Esa noche Mu llegó ebrio. No exactamente ebrio, pero sí algo pasado de copas y con un equilibrio dudoso. El cumpleaños de Aldebaran era la excusa perfecta para slir el sabado al mediodía y regresar el domingo a las 10de la mañana. Pero había valido la pena. Esa noche, Milo bebió tanto que su manera de bailar creó una moda, por así decirlo. No paró de moverse ridículamente y con energía en toda la noche. Además, tenía una habilidad bastante extraña. Cuando alguien iba en busca dealcohol en la nevera, nadie encontraba algo… pero entonces llegaba él, buscaba y sacaba toda una variedad de bebidas fuertes. Cuando el alcohol le adormeció, acabó en la mesa con una posición admirable. Estaba sentado en una silla, con la frente apoyada en la mesa y los largos cabellos cayendo como cascada.
Shion había estado especialmente terrible esa noche Había acosado y besado a una infinidad de muchachos del pueblo y había gritado y bailado como un poseso. Aioria había parecido que decidió emborracharse, pues se descompuso y Shura tuvo que cuidar de él. Aldebaran se mantuvo sobrio. Otro de los pocos sobrios era Aioros, quien se encargaba de poner la música. Se reía cada vez que colocaba una canción que gustaba a todos y oír el general “¡Oooooooh!” cuando la cambiaba… Le hacía sentir poderoso. O aún mejor. DIOS. En un momento dado, Mu, Aldebaran y Aioria se subieron a unas sillas a bailar.
Bajo la canción Bad Romance de Lady Gaga movieron las caderas y las pompis. Alde y Aioria bajaron para seguir bebiendo, pero al ariano aún le quedaban energías: se mantuvo bailando y agitándose como cuatro canciones más. Sin darse cuenta, Afrodita grabó su humillación (llamada así según Mu). Elromance estuvo presente allí. Shion se besó a más de un caballero, Shaka apretó a una muchacha contra la pared e incluso Dohko anduvo sufriendo por los rincones del salón. Ver a su peliverde amor besarse con otro le destrozaba. Luego de realizar sus desvaríos, Mu se acercó al joven maestro para animarle. Le hizo contar manchitas, ver sien la esquina llovía e incluso lo distrajo con la ayuda de Aioros. Pero como por esas cosas del destino, Shion y su compañero salieron a besarse al exterior. Con ellos salió un muy divertido Kanon, que se acercço al trío a hablar sobre los chismes. Finalmente, volvieron a entrar los cuatro. Cuando se hubo cansado, el ariano pelilila tomó asiento y clavó la mirada en el suelo. Allí, por lo lejos, Camus abrazaba a una muchacha. Al principio no lo notó, pero un joven delgado y de piel fría se le acercó y tomó sus manos con suavidad. Era un amigo de Aldebaran, pero había olvidado su nombre. Se sintió muy extraño en cuando el otro apoyó sus finos dedos en sus mejillas y le acarició. No supo qué decir ante esa acción. El otro le habló.
- Sé que te vas a olvidar de lo que te voy a decir…
- No estoy borracho – interrumpió Mu notando lo que el otro estaba pensando- Me lo voy a acordar.
- Bien… entonces quería decirte que me gustas…. Hace tiempo que te estoy mirando.
¡Él y su santa bocaza! Ahora no podría disimular que olvidó… eso ¡porque él mismo dijo que no estaba ebrio! El otro acercó un poco su rostro y Mu también. Pensó en besarle. Miró sus labios. Tan mal le iba en el amor que ¡estaba a punto de besar a alguien que no quería! Pero por suerte en vez de un beso el otro le abrazó. Estuvo toda la noche escondido en el baño. Aldebarán llegó justo y hablaron, aunque Mu necesitaba contárselo también a Shion… no obstante pudo desahogarse con el taurino. Aldebaran, luego de hacer lo que iba a hacer y de psicólogo, llamó a Shion. El peliverde cayó al lugar gritando y riendo con un chupetinen la mano. Si Mu esperaba un consejo, no lo tuvo. Finalmente tuvo que rechazar al joven. Y es que… era muy poco masculino. Cuando regresó a su templo se encontró conSaga, quien había sentido su cosmos y había ido a recibirle. Saga no había querido ir para descansar, y bien que hizo pues estaba tan enamorado del carnero que hubiese masacrado a aquel joven que hubiese osado a tocar a su muchachito amado… Una explosión de galaxias hubiese bastado. Al cabo de 10 minutosSaga sabía más de la mitad de lo que había ocurrido en la fiesta. De más está decir que el geminiano ardió de celos al oír que se le ahbían declarado al carnero, pero no pudo decir nada, pues el pelilila cayó rendido a sus brazos, dormido. Suspiró y recostó al muchachoen la cama del primer templo. De alguna manera, sentía que estaba viviendo una escena de hace muchísimo, muchísimo tiempo…
- Flashback-
Un pequeño Mu corría velozmente. Detrás de el se acercaba DM a toda velocidad. No es que le tuviese miedo, pero la sensación de ser perseguido sí se le hacía terrorífica. Le esquivó hábilmente y corrió para el lado contrario, pero trastabilló con unas piedras y terminó cayendo. Varios raspondes adoraron su bello e infantil rostro y algunas magulladuras tiñieron sus piernas. DM se acercó trotando y –porqué no- preocupado. Los adultos que habían visto la escena –Aioros ySaga- al ver que Mu no se levantaba decidieron socorrerlo. Saga tomó al pequeño en sus brazos y el otro se removió. A parecer se había lastimado un brazo. Mu le miró colorado de vergüenza y, sin musitar palabra, apoyó una de sus manitas en el rostro del otro. El geminiano le aseguró que todo iría bien y colocó la cabeza del ariano contra su pecho, Al poco tiempo le sintió respirar más relajadamente; se había dormido. Con media sonrisa en el rostro le llevó a su templo, a velar su sueño.
- Fin Flashback –
Cuando estaba a punto de irse Mu se levantó con rapidez, como si hubiese sido impulsado por un resorte y le tomó de la mano. Le miró con los ojos entrecerrados, sin saber si lo que veía era cierto o un sueño. Convencido de que era lo segundo, dijo:
- Saga… te amo tanto… no sabes cuánto daría por sentir tus brazos cuando despierte… - y cayó de espaldas hacia la cama, con los ojos profundamente cerrados y la respiración nuevamente tranquila.
Saga se quedó unos momentos analizando la situación. Finalmente sonrió y se sentó en el borde de la cama. Cumpliría los deseos de Mu… siempre.
Fin~