Dos chicos, uno rubio y otro moreno, los dos sentados en el sofá mirando la típica película aburrida de los sábados a las cuatro de la tarde. Ambos chicos tenían 22 años, llevaban seis años de relación, y a pesar de estar en una edad en que lo único que quieren es sexo, sexo y después un poco más de sexo, parecía que se habían estancado.
Un bostezo aparecía por la boca de Sasuke, se aburría, bueno, él no era el único, en verdad los dos se aburrían. Pero hoy Naruto se había levantado con ganas de marcha, algo raro últimamente, asi que lo único que tenía que hacer si quería sexo era conseguir calentar a su novio. Algo difícil, últimamente parecía un témpano de hielo.
El rubio empezó a abanicarse la cara, como si tuviera calor. Con este gesto lo único que obtuvo es que su compañero le mirara con gesto extrañado, por lo que se decidió a arriesgarse hasta el final y poner todo de su parte, de esa noche no pasaba que mojase, un mes de sequía era mucho mes.
-¡Uf, qué calor hace aquí! Creo que voy a quitarme la camiseta.
Naruto hizo ademán de levantarse pero Sasuke le paró el movimiento con su mano en el torso. Le miró con cara de estupefacción y le intentó hacer entrar en razón.
-Naruto, estamos a mitad de diciembre.
El chico intentó rebatirle esta afirmación de cualquier forma posible.
-Ya lo sé, pero en diciembre también puede hacer calor.
El moreno asintió con la cabeza, dándole la razón.
-Cierto, pero no cuando estamos a -10ºC.
Naruto intentó buscar algo con lo que pudiera rebatir a esto y finalmente encontró la respuesta mientras volvía a hacer el gesto de abanicarse la cara para darle más credibilidad.
-Es que la calefacción está al máximo.
Sasuke se llevó una mano a la frente, golpeándosela, se echó a reir ruidosamente y le respondió con tono cómico.
-¡No tenemos radiador!
El rubio hizo un mohín con la cara, se levantó enfadado y con un gesto airoso le reprochó su comportamiento.
-¡Eres un sieso!
-¿Sieso yo? -preguntó señalándose a sí mismo y levantándose también del sofá-. ¿Pero qué es lo que he hecho yo ahora? ¡Eres tú el loco que ha empezado a soltar incongruencias! ¡Qué si calor, qué si calefacción! ¿Qué te pasa hoy?
Naruto se fue hasta la puerta para salir de la habitación sin embargo algo le instó a quedarse y a responderle.
-Sexo Sasuke, quiero sexo -al ver una cara extrañada en su novio continuó-. Follar, ¿lo entiendes? Quiero follar, pero parece que tú las sutilezas no las captas.
El moreno se acercó enfadado dando varios pasos hasta su pareja. Y enfadado le respondió en tono irónico.
-¡Ah! ¿Qué quieres que lo hagamos? ¡Haber empezado por ahí!
Naruto le notó en la voz que realmente no quería, pero estaba enfadado y que solamente por hacerle sentir un poco culpable lo haría. Sasuke ya se había desabrochado el cinturón y bajado los pantalones hastas quitárselos de las piernas, quedándose solo con el suéter y en boxers.
-¡Venga, vamos a la cama Naruto!
-¡No, ya no quiero!
El rubio se dio la vuelta y entró en la habitación, cerrando con pestillo por dentro. Hoy tampoco habría sexo.