del chico pelirrosa, el cual le sonrió con mas intensidad. Se aferro mas a las correas, ya estaba listo.


-Te lo prometo-El les dio el impulso para que empezaran a deslizarse. Shuichi junto sus manos en torno a su boca para incrementar el sonido-¡Dile al rubio que tratara de golpearte, QUE LO AMO!-Las palabras llegaron a sus oídos pero no las comprendió, ¿Por qué no se lo decía el mis…?


-No…no ¡NO!-Se volteo como pudo, y desde la ventana pudo divisar a Shindo Shuichi, el tierno pelirrosa que los ayudo a El y a su hermana desinteresadamente, aquel de frágil aspecto que les prometió sacarlos de ese infierno, sin importar como. El que ahora le saludaba con su mano despidiéndolo y una hermosa sonrisa. Sus lágrimas empezaron a caer por primera ves en toda la espantosa noche. Su hermanita en su cuello susurro algo como “Gue bodito angel”


Que iluso fue, ¿Cómo no se dio cuenta antes? Los shorts de mezclilla no llevan cinto, y el como un estúpido callo. ¡No quería no quería! Comenzó a mover sus pies, queriendo frenar y volver a donde estaba ese ángel, como decía su hermana, que se había asustado por el movimiento repentino.


Ya estaban lo suficiente cerca así que se soltó, entre cuatro bomberos amortiguaron la caíd, ambos resultando ilesos.


 


Al ver que aterrizaron salvos, dejo caer su brazo cansado asía el costado de su cuerpo, su mueca alegre decayó un poco. El cumplió la promesa, pero rompió algunas otras, como la de volverse a ver con Taro y la de nunca dejar solo a Yuki.


-Yuki..,- Pronuncio a las ves que se deslizaba por la pared, varias de las leves quemaduras de sus piernas ya le escocían por el efecto retardado de las llamas. Estas estaban a solo unos metros, el humo que dependían no lo dejaban casi respirar, estaba tan cansado…


 


Todos observaron con los pelos de punta como un chico con un bulto se deslizaba a tierra firme por un delgado cable, pero aun así y con la alegría de que hubieran salido intactos, no ignoraban el hecho de que el joven cantante seguía allá arriba y que había desaparecido de la ventana de un momento a otro.


La madre de los hermanos había resultado ser la secretaria histérica de un principio que no encontraba a sus hijos, ella los mantenía abrasados.


El barón se separo. Tomo del cuello a uno de los bomberos y lo bajo hasta su altura-¿Qué piensan hacer? ¿¡Nada!?-Las lagrimas de ira corrían por sus mejillas-El esta allá… solo…-Agacho la cabeza-Es un mentiroso-Soltó al hombre de apoco-Ayúdenlo por favor. - No podría vivir con la imagen mental del cuerpo del tierno chico calcinado en las llamas, gritando, sufriendo. Tapo su rostro.


-Lo sentimos muchacho, no esta a nuestro alcance, lo mas que podemos hacer es tirar agua.


Yuki se había precipitado en dirección al chico, en contra de las suplicas de Tohma. Lo agarro por los hombros y lo sacudió violentamente- ¿¡Por qué Shuichi sigue allá arriba criajo!? ¿Acaso piensa darse por vencido? ¡Dime!-El rubio había alzado su puño.


Taro sonrió con tristeza, era tal como el pelirrosa predijo-Shuichi… dice que te ama-Se sintió celoso, pero pudo cumplir con sus deseos.


El escritor lo había soltado automáticamente, se irguió y miro hacia la ventana de ese piso tan alejado-Y yo a ti-Dijo tan suave y para si que mas que un susurro  fue un suspiro.


 


Continuara…









Notas finales:


Gracias por leer. Shu-chan-love


Quiero criticas no babosadas.


kumagoro@live.com.ar


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