Estoy en un negocio de miseria...
No es que había planeado la situación, es que simplemente se había dado con tanta naturalidad que podía parecer algo planeado.
Vamos a tomarlo desde la cima...
Las suaves manos en su cuello hacían que abrazara mas intensamente las caderas de su amante, mientras sus ojos miraban fijamente a la persona que estaba invadiendo su privacidad; pero tratándose de ella todo cambiaba.
Ella tiene cuerpo que a cada hora suena como el tictac de un reloj...
Era hermosa no lo podía negar, no era considerada la chica mas popular en el instituto solo por su “agradable” personalidad y carisma.
Es cuestión de tiempo para que todos escapemos...
Pero nadie de conoce como yo te conozco y que lo mas deseaba buscar ahora, estaba entre mis brazos besándome los labios, mientras su cuerpo silenciosamente pedía mas y mas. Algo de que seguro tú nunca tuviste.
Cuando pienso que es mío ella lo besa en la boca...
No lo obtuviste, porque ni cuando me lo arrebataste de mis brazos hace un año, se entrego como lo hace hoy conmigo.
Espere ocho largos meses...
Aunque la venganza es un plato frió, esos meses en que Tsuna no era otro de muchos herbívoros que habían caído en el encanto de ella; ahora ese momento y ese beso le sabia tan dulce y placentero que no quería dejarlo ir.
Ella por fin lo dejo libre...
Nadie sabe porque la pareja mas extraña y popular del instituto rompió, pero a mí nada me importaba menos, solo saber que era libre.
Le digo que no puedo mentir, él es el único para mí...
Las cansonas e irritantes preguntas de sus subordinados por la extraña insistencia que tenia con el tema le hicieron más de un vez, perder la paciencia. Pero cuando él se lo pregunto, solo pudo decirle la verdad de lo que sentía, pero sin ser tan patético como los herbívoros que habitan en el resto de Namimori. Solo a un herbívoro le parecia agradable y ese era Tsunayoshi Sawada.
Dos semanas después y ya estamos ardiendo...
No paso mucho tiempo para que los simples roces se convirtiera en caricias, los suaves y tímidos besos que al principio el aceptaba se volvieran salvajes y sedientos de mí, pidiéndome mas de uno, rogando mas y mas placer; cosa que se por sus reacciones, que tu nunca conociste, ya que llego a mis brazos cual virgen cualquiera.
Ella lo dejo para mí...
Te arrepientes, tal vez si, ya que por otras cosas estaría afuera de la oficina del consejo disciplinado, conteniendo las lagrimas que amenazaban con bañar tu rostro de reflejar el dolor que según tu sientes.
Y yo tengo una gran sonrisa...
Whoa, nunca quise presumir...
No me jacto de mis logros ya que no deseo atraer a mas herbívoros, pero contigo puedo sacar mi soberbia y demostrarte así cuan necesitado esta Tsuna de mí.
Pero ahora lo tengo donde lo quería...
Mis labios cortaron el beso dejando a si un hilito de saliva que se rompió, más los rojo carmesí de nuestros labios y lo hinchado de estos no sedieron, sino era un marca de pertenecía mutua.
Whoa, nunca fue mi intención presumir...
¿Sabias que si muerdes suavemente el cuello de Tsuna esta suelta un gemido tan placentero y excitante que hacían que su cuerpo buscara mas carias?… Por lo visto no, sobre todo al notar como retrocedías al oír los leves y suaves gemidos mezclado con suspiros que empezaban a salir de sus labios.
Para robarte todo lo tuyo ahora...
No me considero un ladrón o un inmoral, pero tu le dejaste libre y lo suficientemente disponible para tomarlo de un vez entre mis brazos, así que no niegues con la cabeza, como queriendo evitar la realidad.
Pero… dios hace que se sienta muy bien...
Y aun mas cuando el pronuncia mi nombre para luego norderse los labios al sentir mis manos recorrer su cuerpo debajo de la ropa.
Porque ahora lo tengo donde lo quería
Y si tú puedes, entonces sabes que deberías
Porque… dios hace que se sienta muy
Solo sienta muy bien...
Hacia unos minutos que ya te habías ido corriendo por el pasillo, mientras me imagina todo los pensamientos de negación y sentimientos encontrados que tenias al saber, que al que considerabas como tuyo, estaba en los brazos de otro gimiendo por mas.
Las segundas oportunidades nunca importan, la gente nunca cambia...
Tome las piernas de Tsuna entre mis manos para colocarlas ardedor de mi cintura, las cuales estrecho fuertemente creado un dilicioso roce entre nuestras pelvis.
Que eres una pu*ta, no eres nada más, lo siento, eso nunca se cambiará
Y sobre olvidar, se supone que tendríamos que haber cambiado...
¿Sabes? me alegro que fueras tu la que vinieras, verte sufrir por tu tonta ilusión y fuerte curiosidad solo hicieron que nos vieras en lo que ahora no era mas que una rutina de besos y caricias.
Lo siento cariño, pero pasó, ahora mira este camino...
Si te fueras quedado un poco mas, habrias visto como le quito con rudeza la camisa al castaño dejando ver las marcas que en su cuerpo había como símbolo de mi absoluta propiedad.
Hay un millón de otras chicas iguales a ti...
No se donde estas, tal vez en un baño llorando y siendo consolada por miembros de tu manada que dirán que Tsuna es un tonto por no aceptarte de regreso, pero tú sabes que no es por eso; debes llorar por mi mirada, la mirada fría y cortante que te dedique minutos atrás.
Luciendo mas inocente posible, para conseguir a quien
A los que ellas quieren y lo que les gusta es fácil si lo haces bien...
Para todos, tu debes ser la victima en todo esto ¿pero sabes que? no me importa, podrías llorar toda tu insignificante vida y no dejare de besar la suave tez a los cuales mis labios se han hecho adictos, ni dejar de recorrer el pecho que la molesta ropa ocultaba debajo.
Bueno, yo me rehusó, me rehusó, me rehusó...
-Hi..bari- Su entrecortada voz mezclada con sus respiración acelerada era uno de los pocos placeres de la vida que debo admitir, me estan haciendo ser algo irracional en algunos casos, como este.
Whoa, nunca quise presumir
Pero ahora lo tengo donde lo quería...
Se que soy el presidente del consejo disciplinario y no serie una buena impresión tener a un estudiante sentado en mi escritorio con la ropa a medio vestir, mientras hacíamos lo que el reglamento considera prohibido.
Whoa, nunca fue mi intención presumir
Para robarte todo lo tuyo ahora...
Si algo en ti, queda en él, no descansare hasta borrar toda mancha, suspiro o pensamiento de ti. Ya que cualquier de esas cosas haria que lo consideras tuyo otra vez.
Pero… dios hace que se sienta muy bien...
Aun sus gemidos me eran los sonidos más placeros, su tez tan suave como piel de durazno y dulces labios adictivos, lo que mas me encantaba era ver sus hermosos ojos castaños nublados por el placer y el éxtasis.
Porque ahora lo tengo donde lo quería...
Con mis manos acomode su cuerpo en mi escritorio, donde su ropa descansaba esparcida, quedando solo con tu pantalón en los tobillos.
Y si tú puedes, entonces sabes que deberías...
Lentamente quite la última prenda que odiosamente ocultaba la clara evidencia de que mis caricias eran las únicas que te podían satisfacer. Mis manos no tardaron en recorrer sus muslos y luego su pelvis donde tu cuerpo reacciono con un gemido y sensual movimiento del estremecimiento, solo para depues ocultar tus labios debajo de tus manos que vanamente intentaban acallar lo gemidos que salían de tu boca.
Porque… dios hace que se sienta muy bien...
El que su lengua jugara con mis dedos mientras sus manos tomaban mi ropa arrugándola, y con lo que podía parecer timidez para algunos, para nosotros no lo era, ya él sabe que el contacto de su piel con la mía hacían que perdiera el control, por lo que siempre procura recorre mi pecho con timidez sobre la ropa, para luego empezar soltar mi camisa.
Solo sienta muy bien...
Cuando regrese en mí, pasando así la oleada de placer que el siempre creaba así que mi raciocinio se perdiera, estaba sentado sobre la silla de cuero, mientras tu descansabas sobre mis piernas y tomabas ambos miembros con una sola mano, dando placer a los dos.
Se siente tan bien...
Aun con su apariencia y personalidad se podría creer que Tsuna necesita ser preparado para poder tomar su cuerpo. Pero la verdad es que este engañoso herbívoro no exigía nada de eso, la delicadeza o la lentitud era algo desconocido en nuestras sesiones de sexo. Tal vez era ese comportamiento tan de carnívoros al momento de unirnos que me hacia desearlo al maximo; como ahora que tomo sus caderas para entrar de una sola estucada en su cuerpo.
Vi sus sueños más salvajes hacerse realidad...
Solo nuestra respiración acelerada y los gemidos que a cada embestida aumentaban en numero y volumen, mientras sus brazos abrazan mis hombros y sus uñas rasgan mi camisa. Toda esa entrega era la mejor evidencia de que no eras nada para él, nada.
Y en ninguno de ellos tu estas…
Aunque el placer es lo único que me invade, no puedo recordar las cosas que has hecho para mi, como ese baño de chocolate al que le obligue a tomar solo para luego dorar el chocolate de tu cuerpo con mi boca, la varidas posiciones que hemos probados y hasta sesiones en la que no nos unimos como ahora sino solo buscamos dar placer en carias y besos.
Solo mira mis sueños más salvajes hacerse realidad...
No se cuantos minutos u horas duramos, pero se que habíamos cambiado los roles y de lugar, contra la pared de espaldas y sobre el escritorio, en la que yo algunas veces tenia el control de las embestidas y otras en la que tu lo retomabas. Todas para buscar mayor placer para ambos, ya que no era una damisela sino un carnívoro que al igual que yo buscamos satisfacernos el uno al otro.
Y ninguno de ellos estas...
Puede sentir cuento estaba por acabar, ya que tu caderas se contraían y sus gemidos eran mas y mas agudos. El grito de placer que soltó fue ahogado por mis labios, mientras mis hombros eran el soporte para que clavaras tus uñas y nuestro pechos y estómagos eran mojados por éxtasis.
Whoa, nunca quise presumir...
Espero unos minutos solo para sacar mi pelvis de su interior, solo para ponerse a gatas sobre mi hombría y lamerla con ansiedad, que muy rápidamente terminaron por ser sustituidas por sus labios y boca que no tardaron mucho en hacerme soltar un fuerte gemido y acabar en su boca.
Pero ahora lo tengo donde lo quería
Whoa, nunca quise presumir...
Mire el reloj de pared que ya marcaban las 6 de la tarde, alli los dos, el apoyado en mi pecho sin hacer nada, solo acompañandonos mutuamente luego de tal actividad. Disfruto de acariciar su cabello que empieza crecerle y debo admitir que me gusta, al igual que el ronroneo que suelta como un gato al rascar suavemente su nuca.
Pero ahora lo tengo donde lo quería...
-Hibari- Me llamo, haciendo que apartara mi vista del reloj para ver su rostro.
-… ¿Qué?- te pregunto con mi habitual tono de voz.
Te sentaste en mis piernas y me besaste suavemente los labios, algo que disfrute aunque no lo iba desmotar, que esas caricias de herbívoro me encantaban.
-Feliz Cumpleaños- Me dijiste.
Whoa, nunca fue mi intención presumir...
No es que me moleste mi cumpleaños solo que odio pasarlo con otros herbívoros, pero debo admitir que esté día había sido una buena celebración de cumpleaños. Le sonrió con algo de prepotencia y le tome la mejilla para susurrarle.
Para robarte todo lo tuyo ahora...
-Mas te vale vestirte Tsunayoshi o sino esta celebración seguirá hasta el amanecer– Le miro a los ojos luego besos sus labios.
Pero… dios hace que se sienta muy bien
Porque ahora lo tengo donde lo quería
Y si tú puedes, entonces sabes que deberías
Porque… dios hace que se sienta muy
Solo sienta muy bien...
Fin
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