Neville se acurrucó, dormir con la persona amada era delicioso, Theo le acarició la espalda sobre la sábana, Nev sonrió, pensaba quedarse así todo el día si podía, un extraño destello lo hizo abrir los ojos.
-Oh, rayos- murmuró Blaise, quien sostenía una cámara digital en las manos, junto a él estaba Draco.
El Longbottom se sonrojó hasta las orejas, movió a Theo delicadamente para que se despertara.
-¿Qué?, ¿Lo hacemos de nuevo?- bromeó Theodore, en otras circunstancias aquello lo hubiera parecido una sexy provocación, y de haber estado solos le hubiera dicho que sí.
Draco y Blaise no pudieron contener las carcajadas, Theodore abrió los ojos y los miró amenazadoramente.
-¿Cómo carajos entraron?- gruñó el Nott.
-Hicimos que Padre le pidiera una llave a Carol, sabes que la chica tiene debilidad por el viejo- explicó el Malfoy.
Theo pareció recordar la situación en la que se encontraba con su chico, Nev estaba encima de él, ambos desnudos, precariamente cubiertos por una sábana blanca, ni siquiera había salido del Longbottom.
-Mierda…- masculló el Nott, sus amigos no dejaban de burlarse de él, en un sorpresivo movimiento se acomodó sobre su novio, se mordió el labio para no emitir ningún sonido, Neville lo miró con los ojos abiertos como platos, Theodore salió del interior del león.
-Ahhh…- gimió Nev, se sonrojó aún más y se cubrió la cara con una almohada.
Draco y Blaise se desternillaban de la risa.
-¿Se pueden largar?- bramó Theodore, levantándose de la cama y arrastrando la sábana para cubrirse, tarde reaccionó que dejaría completamente descubierto a su chico, dejó a la vista el esbelto y bien formado cuerpo del Longbottom, pero lo que más notaron sus amigos fue el miembro semiendurecido de Nev.
-¡Theo!- exclamó Neville, llevando la almohada de su cara hasta sus partes privadas.
-Theo, amigo…retiro lo dicho- reconoció Blaise, Theodore rió al saber a que se refería.
- ¿Puede alguien pasarme una toalla?- habló Neville, Draco le tendió una toalla enseguida, el Longbottom se cubrió con ella y se metió al baño.
-Bueno, demasiado homoerotismo para mi, los veo más tarde- se despidió el moreno, Theo y Draco se despidieron de él moviendo la mano.
-Y… ¿Me explicarás todo?- preguntó Theodore, aprovechando que estaban solos.
-Veo que Neville no se molestó mucho- observó el Malfoy.
-No lo creas- dijo Theo –pero bueno, eso ya está resuelto, no evadas el tema, ¿Por qué me pediste ese beso?-
Draco dio una gran bocanada de aire –Quería probar algo-
-¿Qué?-
-Quería saber…si esto con Harr…Potter era solo por el sexo, pero no es así, cuando me besaste…pensé en él, solo pudo pensar en él-
-¿Tan mal beso?- bromeó Theo.
-¡No!- respondió el rubio
-Lo quieres- concluyó el Nott.
El ojiplateado suspiró hondamente –Sí-
-¿Qué vas a hacer?- preguntó Theo.
-Nada-
-¿Cómo que “nada”?- gruñó Theodore –El tipo se va a casar, debes decirle que…-
-No- le interrumpió el rubio –No vale la pena-
-Draco…te engañas a ti mismo-
-No eres la primera persona que me lo dice, amigo- habló el Malfoy.
-Ven acá, gran tonto- dijo Theodore, abrazando a su amigo –Todo va a estar bien-
-Lo sé, invité a alguien a la boda- contó el rubio mientras se separaban.
-¿A quién?-
-Al chico de ayer, Anthony-
-Wow, no parecía ser de ese tipo de chico-
-No sé por qué haya aceptado, pero da lo mismo-
Nev salió del baño con la toalla amarrada a la cintura, el cuerpo aún húmedo, de su cabello caían gotitas que se deslizaban por su pecho, tanto Draco como Theodore se quedaron mirándole, Neville levantó el rostro para encontrarse con las miradas sorprendidas de su novio y el Malfoy.
-Yo me voy- anunció el ojigris, saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras de si.
-Ven aquí- pidió Theodore, dando palmaditas en sus muslos, indicándole a Nev que se sentara, el Longbottom obedeció, Theo lo rodeó por la cintura y besó la espalda desnuda.
-¿Qué pasa, Theo?- preguntó Neville, acariciando las manos de su novio.
-Pasa que te amo, solo eso- respondió Theodore, Nev se giró para quedar a horcajadas sobre él, unieron sus labios en un apasionado beso.
-No podemos hacerlo ahora- rió el Longbottom al sentir la erección de su chico.
-Lo sé, mejor voy a ducharme-
Neville se sentó en la cama, Theo buscó una toalla y se metió al baño.
El Longbottom se vistió con un traje negro con ligeras rayas blancas verticales, camisa celeste, corbata azul, cinto y zapatos negros.
Abrió la maleta de su novio para buscarle la ropa, sacó el traje que usaría su chico pero también encontró otra cosa, una pequeña caja plateada, Theodore salió del baño para encontrar a su novio con la caja en la mano.
-Busqué tu ropa en tus maletas y la encontré- confesó Nev, entregándole la cajita a Theo –No la abrí-
-Quería que fuera una sorpresa- admitió el Nott, poniendo la cajita en la cama, tomó su ropa y comenzó a vestirse.
-¿Es para mí?- preguntó el león sin poder evitar una gran sonrisa.
-Sí- contestó Theo, abotonando su camisa –ábrela-
El gryffindor abrió la caja para encontrarse con una cadena y un colgante de plata, el dije tenía forma de alas de ángel.
-Solo te faltaban alas para ser un ángel- agregó Theo, al tiempo que se ajustaba la corbata.
Neville sonrió tiernamente a su novio, se acercó a él para besarle suavemente en los labios.
-Gracias- susurró el león -¿Me ayudas a ponérmelo?-
El sly asintió, Nev le dio la espalda y Theo ajustó el collar –Te amo- murmuró al oído de su compañero.
-También te amo- correspondió el Longbottom, metiendo el collar en su ropa.
-Termino de vestirme y salimos- anunció Theo.
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Narcisa, Vanessa y Olivia se arreglaron todas juntas en el cuarto de la novia, el vestido que eligieron era azul y largo, con un lindo escote, a pesar de los años las tres señoras aún conservaban sus bellas curvas y ese vestido las hacía lucir espectaculares.
-Cariño, vamos, queremos verte-insistió Olivia, llamando a su hija que se encontraba aún en el baño poniéndose el vestido de novia.
Pansy les había contado sobre su nueva pasión de hacer su propia ropa, insistió tanto que ella misma hizo su vestido de novia, solo por si acaso Olivia había comprado un vestido de novia y lo llevaba en la maleta, pero cuando vieron salir a Pansy del baño supieron que ese vestido era el correcto.
-¿Qué opinan?- preguntó Pansy temerosa.
-Estás hermosa- halagó Vanessa, sonriendo ampliamente.
-Divina, eres una belleza- apoyó Narcisa.
-Ahora solo hay que maquillarte- habló Olivia.
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Draco y Theo usaban un traje azul marino, camisa blanca y corbata azul, fue lo que eligieron como padrinos de Blaise.
Lucius vestía un traje negro, chaleco negro, camisa blanca y una corbata con un diseño en blanco y negro, como siempre conservando su elegancia.
Alfred lucía un traje gris con delgadas rayas negras verticales, la corbata y el chaleco eran grises también.
El traje de Blaise era negro con rayas blancas, su chaleco y su corbata eran color blanco, al igual que la flor que adornaba su saco.
Todas las serpientes, junto con Neville, se encontraban en la recepción del hotel, la recepcionista Carol de vez en cuando lanzaba miradas curiosas que siempre terminaban en Lucius.
-¡Draco!- saludó Anthony, el botones no utilizaba ese uniforme rojo con el que lo conocieron, portaba un traje gris claro, camisa blanca, zapatos y cinto negros, la corbata era verde y roja, llevaba bien peinado el cabello castaño claro, casi rubio, sus ojos verdes centelleaban, se acercó al Malfoy.
-Te ves bien- halagó Draco, Anthony le sonrió de buena gana.
-Tú también te ves bien- correspondió el muchacho.
-¿Cuántos años tienes, Anthony?- preguntó el Malfoy curioso
-Dieciocho, ¿Y tú?-
-Veintitrés-
-¿Nos vamos?- preguntó Alfred, todos asintieron.
La boda se realizaría en una playa privada cerca de ahí así que pudieron caminar, al llegar todo estaba listo, las mesas, las sillas y lo más importante, el lugar donde sería la ceremonia, había un arco blanco con flores rosas y anaranjadas, el camino por donde pasaría Pansy estaba lleno de pétalos blancos, las sillas estaban cubiertas por tela blanca y adornadas con un moño azul, y el fondo perfecto era el mar.
Los primeros en llegar fueron Greg, Millie, Daphne y Astoria.
-¡Chicos!- saludaron las féminas al unísono, acercando a abrazar a sus amigos con mucho entusiasmo.
-¡Qué bueno verlos!- habló Millie, con los ojos llenos de lágrimas.
-Amigos- saludó Gregory, estrechando la mano de cada uno.
-¿Quién más creen que venga?- preguntó Blaise, acomodándose la corbata como por milésima vez.
-Tú sabes que vendrá todo el mundo- gruñó Daphne –Si de algo viven en la alta sociedad es de chismes-
-Además de caviar- bromeó Astoria.
Cada vez fue llegando más gente, entre ellos Marcus Flint, las sillas se fueron llenando poco a poco, Hermione apareció junto a Ron, la Granger vestía un corto vestido rosa muy sexy, por su parte Ronald usaba un traje café oscuro con rayas café claro, una camisa blanca y corbata café, junto con ellos venía Luna, la rubia portaba un vestido amarillo corto, pero venía sin su Preston, los leones se acercaron a saludar.
-¿Y Preston?- preguntó Theo.
Luna suspiró –No pudo venir, tenía un importante trabajo-
Más tarde llegaron George y Angelina, la morena usaba un vestido morado muy sencillo, George vestía un traje gris oscuro, corbata, zapatos y cinto negros.
Tras de ellos aparecieron Ginny y Harry, la pelirroja usaba un vestido rosa muy lindo, Harry usaba un traje azul marino, corbata, cinto y zapatos negros, llegaron de la mano y se sentaron juntos, Anthony miró a Draco sonriendo.
-Entendí lo de ayer- dijo el muchacho, Draco lo miró sorprendido.
-¿Entonces no eres…?- comenzó el Malfoy.
-No te cofundas- le interrumpió el botones –Soy bisexual, acepte salir contigo por dos razones-
-¿Y cuáles serían?- continuó Draco, juguetón.
-La primera…que quieres darle celos a ese tipo, y la segunda es que…eres sexy, y me gustas-
El heredero Malfoy sonrió de medio lado, como solo un Malfoy sabía, se agachó para poder estar cara a cara con Anthony (Draco medía cerca de 1.85 y Anthony alcanzaría el 1.70), unió sus labios en un apasionado beso, su lengua viajó a través de la tierna cavidad del menor, acariciando todo, se separaron sin aliento, Anthony trató de acercarse para continuar con el beso pero fue frenado por Draco.
-Pórtate bien y te daré algo más que un beso-
El lugar se llenó casi a la hora, Blaise, Draco y Theo ocuparon sus lugares, un auto llegó al lugar, de él se bajaron Narcisa, Olivia y Vanessa, las tres luciendo ese bello vestido azul, caminaron a ocupar sus lugares, robando las miradas de todos los varones del lugar, después de que estuvieron en sus posiciones apareció Pansy, vistiendo su bello vestido de novia, el cabello lo llevaba recogido en meda coleta, usando como adornos un par de estrellas de mar, en las manos llevaba un ramo de rosas azules con florecillas blancas, caminó bajo la mirada de asombro de los presentes, su padre se acercó y la tomó del brazo para guiarla hasta el altar, el señor Alfred ni siquiera intentó ocultar sus lágrimas de felicidad, entregó a su hija y fue a sentarse de nuevo.
La ceremonia se realizó sin ningún contratiempo, Draco entregó las alianzas en oro blanco y oro amarillo a los novios, después de los votos se los colocaron, Pansy y Blaise se unieron en un dulce y suave beso, las damas de honor lloraban en silencio, los invitados rompieron en aplausos.
Continuaron con la fiesta, Los padres de la novia, la señora Zabini y los Malfoy ocuparon una mesa juntos, a un lado de la mesa de los novios, al otro lado estaba la mesa de los amigos, Theo y Nev, Draco y Anthony…y Ginny y Harry, enseguida de ellos estaban Angie, George, Luna , Hermione y Ron.
-Oh, ustedes son los de ayer. Observó Anthony, refiriéndose a Ginny y Harry.
-Sí, Hola, soy Ginebra dime Ginny-
-Harry Potter- se presentó el ojiverde sin ganas.
-Anthony Swan- dijo el Botones, recargándose en Draco, el rubio le sonrió de buena gana.
-Mucho gusto- respondió Harry, rodeando a Gin por los hombros.
-Aww, los detalles son tan lindos- observó la pelirroja, pues los platos tenían una estrella de Mar con un listón azul, debajo de ésta una tarjeta con los nombres de los novios.
-Si, créelo o no, nosotros los hicimos- dijo Theo, haciendo reír a todos los de la mesa.
Los novios comenzaron a bailar, en la pista se les unieron sus padres y los Malfoy, un hombre invitó a bailar a Vanessa y ella no se negó.
Los leones y las serpientes se envolvieron en una agradable charla en la que Anthony participaba poco, pues se ocupaba de mirar a Draco y acariciarle el rostro cada que podía, Harry estaba que hervía de los celos pero trataba de disimularlo, Draco por supuesto notó la molestia del Potter y se lo agradeció a Anthony infinitamente.
-Amor, bailemos- pidió Ginny.
-Ah, no lo sé, ¿No te cansarás?- preguntó Harry.
-Estoy embarazada no inútil- gruñó la Weasley –Vamos-
Al Potter no le quedó más remedio que aceptar, pese a que quería quedarse a vigilar que ese tal Anthony no se pasara de listo con Draco, se levantó y llevó a su prometida a bailar.
Aprovechando los lugares vacíos, Luna fue a sentarse con ellos.
-¿Qué te pasa, Lu-lu?- le preguntó Nev, pues su amiga tenía cara de tristeza.
-Extraño a Preston- soltó Luna –Le encantan las bodas, le encanta bailar-
-¿Bailamos?- propuso Theo.
Luna sonrió tímidamente –Claro-
Theo besó a Nev brevemente en los labios –Ya vuelvo- le dijo, para después tomar a Luna de la mano y llevarla a la pista.
Una canción pegajosa y con buen ritmo empezó a sonar, Theodore rodeó a la rubia por la cintura y comenzaron a bailar, la Lovegood se sorprendió de la manera tan suelta en que Theo la guiaba, la hacía girar y moverse con mucha soltura.
-Valió la pena lo que era necesario para estar contigo amor,
Tú eres una bendición las horas y la vida de tu lado nena - cantó Theo, mientras bailaban.
-¿Cómo te sabes la canción?- preguntó la rubia.
-La mayoría, sino es que todos, los futuros herederos de grandes familias reciben clases de baile con el maestro Lynch, el tipo es fanático de este tipo de ritmos, durante cinco años pasé tres horas de lunes a viernes con el profesor aprendiendo a bailar, por eso me sé tantas canciones- le contó Theo.
La canción terminó y ambos caminaron de nuevo a la mesa, Theo ocupó su lugar junto a su novio y Luna se sentó frente a ellos.
Draco y Anthony se habían ido a dar la vuelta, Harry bailaba con Ginny cuando vio a su rubio y al empleaducho desaparecer a lo lejos, trató de seguirlos pero olvidaba el pequeño detalle de que bailaba con su embarazada prometida, continuaron bailando un par de canciones cuando Ginny se sintió cansada.
-Tu ve a sentarte, ahora te alcanzo- pidió el ojiverde.
-¿Por qué?- quiso saber Gin.
-Porque iré al baño- se excusó el Potter, Ginny no dijo más y fue a sentarse mientras su prometido iba a buscar a su rubio tormento.
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El Malfoy estaba algo aburrido, así que propuso algo divertido al castaño que lo acompañaba, no necesitó insistir para que el chico aceptara, se fueron a caminar un rato, cuando se encontraron lo suficientemente alejados de la fiesta Draco tumbó al muchacho entre dos altas dunas de arena.
-Señor Malfoy…- susurró el chico con tono seductor.
-El señor Malfoy es mi padre- rió el rubio –Yo soy Draco-
-Draco…-murmuró el muchacho, el aludido se lanzó sobre Anthony, besándolo salvajemente, invadiendo su boca, dominando la guerra de lenguas, quitó la corbata del muchacho y empezó a desabotonarle la camisa.
-Escucha, llegaré tan lejos como tú quieras que llegue- le informó el Malfoy, Anthony asintió mientras se quitaba el saco y la camisa.
Los labios de Draco fueron hasta los rosáceos pezones del muchacho, arrancándole gemidos sensuales, sus manos fueron hasta el cinto que deshizo con rapidez, seguido del cierre y el botón del pantalón, Anthony igualó la situación desnudando el torso del rubio.
-Llega hasta el final- pidió el chico, mientras Draco le besaba el cuello.
El ojiplateado acomodó al muchacho en cuatro, bajó los pantalones del Swan junto con los bóxers para dejar a la vista un bien formado trasero, Draco liberó su enorme erección y la acercó a la entrada, comenzó a rozarla con la cabeza de su miembro, haciendo temblar al muchacho, sin más ni más, introdujo su pene en Anthony.
-AHhhhhh- se quejó el chico.
-¿Qué pasa?- preguntó Draco, haciendo un gran esfuerzo para controlarse, hacia tanto que no estaba dentro de alguien, empezaba a olvidar lo que se sentía.
-Es la primera vez que…- hipó Anthony, Draco se alarmó.
-Lo lamento, debiste decirlo- se disculpó el Malfoy, saliendo enseguida del muchacho, Anthony se tumbó de espaldas en la arena, tenía unas cuantas lágrimas en los ojos.
-Eso dolió mucho- dijo el Swan, Draco se acomodó entre las piernas del chico, quien lo recibió en un abrazo tímido.
-Porque no te preparé, culpa mía…pero si no sigo será peor-
Anthony mordió su labio inferior en gesto de duda.
-Si tienes miedo, no importa-
-Gracias- dijo el muchacho, para después ser besado con delicadeza.
Un par de ojos esmeralda presenciaron esta última escena, Draco levantó la vista para encontrarse con la mirada enfurecida de Harry, sonriendo burlonamente besó el cuello del menor que tenía en sus brazos.
-Disculpen- dijo el Potter, Anthony y Draco se levantaron, el muchacho se apresuró a vestirse mientras que el Malfoy simplemente se levantó el bóxer y el pantalón, para abotonarse de nuevo.
-¿Qué quieres?- gruñó Draco, mientras buscaba el resto de su ropa.
-La boda de tus amigos es de aquel lado, ¿Lo olvidas?- bramó el niño de oro.
-Ajá, solo vine a relajarme un rato- contestó el rubio, mientras se acomodaba la corbata –Nada que te interese-
Anthony caminó con un poco de dificultad y se paró al lado de Draco, el Malfoy acarició el trasero dolorido del chico con gesto posesivo.
Harry entrecerró los ojos con furia -¿Te quedarás aquí follándote a un desconocido?-
-¿Seguirás metiendo las putas narices en lo que no te importa, Potter?- siseó Draco.
-¿Qué pasa contigo?- exclamó el Potter
-Lo mismo te pregunto, estoy siguiendo con mi vida al igual que tu-
-Pensé que…- Harry rió amargamente –Claro, fue una mentira, como todo-
El botones miró a Draco con sorpresa –Mejor me voy, es claro que tienen asuntos que hablar en privado- dijo Anthony para después marcharse, dejando solos a los dos muchachos.
-¿De qué rayos hablas?- preguntó el Malfoy.
-Ese…discursito cursi que me diste el día que te largaste- contestó Harry –El de “Harry…te quiero”, ¿Te acuerdas?-
Draco se quedó congelado, palideció y dijo: -¿Estabas escuchando?-
-Sí, lo escuché todo-
El rubio dirigió la mirada al océano que oleaba en calma, sus ojos amenazaban con soltar a llorar.
-T escuché sollozando, pero seguro también era actuado, el joven Malfoy resultó ser un magnífico actor-
Draco apretó los labios y los puños, las palabras de Harry dolían más de lo que deberían.
-Lo único que querías de mi era el dinero, te revolcabas conmigo por dinero, eres un…-
-¡Basta!- gritó Draco, sus ojos llenos de lágrimas y furia miraron a Harry –Tu me querías fuera de tu vida, tú me pediste que saliera contigo en primer lugar, tú eras el que quería sexo, ¿Por qué me lo achacas a mí ahora?-
-Draco…- balbuceó Harry al ver las lágrimas correr por las mejillas del rubio –lo lamento, no quise…-
-Claro que no, no me quisiste, ni me querrás jamás, tan es así que me dejaste por ella, por la Weasley, mejor cállate de una vez-
-Está embarazada y no puedo dejarla sola- argumentó Potter.
-Hay otras maneras de apoyarla y lo sabes, pero siempre tienes que ser el héroe, no te importa a quien podrías herir en el proceso, pues tienes que saber esto, te hieres a ti y de paso me hieres a mí, porque te quiero-
-¿Qué?-
-Que te quiero- repitió Draco –Pero ya no importa, cásate, anda, cásate con ella, ¿Qué tipo de vida llevarás a su lado?, ni siquiera te gustan las mujeres-
-Eso tu no lo sabes- bramó Harry –Me he acostado con ella, hemos tenido sexo varias veces-
-Por favor, eres increíble- Draco se revolvió el cabello con desesperación –De todas esas veces, dime, ¿Sus pechos desaparecieron en tu mente?, ¿Su cabello se volvió rubio?-
Harry se quedó callado.
-Vamos, contéstame, ¿Cuántas veces sus ojos se volvieron grises?, ¿Cuántas?-
El Potter negó con la cabeza.
-¿Cuántas veces imaginaste que sentías mi miembro contra ti abdomen?, ¿Cuántas veces me imaginaste gimiendo tu nombre?-
El ojiverde no daba crédito, Draco sabía todo, lo sabía, se quedó callado, estático.
-Claro, Potter, amigo, el que calla otorga, y tú me has aclarado las dudas sin decir ni una palabra, ¿Sabes qué?, idiota de mí por haber aceptado salir contigo, fui un estúpido por acostarme contigo, la culpa es mía, ahora por favor vete, piérdete, no quiero volver a ver tu cara, vete a…-
Draco no pudo completar la frase, sus labios fueron tomados con pasión, al principio el rubio trató de oponerse pero fue cediendo al sentir esas conocidas y tan extrañadas manos rodearle la cintura, abrazó a Harry por el cuello y profundizó el beso, adentrando su lengua que enseguida dio con la de su compañero, se separaron necesitados de aire.
-Soy un imbécil- reconoció Harry, limpiando las lágrimas de las mejillas de su rubio.
-Lo eres- coincidió él.
-No puedo dejar a Ginny-
Draco dibujó una triste sonrisa en su rostro –Lo sé-
-¿Qué hacemos?- preguntó Harry, sin darse cuenta de que el también lloraba.
-¿Pues qué más, tonto? Hacemos el amor-
-¿Estás seguro?-
-No tendremos otra oportunidad, ¿O sí?- Harry negó con la cabeza –Hazme el amor solo por esta noche, y te vas después de esto-
Esta vez, fue Draco quien limpió las lágrimas de Harry, sus bocas se unieron de nuevo en un dulce beso, rápidamente comenzaron a desprenderse de las ropas, quedando desnudos sobre la arena, las manos de Harry recorrieron todos, había extrañado tanto ese bello cuerpo, sus labios besaron el dulce cuello para ir bajando hasta los pezones, los cuales degustó con fiereza, mordiéndolos y chupándolos, bajó hasta el blanco y plano vientre, lo beso y lamió con deleite, llegó hasta el erecto miembro, el cual llevó a su boca sin importarle nada, comenzó succionando duramente, haciendo presión.
-Ahhhhhhhh…Harry…nmmmm…- gemía el rubio, mientras acariciaba la melena azabache de Harry, el moreno se apartó y volvió a besarlo en los labios.
Harry volvió a la entrepierna de su rubio, pero esta vez a la pequeña entrada, ensalivó dos de sus dedos y los deslizó con delicadeza, masajeando para dilatar el orificio, Draco lo apartó y se acomodó a horcajadas sobre él, comenzando a besarlo por el cuello, para después bajar a los pezones.
-Quiero hacerlo yo mismo- murmuró Draco, Harry sabía perfectamente a que se refería, el moreno asintió.
Draco se apoyó en los hombros de su ojiverde y fue introduciendo aquel miembro lentamente en su interior hasta que consiguió meterlo por completo, comenzó a hacer movimientos circulares con la cadera, Harry jadeaba ante el contacto, hacía tanto que no se sentía así.
-Ahnmmm…por poco y olvido lo delicioso que estás- suspiró Harry, acomodando sus manos en las caderas del rubio.
-¿No es lo mismo estar conmigo que con ella?- habló Draco fríamente, Harry negó con la cabeza, tomó el rostro de su rubio entre sus manos.
-No, no lo es…tu me excitas, me vuelves loco…-
Draco sonrió con malicia, ambas bocas se unieron en un anhelante beso, jugueteando con las lenguas, Harry mordió posesivamente el labio inferior de su amante, después pasó al hombro derecho, mordiendo y chupando con lujuria.
-Voy a moverme- anunció Draco, comenzando a subir despacio.
-Ahhhhh…ohmmm…sí, sigue…- gimoteó Harry, el Malfoy bajó hasta sentirlo dentro de nuevo, los dos suspiraron ante la acción.
El rubio continuó subiendo y bajando, causando oleadas de placer a ambos, ninguno esforzaba por acallar los gemidos.
-Ohhhh, Harry…nmmmm….-
-Draco, Draco…te extrañé tanto…ahhh…-
Harry recostó a Draco en la arena, el rubio rodeó la cintura del ojiverde con las piernas, el moreno comenzó un vaivén desenfrenado y profundo.
-Ahhhh…sí, Harry, sí…- gimió Draco, abrazando el fornido cuerpo de su amante.
-Draco, me encantas…hmmmmm…-
-Más, más…sigue, así….-
El moreno aumentó el ritmo, sus cuerpos se estremecían ante tal placer, Draco encajó las uñas en los fornidos hombros de su amante.
-Ahhhhhhhh…Draco…te quiero…- gimió Harry, mientras se sentía derramar en el interior de su rubio.
-Ahnmmm…ahhh…yo también te quiero, Harry…- correspondió el rubio, dejando salir su simiente sobre el abdomen de ambos.
Harry se dejó caer rendido entre los brazos de su chico, las caricias no se hicieron esperar, pero cada roce entre ambos se volvía doloroso, pues sabían muy bien que esa era la primera y la última vez que hacían el amor.
Con todo el dolor de su corazón, Harry se apartó de los brazos que tan fuertemente le sostenían, miró esos bellos ojos grises llorar por él, el Potter besó la suave y fresca mejilla de Draco antes de levantarse, se vistió en silencio, cuando estuvo listo volvió a mirar a su rubio que seguía tumbado en la arena, desnudo, frágil, llamándolo.
-Perdóname- dijo Harry, acariciando los mechones rubios –Tengo que irme-
-No…-suplicó Draco, sin dejar de llorar –Quédate…-
-Draco, por favor, déjame ir…- pidió el Potter, derramando lágrimas del alma, besó la frente blanca del Malfoy y se fue.
Al volver vio la fiesta que seguía, Ginny lo esperaba hecha una furia.
-Vamonos ya- pidió Harry, Gin lo miró con reproche mientras caminaban de nuevo al hotel.
-¿Te fuiste con él?- reclamó la pelirroja -¿Qué rayos hacías con él?-
Los ojos de Gin se empañaron de lágrimas, Harry la tomó entre sus brazos.
-Aclaré unas cuantas cosas con él, es todo- contestó el Potter, acariciando la melena roja de su prometida.
-¿Seguro?- insistió la Weasley.
-Seguro, amor, ahora quiero que nos vayamos a descansar-
-Sí- respondió Gin, dando un beso corto en los labios del ojiverde –Te amo-
-Y yo a ti- correspondió Harry, odiándose internamente.
