Viernes, maldito viernes, cómo los odiaba, si antes era un excelente día, ahora, era el peor, desde que mi madre murió, tuve que hacerme cargo de mi mismo, sólo pudo dejarme el departamento en donde vivíamos y un poco de dinero, el cuál gaste en su funeral, desde ahí busqué un trabajo, lo único que encontré fue en una bar, como…ah!!! Que humillante, como mesero, pero…TENÍA QUE VESTIRME DE MUJER!!!...si, lo odiaba, pero pagaban muy bien, me aceptaron, sólo que debía usar una minifalda que enseñaba más de lo que debería, un top que dejaba al descubierto mi estómago, mi cabello era largo, así que no me preocupaba por eso, sin embargo, me preguntaba, ¿EN QUÉ MENTE ENFERMA CABE EL USAR A HOMBRES VESTIDOS DE MUJER COMO MESEROS?!!! El dueño era un maldito pervertido, y lo peor es que se ganaba un dineral con su estúpida idea, todos eran una bola de pervertidos, ahh!!! Odio a la gente así, pero no me quedaba de otra, era eso o morir de hambre, que siendo honesto, empezaba a considerarlo, pero bueno…llevaba 2 horas ahí, entraba a las 5 de la tarde y salía a las 11, como era menor de edad, el dueño ignoró ese pequeño detalle, ese desgraciado, veía mis piernas como si fuera una puta, no tenía nada contra ellas, en verdad las admiraba, ¿Cómo es que podían soportar tales maltratos?...en verdad que las admiraba, por lo menos aquí los hombres sólo me tocaban las piernas, empezaba a acostumbrarme pues todo parecía monótono, pero aún así me provoca asco, trataba de no deprimirme, mi amigo Ruki siempre me da ánimos, somos como hermanos desde que sus padres murieron en un accidente, vive con sus tíos, pero no es lo mismo, siempre nos damos apoyo mutuamente, pues él sabe que si está con sus tíos no es porque se preocupen por él, si no por la herencia, pueden gastarla hasta que Ruki cumpla la mayoría de edad, faltaba poco, cerca de año y medio, aún así, él siempre trataba de ayudarme, pagaba algunos de mis gastos, siempre se lo he agradecido y sé que algún día se lo pagaré, empieza a llegar la gente, maldita sea, unos tipos llegaron, se ven de universidad, no me les quiero acercar, aunque un alto moreno me llamó la atención, así que le dige a Yuuto que si iba por mi, luego me toca a mi, un rato después llegaron unos señores, agh! Me toca, lástima, un trato es un trato, así que fui allá, me estaban viendo las piernas, cómo odiaba que hicieran eso, me hacían sentir como una golfa…
-Buenas Noches señor, ¿qué le ofrezco?- el muy maldito me toco la pierna por “accidente”, ah! Cómo quisiera poder romperle la cara, no hice nada, no podía si no, me correrían, así que sólo sonreí…
-Traeme una botella de vino rosa lindura- maldita sea, ahora cree que me gusta, que asco, asentí con la cabeza y me di la media vuelta, empecé a caminar y me toco una nalga, ahh, es un maldito hijo de…oke! Ya había dicho muchas veces lo mismo, así que continué caminando como si nada, fui por las bebidas y cuando regresé me topé con ese moreno, me parecía atractivo, pero sólo lo rodee y me dirigí a la mesa…
-aquí tiene su pedido señor- dejé la botella con hielos, unas copas y me pensaba retirar, cuando ese maldito me volvió a agarrar las piernas, traté de safarme, pero me tomó de la cintura con fuerza, AUXILIO!!!...que asco me da, me esta tocando, quiero salir corriendo pero no puedo porque me tiene agarrado con fuerza…
-por favor, déjeme- dije con voz de suplica, no quería que siguiera, me daba asco
-tranquilo lindura, sólo nos divertiremos un rato- sigue tocándome las piernas, ayuda, quiero que me suelte
-no, por favor, necesito trabajar- estaba haciendo el esfuerzo de quitármelo de encima…ayuda, no quiero, ayuda…
-disculpe, pero el joven dijo que lo dejara, así que por qué no es cortés y lo suelta de una maldita vez- volteé a ver, era él, estaba ayudándome, ese señor me soltó y se levantó, le va a pegar!!!...
-¿tú quien te crees niño?...este es asunto de adultos, es un bar y le pagan para esto, así que no molestes- tenía razón, me pagaban prácticamente para que vieran mi cuerpo
-si, es su trabajo, pero eso no le da derecho a ser un maldito pervertido- ¿QUÉ?!!! Que corra, que se vaya o le harán daño, el señor se acercó y trató de darle un golpe en la cara, él sólo lo esquivo, lo tomó por el brazo y lo puso sobre la mesa, doblándole el brazo…
-muy bien, entonces no se puede hablar civilizadamente, asi que…deje al joven en paz, ¿entendido?-…el señor sólo asintió y pronto los guardias ya estaban sacándolo…
-gracias- me sentía aliviado y preocupado a la vez, no se nos permitía tener novia o novio, porque no querían peleas…
-no hay de qué, no creo que te gustara estar en esa situación y gente como ese señor me da asco, Shiroyama Yuu- me extendió la mano y me sonrió, correspondí- pero puedes llamarme Aoi…y tú te llamas?...
-Takashima Kouyou, pero me dicen Uruha, bueno, me voy que todavía tengo trabajo- le agradecí con una profunda reverencia y me fui, me faltaban 2 horas para salir, qué lastima, me hubiera gustado poder agradecerle con algo más que una reverencia…
10:45 pm…faltaban sólo 15 minutos, faltaba poco, hace un buen rato que el lugar se estaba vaciando, ya sólo faltaba un cliente, que a pesar de que tenía un fuerte parecido a un alcohólico, era de los mejores clientes, los guardias lo sacaron y cerramos, me fui a cambiar y luego me dirigí a mi casa, ya era tarde, siempre me tenía que ir caminando o en taxi, pues a esas horas no había transporte, así que me fui pensando en el moreno que me había salvado, me preguntaba dónde estaría en ese mismo instante, en verdad le agradecía, lástima que un rato después de lo sucedido, se fue con sus amigos, creo que era el cumpleaños de uno de ellos, Yuuto al parecer se fue con uno de ellos, creo que mañana apenas y podrá caminar, bueno, él y sus asuntos, estaba caminando, era un callejón, me dio algo de miedo, pero ya era tarde, no creo que hubiera mucha gente a esas horas, iba viendo el cielo, hasta que sentí como algo se movía, volteé pero no vi nada y de pronto, sentí a alguien que halaba uno de mis pies, ahh!!! Hoy era el peor día de mi vida…