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It's not a kiss por Hisue

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Simplemente aquello no era un beso.

No, no lo era.

No sabía si habían pasado minutos o segundos desde que sus bocas se unieron. Dean le sostenía por los hombros, ejerciendo más presión de la debida, casi clavándole los dedos, mientras su lengua le recorría la boca, mientras parecía querer hundirse, fundirse en la respiración de su hermano. Sam se sostenía de la camisa de Dean, pensando sin querer pensar y sin poder hilar un pensamiento coherente. Solo que aquello no era un beso, era otra forma de intentar comunicarse, de decirse lo que no se decían nunca cara a cara, de intentar comprenderse, tal vez.

Las manos de Dean empujaron sus hombros hacia abajo sin moverlos un ápice. Sam se dejó caer de rodillas al sentir la presión en sus hombros atrayendo a Dean con él y sin darse tiempo para pensar en lo que estaba haciendo volvió a juntar sus labios, intentando obtener más. De que, ni él mismo lo sabía.

Mas de Dean, mas de la forma en que sus labios le quitaban el aliento, más de la necesidad que parecía salir de su cuerpo.

Cuando las manos de Sam se colaron bajo su camisa, Dean supo que algo andaba mal. Tomo conciencia de que era la boca de hermano la que besaba, que lo apretaba con todas sus fuerzas, como si no quisiera que se escapara de sus brazos.

Aquello no era un beso. Solo que no quería que Sam se fuera de su lado, necesitaba saber que aún tenía algo de su hermano, lo que sea. Que de alguna forma todavía formaba parte de su vida.

Pero ahora algo estaba mal, porque no quería detenerse y Sam seguía tocándolo debajo de la camisa, de una forma que ni siquiera se podía definir como "caricia", solo tocando, sosteniéndose y de repente sentía que la sangre se calentaba y se volvía espesa en sus venas.

"Tal vez porque es la misma"- pensó Sam sin saber a qué demonios se refería. Se sentía caliente, no exactamente eso, cálido, como si algo que había olvidado dentro de su corazón despertara y le corriera por las venas, llenándolas de un calor apacible, que se fue volviendo insoportable a cada segundo.

Dean se separo un poco. Sam suspiro y espero por un beso que no llegó. Abrió los ojos cuando sintió que los brazos de su hermano lo soltaban. Dean lo miraba erguido y con una expresión que Sam no supo cómo interpretar. Quiso decir algo, pero su mente daba vueltas, embotada todavía.

Mirándolo allí, de rodillas, con los labios entreabiertos y los ojos con algo que parecía ser una súplica, pero que no llegaba a serlo, Dean tuvo ganas de nunca haberse levantado, de seguir allí, de rodillas con su hermano, tocándolo y dejándose tocar, perdiéndose en su aliento. Se dio la vuelta ofuscado. Aquello era enfermo, insano, era una maldita locura, era un… una… ni siquiera era capaz de encontrar un adjetivo lo suficientemente malo para describirlo. No era capaz de dar la vuelta y enfrentarse a su hermano, así que hizo lo primero que se le ocurrió y a todas luces lo más cobarde: salió de la habitación del hotel sin mirar atrás.

-Dean- alcanzo a pronunciar Sam en un susurro ronco y con la voz partida antes que este atravesara la puerta del cuarto. Pero Dean no lo escuchó o fingió no escucharlo.

Sam se quedo mirando la puerta fijamente unos minutos antes de darse cuenta que aun estaba de rodillas en el piso. Se levanto dificultosamente, sentía cada musculo de su cuerpo adormecido y pesado. Apenas y podía entender lo que había ocurrido. En un momento Dean le gritaba y él le regresaba los gritos y al otro…

Se llevo distraídamente una mano a la boca y la repentina consciencia de lo que había pasado lo hizo trastabillar, se sentó en una de las camas mientras intentaba asumir que había besado a su hermano. Un hilo de culpabilidad se deslizo dentro de su cabeza y se enredo con el amasijo de sentimientos que pululaban allí. Ira, deseo, angustia. Pero es que él no quería besarlo, no era eso lo que tenía en mente, solo quería que Dean comprendiera como se sentía, que entendiera sus razones, que confiara en él. ¿Qué se suponía que iba a pasar ahora? Conociendo a su hermano fingiría que nunca paso nada, pensando que así zanjaba el problema, pero ambos seguirían royéndose por dentro, dándole vueltas al asunto hasta hacerlo insoportable y volverlo un problema mayor de lo que era, si eso era posible.

Algo dentro de su cabeza estaba mal, muy mal. Algo estaba mal con él y esta vez no tenía nada que ver con la mierda psíquica ni la sangre de demonio que tomaba a espaldas de Dean. Esta vez tenía que ver con su propio hermano y ese estúpido temblor en sus piernas y en sus manos y en todas y cada una de sus células que le había recorrido cuando los labios de Dean se pegaron a los suyos. Tenía que ver con la forma incontrolada en la que su corazón había latido y aun seguía latiendo, tenía que ver con ese maldito anhelo que se negaba a abandonarlo.

Sam pasó una mano por sus cabellos, intentando pensar con calma. No funciono. Suponía que ahora Dean tendría más motivos para desconfiar de él, lo encontraría más raro, le consideraría más un monstruo. ¡¿Pero acaso él había tenido toda la culpa? Si ni siquiera había pensado en eso como un beso. Podía sentir la cólera fluyendo, opacando cualquier otro sentimiento. Él lo había empezado pero Dean podría haberse apartado si hubiera querido y no lo había hecho y aun así le había mirado como si él fuera una especie de aberración y se atrevió a irse sin dignarse a mirarlo, a dirigirle la palabra. ¡Como si él fuera menos que una de sus estúpidas perras!

La mano de Sam barrió con un vaso, un reloj algo viejo y un florero de porcelana que no hacia juego con la decoración del cuarto en el mismo instante que el ultimo pensamiento surcaba su mente. Estaba seguro que de haber tenido a alguien en frente le habría golpeado. Se dejo caer en la cama, irritado y cansado de sentirse irritado. El celular que llevaba en el bolsillo sonó casi al segundo de haber cerrado los ojos. Lo contesto de mala gana.

-¿Ruby? Ven a verme.

Le dio la dirección del hotel y se masajeó las sienes a la par que colgaba. Dudaba mucho que Dean regresara esta noche. Espero a Ruby fuera del hotel, porque no aguantaba un minuto más dentro de esas cuatro paredes que incluso parecían oler a Dean. Se subió en el auto que ella traía apenas llegó e intento no pensar más en su hermano y concentrarse en el asunto que tenía entre manos. Seguir la pista de Lilith.

Notas finales:

Queria escribir algo sobre el 5x22, pero aun ando en shock, asi que este esta ambientado en la cuarta. Va a ser corto. O eso espero. Eso es todo, espero que les guste y gracias por leer.

PD: El titulo es un asco, lo se.


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