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*LA MARCA DEL DRAGÓN* por YUKI ERI

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Notas del fanfic:

*W* UN FIC QUE CREE CON MUCHO AMOR, YA QUE ME ENCANTA EL SASU-NARU Y LOS DRAGONES!!! ESPERO LES GUSTE  Y ESPERO SUS COMENTARIOS N.N CABE ACLARAR QUE LOS PERSONAJES NO SON MÍOS, SON DE MASASHI KISHIMOTO-SAMA, OTROS SON INVENCIÓN DE CHELKI NARU, OTROS DE KARU HIMEKO, OTROS SON INVENCIÓN MÍA n.n, Y OTROS (¬¬ YA MERITO???) SON DE YUU WATASE-SAMA n.n

Notas del capitulo:

WOOOW IMPACTANTE LA CRUEL REALIDAD Y VERDAD O NO??

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Edit.
Cap 1 reestructurado
no sé cómo pude subir ésto hace años XD 

Prólogo


 


La vida en el imperio de Konoha era conocida por la paz que había gracias a una antigua tregua entre humanos y dragones, las bestias divinas prometieron ser aliados de los dos piernas, uniendo así dos reinos forjando una alianza eterna, los dragones otorgarían a su guerrero un don especial a cambio de lealtad por parte de éstos, y los humanos ofrecieron la gema antigua, un diamante que poseía un gran poder, el cual fue colocado en el centro del castillo de las montañas plateadas ubicado a las afueras del reino, el reino Drakar, era el reino de dragones, Konoha, era el reino de los humanos, en Konoha,  se formaron doce reinos, el del agua, madera, fuego, hielo, viento, tierra, metal, roca, niebla, lluvia, rio, y arena, cada uno con sus respectivas aldeas, dichos reinos serían dirigidos por doce guerreros y doce dragones, divididos entre espadachines y arqueros, solo una pareja era la destinada a gobernar todo Konoha, un día una arquera y un espadachín se unieron, la reina Kushina y el rey Minato, gobernaron por muchos años, hasta el día en que tuvieron a su primer heredero, este  estilo de vida fue desecho cuando uno de los doce guerreros se reveló en contra, formando en secreto un ejercito para abolir a los reyes, el guerreo espadachín numero seis, mejor conocido como Orochimaru, tomó el poder del imperio tras desaparecer a los reyes y aparentemente también al heredero, y el equilibrio entre los dos mundos se perdió, al igual que la gema antigua y los guerreros sobrevivientes huyeron hacia las montañas, pero Orochimaru no contaba con una cosa, el pequeño heredero estaba aún con vida, y la profecía que se había dicho ya de boca en boca entre los aldeanos, estaba por cumplirse.


 


 


CAP 1: EL CHICO DE LA PROFECÍA


 


 Se había despertado por la fuerte sacudida que Sasuke le dio algo asustado


-¡Naruto, despierta!, ¡ahora!- se trató de levantar todavía medio dormido mientras él le explicaba lo que ocurría, y fuera de la casa se podían escuchar gritos desesperados, pero el rubio casi no los escuchó del todo bien, oía la voz de Sasuke tan distante y apagada que parecía que estaba a cientos de kilómetros de él, se desperezó y por fin por unos segundos pudo hilar algunas palabras.


-no entiendo nada Sasuke, porqué vienes a despertarme a las...- se detuvo para mirar el reloj colgado en la pared, -seis en punto de madrugada, es mi día de descanso, déjame dormir- le dijo mientras trataba de volver a la cama.


 -¡no! Naruto, ¿que no entiendes?, no hay tiempo para dormir, tenemos que irnos, y pronto- Naruto lo miró de forma extraña, los gritos de afuera resonaron en su cabeza, ahora más fuerte que antes, Naruto supo que algo estaba pasando y que esa era la razón por la cual Sasuke irrumpía en su casa.


 -¿qué pasa?-


-los soldados están aquí, vienen para llevarnos, tenemos que escapar, o nos llevarán con ellos, Naruto, yo no quiero ser un soldado de Orochimaru- Naruto se paró descontrolado, de los cajones de ropa, eligió alguna y se metió al baño, cuando salió lo hizo con unos pantalones negros y una playera naranja, acompañada de una chamarra negra, tomó otras cosas y las metió en una pequeña mochila azul, sabía lo que aquello significaba y tampoco le agradaba.


-¡Dense prisa!- gritó una voz desde la planta baja de la casa, Sasuke volteó a ver a Naruto, y éste se encontraba apoyado en su buró escribiendo una nota.


         “Queridos padres...


Lamento haberme ido así de pronto, pero los soldados llegaron al pueblo, no sé si vuelva a verlos, quiero que sepan que los amo, regresaré cuando todo esté tranquilo, y si por alguna razón, no lo hago, sepan que les agradezco lo que hicieron por mi desde que me adoptaron, no me busquen, no quiero que se pongan en peligro. Confíen en mí. Los quiere... Naruto”  


Entonces Naruto se dio vuelta y corrió hacia afuera por el pasillo, dejó la nota en la habitación vacía de sus padres y junto con Sasuke se apresuró a salir.


-Estaba a punto de subir por ustedes-, les dijo el chico moreno de ojos oscuros al igual que Sasuke. Itachi abrió la puerta lentamente, Naruto no pudo creer lo que veía, su casa era la más alejada del pueblo, pero desde ahí se podía ver todo, casas incendiadas, gente corriendo, otra descansando muerta en el pasto y la restante, la más joven, llevada a la fuerza por los soldados, para que formaran parte de sus líneas. Sin que los vieran corrieron hasta adentrarse en el espeso bosque que los rodeaba. Naruto se detuvo un poco, para quizá ver por última vez su casa. Una casa de aspecto rústico de dos pisos, hecha de madera, como todas las demás, contemplaba aquella casa en la que creció, y rogó por que los soldados no la quemaran como a las otras. Siguieron corriendo alejándose cada vez más del pueblo.


Cuando Orochimaru había ostentado el poder del reino había forzado a todos los jóvenes de las regiones a formar parte de su ejército cuando cumplían dieciséis años. Naruto los había cumplido hacía dos semanas y junto con el dolor de saber que los soldados seguramente irían por él y por Sasuke también supo que no era el hijo legítimo de aquella familia en la que había crecido y aunque le dolió, también le ayudo para reforzar su amor hacía sus padres. Naruto había sido encontrado casi muriendo de frío envuelto en unas cobijas humedecidas por el agua del río. Mientras corría, sostuvo entre sus manos el dije en forma de dragón que esa noche colgaba  en su cuello y detrás de éste su nombre, “Naruto”. De alguna forma sintió que era lo único que le quedaba de su familia.


-Descansaremos aquí- les dijo Itachi, mientras reducían su velocidad, para descansar sobre el pasto frío. Ninguno dijo nada, la aldea había quedado muy atrás. Había hablado con sus padres de eso, la tiranía con la que Orochimaru gobernaba no era algo que él aceptara, así que habían acordado que Naruto escaparía antes de formar parte del ejército del rey. Con sus padres fuera de la aldea, se preguntó si había hecho lo correcto.


-¿A dónde iremos?- preguntó, él no tenía otro lugar al cual ir y Sasuke siempre había dicho que no tenía más familia que Itachi.


-El siguiente pueblo está a unas horas- respondió Itachi, -tengo conocidos ahí que podrían ayudarnos por un tiempo-, Naruto asintió sabiendo que quizá su vida sería estar con extraños a partir de ese momento, pero al menos tenía a Sasuke, el chico callado del pueblo que había decidido ser su amigo. Después del descanso continuaron el camino, aunque ya no corrían. La suave luz de la mañana iluminó el bosque y con cada paso Naruto se sentía más cansado y hambriento.  Después de varias horas de caminar, se pudo divisar a lo lejos una tenue manchita entre dos colinas, era el pueblo siguiente


-casi llegamos- dijo Itachi emocionado, -hay un posadero en ese pueblo, que conoció a mi papá, tal vez nos deje pasar la noche y nos ofrezca de comer-, dijo, aunque Naruto no estuvo tan convencido. Después de lo que le pareció a todos una eternidad de caminata por fin llegaron, en la entrada, un arco enorme que decía “Aldea del fuego”, les daba la bienvenida, se abrieron paso a través de las calles, viendo como el sol a esas horas decidía meterse, dando al cielo tonos purpúreos, llegaron hasta una casa malgastada y un poco descuidada, en la puerta colgaba un letrero de un granjero con un azadón.


-aquí es- le dijo Sasuke a Naruto, empujando la puerta e invitándolo a pasar. La fachada de fuera era solo eso, una fachada. Por dentro todo era distinto, las mesas estaban limpias y ordenadas, a diferencia de la taberna donde antiguamente trabajaba, ésta era más agradable.


-buenas tardes señores Uchiha- les dijo el hombre que estaba parado detrás de la barra, dándoles la mano y sonriéndoles, vestía con pantalones y una playera escondida tras un chaleco.


-Señor Jiraiya- Itachi habló con seriedad, del tipo de seriedad que Naruto admiraba, -los soldados llegaron a nuestra Aldea, tuvimos que salir y no tenemos por ahora dónde quedarnos-.


 


-yo... voy a sentarme por allá- dijo Naruto dándoles la espalda. Jiraiya había recelado de las palabras, se pudo ver en su rostro e Itachi había avanzado hasta la barra junto con Sasuke para hablar con él, Naruto supuso que estarían hablando de su estancia en el lugar al menos por esa noche. Entonces se fue a la mesa que estaba debajo del candelabro que colgaba del techo, se quitó su chamarra y la colocó en la mesa, mientras él se sentaba en la silla, dejó al descubierto sus brazos torneados, no podía escuchar lo que los dos Uchihas hablaban con aquel señor, pero sí pudo sentir la mirada penetrante de él.


-no puede ser- dijo Jiraiya entre emocionado o asustado, se dirigió a Naruto con grandes pasos, cuando llegó lo tomó del brazo derecho viendo la extraña marca que tenía colocada en el lado interno del brazo a unos milímetros del doblez del codo.


-es un lunar, lo tengo desde que nací- le dijo Naruto, al ver a aquel hombre tan interesado en la marca de su brazo, tenía dos picos simulando cuernos dos extremidades curvadas con pequeñas ondas terminadas en picos y una larga extremidad simulando una cola, Naruto siempre lo vio como un lunar, pero estaba seguro de que para el hombre que ahora sostenía su brazo, era más que eso. En ése instante unos hombres entraron a la posada, Jiraiya rápidamente tapó el brazo de Naruto con la chamarra, y les dijo en voz baja a los tres que podían subir a la habitación  grande y les dio unas llaves, mientras los tres subían las escaleras Jiraiya atendía a los clientes.


En la parte de arriba habían dos pasillos a cada lado de las escaleras, dieron vuelta hacia la derecha Naruto contó, -uno, dos, tres, cuatro- su habitación era quinta puerta hacia la derecha, la última de aquel pasillo, el cuarto era enorme, con una ventana que daba hacía la calle, cubierta por una cortina roja que llegaba al ras del piso de madera, a cada lado de la ventana había un buró con un candelabro pequeño pegado a la pared, y a un lado una cama enorme.


-ustedes duerman en la cama- les dijo Itachi, - yo dormiré en el sillón-


Después de unos minutos Jiraiya subió con una charola con la cena, que consistió en una especie de puchero, después de cenar, se acomodaron cada cual en su respectivo lecho y se quedaron dormidos. Naruto abrió los ojos, le costó acostumbrarse a la idea de no estar en su casa, se levantó y se fue al baño, cuando Sasuke se despertó, el sonido de agua en el baño y la ausencia de Naruto en su cama, le hicieron suponer que se estaba bañando, cuando salió corrió la cortina, el sol iluminó el cuarto, Itachi se revolvió en el sillón todavía deseaba seguir durmiendo, por la postura del sol, eran más o menos las diez, cuando todos se hubieron aseado, los tres bajaron,  Jiraiya cocinaba algo que olía muy bien.


Los tres se sentaron frente a la barra mientras Jiraiya  les ponía un tazón de caldo de pollo enfrente, el vapor les llenaba los pulmones de un olor delicioso. 


-niño, ¿sabes lo que significa... la marca de tu brazo?- le preguntó el hombre a Naruto, pero éste alzó la cabeza con más dudas que antes.


-¿significa algo?-


-es la antigua marca de los guerreros dragón-


-¿de los que?- preguntó Itachi, mientras Sasuke ponía más atención


-de los guerreros dragón- volvió a decir Jiraiya.


-y eso ¿qué significa?- preguntó Sasuke.


-significa que este chico, es un guerrero dragón-


-¿yo?, eso no puede ser, ni siquiera sé de lo que me está hablando- replicó el rubio.


-verás, hace muchos años, existía una alianza entre humanos y dragones, al sellar el pacto una marca como ésa-, le dijo señalando su brazo, -apareció en los guerreros, gracias al gran dragón Supremo, un dragón que gobernaba a los demás dragones. Eran trece guerreros en total, cada uno con un dragón, así, los dos reinos, el de humanos y el de dragones, se uniría.  Acordaron que una pareja de guerreros y una de dragones reinarían todo Konoha, el reino de los humanos y todo Drakar, el reino de los dragones, evitando así guerras. Se formaron otros doce reinos que serían gobernados por los otros doce guerreros, -se detuvo para tomar un sorbo de sake, -y doce dragones, pero un cierto día uno de los guerreros traicionó a los otros, y se desató una guerra de donde ambas partes se derramó sangre...-


-¿y eso qué tiene que ver con Naruto?- preguntó Sasuke.


-todavía no acabo… después surgió una profecía, en la cual, reaparecería el legítimo portador de la marca y restablecería la paz nuevamente- Naruto rió un poco.


-eso es una locura, ¿porque cree que yo puedo ser esa persona?, ni siquiera sé cómo son los dragones, o si existen en verdad-


-claro que existen- dijo Jiraiya con expresión seria.


-pero no puedo ser yo, usted se equivoca-


-mira muchacho, te haré una pregunta, solo una, si tu respuesta es sí, entonces aceptaré que estoy equivocado y aceptaré la idea de que sólo es coincidencia que tengas la marca... pero, si tu respuesta es no, entonces tendrás que aceptar que eres el chico de la profecía, ¿de acuerdo?- Naruto asintió, -los señores con los que vives.. ¿son tus padres biológicos?- Naruto abrió los ojos y una extraña sensación le invadió el cuerpo, bajó el rostro, clavando la mirada en su tazón ya vacío.


-eso supuse- dijo retirando los platos y dejando en su lugar una taza de café caliente. -¿Quieren saber la otra parte de la historia?-, los tres asintieron, -bien, los guerreros se dividían, seis eran arqueros, y seis espadachines, sólo uno podía tener los dos dones, y ése eres tú. Tu madre era una arquera excepcional, y tu padre era un espadachín de los mejores, después de tu nacimiento se supo que serías el próximo gobernador de todo Konoha, y el traidor, Orochimaru, mandó a asesinarte, tu padre al igual que muchos hombres peleó contra él, pero desapareció después, y tu madre huyó contigo. Desafortunadamente encontraron a tu madre muerta a las orillas del río, y de ti no hubo rastro, Orochimaru supuso que algún animal te había matado, después se supo la profecía y Orochimaru comenzó a buscarte, pero nunca te encontró, él sabe que eres su destrucción, por eso quiere acabar contigo- Naruto de alguna forma se sentía extraño, era como si las personas pudieran saber su vida y decir qué debía hacer con respecto a su destino ya escrito y él no pudiera negarse.


-¿Los conocío?, ¿a mis padres?- preguntó, sus ojos azules tenían una capa de brillo al intentar no llorar. Jiraiya asintió.


-Eres idéntico a tu padre cuando él tenía tu edad-


-¿usted cómo sabe todo eso?- preguntó con gran interés Itachi, el hombre descubrió su mano derecha y ahí estaba, justo donde Naruto tenía su marca, él tenía una idéntica.


-porque yo soy uno de los guerreros, soy un espadachín, el número cinco, y tú Naruto, eres el número uno, el descendiente de Kushina y Minato, el heredero al trono, que reinará todo Konoha-, a Naruto le latía el corazón fuertemente, no supo qué decir.


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