Arthur estaba desesperado, tenía que decírselo a alguien y soltar todo lo que tenia adentro en sus pensamientos, tomó el teléfono pero se quedo pensando ¿a quién llamarle? El no tenía amigos o algo parecido y ni loco les diría a sus hermanos, conociéndolos sabía que no era buena idea tener una charla de hermanos sabiendo cómo son
Colgó el teléfono mientras una hadita que pasaba por ahí se detuvo al ver el estado de ánimo que tenía el pobre rubio, se acercó para consolarle, Arthur le sonrió de manera tierna expresándole su gratitud… pero aun no se le quitaba la preocupación, no del todo… se paró de su cama y comenzó a recorrer todo su cuarto pensando en lo grave de la situación y quien podría ayudarle a resolver su problema.
-un momento…y si le llamo a…no, ni loco, ¡primero muerto!- pensó para sí el inglés cuando detenía su recorrido, pero no tenía otra alternativa, él era el único al que le hablaba hace siglos, aunque todas su platicas terminaran en golpes e insultos, pero era el único al que, por primera vez, le tenía confianza, al menos en esta situación
-bueno…le llamare…- tragó saliva antes de alzar el teléfono, comenzó a teclear el número y espero a que le contestaran
-… ¿diga?- contestaron
-Bueno… ¿Francis?-
-si ¿Quién habla?-
-soy o idiota, Arthur- hablo con su tono normal de voz, aparentando no estar preocupado
-a ya, y para que soy bueno Arthur- el francés hablo con su tono de altanería, le extrañaba que el británico le hablara, y más si no se trataba de trabajo
-esto… ¡p-prométeme que no se los vas a contar a nadie!
Suspiro del francés- ¿no decir qué a nadie?…-
-¡T-tú solo prométemelo!...por favor…-
-ha… tan solo escuchar un “por favor” de tu boca me hace pensar que lo que me vas a contar es malo… pero está bien, prometo no decirlo a nadie…-
-conste eh… ¡porque si se lo dices a alguien te juro que te lanzo la maldición más poderosa que tengo y te dejo sin capital!-
-si, si…anda ¿Qué vas a decirme?...-
-esto...yo…yo…- trago saliva el rubio
-¿tú qué?- el francés no era muy paciente que digamos
-¡ESTOY ESPERANDO UN BEB…!- ya está, lo dijo, y que mejor que soltarlo de un golpe para no estar con el royito del drama…ahora solo esperaba la reacción de Francis
-…- por la otra línea no se escuchaba ni pío…el inglés se preocupo un poco, tal vez y se desmayo por la noticia
-bueno, ¿Francis, sigues ahí?- habló Arthur
-¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿T-T-TÚ ESTAS ESPERANDO UN BEB…??????!!!- un grito muy potente se escucho a 100 km al a redonda, el incrédulo de Francis no captaba la noticia
-¡¡shh, calla imbécil!! ¡Que no vez que te pueden oír tarado!…y sí…si estoy….esperando un b-bebé…- Francis no lo podía ver, pero a Arthur se le formo un pequeño sonrojo
-¿¡p-p-pero cómo pudo ser eso posible!?- hablo más bajito el francés
-bueno pues…yo…- Arthur titubeó…
-no tartamudees y dilo!!- le reclamo el otro rubio
-bueno ya!... el mes pasado, estaba practicando en hacer pócimas, pero una de ellas cayó accidentalmente en mi taza de té si darme cuenta y la bebí-
- pero y que… ¿el bebé se creó solo o qué?-
-shh espera que todavía no acabo idiota… ¿te acuerdas de la fiesta que tuvimos después de la reunión de la ONU?-
-si, la que hizo América en su casa…que por cierto nadie me invitó- refunfuño Francia
-bueno ese no es el punto, el caso es que en esa fiesta, yo, como siempre, me emborraché- se sonrojo de vergüenza
-hummm eso es típico- rodo los ojos el francés
-¿me vas a dejar hablar o qué bastardo?- le regaño por el teléfono
-bueno ya, me callo-
-hummm mas te vale, el punto es que pienso que mientras estaba borracho, yo m-me acosté c-con alguno de la fiesta…y que ahí la pócima surtió efecto…y…- empezó a jugar con el cable del teléfono
-quedaste preñado y no sabes quién es el papi del chamaco…- le contestó Francis
-exacto…y únicamente por eso, te pido que me ayudes a resolver el problema Francis…- hablo con un cierto tono de suplica y ayuda
-ha, tu sabes bien, que no hago nada a cambio de algo…- del otro lado de la línea Francis sonrió de lado
-sí, eso lo sé muy bien…- frunció el ceño Inglaterra- que quieres a cambio…
-hummm…¡que me dejes ser el padrino del niñito!- grito muy ilusionado el francés, pero en la otra línea al inglés se le escurría una gotita por la sien, a veces Francis podía parecer más idiota de lo que parecía, pero bueno, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas…
-e-está bien…- contesto Arthur
-yay que ilusión, me pregunto cómo será cuando nazca, espero que no vaya a tener tus horribles cejotas- se burlo Francia
-¡oye, mis cejas son lindas y se me ven bien, y si mi niño las tiene de seguro le quedaran perfectas!- le reclamo Inglaterra
Y ya comenzaban a discutir otra vez, y por teléfono. Pero ninguno se dio cuenta de que alguien había escuchado la conversación de hace rato, un joven rubio acompañado de su oso polar, se había quedado estupefacto en su cuarto, en casa de Francis, con su teléfono que tenia al lado de su buro…
-n-no puedo creerlo…Arthur-san esta…-
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