Esos labios tan suaves y ardientes le recorrían el cuello, lo tenía sentado en sus piernas, dándole la espalda, inclinó un poco la cabeza para darle más espacio.
¡Cómo le encantaba devorar ese níveo cuello!, comenzó a dar lengüetazos, mordidas, haciendo gemir a su amante.
-Harry…- suspiró Draco, haciendo aumentar el deseo de poseerlo de aquel moreno.
-Dilo de nuevo- pidió el Potter, clavando sus dientes en la sensible piel.
-¡Harry!- gimoteó el Malfoy, el ojiverde sintió una erección apretarle dolorosamente el pantalón, inclinó a Draco hacia adelante y éste se apoyó en el asiento de enfrente, Harry besó la piel desnuda de la espalda, ¿Cómo era posible que el sabor de ese rubio lo volviera loco?
-Eres demasiado provocativo- rugió el león, volviendo a acomodar al ojiplata, recargó en su pecho ese hermoso cuerpo y atacó de nuevo el cuello.
-Me encanta lo que me haces…- declaró el sly, mientras el azabache le besaba un hombro, las manos de Harry recorrían desesperadas el torso de Draco, se detuvo en los sensibles pezones y los pellizcó –Ahhh…Harry…-
El ojiverde sacó el pantalón y la ropa interior de Draco, dejándolas hasta sus tobillos, luego se dirigió a sus propias ropas, apartó lo suficiente para dejar salir su miembro despierto.
-Draco…- murmuró Harry al oído de su rubio, mientras con una mano guiaba su sexo a la estrecha cavidad, el Malfoy levantó las caderas casi por instinto, el pene entró lentamente, procurando no lastimar el pequeño ano, mientras se deslizaba dentro del ojiplata, Harry acariciaba la virilidad de Draco para facilitar la penetración.
-Ahhhhh…Harry..mhmmmm…- gimió el rubio al sentir que Harry ya había entrado por completo, trató de relajarse, comenzó a moverse despacio, el dolor era fuerte pero sabía que aquello causaba mucho placer a Harry y, aunque odiara admitirlo, era el placer del moreno lo que más le gustaba, hacer estremecer a ese cabrón de Potter y que terminara en su interior.
-Aghh…Draco…mhmmmm… ¿No te duele?- “Por supuesto que me duele” pensó Draco, pero no se refería al dolor físico.
-No… dime que sientes… ¿Te gusta?- Draco seguía moviéndose lentamente, Harry se sentía desfallecer, trató de regular su respiración para no correrse tan rápido.
-Sí, me encanta…ahhhhh…estas tan…mhmmmm- El ojiverde acarició los costados del rubio, se sintió un estúpido por solo haber pensado en su placer, inclinó al Malfoy ligeramente para que se apoyara en el asiento del piloto, lo tomó de las caderas y comenzó a moverse despacio, buscando ese punto especial.
-Ahhhhh, Harry…- gimió el Malfoy, el aludido supo que había cumplido su cometido y continuó, Draco se estremecía al recibir las certeras estocadas, ambos cuerpos comenzaron a sudar, por un rato solo se escucharon los jadeos y el sonido que producían sus pieles al chocar.
-Draco…Ahhhmmm…Ya…ya no aguanto…hnmmmm…- dijo el Potter, mientras apretaba con más fuerza las caderas de su amante.
-Hazlo…- murmuró Draco, Harry creyó haber escuchado mal –Hazlo…termina, quiero sentir como te deshaces dentro…-
El corazón del azabache se aceleró como un loco, sus embestidas se volvieron más salvajes.
-Ahhhh…sí, así…sigue…mhmmm…- gimió el rubio, Harry atendió sus demandas enseguida.
-Mhmmmm…Draco…ahhh- ronroneó el gry, al tiempo que se derramaba en el interior de Malfoy quien al sentir su cálida esencia también terminó.
Harry tomó a Draco y lo recostó, se acomodó los pantalones y se posicionó sobre el Malfoy, comenzó a lamer el semen del abdomen de su rubio, Draco lo miró sorprendido.
-¿Qué haces?- preguntó el ojiplata.
-Te estoy limpiando, ¿Qué más?- contestó el azabache, mientras terminaba de quitar los restos del simiente, acomodó los bóxers y los pantalones del rubio, se apartó para que Draco pudiera sentarse.
-Ah… ¿Mi camisa?-
-Toma-
-Gracias…-
Hubo un extraño silencio, no era incómodo, ninguno de los dos hubiera podido describirlo si alguien les hubiera preguntado, sentados uno junto al otro, sin mirarse, no necesitaban decir nada, a veces el silencio comunicaba más que una palabra, Harry rodeó a Draco por la cintura, Draco abrazó a Harry por los hombros, el moreno se recargó en el cuerpo del Malfoy aún sin decir nada, se embriagó de ese olor tan característico de su rubio, se dejó caer en el regazo del sly, mientras este le acariciaba el cabello, se miraron a los ojos, Draco se inclinó para besar esos labios que lo enloquecían, se envolvieron en un beso tierno y profundo, disfrutando del sabor del otro, de las sensaciones.
-¿Cómo anda todo en tu casa?, ¿Cómo están tus padres?- preguntó el Potter, ya con los ojos cerrador, relajándose ante los mimos de la serpiente.
-Pues… Blaise y Pansy van a casarse-
-Oh, eso no lo sabía, felicita a Parkinson de mi parte, no creo que Zabini quiera recibir mis saludos-Draco soltó una risa ante aquellas palabras.
-En eso tienes razón- admitió Draco, mientras acariciaba la fresca mejilla de Harry –Pero va a ser una locura…la madre de Pansy vendrá este fin de semana para empezar a organizar todo, Blaise está tan irritable, deben ser los nervios-
-Cuando Herms y Ron organizaron su boda estaban igual, es normal, supongo-
-Sí… Theo y Long…Neville están muy bien, he visto a Theodore tan animado-
-¿De verdad?, Neville está igual, nunca lo había visto tan enamorado antes, según Angie, Nott es un amor, todos coinciden en que es un tipo agradable, yo no puedo emitir juicio alguno…siempre que me ve me lanza esas miradas asesinas, no creo que yo le agrade mucho-
Ambos muchachos rieron de buena gana.
-Bueno, pero lo importante es que ese par está feliz- declaró Draco, el moreno no pudo estar más de acuerdo.
-¿Y tus padres?-
-Bien-
-¿Solo bien?-
-Sí, bien, ¿Por qué me preguntas por ellos?-
Harry abrió los ojos, clavó su verde mirada en los ojos de mercurio –Porque son importantes para ti, si algo les pasa a ellos tú te sentirías mal-
Draco trató de leer aquella mirada esmeralda, “Se…preocupa por mi” pensó el Malfoy, y su corazón saltó de alegría dentro de su pecho, besó los labios de Harry quien apenas y pudo reaccionar, se apartó sonriendo.
-¿Te llevo a tu casa?- preguntó el moreno.
-Por favor-
Había pasado ya casi un mes desde aquel maravilloso fin de semana juntos, pese a que Draco había ya reconocido sus sentimientos, se sentía incapaz de confesarlos a Potter, quería terminar con todo aquel teatro, decirle que se buscara a otra persona…pero tampoco podía hacer eso, estar con Harry, aunque fuera en esas condiciones, era un gran consuelo, una manera de parar el dolor que sentía cuando se separaban, sabía muy bien que aquello no era real, pero aún con eso…ya no podía detenerlo.
-¿Draco?-le llamó Harry.
-¿Qué?-
-Ya llegamos… te quedaste como bobo- se mofó el ojiverde -¿En qué pensabas?
“En ti, grandísimo imbécil” –En…que no he preparado la comida, hasta luego-
---------------------------------------------------------------Recorrió de nuevo la amplia oficina como un león enjaulado, estaba empezando a enojarse, se frotó las manos de nuevo, su hermano lo observaba desde el sillón, también se veía tenso pero luchaba por contenerse.
Por fin, escucharon el sonido de la puerta, los dos voltearon a ver al dueño de la oficina.
-¿Dónde carajos estabas?- le rugió Ron, Harry se sorprendió ante el tono de su amigo.
-Por ahí- respondió de mala gana –Oh, George, no te vi-
-No te preocupes- dijo el gemelo, al tiempo que se levantaba del sillón y se aproximaba a donde estaban Harry y su hermano.
-¿Qué pasa?- preguntó el azabache, cerrando la puerta tras de sí, vio a Ron sacar la varita y lanzar un hechizo silenciador.
-Es Ginny- contestó Ron –Hoy…llegó muy desvelada, se ve muy mal, demacrada-
-Fui a verla hace rato –Agregó George –Está completamente dormida… Harry, se sincero, ¿Cuándo se ha comportado Ginny así de irresponsable?-
El ojiverde sintió ganas de mencionar el desplante que le había hecho a Pansy, pero le pareció que no era el momento –Nunca-
-Tienes que hacer algo, hermano –pidió Ronald, en un tono más amable.
-No puedo hacer más que ustedes- respondió Harry.
-Al menos habla con ella- le rogó George
-Se que les preocupa- comenzó el moreno –Pero si ella no se abre yo no podré hacer nada, ni ustedes…-
-Por favor, habla con ella- insistió el gemelo, Harry vio la preocupación en ambos hermanos y no le quedó más remedio.
-Está bien, díganle que quiero hablar con ella-
George y Ron salieron dándole las gracias, a los pocos minutos entró Ginny, tenía los ojos hinchados y la cara adormilada, Harry le pidió que tomara asiento.
-¿Qué se te ofrece, Harry?- preguntó la pelirroja en tono cansino.
-¿Qué te pasa, Ginny?-
-¿Cómo que que me pasa?-le gruñó la Weasley.
-Llegas tarde, siempre pareces andar en otro mundo, hoy llegas a dormir al trabajo, ¿Tienes algún problema del que quieras hablar?-
-No- respondió Ginny -Es solo que…no pude dormir nada-
-¿Estás enferma?-
-Sí, tuve náuseas toda la noche, vomité un par de veces, estoy algo cansada- contestó la muchacha, dando un largo bostezo.
-¿Fuiste al doctor?-
-No, no creo que sea nada grave-
-Si quieres puedes irte a casa a descansar- ofreció el azabache.
-¡No!- respondió la pelirroja algo turbada –Es decir…no es necesario-
-De verdad, no te preocupes por el trabajo-
-No, Harry, no quiero irme- insistió la pelirroja, en un tono que al Potter le pareció de súplica.
-Está bien, como prefieras, puedes irte- Gin se levantó y se dirigió a la puerta –Ginny-
La Weasley volteó a ver a su jefe quien se había acercado hasta donde ella estaba, la abrazó con fuerza, lastimando su herido cuerpo sin intención, ella correspondió el abrazo como pudo.
-Te quiero, cualquier cosa sabes que estaré para ayudarte-
Las palabras de Harry llegaron hasta lo más hondo de Gin, la pelirroja hizo un esfuerzo inhumano para no romper a llorar.
-También te quiero- contestó, marchándose apresuradamente.
------------------------------------------------------------Ese día era muy importante para él, pero sorprendentemente, lo había olvidado, y cuando descubrió la fecha marcada con una cruz negra en su calendario simplemente se sintió miserable, tal vez más que nunca, se sintió una mala persona, una horrible persona, el pecho le oprimió con fuerza y sintió lágrimas amenazando con salir.
Fue al trabajo como todos los días, pero tenía aún ese sentimiento de abandono sofocándole, como si en cualquier momento fuera a colapsar y a escupir sangre, la soledad embriagadora se transformaba, sin aviso, en una furia enervante y descontrolada, agradeció que su trabajo fuera pesado, así pudo concentrar todos esos impulsos en los costales de basura, al salir supo lo que debía hacer, aunque no se sentía con suficiente valor para pedirle a Neville que lo acompañara.
Vio la camioneta estacionada, subió, encontrándose con la mirada limpia y clara de Neville.
-¿Qué te pasa?- preguntó el Longbottom, pues él podía leer a Theodore como si fuera un libro abierto.
-Neville…no saldré contigo hoy- declaró Theo.
-¿Por?-
-Necesito ir a un lugar-
-Pues yo te llevo- sugirió Neville, arrancando la camioneta, ignorando el gesto de asombro de su compañero.
-En realidad no tienes que hacerlo –Intervino Theodore –Puedo ir en autobús-
-¿Por qué irías en autobús si yo puedo llevarte?, no seas ridículo- el tono que usó Neville fue muy serio. -¿Dónde es?-
-Cementerio- dijo el Nott en un susurro –Cementerio del valle de Godric-
Neville se volvió a ver a su novio, en los orbes marrones reconoció algo que hacía tiempo no veía en ellos, algo que se había desvanecido con el tiempo: vio dolor.
Condujo en silencio, Theodore ni siquiera hizo amago de encender la radio. El joven Nott caminó entre las tumbas con una naturalidad que asustaba, parecía haber visitado el lugar cientos de miles de veces, Neville fue conducido hasta un mausoleo.
-El mausoleo de los Nott- informó Theo, luego señaló a una de las paredes. –Mi padre siempre deseó descansar junto al amor de su vida, y así se cumplió-
El Longbottom se acercó para leer, Theodore se acomodó detrás de él y dijo en voz alta.
-Sarah Nott, amada esposa- acarició la pared con una expresión de abandono en los ojos –Howard Nott, amado padre y esposo-
-Theo…-
-¿No te parece gracioso?, siempre ponen la misma gélida frase en todos los epitafios, deberían buscar alguien que se dedique a escribir esas cosas- Theo soltó una risa ácida.
-¿Por qué vinimos al cementerio?- Preguntó Neville, sintiéndose incómodo.
-Porque…hoy se cumple otro año…- contestó Theo, mientras acariciaba los nombres de la pared-Un año más de su muerte, madre murió mucho antes, pero me gusta venirlos a visitar en el aniversario luctuoso de padre, disfrutaban hacer todo juntos-
-Por eso estás tan triste- caviló Nev, Theo negó con la cabeza
-No estoy triste-
-A mi no puedes mentirme- le gruñó el castaño –Estas triste, lo veo en tus ojos-
-No sé como describirlo- repuso Theo.
-Inténtalo-
-Estoy…enojado, por haberlo olvidado, estaba tan ocupado en mis cosas…-
-Olvidaste una fecha dolorosa porque eres feliz, porque sigues con tu vida, lo estás superando, Theo, es normal- habló Nev.
-Tengo miedo- confesó Theodore, sus ojos inundaron de lagrimas al instante, se dejó caer en los brazos de su novio, quien lo recibió gustoso y con mucho cariño.
-¿Miedo de ser feliz?- dijo Longbottom, acariciando la espalda de Theo –No seas tontito, tus padres lo hubieran deseado así-
-Gracias, Nev- susurró Theo, para después besar suavemente los labios de Neville –Te quiero-
-Ahora… ¿Quieres que vayamos a comprarles unas flores a tus padres?-
-No- respondió Theodore –Tengo pocos recuerdos de mamá… pero hay uno que nunca olvidaré, ella decía que las flores eran para los vivos, que a los muertos había que enterrarlos con un adiós y una lágrima, falleció cuando yo tenía ocho años-
-Lo lamento-
-Yo también-
-¿Te llevo a tu casa?-
-Sí… ya vine a verlos, no hay más que hacer aquí-
-------------------------------------------------------------Se sentía demasiado cansado, no supo la razón, pero ese día se había levantado de malas, el día anterior cuando llegó a casa no pudo conciliar el sueño hasta muy entrada la noche, no tenía ganas de nada, de nada…pero de Draco, pese a su agotamiento físico, lo llamó y le pidió verlo, el aceptó enseguida.
Condujo a una velocidad superior a la permitida, al llegar al edificio estuvo a punto de marcarle al Malfoy, tenía muchas ganas de verlo salir, de ver sus mechones rubios al sol, pero esta vez las cosas fueron diferentes.
Se bajó del auto y subió al penthouse de su rubio, tocó el timbre y esperó, no pasaron ni cinco minutos cuando la puerta se abrió.
-¿Harry?- habló Draco, algo sorprendido.
-¿Puedo pasar?-
-Claro, adelante-
Draco se apartó para dejar entrar al niño de oro, quien se dejó caer pesadamente en un sillón.
-¿Qué te pasa?- preguntó el rubio, sentándose junto al Potter.
-Estoy agotado, además mi espalda me está matando-
-Quítate la camisa-
-Draco, no quiero hacerlo hoy, te dije que…-
-Tu quítate la camisa- le gruñó el Malfoy, Harry obedeció sin decir palabra.
-Ven- ordenó el ojiplata, Harry lo siguió hasta su cuarto –Acuéstate boca abajo-
Harry hizo lo que se le pedía-En serio no tengo ganas de…-
-Shhh- acalló el rubio –Relájate-
Draco vertió una generosa cantidad de aceite en la espalda desnuda de Harry, comenzó un suave pero firme masaje, el Potter sintió sus músculos relajarse en manos de aquel rubio, se dejó hacer sin decir nada, solo dedicándose a sentir.
-¿Mejor?-preguntó el Malfoy, mientras sus manos recorrían la extensión de la espalda.
-Mucho mejor- ronroneó Harry, girándose para poder ver al rubio a los ojos –Tus manos son…deliciosas-
El ojigris se sonrojó sin poder evitarlo, el azabache sonrió ante tan lindo rubor, tomó a Draco por el brazo y lo estiró, haciéndolo caer sobre él.
-Abrázame- solicitó el moreno, su pedido fue atendido al instante. –Bésame- pidió Harry, Draco le besó con suavidad, sin dejar de apretarlo en un abrazo.
-Harry…- susurró el ojiplata, recargando su cabeza en el firme pecho del Potter.
-Tengo que irme- dijo el Potter, rompiendo el ambiente romántico.
-Claro…- murmuró el rubio, al tiempo que se apartaba para dejar a Harry levantarse.
-Gracias por todo-
Y sin más ni más, Harry se fue, dejando a Draco solo en la habitación.
--------------------------------------------------------------------Angelina había insistido mucho para que aceptara, el se sintió un poco abrumado por tantas atenciones pero terminó aceptando, después de pedirle permiso a Kate, quien se lo concedió gustosa, sin saber por qué, Theo decidió confiarle a su jefa su situación con Neville, ella accedió al permiso deseando que se divirtiera mucho.
Al salir del trabajo se encontró con Nev, fueron a casa del Longbottom donde se pudieron cambiar, por alguna razón Theodore se sentía inquieto, no entendía por qué la insistencia en realizar esa cena, se vistió con un sobrio traje gris que le sentaba de maravilla, camisa blanca, corbata negra lisa, zapatos y cinto negros.
Neville optó por un traje negro, camisa blanca, zapatos y cinto negros, sin corbata.
Cuando llegaron a la hermosa mansión Theo no se esperaba lo que vio, en la sala se encontraban Angelina, George, Hermione, Ron, Luna, Preston y Harry, la anfitriona corrió hacia el sonriente.
-¡Theo!- exclamó antes de abrazarlo entusiasta –Te ves muy bien-
-Gracias, estás bellísima- contestó el aludido, muy sonrojado, no era que le molestara el mote tan confianzudo…solo le parecía un poco extraño.
Angelina lucía un bello vestido negro que acariciaba y marcaba sus hermosas curvas. Angie saludó a Neville, después tomó a ambos hombres de la mano y los acercó a donde estaban los demás
-Theo, cariño- le saludó Herms, acercándose a darle un beso en la mejilla, la castaña usaba un corto vestido color morado, con una banda y una flor en la cintura.
-Hola, guapa- correspondió el Nott, mientras Luna se le aproximaba, abrazándolo con mucha calidez.
-Que bueno verte- le dijo la rubia, ella usaba un corto vestido rojo con un cinturón negro para afinar la cintura.
-Igualmente, que linda te ves- le contestó sonriendo.
George lo estrechó en un abrazo de camaradería –Amigo, que bueno que hayas venido-
El gemelo vestía un saco gris con un bolsillo en el pecho con una equis bordada, pantalón café, camisa blanca, corbata roja, zapatos y cinto cafés, como detalle extra llevaba un pañuelo blanco en el bolsillo.
-No me lo hubiera perdido- correspondió Theodore.
Ron le saludó con un firme apretón de manos –Gusto de verte- dijo el Weasley, que vestía un traje negro liso, zapatos y cinto negros, corbata negra y camisa blanca.
-Nott- saludó el Potter tan cordial como pudo, el usaba un traje negro, camisa gris y un moño negro como corbata, cinto y zapatos negros.
-Potter- contestó Theo, casi sin mirar al ojiverde.
-Señor Nott- le saludó Preston, el novio de Luna llevaba un pantalón café, un saco café claro, corbata negra, camisa blanca, no llevaba cinto y en vez de zapatos usaba converse blancos.
-Preston, dime Theodore por favor- habló el Nott, estrechando la mano de Preston.
-Pasemos al comedor- dijo Angelina, todos la siguieron hasta la habitación donde había una mesa redonda de cristal, las paredes estaban pintadas de un verde menta y blanco, había una ventana grande con cortinas del mismo verde de las paredes, del techo pendía un elegante candelabro, las sillas eran blancas y cafés, en la mesa estaban ya los platos, los cubiertos y las servilletas, en el centro había varios platos tapados y un par de botellas de champagne frío.
-Es muy lindo- halagó Theo, al tiempo que todos ocupaban su lugar.
-Gracias- canturreó Luna, luego aclaró –Yo lo decoré, escogí todo-
-Pues haces un excelente trabajo- comentó el Nott, la chica Lovegood le sonrió agradecida.
La cena empezó en silencio, pero en poco tiempo el ambiente se animó, los leones estaban mas que gustosos de incluir a Theo en el grupo.
-¿Y tú que nos cuentas, Theo?- preguntó Ronald.
-Ahh…pues no mucho, a decir verdad- respondió la serpiente.
-Algo nuevo debe haber- le animó Hermione.
-Bueno..sí, pero no es tan nuevo – comenzó Theodore –Pansy y Blaise van a casarse-
-Wow, es una sorpresa- comentó George.
-No sabíamos que estaban juntos- intervino Angie.
-Pues…como era evidente, la mayor parte del tiempo Pans estuvo en pos de Draco, pero desistió a principios del sexto curso, fue entonces que aceptó salir con Blase, están juntos desde entonces- explicó el Nott.
-Es una excelente noticia- exclamó Hermione, entusiasmada.
-Uy, no tanto…- dijo Theo.
-¿Por qué lo dices?- habló Luna.
-Porque han estado como locos el último mes, sobretodo Pansy, la pobrecilla está tan nerviosa…-
-No te preocupes- habló Angelina –Después de la despedida de soltera estará muy relajada-
-No tendrá despedida de soltera- contó Theodore.
-¿QUÉ?- exclamaron las tres féminas de la mesa.
-Es que no hay mucho capital –Theodore se encogió de hombros.
-Hay que hacer algo al respecto- dijo Mione, intercambiando miradas de complicidad con sus dos amigas.
-No es justo que solo Zabini tenga despedida- gruñó Luna.
-Tampoco tendrá- declaró el Nott
-¿QUÉ?- preguntaron los hombres con cierto azoro.
-Ya les dije, no hay mucho dinero- recalcó Theo.
-Nos encargaremos- afirmó George, sus amigos asintieron.
Theodore no pudo evitar soltar una risita.
-¿Por qué no vino Gin?- preguntó Neville.
-Dijo que Paulo tenía compromisos o cosas así- le respondió Luna, arrugando el entrecejo –Pero no necesita llevarlo a todos lados-
-Lo mismo pienso yo, amor, y aquí me tienes- bromeó Preston a Luna, ganándose un casto beso y una sonrisa.
-Qué bueno que a Harry no se le ocurrió traer al hur…Malfoy- dijo Ron.
El joven Nott se sintió incómodo, pero les comprendía en cierta parte, tenía que aceptar que el rubio se dedicó a molestar a los leones siempre que pudo.
-Sin ofender, amigo, pero no se que le viste- comentó George.
-Ni yo- habló el Potter, Theo sintió ganas de saltarle a la yugular –Pero…no sé, simplemente me gusta-
-Pero es un nefasto- gruñó Hermione.
Ahora si no podría quedarse callado, Theo estuvo a punto de hablar pero alguien se le adelantó.
-No es tan mal tipo- intervino Nev –No lo conozco mucho, pero siempre es amable conmigo, además se preocupa mucho por sus amigos-
Theodore sonrió complacido.
-Quiero proponer un brindis- dijo George, poniéndose de pie, con la copa de champagne en la mano. –Por Theo, por que ahora es parte de esta familia-
-Por Theo- dijeron todos los leones, alzando las copas, el agasajado se sintió rebasado, no supo cómo reaccionar, un sonrojo coloreó sus mejillas.
-Yo…muchas gracias a todos por acogerme como a un amigo…- correspondió el Nott, levantado su copa –Brindo por ustedes y su bella familia, por sus hijos- al decir esto último, sonrió a Angie y Goeorge –Por su futuro, pero sobre todo por su presente-
Todos brindaron sonrientes, después de aquello se dedicaron a charlar amenamente y a terminar la cena, cuando estaban a mitad del postre Angelina tuvo una idea.
-Theo, ¿Podrías cantarnos algo?-
-Oh, vaya, yo…ehmmm- balbuceó Theo.
-Vamos, anda, Luna y Preston están deseando escucharte, cantas muy bien- Hermione apoyó a Angelina.
-Es que…no se qué canción les gustaría-
-La que tú quieras- insistió la Lovegood
Theodore recordó una buena canción –Claro, vamos-
El grupo fue a la sala con copa en mano, Theo ocupó el banquillo, dejando la copa sobre el piano, miró a su alrededor, no podía negar que le incomodaba la presencia de Potter, pero el no se iba a cohibir por eso, vio a su ángel reírle con dulzura.
Los largos y blancos dedos de Theodore se deslizaron con gracia por las teclas, haciendo sonar a aquel instrumento con mucha habilidad.
Love me tender, (ámame tiernamente)
Love me sweet, (ámame dulcemente)
Never let me go. (Nunca me dejes ir)
You have made my life complete, (Has completado mi vida)
And I love you so. (Y te amo tanto)
Love me tender, (ámame tiernamente)
Love me true, (ámame fielmente)
All my dreams fulfilled. (Cumple todos mis sueños)
For my darlin I love you, (Porque, cariño, tea mo)
And I always will. (Y siempre lo hare)
Love me tender, (ámame tiernamente)
Love me long, (ámame por mucho)
Take me to your heart. (llévame en tu corazón)
For its there that I belong, (Porque ahí pertenezco)
And well never part. (Y nunca nos separaremos)
Love me tender, (ámame tiernamente)
Love me dear, (ámame querida)
Tell me you are mine. (Dime que eres mía)
Ill be yours through all the years, (Seré tuyo a través de los años)
Till the end of time. (Hasta el final de los tiempos)
(when at last my dreams come true (Cuando mis sueños se hagan realidad al fin)
Darling this I know (Cariño, esto es lo que se)
Happiness will follow you (La felicidad te seguirá)
Everywhere you go). (A donde quiera que vayas)
Los presentes aplaudieron a Theodore, incluso Harry, el Nott recibió halagos por los leones, se levantó para seguir al grupo a la sala, pero antes dio alcance a Neville y lo apartó.
-¿Qué pasa, Theo?- preguntó Nev, clavando esos ojos miel en los marrones, Theodore le sonrió con ternura, a Neville aquella sonrisa le pareció extremadamente seductora.
Ya no podía negarlo, tenía que decirlo, tenía que decírselo, frente a él tenía al chico que lo encontró caminando por aquella calle mientras nevaba, el hombre que lo rescató, pues para salir de su depresión solo necesitaba un empujón, un empujón que lo iba a dejar en el suelo, y Neville se había quedado, lo buscó cuando él estaba tirado y lo cuidó, Theo cometió la estupidez de arrastrarse hacia él en lugar de levantarse, Nev lo notó y lo hizo levantarse, y lo tomó de la mano y caminó junto a él, no…ya no podía seguir así, tenía que decirlo, el no tenía dinero, ni joyas, ni posición social, eso era parte de su pasado, no tenía mucho que ofrecer…solo lo que estaba a punto de decir, y si Neville quería tomarlo…si lo tomaba, lo haría el hombre más feliz, pero si no lo hacía…él no sabía qué pasaría si Nev no lo aceptaba, pero si algo había aprendido al lado de su ángel era a luchar por seguir viviendo.
Se acercó despacio a Neville, aproximó sus labios al oído de su Nev y le susurró –Te amo, Neville-
El Longbottom sintió el corazón acelerársele descontrolado, volvió su rostro para encontrarse con los ojos de su Theo, la mirada de Nev estaba entre sorprendida y asustado, su garganta se cerró, no se creyó capaz de contestarle con palabras, así que hizo lo único que se le ocurrió para responder, inclinó su cabeza y tocó los labios de su novio con los suyos, los roces dulces, las lenguas tímidas que se movían despacio, fue un beso corto pero significativo, al separarse los ojos de Neville estaban anegados en lágrimas.
-Te amo, Theodore- contestó, mientras Theo le acariciaba la mejilla con suavidad.
-Hey, ustedes- les llamó George –Dejen los arrumacos para luego-
Los dos aludidos sonrieron con ganas, intercambiando una mirada de complicidad, se acercaron al grupo y ocuparon un lugar juntos, la plática prosiguió pero tanto Nev como Theo se encontraban en un lugar muy lejano, un lugar que era solo para ellos dos, el sitio más grande pero más pequeño, Neville se recargó en el pecho de Theodore y cerró los ojos, embriagándose de la fragancia sutil de su novio quien le acariciaba el cabello con parsimonia, pronto se sintió adormilado.
-Creo que mejor nos vamos- sugirió Theo, sin dejar de mimar a su león.
-Mhmmm…- musitó Nev, mas dormido que despierto.
-Oh, pero Nev no puede conducir así- dijo Angie en tono preocupado.
-Quédense a dormir- sugirió George.
-No queremos molestarlos- habló Theo, algo apenado.
-No son molestia, querido- le insistió Angelina.
Theodore miró al chico que quería emprender el viaje al reino de los sueños, suspiró resignado.
-De acuerdo-
Cuando el resto de los invitados se hubo marchado, Angie los guió a una habitación amplia, tenía una cama matrimonial y un baño propio, Nev se dejó caer presadamente en la cama, Theo se acercó para quitarle los zapatos, después de eso, el se desvistió quedando solo en un ajustado bóxer azul, se metió en la cama y abrazó al Longbottom con ternura.
-Te amo- susurró, besando el revuelto cabello de Neville.
-Yo también te amo- ronroneó el castaño, acurrucándose entre los brazos de su novio.
