Sasuke Uchiha era famoso en todo Japón.
Y no por el hecho de que fuese guapo, ni irresistible, ni tremendamente sexy, ni multimillonario, ni muy popular… simplemente todo el mundo le amaba por ser un gran cantante.
Un cantante famoso y con mucho éxito.
Tal vez era una mezcla de todo junto, pero el hecho era que muchos deseaban su cuerpo, y la mayoría habría pagado millones por tenerle en su cama, aunque eso era prácticamente imposible.
¿Imposible…?
Capitulo 1: El gran Sasuke Uchiha.
Sasuke, como ya hemos comentado, era guapo, deportista, de buen ver, de buen carácter, de buen cuerpo, apetecible, hermoso, delicado y frágil. Tenía dinero y atractivo. Era perfecto.
Bueno, tal vez lo no tan perfecto, era que era un doncel, pero eso era un secreto muy bien guardado. A veces se preguntaba si sus padres sabían lo de su condición y por eso lo habían abandonado… pero eso era otro tema.
Era el cantante más famoso de todo Japón, y todo lo había conseguido con tan solo sus dieciséis años. Era huérfano y nunca había conocido a sus padres. Tampoco tenía familia. Estaba completamente libre para hacer las giras que le diera la gana y quedarse todo el dinero para él.
Hacía dos meses había renunciado a guardaespaldas y a protecciones de ese tipo, ya que no aguantaba la gente pesada y que se la pasaba todo el día detrás de él.
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En un alto edificio, se encontraba un hombre de unos cincuenta años, observando el andar tranquilo del menor por la calle. Una sonrisa se le iluminó en el rostro.
-Lo quiero, chico. No falles. – alegó, mientras le entregaba un maletín cargado de dinero a su compañero. – Cuando le tengas, me llamas y te daré la otra mitad del botín. Ese chico vale millones y me encantaría tenerlo en mí cama… - unas horrendas risas inundaron la estructura.
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Así, Sasuke paseaba intentando ocultar su rostro con unas hermosas gafas de sol. Ya casi había llegado a su importante destino, e importante expendedor de comida: ¡El McDonals!
Cuando entró, lo encontró lleno de gente. Pensó que tal vez la cola para pedir la comida sería más corta si iba un segundo al baño y luego volvía. Y así lo hizo. Se fue al baño, se miró al espejo y entró en la pequeña cámara, cerrando la puerta.
Sintió unas voces que acababan de entrar, pero no les tomó importancia. Acabó de mear y salió, se limpió las manos, y cuando iba a volver hacia la cola, una sombra apreció detrás de él y una mano con un pañuelo y algún líquido, tapó su boca.
-¡¡HMmmm!!
-Si cierras la boca y te desmayas como un buen doncel, no va a ocurrirte nada malo… - oyó esa voz antes de cerrar los ojos con cansancio y miedo de lo que le pudiese ocurrir.
La sombra que ahora le tenía entre sus brazos, empezó a recorrer con la mirada todo su cuerpo. Realmente, Sasuke Uchiha era perfecto, una obra creada por Dios para regalo de los mortales. Nadie debería hacerse con su cuerpo.
¿Renunciaría al dinero que Orochimaru le ofrecía…?