Cada mes, Kate, dueña del club donde Draco trabajaba, les concedía un fin de semana libre, empezando desde el viernes, solo tenían que avisarle con tiempo. Pansy no tuvo que insistir mucho para que le dieran los días libres, era por mucho la mejor empleada de la tienda, así que no hubo problema, ella y Blaise irían a pasar el fin de semana con los padres de esta y anunciarles el compromiso.
Theodore pasaría el fin de semana con su novio, irían a la playa o algo así.
Draco se quedaría en casa de Potter, el sábado sería el evento de caridad de la empresa del azabache, y aunque el joven Malfoy sentía unos nervios infinitos, acompañaría a Harry.
Los tres estaban haciendo maletas, esa misma tarde Pansy y Blaise salían al mundo mágico, a la vieja mansión Parkinson, Theo la pasaría en casa de Neville, Draco había dicho que se quedaría en casa, mantenía las maletas ocultas en tu cuarto.
-¿Seguro que no quieres venir?- insistió su amiga, pues lo había invitado a pasar los días en su casa.
-Seguro, Pans- contestó el Malfoy.
-Ya no le insistas Pans- le gruñó Blaise, recogiendo el resto de sus maletas.
-Bueno…- suspiró Pansy- Nos vemos el lunes, cuídenese- Pansy se acercó a despedirse de sus amigos, lo hicieron con pequeños besos castos en labios, era una costumbre muy de ellos, Blaise imitó a su novia.
Después de despedirse, la hermosa pareja salió de la casa, dejando solo a Theo y Draco, el rubio se ofreció a ayudarle a su amigo a terminar de hacer las maletas, ayuda que fue rechazada cortésmente.
-Ya acabé, además Nev no tarda en llegar- argumentó el Nott, justo en ese momento tocban la puerta, Draco se adelantó a abrir, encontrándose con la tímida expresión de Neville.
-Hola- Saludó el castaño.
-Hey, ¿cómo estás?- preguntó Draco educadamente, invitando a pasar al Longbottom.
-Muy bien, ¿tu?- correspondió el león, quien sonrió ampliamente al ver que Theo se acercaba con maletas en mano.
-Excelente- contestó el ojiplata, dejado pasar a Theo.
-Me voy, cuídate mucho, Draco- se despidió el Nott, dando un beso de “piquito” a Draco, siendo correspondido al instante.
Los dos slytherins recordaron a Neville, voltearon a mirarlo, el pobre Longbottom estaba boquiabierto.
-Oh…ehmm… ¿Te explico en el auto?- sugirió el Nott.
-Por favor- pidió el gry.
El joven Malfoy los despidió con la mano, cerrando la puerta tras de sí, esperó un tiempo considerable de una hora y por fin tomó su teléfono y escribió:
“Ya se fueron.
¿Pasas por mí?
D.M.”
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Harry estaba detrás de su escritorio, recargado en su silla, los dedos entrelazados, Mione parloteaba miles de cosas que a él no le sonaban a nada, solo balbuceo sin sentido.
-Por eso, Harry…- continuó la castaña, dando una larga bocanada de aire –Te digo, el presupuesto que Nev y yo planeamos desde el principio, creímos que bla bla bla bla bla bla bla bla bla….-
El Potter solo asentía, estaba más concentrado en la música de fondo, había puesto un disco de The Doors en el estéreo, oh Dios…amaba la voz de Jim Morrison.
Riders on the storm (Jinetes en la tormenta)
Riders on the storm (Jinetes en la tormenta)
Into this house We´re born (En esta casa hemos nacido)
Into this world We´re thrown (En este mundo fuimos arrojados)
Like a dog without a bone (Como un perro sin hueso)
An actor out a loan (Como un actor con deudas)
-…Pero, creo que podemos hacer que funcione, Gin y Luna han cooperado mucho para que bla bla bla bla bla bla bla bla- continuaba Hermione, Harry solo asentía.
Riders on the storm (Jinetes en la tormenta)
There’s a killer on the road (Hay un asesino en el camino)
His brain squirriming like a toad (su cerebro se retuerce como un sapo)
Take a long holiday (Toma unas largas vacaciones)
Let your children’s play (Deja que tus niños jueguen)
If ya give this man a raid (Si le das un raid a este hombre)
Sweet family will die (La dulce familia morirá=
Killer on the road, yeah (Asesino en el camino, sí)
-…Gracias a eso pudimos hacer que costeara, pero por los pelos, Harry…-
Girl ya gotta love your men (Nena, tienes que amar a tu hombre)
Take him by the hand (Tómalo de la mano)
Make him understand (Hazlo entender)
The world in your depends (El mundo depende de ti)
Our life will never end (Nuestra vida nunca acabará)
Gotta love your man, yeah (Tienes que amar a tu hombre)
Riders on the storm (Jinetes en la tormenta)
-¡Harry! ¿Estás escuchando?-
Riders on the storm (Jinetes en la tormenta)
Riders on the storm (Jinetes en la tormenta)
- ¡Harry James Potter Evans! – gritó la Granger, quien, al verse ignorada, había caminado al estéreo y lo había desconectado.
-¡Hey!- se quejó Harry, reaccionando.
-No me estabas prestando atención, Harry, lo que te decía era muy importante- gruñó Hermione, volviendo a sentarse.
-Ya… ¿Lo puedes resumir?- pidió el azabache, con ojos de borreguito a medio morir.
La castaña suspiró resignada –Te decía que por poco y no nos alcanza el presupuesto, pero Ginny y Luna hicieron sacrificios y salimos bien librados-
-Oh, ah…pues qué bien-
-Ay Harry- reprendió Herms –Andas desconectado, ¿Qué tienes?, ¿Es por eso de presentarnos a la persona misteriosa con la que sales?-
-Ah, pues algo…y ya les dije que es hombre-
Cuando el Potter anunció a sus amigos de su recién descubierta preferencia sexual esperó un gran alboroto, pero al contrario, todos le mostraron su apoyo, incluso Ginny lo apoyó, pero no estaba muy seguro que le durara el gusto después de que se enteraran que se trataba del mismísimo Draco Malfoy.
-Sí, eso no es problema para nadie- afirmó Mione –Solo que… para que te pongas así debe gustarte mucho, ¿Verdad?-
-Sí- admitió el ojiverde –Me gusta mucho-
Y al decir aquellas palabras sintió que se quitaba un peso de encima.
Hermione le sonrió ampliamente –Estoy emocionada por conocerlo- dijo, sin dejar de sonreír –Bueno, te dejo, Neville salió y tengo que terminar unas cosillas-
-Sí, claro- balbuceó Harry, cuando Hermione se hubo ido su celular sonó, lo tomó tan rápido como pudo y leyó.
“Ya se fueron.
¿Pasas por mí?
D.M.”
Rápidamente escribió:
“Voy por ti,
Te quiero,
H.P.”
… ¿Te quiero?... tomó el teléfono y releyó….efectivamente, había escrito “te quiero”, ¿Qué rayos le estaba pasando?, claro…un impulso, es todo, borró el mensaje y escribió algo más apropiado.
“Estoy ahí en unos veinte minutos.
H.P.”
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“A buena hora se descompone el puto elevador” se quejó Draco, mientras luchaba por bajar sus cuatro maletas sin irse de bruces, iba pegado a la pared….aunque pegado a la pared o no, si tropezaba de todos modos se caería, pero de alguna manera lo hacía sentir más seguro, iba bajando poquito a poco, se le cayó una maleta, la cual se abrió esparciendo su contenido, maldijo internamente.
-¿Te ayudo?- preguntó el moreno que lo volvía loco, Draco le dedicó una mirada suplicante, Harry rió de medio lado y se agachó a recoger las cosas de la maleta, el rubio no dejó la oportunidad pasar y observó muy bien al Potter, vestía unos pantalones de mezclilla blancos que se amoldaban muy bien a su cuerpo, una camisa blanca con rayas grises, saco negro, tenis y cinto negro, se levantó con la maleta en las manos.
-Gracias- murmuró Draco.
-Venga, dame otra maleta- el ojiverde se acercó y le quitó una de las maletas a Draco quien se lo agradeció infinitamente, los dos bajaron sin decir nada y caminaron hasta el auto del Potter, pusieron las maletas en la cajuela y emprendieron el viaje.
Harry se detuvo en un edificio grande y visiblemente lujoso, bajaron del auto cada quien cargando dos maletas y caminaron a la entrada, el joven Malfoy se cuestionó a sí mismo si debió vestirse más apropiadamente, no era que lo que llevara se le viera mal, vestía un pantalón de mezclilla desgastado, una camisa blanca con detalles rojos y amarillos en el cuello, tenis y un saco azul marino, pero tal vez algo mas…a doc.
-¿Entras o no?- le bromeó Harry, parado frente a una de las puertas automáticas.
-Ah…sí- contestó el Malfoy sonrojándose ligeramente, al entrar se encontraron con un hombre regordete y bajito.
-Señor Potter- saludó el hombre.
-Hola Joshua- correspondió Harry –El es mi amigo Draco Malfoy-
-Hola- dijo el aludido con timidez.
-Señor Malfoy, sea bienvenido- habló Joshua con sonrisa en el rostro.
-Por favor, atienda muy bien a mi amigo, se quedará todo el fin de semana- volvió a hablar el niño de oro.
-Claro que si- dijo Joshua con obediencia.
-Gracias- habló Draco.
-Con su permiso, Joshua- dijo el Potter.
-Propio- correspondió el empleado.
Draco siguió a Harry hasta el elevador, subieron hasta el piso 15 y bajaron, Harry sacó una tarjeta y abrió la puerta, al entrar Draco por poco tuvo que sostener la quijada, la sala era completamente blanca, muy espaciosa, había un sillón blanco con cojines blancos y negros, en el centro una mesa de metal con forma irregular y sobre esta varias vasijas blancas, una con naranjas, bajo la mesa había un tapete café de piel, un poco más allá había sillones individuales de cuero negro y frente a estos otra mesa parecida, pero más pequeña, en la pared pudo reconocer un Pollock.
-Bueno, esta es la sala…- dijo Harry, sin percatarse del asombro de su compañero, comenzó a caminar y fue seguido por Draco –Acá está el comedor-
Entraron a un cuarto amplio pintado de color crema, había una mesa de cristal para doce personas, doce sillas casi del mismo tono de crema que el de la pared, un tapete negro y blanco con un diseño muy peculiar, del techo colgaban dos candelabros, en una pared había un gran cuadro y en la otra un espejo.
-Por acá la cocina…- continuó el niño-que-vivió con ese improvisado “tour” por la casa, la cocina era grande, una cocina integral de madera color café, las paredes pintadas de color crema, se veía muy cálida. –Dispón de ella cuando quieras-
-Gracias- contestó el Malfoy.
-Ok, mira, aquí hay una pequeña piscina…-
¿Había dicho piscina?, Draco creyó que sus oídos le traicionaron, siguió a Potter hasta una puerta corrediza transparente, vio una alberca techada, las orillas de la alberca (aproximadamente un metro) eran de color negro, calculó una profundidad de dos metros, junto a la piscina había unas cuantas sillas y al fondo había un gran balcón.
-Te mostraré donde te quedarás- habló el ojiverde, caminaron hasta una habitación ambientada etilo oriental, en ella había una cama de dos plazas con un extraño dosel, junto a la cama una mesita de noche con una lámpara esférica, al fondo un gran closet. –Por acá está el baño- Harry señaló una puerta.
Draco y Harry dejaron las maletas en la cama, el rubio se puso a desempacar y el Potter lo ayudó gustoso, guardaron todas las cosas en el gran closet.
-Tienes un pequeño palacio- halagó Draco, dejándose caer en la cama.
-¿Tú crees?- preguntó el moreno, recostándose junto al ojiplata, se volvió a verlo sonriendo pero notó una incomodidad en el rubio -¿Qué pasa?-
-Nada…- contestó el slyhterin, poniéndose de pie nuevamente.
-Dime…- insistió el azabache, levantándose también.
-Es solo que…- Draco suspiró –Me acuerdo de mis amigos…y todas las cosas que nos faltan…en los sacrificios que tenemos que hacer para comer…-
El joven Malfoy se mordió el labio y bajó la mirada con frustración.
-Oh…ehhh… ¡Ah!, no te he presentado a Luke- Dijo el Potter, cortando el ambiente, el hermoso gato entraba como si lo hubieran llamado –Y ahí está mi muchacho- agregó Harry, tomando al gato entre sus brazos.
-¡Qué lindo!- exclamó la serpiente, acariciando al animal -¿Por qué le llamaste Luke?
-Por…la guerra de las galaxias…una película Muggle, ¿la has visto?- Draco negó con la cabeza –Bueno, las veremos luego…el gato es un…-
-Angora turco- interrumpió el rubio, haciendo cariños al consentido gato que ronroneaba.
-Si- Harry se sorprendió de que el sly supiera eso.
-Está hermoso- comentó el ojigris, Harry lo dejó cargar a Luke que no paraba de ronronear, Draco solo reía.
-¿Comemos algo?- preguntó Harry.
-Claro, ¿Te cocino algo?-
Al Potter le pareció genial la idea –Si no es mucha molestia-
Después de dejar a Luke en el suelo, Harry y Draco fueron a la enorme cocina, el dueño de la casa le indicó donde estaba cada cosa y luego se retiro a la sala donde se sentó (con Luke en el regazo) a ver televisión mientras su amante cocinaba, después de un buen rato Draco le llamó, se lavó las manos rápidamente y fue al comedor.
-Aquí tienes- habló el rubio, dejándole un plato con algo que Harry no pudo reconocer, pero se veía incomible, Draco le puso cuchillo y tenedor y se sentó junto a él con la misma cosa servida en su plato.
-Eh… ¿Qué es esto?- preguntó el de los ojos esmeraldas, sin poder hacer que su pregunta no sonara un poco brusca.
-Lasaña vegetariana- respondió el heredero Malfoy, dando cortando un buen bocado de su comida y zampándoselo como si nada.
-Ah…ehh…bueno…-
-Pruébala y luego hablamos- gruñó el slytherin, Harry se armó de valor y tomó tenedor y cuchillo, cortó un trozo y lo aproximó a su boca…
-No me gustan mucho las pastas, yo creo que…-
-Pruébala- insistió el ojiplata, Harry tragó saliva.
-¿Esto tiene cebolla?, porque la cebolla no me gusta…-
-Pruébala…-
Harry cerró los ojos y metió el bocado rápidamente, masticó con gesto de asco pero pronto su semblante cambió, abrió los ojos para encontrarse con la enorme sonrisa de Draco.
-Esta deliciosa- halagó el niño de oro.
Esa tarde la pasaron juntos, Harry propuso ver las películas de la guerra de las galaxias, se tumbaron en el sillón de la sala, Draco se acurrucó en Harry y las vieron todas, al joven Malfoy le pareció una película un tanto tediosa pero de buena trama, se mostró fascinado por el personaje de Anakin Skywalker, y prometió que si algún día tenía un gato lo llamaría así, haciendo reír a Harry.
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-¿QUÉ SE VAN A CASAR?- exclamó el hombre, levantándose de golpe de su sillón.
-Sí, papi… ¿No estás feliz por mi?- habló Pansy, poniendo la mejor sonrisa que pudo.
-Oh, princesa…estamos felices por ti…pero es que…como dijiste que habías terminado con el por qué era un…-
-Imbécil, ojo alegre, que quería llevarse a la cama a cualquier cosa con senos que le pasara por las narices- interrumpió el señor Parkinson a su esposa.
-Bueno, sí pero…las cosas cambiaron- Intervino Pansy.
-Yo le aseguro que amo a su hija- Habló el italiano, encarando al padre de su novia –La amo de verdad, por eso le he pedido que se case conmigo-
El señor Parkinson lanzó un gran suspiro y miró al Zabini con gesto severo -¿Entiendes que mi hija es lo más valioso de mi vida?, ¿Sabes que te robas mi felicidad?-
Los ojos de Pansy se llenaron de lágrimas, abrazó a su padre con mucha fuerza –Oh, Papá…tu sabes que siempre serás el hombre de mi vida-
-Solo puedo darles mi aprobación- habló la señora Parkinson, acercándose a Blaise para abrazarlo –Te pido que hagas a mi nena muy feliz-
-Enhorabuena- habló el señor Parkinson, estrechando la mano del moreno.
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Theo salió del baño, se puso la pijama y se sentó en la cama mientras se secaba el cabello, Nev estaba ya metido entre las sábanas.
-Perdóname, se me había olvidado completamente lo del evento- se disculpó el Longbottom, Theo tendió la toalla en una silla y se metió a la cama junto a Neville.
-No te preocupes…no me importa ir contigo- le animó Theo, Nev le sonrió.
-¿Seguro?, si no quieres podemos ir a la playa como habíamos planeado…-
-Oh, no…tienes que ir al evento, a mi no me preocupa que nos vean juntos… ¿Y a ti?-
La mirada marrón de Theo se posó en los ojos miel de Nev, el león leyó la ansiedad de Theodore.
-Claro que no- contestó, acurrucándose en el pecho de su novio –Todos verán la suerte que tengo de tener un novio tan bueno…y guapo-
El joven slyhterin sonrió complacido, se acercó a su pareja y le besó apasionadamente –Te quiero-
-Te quiero- susurró Nev, imitando el tono de Theo, quien rió de buena gana.
-Te quiero…- susurró Theo –Te quiero mucho, te quiero muchísimo…-
-Yo también te quiero, no sabes cuánto-murmuró Neville, recargando su cabeza en el pecho de Theo.
Los dos jóvenes se acomodaron muy bien, sentir el cuerpo de la persona amada tan cerca era reconfortante, no tardaron en caer en brazos de Morfeo, deseando poder estar así para siempre.
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Draco se levantó temprano, el dichoso evento empezaba a las nueve pero quería tener tiempo para arreglarse, fue a la cocina y preparó el desayuno, mientras lo hacía Harry se despertó y fue al comedor a esperarle, desayunaron en silencio, pues el Potter aún estaba algo adormilado, Draco fue a la sala donde había visto un estéreo y un montón de discos, se puso a verlos cuando Harry apareció algo más despierto.
-¿Mika?- preguntó Draco, refiriéndose a uno de los discos.
-Me lo regaló Hermione… no lo he escuchado, ¿Es bueno?-
-Sí, bueno, a mí me gusta mucho-
-Bien, entonces te lo regalo-
-¿De verdad?-
-Claro, es tuyo…-
El joven Malfoy sonrió y continuó mirando hasta que encontró algo que también le gustaba.
-Wow, no sabía que te gustara Chopin-
-Me encanta- declaró el ojiverde, encogiéndose de hombros.
-A mi también- coincidió Draco –Era un genio-
Platicaron un rato sobre música hasta que ambos se dieron cuenta de que eran las ocho, fueron a arreglarse a prisa y salieron listos a eso de las nueve, el lugar quedaba un poco retirado, llegarían como a eso de las diez, salieron tan rápido como pudieron.
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Esa mañana era muy linda, Luna se encontraba sentada junto a su novio Preston, junto con ellos estaban George y Angie, Hermione y Ron, pero Ginny iba sola, diciendo que Paulo llegaría mas tarde.
La linda rubia Lovegood usaba un vestido blanco con toques cafés, con un corte muy coqueto que pronunciaba sus hermosas curvas, su pareja vestía un pantalón caqui, camisa blanca y corbata negra.
Angelina lucía preciosa con un vestido blanco con estampado negro de flores, un listón para afinar la cintura, su figura estaba recuperada a pesar del embarazo, George portaba un traje color caqui, camisa, cinto y zapatos negros.
Hermione usaba un lindo vestido blanco con escote, Ron usaba un pantalón crema, cinto y zapatos cafés, camisa blanca con rayas cremas y un suéter atado sobre los hombros.
Ginny traía puesto un lindo vestido blanco con lunares negros y tocados de encaje negro, se veía preciosa.
Todos estaban esperando a que llegara el resto del equipo con sus respectivas parejas, pero mientras eso ocurría las féminas de la mesa se dedicaban a curiosear a la gente que iba llegando.
-Oh… ¿Ya vieron el vestido que trae puesto la hija de los Dawson?- comentó Luna, las otras tres mujeres observaron a la aludida –Es espantoso- agregó la rubia.
-Oh si, pero no tan horroroso como lo que trae puesto su madre-
Todos en la mesa rieron.
-Pero miren lo que trajo el viento- comentó Angelina, las chicas observaron a la dirección que su amiga indicó, se trataba de un muchacho de muy buen ver, portaba un traje caqui, una camisa azul y una corbata del mismo tono, zapatos y cinto cafés, a leguas se notaba que el tipo tenía buen cuerpo.
-¡Que ricura!- comentó Hermione, Ron refunfuñó en su asiento.
- ¡Está divino!- concordó Luna, entonces el muchacho les dio la espalda y pudieron contemplar su MUY bien proporcionado trasero.
-¡Está que se cae de bueno!-observó Ginny, y el resto de sus amigas rió.
-Me pregunto con quien vendrá- comentó Hermione, Neville llegaba en ese momento, usando un sobrio traje café, se acercó al desconocido y le sonrió.
-Tal vez Nev lo conozca- habló Ginny.
Luna observó bien las reacciones de su amigo y dijo –Claro que lo conoce…se lo folla-
-¿QUÉ?- exclamaron las otras mujeres.
-Que se lo folla, que tienen sexo, eso- aclaró la rubia.
-¿Por qué lo dices?- preguntó Angelina.
-Míralo bien… ¿Cuántas veces han visto a Neville poner esos ojos de borrego en matadero?-explicó la Lovegood.
En ese mismo instante Neville se acercó a la mesa siendo acompañado por el sexy hombre misterioso, uno de los miembros de Potter y asociados lo reconoció.
-¿Nott?- exclamó Ronald.
-¿QUÉ?- preguntaron las muchachas al unísono.
-Es Theodore Nott, estoy seguro- habló Ron.
El Longbottom sonrió a todos en la mesa y habló:
-Bueno…ya lo conocen, pero puede que no lo hayan reconocido…Theodore Nott, mi novio…- al decir la palabra “novio” se sonrojó hasta las orejas.
-Mucho gusto, señor Nott, Preston Wilson- se presentó el ojiceleste, tendiendo la mano que fue estrechada con calidez.
-El gusto es mío, dime Theodore por favor-
-Y bueno, ya los conoces a todos…Luna, Ginny, Angie, George, Ron- dijo el Longbottom a Theodore, el asintió y estrechó la mano de cada uno.
-Felicidades por su boda- dijo Theo, refiréndose a Herms y Ron.
-Gracias- respondió la pareja al unísono.
-Saben…vi esas fotos en el diario y todas se veían muy lindas, pero en persona…wow, están preciosas-halagó Theodore a las mujeres, todas sonrieron.
-Gracias, tu también te ves muy bien- correspondió Luna.
-Theo, ven, quiero mostrarte algo- le llamó Neville.
-Discúlpenme- se excusó el Nott, despidiéndose con un movimiento de mano, se perdió de vista junto con el joven Lonbottom.
-Wow…esta hecho un bombón.- soltó Ginny, todas las chicas rieron.
-Parece que se están cayendo los ángeles del cielo- comentó Hermione, señalando a un hombre que acababa de entrar, vestía un traje color crema, cinto y zapatos negros, camisa celeste y una corbata blanca y azul marino a rayas horizontales, el chico imitó el movimiento que había hecho Nott anteriormente y les dio un buen panorama a las muchachas de su trasero.
-Oh…busca sexy en el diccionario y habrá una foto de ese rubiecito- dijo Angelina, George rodó los ojos con fastidio.
-Uy…está buenísimo…hecha fuego el condenado- habló Luna.
Justo en ese momento entró un moreno, vestía un traje color hueso, camisa blanca, zapatos y cinto cafés.
-¿Es Harry?- preguntó Angelina.
-Si- confirmó Ginebra.
-Wow, tenemos un jefe muy guapo- observó Luna, las demás estuvieron de acuerdo. –Pero ese rubio cabecita de oro rebasa los límites-
El muchacho se puso de perfil y todos pudieron reconocerlo.
-Oh…no me digas que…- comenzó Hermione.
-Estuvimos…echándole Flores a…- continuó Angelina.
Harry y su acompañante se acercaron a la mesa donde todos estaban atónitos, el rubio estaba muy incómodo pero sabía ocultarlo muy bien, entonces Ginny recordó algo, ese “sólo está conmigo por el dinero” que había susurrado Harry cuando creyó nadie oía, ¿Se refería a Malfoy?-
-Draco Malfoy- siseó Ginny con desprecio.
-Sí- habló el ojiverde –Todos lo recuerdan, ¿Verdad?-
Los ocupantes de la mesa asintieron aún sin poderlo creer, Harry y Draco ocuparon dos sillas, el heredero Malfoy tenía un mal presentimiento.
-Oh…vaya, Harry…esto es…una…sorpresa- balbuceó Hermione –Pero…si es lo que quieres…adelante-
-Gracias, Herms- dijo el azabache con una sonrisa –Ohh, Gin, ¿Y Paulo?-
-Seguro llega pronto- contestó la pelirroja.
El ojiplata estaba muy incómodo, decidió que simplemente se quedaría callado y ya, esperaba que nadie le hiciera preguntas….
-¿Desde cuándo…salen?- preguntó el gemelo
-Desde diciembre – respondió el Potter.
Se hizo un silencio sepulcral, justo en ese momento llegaba el novio de Ginny, el carioca usaba un traje blanco, camisa blanca con una especie de motas rojas, corbata negra, cinto negro y zapatos blancos, llegó y ocupó un lugar junto a su novia quien contuvo las ganas de salir huyendo, Paulo miró a Draco con curiosidad.
-Oh, ah, Paulo, el es Draco Malfoy, es pareja de Harry- aclaró Gin, el brasileño dibujó una extraña sonrisa, miró al rubio burlón.
-¿Su novio?- preguntó Paulo.
-Podría decirse- contestó el slytherin, había algo en ese sujeto que no le agradaba para nada.
Lo siguiente fue una plática trivial en la que Draco no participó mucho, solo asentía y sonreía sin hablar, estuvieron así durante un buen rato hasta que regresaron Neville y Theo, el rubio casi entró el pánico al ver a su amigo ahí, dirigió a Harry una mirada asesina pero el moreno lo esquivó, estaba igual o más confundido que el.
-Nev, ¿No te ibas a la playa?- preguntó Harry, tratando de sonar espontáneo.
-Oh, sí, de hecho…pero tu dijiste que todos debíamos venir, así que aquí me tienes-contestó el Longbottom, fingiendo sorpresa al ver a Draco.
Theodore miró a su amigo esperando algún gesto, Draco simplemente lo evitó a toda costa.
-Y…- habló Angelina, tratando de hacer conversación -¿Desde hace cuanto están juntos?- preguntó refiriéndose a Theo y Nev.
-Desde…diciembre- contestó el Nott, mirando a Neville con una sonrisa que el león le devolvió.
-Se quieren mucho, ¿Verdad?- Habló Luna, el Longbottom se sonrojó hasta las orejas.
-Él dice, pero no sé si sea cierto- bromeó Theo, ganándose un codazo en las costillas por parte de Neville.
-¿Y ustedes?- intervino Ginny, dirigiéndose a Draco y Harry, ella estaba segura de que el Malfoy no podía pretender nada bueno con Harry -¿Disfrutan estar juntos?, ¿La pasan bien?-
-Si, nos…-
-Oh, por favor, no- interrumpió Draco al Potter quien lo miró un poco azorado –Es decir, discutimos por tonterías, soy demasiado arisco y el es un…-sonrió de medio lado –bobo cursi que empalaga…-
-Draco- interrumpió el azabache, pero el Malfoy continuó.
-Pero…pese a todo…al final…nos divertimos- Las palabras del ojiplata le salieron del corazón.
-¿Qué es lo que más te gusta de Harry?- insistió la pelirroja, ella iba a descubrir al hurón.
-Yo…- Draco lo pensó un momento –Pues…su estúpida cursilería empalagosa, lo terco que es, su impulsividad, y lo estúpido que es a veces, por favor…tienen que admitir que es un poco idiota y…digamos, limitado, pero es divertido verlo tratar de leer un menú en francés al revés, es…es divertido, es divertido estar con él, por eso me gusta-
Todos se quedaron callados, Ginny quería creer lo peor, que Draco Malfoy no sentía nada por Harry Potter…pero después de eso no era posible, y todos lo notaron, todos menos Harry, quien creyó que Draco actuaba.
-Que cosas…-habló Hermione, tratando de matar ese horrible silencio.
-Si, vaya…cosas…- la apoyó su esposo.
En ese instante se apareció uno de los chicos del “staff” del eveto, susurró algo a Harry al oído y el moreno se puso de pie.
-Dirigiré unas palabras a la gente, acompáñenme todos, por favor-
Los ocupantes de la mesa se levantaron al instante, Theodore se separó de su novio y tomó a Draco por el brazo, se apartaron lo suficiente para hablar en privado mientras el dueño de Potter y asociados recibía un micrófono y comenzaba con su discurso.
-Antes que nada, quiero agradecer a todos su presencia en este evento…- dijo Potter, pero ni Theo ni Draco prestaban atención.
-Theo, te pido por favor que no le digas nada de esto a Pansy y a Blaise-
-No pensaba hacerlo…- habló el Nott –Pero quiero que me lo expliques.-
-Es…complicado-
-Draco, Neville me contó de la condición de Potter…los habíamos visto juntos hace tiempo, así que quiero que me expliques, por más complicado que sea-
-Yo…Theo, de verdad es complicado…-
-Draco, soy tu amigo- insistió Theodore –Puedes decirme, no voy a juzgarte-
-Ay Theo…no puedo, de verdad…-Draco suspiró cansinamente –Te lo contaré cuando termine todo, lo prometo-
-¿Cuándo termine qué?- cuestionó Theodore, empezando a preocuparse por su amigo.
-Lo sabrás cuando te cuente- al decir esto, Draco sonrió, pero Theodore reconoció esa sonrisa cargada de tristeza, le había sonreído así cuando le mostró su marca, le había sonreído así cuando le contó a él, a Blaise y a Pansy que debía matar a Dumbledore, le sonrió de tal forma cuando se vieron en el ministerio, esperando la sentencia del wizengamont, le sonrió así cuando murió su padre, esa sonrisa…no indicaba nada bueno, el corazón de Theodore comenzó a palpitar alocado, algo estaba mal, muy mal.
-…Y todo lo que ustedes han donado será utilizado para apoyar a los niños del orfanato “Nueva luz” y al comedor “Esperanza viva”-
Los asistentes del evento rompieron en aplausos, Draco imitó la acción, Theo lo miraba lleno de miedo y preocupación, caminaron en silencio a la mesa y ocuparon los respectivos lugares, los demás llegaron sonrientes, Nev notó el semblante de Theodore pero decidió preguntar mas tarde.
-Servirán la comida- anunció Hermione.
Los meseros hicieron acto de presencia, sirvieron una crema de champiñones como entrada, todo el mundo comenzó a comer, Theodore solo cuchareaba la comida, probaba de vez en cuando, pero esa sensación de preocupación no lo dejaba comer, le hacía un nudo el estómago.
Draco lo miró con gesto severo y gesticuló “come, Theodore, no empieces”.
Después de un tiempo considerable, los meseros aparecieron de nuevo, retiraron los platos y sirvieron la comida, lo típico, pechuga rellena, guarniciones de spaghetti, puré de papas y verduras, Theo miró las verduras con gesto desaprobatorio, el no comería esas cosas sacadas de una bolsa congelada, ¡mucho menos ese puré lleno de margarina hidrogenada!, ¿Por quién rayos lo tomaban?, y el pollo… ¡lleno de hormonas!
-¿Hay algo malo con la comida?- preguntó George inocentemente, al notar el gesto de Theodore.
-Oh, no…son cosas mías- contestó el Nott, sonrojándose ligeramente.
Nuevamente entraron los meseros, sirvieron una canasta de frutas con crema que todos parecían disfrutar, todos menos Theo.
-¿Te sientes mal?- preguntó Luna al Nott, viendo que no comía nada.
-No, no…es…son…- balbuceó Theodore, no sabiendo cómo explicarse.
-El joven Nott no come nada que no sea orgánico- se mofó Draco, Theo sintió ruborizarse.
-¿Orgánico?- preguntó la rubia, parecía bastante interesada.
-Es decir, orgánico es un vegetal, fruta, o alimento en el cual no se utilizó ningún tipo de fertilizante, pesticida o cualquier sustancia extraña y química en su producción, ni en el suelo donde fue cultivada- explicó Theo
-Oh no…- murmuró el Malfoy a Harry –Va a empezar con su faceta de activista-
El joven Potter rió por lo bajo.
-¿Y eso por qué?- preguntó Angie, con curiosidad.
-Porque tantos productos químicos, además de alterar al producto, dañan los suelos, dejándolos estériles, es necesario que se tome conciencia del daño irreversible que hacen esas cosas a la naturaleza, personalmente creo que los niños deberían plantar un árbol a una edad prudente, a los cinco o seis años, enseñárseles a cuidarlo, a respetarlo….de esta manera se puede establecer una relación con la naturaleza, enseñando que somos interdependientes, creando así una conciencia en el niño, ¿Imaginas los resultados?, la gente que recicla se incrementaría paulatinamente, y la basura en las calles sería un problema del pasado, pero claro…es mas cómodo llenar a los animales de hormonas que dañan la salud, ¿Sabías que las niñas comienzan a desarrollar sus caracteres sexuales a edades más tempranas por culpa de esas hormonas?, quiero decir, ¿Por qué hacer sufrir a una pequeña con un periodo a la tierna edad de nueve años si podemos evitar tales prácticas?-
Angelina y Luna se quedaron estupefactas, Theodore bajó la mirada realmente apenado.
-Sabes, creo que debiste decir que no te gustaba y ya- intervino Draco, haciendo reír a todos en la mesa.
-Yo creo que su pensamiento es muy interesante- lo defendió Angelina –Realmente me parece una buena idea eso del árbol, cuando Freddy tenga edad plantaremos un árbol juntos-
Theodore le sonrió agradecido –Lo lamento, es que el tema simplemente me apasiona- se excusó, encogiéndose de hombros.
-Sí, ya lo notamos- bromeó Ron, todos rompieron a reír.
Después de la comida habría un juego de cricket, todos se dispersaron, Harry y Draco se quedaron juntos, estaban caminando cuando los alcanzaron Ginny y Paulo.
-Agradable tarde, ¿No?- comentó Paulo, los dos muchachos asintieron.
-¿La estás pasado bien?- preguntó Ginny a Draco.
-Muy bien, gracias- respondió el aludido.
-Que bueno, ya quería conocerle un romance a Harry- habló el carioca, Harry sonrió forzadamente.
-Bueno, no somos precisamente un romance.- observó el ojiplata.
-¿No?- intervino la pelirroja.
-No, bueno, ya sabes, discusiones y cosas así- explicó el Malfoy.
-Claro, pero es normal en las parejas- le apoyó el brasileño.
-Muy normal…- continuó Draco –Además no hay discusión que no arreglemos en la cama-
Harry miró a Draco con ojos que echaban chispas.
-¿A sí?, haha, bueno, también es normal, nosotros terminamos igual, ¿Verdad, amor?- habló Paulo, Gin asintió.
-Sí, es una buena manera de reconciliarse, además Harry es muy bueno en el asunto-
Draco y Paulo reían con falsedad, a Draco no le agradaba para nada el extranjero, y Paulo ni que decir, sentía que el rubio era un engreído de lo peor, por su parte Ginny miró a Harry con expresión confundida, el Potter no hizo más que encogerse de hombros con indiferencia.
-Miren, ya empieza el juego- anunció el ojiverde, tratando de suavizar la tensión.
Ginny y Paulo se despidieron para poder acercarse a ver el juego, Harry miró a Draco sonriente.
-¿Muy bueno en el asunto?- preguntó el azabache, arqueando una ceja.
-No podía dejar que ella se quedara con la idea errónea de que no puedes…- contestó el Malfoy.
El niño de oro se sorprendió ante aquello, tomó a Draco de la mano y lo condujo al auto, lo lanzó a los asientos de atrás y se metió, inclinándose sobre la entrepierna del rubio.
-Ah…Oye…nos pueden ver…- comenzó el rubio, sintiéndose nervioso al tener a Potter bajándole el cierre del pantalón, retirando su bóxer para empezar a acariciar –Ahhh…además…nunca lo has hecho-
-No, no lo he hecho…pero me lo han hecho, no creo que sea muy complicado…-replicó el moreno, mirando a Draco a los ojos y empezando a chupar el miembro erecto del rubio.
-Mhpf…mmhh…- gimió el Malfoy por lo bajo, lo cual solo motivó mas al niño de oro quien introdujo el sexo de su amante en su boca de una sola vez, lastimándose un poco la garganta, se apartó al sentir una molestia y ganas de toser. - ¿Estás bien?- preguntó el ojiplata, viendo a Harry toser y ponerse un poco rojo.
-Sssí- Harry tosió un poco mas –Estoy bien-
-Ve despacio…- sugirió Draco, acariciando esa melena negra que le encantaba, Harry asintió y volvió a lo que había dejado pendiente, empezó a lamer toda la extensión del miembro de Draco, después fue introduciéndolo poco a poco, relajando la garganta en el proceso.
El Potter acarició las caderas de su amante, sus manos viajaron hasta los testículos del Malfoy y los tocó con delicadeza, sacó el miembro de su boca y se dirigió a los testículos, introduciéndolos uno a uno, succionando suavemente.
-Mhmmm…aahhh…ahhh…Ha-rry…-Gimió la serpiente, Harry volvió a meter el sexo de Draco en su boca, succionando cada vez con más fiereza –Ahhhhh, Harry…Harry…mhmmm…Harry…-
El rubio explotó en éxtasis dentro de la boca de Harry, quien bebió hasta lo último de aquella blanca esencia, se enderezó relamiéndose los labios sensualmente, Draco lo tomó de las solapas del saco y lo atrajo hacia su cuerpo para besarlo apasionadamente, ambas lenguas se encontraron jugando rápidamente, se separaron exhaustos y necesitados de aire.
-Vamos, no podemos quedarnos mucho aquí- habló el Potter, Draco se terminaba de arreglar del pantalón.
-Sí…espero que nadie nos haya visto- dijo el ojiplata, sonrojándose ligeramente.
Harry volvió a dedicarle una cándida sonrisa que solo logró hacerlo sonrojar aún más, los dos bajaron del auto sin decir nada y fueron a ver el cricket, la tarde se pasó agradable, bastantes personas se acercaron a saludar a Harry y el les correspondía con mucha educación, Draco lo miraba embelesado, el joven Potter se desenvolvía con tanta naturalidad en ese ambiente que parecía que había sido hecho para eso, el Malfoy simplemente se dedicó a observarle, los ojos esmeralda que brillaban al sonreír, los labios rosáceos moverse al hablar, el cabello rebelde y negro que el viento movía , la piel perlada que brillaba con los rayos del sol… Draco no pudo mas, cuando las personas con las que Harry platicaba se alejaron lo abrazó, el chico Potter era más bajo que el por unos cinco centímetros, se inclinó un poco para poder recargar su cabeza en el hombro del moreno.
-¿Qué pasa?- preguntó Harry, rodeando a su rubio por la cintura.
-¿Podemos irnos?- pidió el ojiplata, apretando con fuerza aquel abrazo.
-¿No te estás divirtiendo?- insistió el Potter mientras acariciaba los rubios mechones con una mano.
-No es eso… quiero…pasar tiempo a solas contigo…-
El niño de oro sintió una emoción muy fuerte azotarle el pecho, se separó de aquel chico que lo abrazaba y lo miró directamente a esas albercas plateadas que tenía por ojos.
-¿A solas?...- inquirió el moreno.
Draco lo miró ceñudo –Sabes a que me refiero-
Harry sintió el corazón saltarle dentro del pecho de manera descontrolada, “… ¿Felicidad?” se preguntó a sí mismo, mientras él y su amante caminaban al auto.
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De alguna manera (Que Theo no se explicaba) habían terminado aceptando una invitación a la casa de George y Angelina, junto con Ronald y Hermione.
Y ahí estaban todos, en la linda sala de la casa, era una habitación amplia, con grandes ventanas, las paredes de color crema, los sillones del mismo color, en el centro había una mesa de madera y sobre esta algunos libros y un florero con rosas blanca y rosas, había también una elegante chimenea, un poco más allá hay un piano blanco muy bello, Theo quisiera tocarlo.
-Me alegra que hayan decidido acompañarnos- habló Angie, mientras se servía un poco más de té helado.
-Gracias a ustedes por invitarnos- contestó Theo, con mucha educación, si de algo sabía él era de modales, después de todo durante toda su vida fue criado como un señorito, futuro heredero de la fortuna Nott, Theodore no pudo evitar que los amargos recuerdos le asaltaran, da un pequeño sorbo al té y lo pone en la mesa del centro, no es que en verdad tuviera sed, pero es de mala educación rechazar lo que se nos ofrece, sonrió a la hermosa anfitriona y dijo : -Tienen una hermosa casa-
Las lecciones de etiqueta le llegaron a la mente, para el eran como una extraña reacción, como cuando te quemas por primera vez con un objeto caliente, aprendes a no tocar las cosas cerca del fuego, era algo más o menos así, una especie de reacción natural.
-Muchas gracias- contestó Angelina, sonriéndole ampliamente.
Se volvió a Neville que tenía al pequeño Fred II en los brazos, era un pequeño adorable, de cabellos rojos y mirada azul como su padre, Theo le hizo una caricia en las mejillas tan sonrosadas y el bebé se rió, arrancando una genuina sonrisa del joven Nott.
-¿Quieres sostenerlo?- preguntó el Longbottom, Theo se congela al instante.
-Oh…bueno…yo…- mira a Angelia y a George, ambos asienten. –Está bien-
Neville le entrega al pequeño Fred II que le tiende los bracitos, el lo toma y las manitas del bebé viajan a su rostro, el niño da golpecitos y le sonríe con inocencia, Theodore se conmovió ante la acción del pequeño.
-Es adorable- dijo Theo, haciendo al niño reír con sus gestos.
-Creo que le agradas- comenta el orgulloso padre, Theo acuna al bebé y le hace cosquillas en la pancita.
-¿Y ustedes para cuando le encargan nene a la cigüeña?- preguntó George a la otra pareja, Ron por poco escupe el té.
-Ah…este…- balbuceó Ron, Hermione le dedicó una mirada resentida.
-No lo sabemos aún, pero seguramente será pronto…le mandamos “recados” a la cigüeña casi a diario- comentó la castaña, haciendo reír a todos los adultos, incluso al pequeño Freddy que rió al ver a Theo reír, el muchacho lo arrulló con ternura y se levantó para dejarlo en brazos de su madre.
-¿Alguno de ustedes toca el piano?-preguntó el slyhterin dirigiéndose a George y Angelina.
-No, yo tomé un par de clases pero no pude continuar- le contó Angie.
-¿Tú sabes tocarlo?- cuestionó George.
-Un poco- admitió Theo, encogiéndose de hombros.
-¡Debes tocar algo para nosotros!- exclamó la dueña de la casa con mucho entusiasmo -¿Podrías?-
-Ahh…yo…- farfulló el Nott, volviendo a sonrojarse.
-Angie, no lo presiones- intervino Hermione.
-No, no, claro que puedo- habló la serpiente – ¿Qué te gustaría?-
-Ah…bueno…yo…- balbuceó Angie.
-¿Te gusta Chopin?- interrumpió Theo.
-Eh…la verdad no escucho música clásica…- Angelina pareció recordar algo –Pero, ¿Es Chopin el compositor que Harry escucha todo el tiempo?-
-Sí, es ese- confirmó Ronald.
Theo soltó una risita –Que curioso…-
-¿Por qué?- preguntó Nev.
-Chopin es la adoración de Draco- contó Theo, poniéndose de pie y caminando al elegante piano, siendo seguido por el resto de los muchachos, Angelina con el bebé en los brazos, se acomodó en el banquillo y destapó las teclas -¿Está afinado?-
-Sí- respondió Angelina.
-Ya…bueno…hace un buen tiempo que no toco, espero que les guste…Nocturno de Frederick Chopin, Opus 27, #2…-
Neville se sentó junto a su novio, Theodore empezó a tocar, sus dedos se deslizaban hábilmente por las teclas blanquecinas, el sonido que hacía emanar de aquel instrumento era bellísimo, concentrado en su tarea Theo sonreía de una manera radiante, tocaba el piano con tanta gracia que parecía haber nacido con uno, la música fue cediendo hasta que reinó el silencio.
Freddy estiró sus bracitos para agarrar a Theo, Angelina se acercó con el niño que sonreía en sus brazos, estiró sus manitas y le jaló el cabello a Theodore, la serpiente se rió de buena gana.
-Ay, disculpa- dijo Angie apenada.
-No te preocupes- dijo Theo, luego volvió a mirar al pequeño travieso que le sonreía desde los brazos de su madre –Mmmm…Algo de Mozart…- dijo mas para sí mismo, y comenzó a tocar, todos parecieron reconocer la canción.
-¿Mozart?, ¿No es la canción de…estrellita dónde estás?- preguntó Ron curioso.
-Es…una variación que hizo Mozart de una canción francesa…que va algo asi- explicó Theo, cambió un poco la música, de nuevo sus dedos gráciles se deslizaron con soltura obre las teclas y cantó:
Ah! Vous dirai-je Maman (Ah, ¿le diré a mama)
Ce qui cause mon tourment ? (Lo que causa mi tormento?)
Papa veut que je raisonne (Papá quiere que razone)
Comme une grande personne (Cómo una persona mayor)
Moi je dis que les bonbons (Yo digo que los caramelos)
Valent mieux que la raison (Valen más que la razón)
Ah! Vous dirai-je Maman (Ah, ¿le diré a mama)
Ce qui cause mon tourment ? (Lo que causa mi tormento?)
Fred II volvió a estirar el cabello de Theodore quien solo pudo reír, arrancando suspiros a ambas féminas.
-Oh, Theodore…cantas hermoso- le halagó Hermione.
-Y en el piano eres tan talentoso- habló Angie.
Thedore se sintió ruborizar.
-Vaya, me estoy arrepintiendo de haberte invitado- le bromeó George, haciendo reír a todos.
-¿Quién te enseñó a tocar el piano?- preguntó Hermione.
-Mi padre- respondió el Nott, y por primera vez en mucho tiempo, el recuerdo de su padre no le dolió, al contrario, lo hizo sentir feliz.
Aquella tarde transcurrió tranquila, entre risas y bromas, Theodore se la paso jugando con Freddy hasta que el bebé cayó rendido en sus brazos, lo entregó a su madre para que lo llevara a recostar, se quedaron hasta cerca de las ocho y Angelina casi les ruega que se queden a cenar, pese a todo declinaron la invitación, queriendo aprovechar el fin de semana para estar juntos, al llegar a la casa cenaron ligero, Theo estaba muy cansado así que se fueron a la cama temprano, eran apenas las diez y ambos estaban en pijama.
-Theo…- habló Neville –Te noté muy tenso después del discurso de Harry, cuando hablaste con Malfoy… ¿Qué pasó?-
Theodore suspiró –Algo va mal-
-¿Qué quieres decir?- insistió el Longbottom.
-Que…algo entre Draco y Potter está mal, tengo el presentimiento…de que Draco saldrá muy herido de esta-
Neville lo miró ceñudo –Claro, piensa lo peor de Harry-
-No es eso…- susurró el Nott, sentándose en la cama junto a Nev –Solo…lo sé, lo vi en su cara…Draco es muy hermético, pero tengo tantos años de conocerlo que conmigo no puede fingir, yo conozco todos sus gestos y…esa sonrisa…no sé, Nev- el semblante de Theo se volvió serio.
-¿En qué piensas, chico del piano?-
-¿Chico del piano?- rió Theodore, acostándose junto a Neville quien automáticamente se acurrucó en su pecho.
-Pues si… ¿O como quiere que te diga?- ronroneó el león.
-Mhmmmm…no sé, pero chico del piano es muy largo-
-¿Pianito?-
Los dos rieron con ganas.
-Deja los motes para después…- habló el sly, acariciando la espalda de Neville.
El Longbottom se acomodó sobre su serpiente y comenzó a desabotonarle la camisa del pijama, después fue directo a los sensibles pezones, lamiendo y succionando.
-Mhmmm…Nev…- gimió Theodore, motivando a su pareja, Neville continuó con aquello hasta que sintió algo extraño.
-¿Theo?- le llamó, pero no hubo respuesta, el joven Nott se había relajado tanto que se quedó dormido. –Bueno…- susurró Neville sonriendo, volviendo a acurrucarse junto a Theodore.
-Neville…te quiero…- masculló Theo entre sueños.
-Te quiero- dijo Nev, besando a Theodore en la mejilla –Te quiero-
