Llamadas
-Hai
-Ah Tezuka, sabias que en Japón ya están floreciendo los cerezos y pensé…
Bip bip bip
Colgó inmediatamente el teléfono mientras dejaba escapar un leve suspiro, Tezuka no se hubiera imaginado lo problemático que sería darle su número de celular a su compañero unas semanas antes cuando se fue de Japón para su tratamiento en Alemania.
-Flashback-
En las canchas de la escuela
-Tezuka, te quiero pedir un favor
-¿Cuál?- contestó de inmediato viendo como el más alto tenía en mano una de sus libretas y algo con que escribir
-Me darías tu número de celular
-¿Para qué?
-Es que quisiera estar al tanto de tus avances en Alemania, ya sabes para mantener mis datos siempre actualizados
El castaño tomo el bolígrafo y la libreta que le ofrecía desconfiando un poco pero conociendo como era el databoy esa petición sonaba muy normal, claro que no se iba a imaginar que mal podía esto causar.
-fin flashback-
Si, efectivamente, desde el momento de llegar a Alemania su celular timbró y desde entonces no había día en que no recibiera unas cuantas llamadas del pelinegro, aunque al principio efectivamente las llamadas eran para preguntarle acerca de sus tiempos, resistencia y demás cosas referente al tenis, muy pronto estas ya no parecía tener un fin ni una hora específica. Como aquella vez en medio de su terapia…
-Hai
-Tezuka, los del club decidimos ir al billar pero hay un 85% de probabilidades de que llueva ¿tu crees que debamos ir o…
Bip bip bip
Cortó. No tenía sentido, asi de simple esa pregunta no tenía sentido y eso lo molestaba, por eso había colgado, el no era de esos chicos que les gustara perder el tiempo con cosas así, le gustaba la tranquilidad y su propio celular se la quitaba, o mejor dicho cierto chico data. Debía de encontrar solución a esto, ¿pero cuál?, el no podía dejar de contestar el teléfono, por la posibilidad de alguna urgencia, o si era su familia, y por lo mismo el apagar el teléfono no era una solución viable, pero en verdad ya le estaba colmando la paciencia, no tuvo más opción que seguir contestando y la momento de reconocer su voz colgar inmediatamente, tal vez se cansaría y dejaría de hacerlo.
Nunca lo hizo, inclusive estas eran más insistentes, a cualquier lugar, en cualquier momento, interrumpiendo sus actividades inclusive sus pensa…
~ kumo ga nagareteku hayasa wo miteru… ~*
Antes de que continuara la melodia tomó su celular
-Hai
- Hola Tezuka, te quiero decir algo importa…
Su voz se oía distinta a otras veces, no sabía cómo pero asi lo sentía, pero no le importó pensando que era imaginaciones suyas y estaba a punto de colgar como siempre cuando escuchó los murmullos a su alrededor
…debe muy posesiva…
… míralo nada mas como esta…
…recuerdas que también lo hizo salirse de las duchas…
…su novia…
Bien ya había tenido bastante, debía ponerle un límite ya mismo
-BASTA Ya es suficiente, estoy cansado- su voz se mostraba un tanto agresiva, no gritando, pero si alzando la voz lo suficiente para que lo transeúntes lo voltearan a ver- no me importa lo que tengas que decir, déjame en paz y no me vuelvas a llamar bajo ninguna circunstancia te quedo claro- y colgó mirando furibundo a la gente del lugar, marchándose lo más rápido que pudo de ahí.
Después de haberle gritado así Inui no volvió a llamar por el resto del día, el castaño se sintió aliviado quizás fue por las malas pero al menos volvía a tener de vuelta su santa paz, incluso estuvo más animado.
Al día siguiente tampoco ocurrió ninguna de esas llamadas ni otra cosa extraña, salvo que en la institución todos lo veían extrañado de que el castaño ya no fuera molestado por el sonido de su celular, pero nada más e hizo sus actividades sin contratiempos.
Y la mañana después de esa, y el día que le sucedió, así sucesivamente….y nada, el celular estaba tan mudo como un museo a media noche, y se dio cuenta que por alguna razón miraba cada cierto tiempo hacia él; que irónico, antes el celular le robaba su tranquilidad cuando no dejaba de sonar, y ahora su silencio lo inquietaba mas, siendo más concretos era la actitudes del ojiverde. De repente se encontraba revisando las llamadas perdidas u otras veces no lo soltaba en todo el día.
Ahora estaba tendido en su cama, pensando en lo calladas y vacías son las noches en esa ciudad, tan lejos de su hogar donde posiblemente a su compañeros ya se están levantando, después de todo hay 8 horas de diferencia… 8 horas…no se le había ocurrido la distancia tan grande que había, incluso si era por teléfono, era mucha y a pesar de eso Sadaharu lo llamaba, y decir verdad era el único, ya que los demás solían usar e-mail, mas fácil pero al mismo tiempo más frio, por el celular quizás solo era la voz la que se transmitía pero también cierta calidez, la de saber que estas en contacto con un persona y no una maquina, una persona que te contestara en el momento en que le hables
-Tal vez me porte muy mal con el-se dijo al encontrarse pensando otra vez en el autor de la llamadas –lo extraño…- y era verdad en esos momentos lo extrañaba o posiblemente era algo más
----------------------------------------------------------
Bip bip bip
Otra vez le había dejado con las palabras en la boca, desde algunos días sus llamadas cumplían esa rutina, él llamaba, le contestaban, comenzaba a decir cualquier cosa, luego de 3-5 seg de silencio en promedio y le colgaban. Claro que eso no le extrañaba por el carácter del castaño era normal que eso lo molestase, pero el simplemente ya no podía evitarlo, era irracional y lo sabia pero no dejaría de hacer esas llamadas.
Desde antes de que su capitán se fuera, se dio cuenta del interés especial que le despertaba, y las que en un principio podia calmar con solo mirarlo, pero si se iba como le haría él, y pensó en su voz, por esa razón le pidió su teléfono, pero esas llamadas solo servían para darle más ganas de escuchar, luego esta tonta rutina, que no le permitía escuchar su voz.
-Quizás ya es momento de decírtelo
Claro que su confesión no salió como hubiera querido es más no hubo tal, se quedo como otras veces con la palabra en la boca, y no solo eso, sino también un hueco en el corazón al oír por vez primera en semanas la razón de sus llamadas expresándole cosas tan hirientes; si eso era lo que quería lo dejaría.
----------------------------------------------------------
-No estoy preocupado – susurro muy bajo- pero ¿y si le sucedió algo?, ¿quizás se enfermó? Tal vez deba llamarlo solo por cortesía, pero…
La situación cambiaba a cada instante y ahora el castaño no apartaba sus pensamientos del otro, esperar por más llamadas que nunca llegaban, sus noches eran más largas, pero no llamaría no él no lo haría…
-Pero…
Mientras los minutos pasaban encontraba más razones a favor y en contra que lo hacían dudar más, tomando unas veces el celular, llegar a buscar el número para luego cambiar de opinión y apagarlo inmediatamente, dejándolo otra vez sobre la mesita al lado de su cama. Ya en la vigésima vez de repetir la rutina la mano ya entumecida no logró presionar el botón correcto y en vez de apagar el aparato, marcó la llamada sonando un leve sonido. De inmediato trató de detenerlo pero era demasiado tarde, se escuchó claramente como contestaban
-Bueno
-…- no podía responder, pues aun no se había recuperado, lo mejor será esperar a que el otro cuelgue
-Vaya… mmm 1 semana 3 días 8 horas y 46 minutos… como siempre adelantándote a mis datos ¿no es así Tezuka?
-…- miedo, pena, confusión, enojo furia. El seguía sin decir una palabra mientras todos esos sentimientos se le agolpaban, lo que sí es que una vena en su frente comenzaba a crecer de una forma alarmante.
-No te enojes, Tezuka, solo fue una broma- respondió inmediatamente el pelinegro leyendo la mente de su capitán, aunque sabía perfectamente que no era así y muy en el fondo que el otro lo sabía. Trataba que sus palabras no delataran la sorpresa que le causo su llamada
- ¿por qué no llamaste otra vez?- pregunto despacio esa duda que estaba en su mente en todo momento
-Tú me dijiste que ya no lo hiciera.-contestó sinceramente el pelinegro y con un tono de tristeza que el otro no noto
-Bueno si… Solo se me hizo raro...es todo, además tú no eres de los que me hace caso siempre- dijo recordando que aparte de Fuji era Sadaharu quien hacia lo que se le venía en gana durante los entrenamientos sobretodo en la administración de sus jugos.
-Bueno las estadísticas dice que…
Ya no escuchaba lo que decía pues desde el momento solo prestaba atención algo que dentro de sí se calmaba, una tibieza inusual pero que le hacía sentir muy bien; quien sabe porque en ese momento se acordó de aquella vez.
- Lo siento-sentía que debía disculparse y asi lo hizo-a última vez que hablaste me porte muy mal contigo, además me querías decir algo
-No creo que…- dijo el más alto tratando de que su voz no le fallase de nuevo
-Te escucho
-Me gustas mucho, Tezuka…
- o///o….>////<…¬///¬…-el rostro de Tezuka expresaba claramente lo que en esos momentos sentía, hasta que volvió a acordarse cómo hablar y le contestó titubeante-tu también, me gustas Inui.
-…
Bip bip bip
-Inui…Me colgó- todavía tenía el teléfono en su mano- me dijo eso, le correspondí y solo me colgó- terminó diciendo sin terminar de creer lo sucedido unos minutos antes- solo espero que no tardes en llamar, Sadaharu- se relajo mientras se volvía acostar con el celular en las manos y el sonrojo todavía en su rostro
En Japón
-Uh… Tezuka- vio la pantalla del aparato la cual se encontraba totalmente apagada -vaya en mal momento se tuvo que acabar la batería, pero estoy seguro en un 73% al menos de me dijo que me quería, pero para estar 100% en lo correcto quizás…-sonrió caminando con más prisa en la calle mientras se preguntaba mentalmente donde se encontraba el teléfono más cercano.
Fin.