Hacía tiempo que no pisaba el Ministerio, caminó por los largos pasillos que, a pesar de los años, se conservaban iguales, su mirada viajó a una vacía sala de juicio, se recordó a si mismo sentado ahí en su adolesencia, sonrió, era bonito recordar, unos cuantos aurores le saludaron, fue guiado hasta una de las salas de interrogatorio donde lo encontró, estaba sentado, obviamente amarrado con ese conjuro de lazos invisibles.
-Potter…- siseó, el aludido ni se inmutó, lo miró con desprecio, en el rostro del carioca había marcas de maltrato pues Harry se había encargado de que cada uno de los hermanos Weasley le hicieran una visita.
-Hola, hola, Paulito, ¿Cómo nos va?- preguntó Harry, estirando una silla para sentarse frente al prisionero.
-¿Tú cómo crees?, hijo de la gran puta- contestó Paulo, Harry negó con la cabeza y conectó un certero puñetazo al estómago del tipo.
-No seas grosero, te hago una amable visita-
-Vete a la mierda- masculló Paulo.
-Ajá, que malo- ironizó Harry -¿Te sientes indefenso?, es solo una pequeña prueba de cómo hiciste sentir a Gin-
-Esa imbécil, de no haber abierto la boca…- Las palabras del carioca fueron acalladas por un rudo puñetazo en su quijada.
-¿Cómo le dijiste?- gruñó el ojiverde. –Que te quede bien claro, te metiste con la persona equivocada, imbécil-
-No te tengo miedo- gritó Paulo, Harry rió ácidamente.
-Pued deberías…- siseó el Potter –Deberías tenerme miedo, yo puedo hacer de tu vida en Azkaban un infierno, puedo arreglar que jamás salgas de aquí, si yo quiero puedo matarte, cortarte el pene y metértelo por el culo, ¿Entendiste?-
El brasileño temblaba, inútilmente trató de liberarse de sus amarres, asintió sin mirar a Harry a la cara.
-Que bien- dijo el gry –Nos vemos, Pauli, suerte en Azkaban-
Harry agradeció a los amables aurores que “cuidaron la puerta” en su visita a Paulo, después se fue de ahí, se dirigió al callejón diagon y cruzó al mundo muggle, cerca había estacionado su auto, sabía que debía ir a casa, que su futura esposa lo esperaba, pero tenía que dar una vuelta, era importante.
Condujo a pesar de que sabía que regresaría hasta la tarde, los reclamos por parte de Ginny no se harían esperar, se casarían ese fin de semana y necesitaba despedirse, al llegar a su destino eran a penas las diez de la mañana, dio varias vueltas, disfrutando el delicado aroma que emanaba del mar, caminó en silencio hasta llegar al preciso lugar donde todo había sucedido, donde él y Draco habían hecho el amor por primera y última vez, no había gente en la playa, se puso en cuclillas y trazó “Draco” en la arena, una ola, sin saber lo que hacía, acarició la arena y borró el nombre del rubo que Harry amaba.
-Adiós- murmuró, sintiendo el corazón desplomarse, se levantó sin decir nada y volvió al auto.
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La mañana de ese viernes era bella, fresca, el campo de fútbol olía a hierba recién cortada, sería un gran juego.
En la potería estaba Preston quien portaba un uniforme de camisa de manga larga color gris y pantalón negro, en el mediocampo se hallaba a George, en la defensa estaban Ron y Neville, Theo era delantero, el resto del equipo eran empresarios y empleados relacionados con Potter y asociados, el equipo contrario también.
El equipo de los gryffindors y Theo usaban un uniforme de camisa blanca con rayas plateadas verticales, short negro, medias y tachones, pero cada quien lo usaba a su estilo, George había doblado las mangas hasta que quedaran a la altura del hombro, los calcetones que el usaba eran negros y los tennis blancos, Ron por su parte llevaba la camisa bien fajada, el cabello recogido en una coleta baja, sus medias eran blancas y sus tachones plateados, Neville llevaba debajo de la camisa del uniforme una playera interior blanca de manga corta, los tennis y los calcetones eran blancos, Theodore usaba una camisa negra de manga larga bajo el uniforme, sus medias y los tachones eran de color negro.
En primera fila estaban Luna, Angelina y Hermione, además de las esposas, hijas, amantes y novias de los demás jugadores, el juego comenzó un poco flojo, pero rápidamente fue cobrando emoción, incluso Herms, que odiaba los deportes, gritó y se emocionó con el partido, el resultado final fue de 2-1, favor del equipo de los leones y la serpiente.
Todo el equipo entró al vestidor eufórico, después de un rato todos se fueron marchando, dejando a los gryffindor y a Theodore solos en el vestidor, se metieron a las duchas que estaban inusualmente separadas, pero agradecieron el hecho de tener un poco de privacidad, y vaya que solo un poco pues las puertas de las duchas solo les cubrían de los hombros a las pantorrillas.
Al salir de las duchas comenzaron a vestirse, estando entre chicos había confianza, aunado a que los Weasley, con tantos hermanos varones, no tenían mucho pudor en mostrarse en paños menores, George apenas vestía una truza y una camiseta interior, ambas blancas, Ron llevaba un bóxer azul y holgado, Neville traía puesto un bóxer rojo, Preston por su parte estaba en un simple bóxer blanco, y Theo usaba un bóxer negro ajustado.
-¿Irás mañana a la boda de mi hermana?- le preguntó George a Theo, mientras se rociaba el torso con desodorante.
Theo suspiró –No lo creo-
El Longbottom miró a su novio con asombro –Creí que habías dicho que ibas a acompañarme-
-Cambio de planes- dijo Theodore.
-Pero contaba contigo- gruñó Nev.
-Déjalo, seguro se le presentó algo importante, ¿Cierto, Theo?- Intervino Preston.
El Nott suspiró de nuevo, sabía que tendrían que preguntarle pero había querido evdir el tema.
-No, Preston, en realidad no tengo otros planes- confesó Theo, se sentó en una de las bancas y secó sus pies para ponerse calcetas, sus amigos estaban helados ante aquello.
-¿Entonces por que no irás?- preguntó Ronald.
-Porque…- Theo se removió el cabello ligeramente, se puo de pie y sacó su mochila de un casillero –No quiero ir-
-¿Por qué no?- insistió George, empezando a ponerse a la defensiva.
-Con el debido respeto, no quiero ser participe de esa farsa- soltó Theodore, comenzando a sacar sus ropas de su maleta.
-¿De qué hablas?- bramó Ron, apartando la mochila de Theo para poder hablar con él cara a cara.
-Por favor, ustedes lo saben muy bien, Potter no ama a su hermana- respondió el Nott.
George le dirigió una mirada envenenada para después preguntarle - ¿Cómo estás tan seguro?-
-Potter está enamorado de Draco, y…-
-Claro, Malfoy, el dueño del mundo- gruñó Neville.
Theo volteó a ver a su novio con ojos que echaban chispas -¿Disculpa?-
-Dices eso por que seguramente Malfoy se puso a llorar por que Harry prefirió a Ginny- espetó el Longbottom.
-Sabes perfectamente que Potter dejó a Draco solo por que esa chica esta embaraza de no se quién y…-
-Es de mi hermana de quien hablas- rugió George, impactando a Theodore contra los lockers, el sly no respondió la agresión.
-Cuidado con la manera en que te refieres a ella- ladró Ron, empujando a Theo contra los casilleros.
-Además…- agregó George –Era obvio que Malfoy solo quería revolcarse con Harry-
-Siempre ha sido ese tipo de persona, nunca sintió nada por Harry- apoyó Ron.
-De haber sido así, probablemente Harry no lo hubiera dejado- habló Neville.
Theodore se quedó mudo.
-Malfoy es un nefasto- gruñó George con cara de asco.
-Cuiden sus palabras- siseó Theo en tono amenazante –Es de mi amigo de quien hablas, ustedes lo insultan solo por que creen conocerlo, no tienen ningún derecho, yo lo conozco desde que somos unos niños, prácticamente desde la cuna, yo me sé al derecho y al revés a Draco Lucius Malfoy Black y en no es ningún nefasto, el es como mi hermano…-
-Un hermano con el que te besas cuando te lo pide- intervino Neville, dejando a George y a Ron sin palabras.
Los ojos de Theo dejaron de ser frialdad para convertirse en furia.
-¿Qué dijiste?- preguntó la serpiente.
-Dije que Malfoy es para ti un hermano con el cual puedes besuquearte cada que quieres- soltó el Longbottom.
Theo lo miró encolerizado –Hablamos de eso, Nev, te lo expliqué, ¿Te acuerdas?-
-Sí… y el resto estuvo…bueno, bien- respondió Neville, refiriéndose al sexo, Theodore no supo que era lo que sentía, si furia o dolor.
-¿Bien?- bramó Theo.
-Sí, bien, yo diría…regular- dijo el Longbottom insensible –He tenido mejores-
El Nott sonrió con malicia, tomó su ropa y su mochila y dijo –Pues…espero que esos “mejores” sigan disponibles, porque yo no quiero nada más de ti-
Neville pareció al fin reaccionar a lo que había hecho, se maldijo por ser tan idiota, Theo se estaba vistiendo los pantalones de mezclilla apresuradamente, el Longbottom se acercó y puso la mano en la espalda del sly.
-Theo, oye…- comenzó Nev.
-No me toques- siseó Theodore, quitándose la mano de Neville de encima con un brusco movimiento, se sentó para ponerse los tennis blancos, Nev se acercó y le rozó el brazo para llamar su atención.
-¡Que no me toques!- exlamó Theo, su grito dejó a todos los presentes congelados, Neville apretó los labios para no romper a llorar –Yo me largo-
Theodore salió del vestidor con su maleta en la mano, llevaba el torso desnudo, se detuvo para poder ponerse la camisa interior, se vistió un suéter gris y una chaqueta color guindo, salió lo más rápido que pudo y caminó entre los autos estacionados, Nevile lo alcanzó vestido con una camisa blanca de manga larga, pants gris, botas cafés con lana y una chaqueta café con lana, aquello le daba un aspecto muy descuidado.
-¡Theo!- gritó el Longbottom quien se acercaba corriendo, dio alcance a Theodore y lo tomó de la mano –Por favor, dejame hablar-
-Déjame en paz- bramó el Nott, soltándose del débil agarre de Neville, siguió caminando sin mirar atrás cuando fue tomado bruscamente por la muñeca, Nev lo estiró para que quedaran cara a cara, el Longbottom lo rodeó por la cintura y lo acercó lo más que pudo a su cuerpo, Theo puso las manos sobre el pecho del león y lo empujó con brusquedad, pero no consiguió liberarse de su prisión.
-Por favor, cálmate, ¿sí?, vamos Ted, Teddy, hablemos…-pidió Neville, Theodore puso mas fuerza y empujó a Nev para liberarse.
-No tenemos nada de que hablar, Longbottom, no quiero volver a verte-dijo Theo con desdén, para luego dar la espalda al gry y seguir con su camino, Neville volvió a darle alcance, esta vez lo acorraló contra una camioneta.
-Soy Nev- dijo el león –Nev, Nevvie, león, leoncito, no soy Longbottom- Theodore volteó el rostro ante aquellas palabras, Neville se sintió desfallecer, tomó a Theo por la barbilla y lo obligó a mirarlo, los ojos de Theo eran dos tempanos de hielo.
-Longbottom, suéltame- exigió Theo, Neville negó con la cabeza y lo besó, sus labios buscaban desesperadamente una respuesta, pero los labios de Theo no se movieron, el sly mantuvo los ojos abiertos, viendo a Nev esforzarse en el beso, Neville trató de abrirse paso con la lengua lo cual consiguió, emocionado esperó sentir la ardiente lengua de su Theo corresponderle ardiendo, deseosa de poseerlo, pero para su desilusión, Theo no hizo amago de corresponder, resignado, Neville dejó de intentar, separándose de Theodore, los ojos de la serpiente seguían con esa fría expresión.
-Theo, amor, yo…- balbuceó Neville.
-¿Terminaste?- preguntó Theo con indiferencia, el Longbottom no pudo hacer más, se apartó de Theo lo suficiente para que este se marchara.
El sly se fue del lugar, dejando a Neville con el corazón destrozado, sintió una cálida mano posarse sobre su hombro, se volvió para encontrarse con la mirada celeste de Ron.
-¿Qué pasó?- preguntó Ronald, casi al instante se unieron George y Preston.
-Theo terminó conmigo- Nev saboreó aquellas palabras en su boca, eran amargas como la hiel, jamás creyó que tendría que usarlas, le sonaban tan huecas, como si no tuvieran sentido ni razón, como si aquello fuera una vil mentira.
-¿Estás bien?- preguntó George.
-Sí- contestó Neville sin pensar.
-¿De verdad?- insistió Preston.
-No, no estoy bien…necesito estar solo- el Longbottom buscó sus llaves en los bolsillos, sus amigos se retiraron sin decir nada, Neville buscó su camioneta y entró aún en shock.
“¿Qué hice?” se preguntó Nev, sin salir de su asombro.
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Sentía que sus labios se congelaban a tal grado que si los hubiera tocado seguramente se caerían a pedazos, bajó del autobús y caminó a casa, estaba tan hastiado, tan decepcionado, tan triste, si, triste, había sido su decisión pero no dejaba de doler.
Entró al edificio y fue directo al elevador, al llegar a su piso supo que sus amigos estarían ahí, que harían preguntas, pero cierta persona tendría que escucharlo primero.
-Theo, cariño- Saludó Pansy, The apenas y correspondió con un movimiento de cabeza.
Blaise, Pansy y Draco tomaban café en la sala, Theodore se quitó la chaqueta y la tiró en el sillón.
-Acabo de terminar con Neville- anunció el Nott, sus amigos pusieron cara de asombro –Peleamos porque…el cree que Potter debe casarse con la Weasley, y yo no lo creo así-
-¿Por qué discutieron por eso?- preguntó Blaise extrañado.
-Que Draco te cuente- siseó Theo, dejándose caer en un sillón individual, su rubio amigo lo miró con sorpresa.
-No hay nada que decir- contestó Draco, Theo se levantó de su asiento y lo tomó bruscamente por los hombros.
-Te defendí, terminé con mi novio por eso, lo menos que me debes es una explicación, todos la merecemos, has mentido demasiado, Draco- gruñó Theo.
Draco suspiró, miró a Blaise y Pansy que eran ajenos a todo aquello, se armó de valor.
-Potter y yo…- comenzó Draco, los recién casados reaccionaron enseguida y le pusieron más atención –Potter y yo salimos…-
-¿Qué?- exclamó Pansy -¿Cómo?, ¿Cuándo?-
-Fue en navidad…- comenzó el Malfoy, tomó aire, aquella historia era larga y complicada de contar- No, no fue en navidad, fue un poco antes, después de que me vio en el club…fue a buscarme un par de veces, la primera no pasó nada, la segunda…tuvimos sexo-
Sus tres amigos se quedaron como estatuas, Draco dio una gran bocanada de aire y continuó.
-Después de eso…vino a buscarme en navidad, me dijo que él…tenía un problema, no había podido acostarse con nadie antes por eso, era…bueno, se sobreentiende, y me dijo que conmigo fue diferente, fue la primera vez que tuvo sexo y no sabía por qué conmigo si había podido tener una erección, así que me pidió que saliera con él, me mostré reacio y entonces…ofreció pagarme-
-Tú no aceptarías algo así- intervino Pansy, Draco bajó la mirada avergonzado -¿Lo aceptaste?-
-Fue después de que Theo se pusiera mal, yo…tenía que hacer algo, por eso accedí- admitió el Malfoy, el Nott se sintió estúpido y culpable, se acercó para sentarse junto a su amigo y lo rodeó por los hombros en un suave abrazo.
-¿Qué más pasó?- preguntó Blaise.
-Pues…todo era como debería, yo me acostaba con él y me pagaba, pero algo salió terriblemente mal, comenzó a gustarme, empezamos a contarnos cosas, él me confiaba sus problemas y yo le hablaba sobre los míos, fue tan…no se, ese fin de semana en el que supuestamente me quedé solo en casa…no fue así, me fui a quedar en casa de Potter todo el fin de semana y…no se, simplemente…-
-Te enamoraste- le interrumpió Theo, Draco asintió-
-¿Entonces por qué terminaron?- quiso saber la Parkinson.
-El día de la despedida de Blaise, Potter me llevó a su casa, estuvimos…bueno, teniendo sexo, después de eso y de un baño él me traería a casa, pero hubo un …contratiempo, Ginny…es decir, la Weasley llegó en plena madrugada, completamente golpeada, sangrando, la llevamos al hospital de urgencia, resultó que el tipo con el que salía la golpeaba, y además abusó de ella…ya estando ahí me quedé con ella mientras Potter buscaba a sus hermanos, estaban tomandole unas muestras cuando la doctora vio algo extraño, nos dijo que la Weasley estaba embarazada, embarazada y de el tipo que la violó, yo tuve que informarles a sus amigos y familia, fue horrible…después de eso Potter me llevó a su casa ára que durmiera un rato…y me dijo que todo conmigo estaba acabado, que él se casaría con la Weasley y que debíamos dejar de vernos-
-Draco, amigo…- murmuró Blaise –Lo lamento-
-Cuando invité a Anthony a la boda lo hice solo para darle celos, y bueno, conseguí lo que quería, terminamos revolcándonos en la arena- Draco se detuvo para comenzar a reir, su risa se detuvo igual que empezó, las lágrimas amontonadas en sus ojos comenzaron a correr por sus mejillas –Pero es todo lo que tendré de él, se casa mañana…-
Las serpientes consolaron a su amigo, creyendo que nada podían hacer por él, todos menos cierta pequeña serpiente que no dejaría las cosas así como así sin antes haber luchado.
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Maquilló sus pestañas y luego polveó su nariz, un poco de rubor en las mejillas porque en pleno invierno se veía más pálida de lo normal, se vistió con unas medias negras, vestido café, botas cafés y una linda boina negra, puso un poco de gloss en sus labios y salió de casa dando un beso pequeño a su esposo.
-¿Estás segura?- le preguntó su marido.
-Segurísima- contestó ella, para después salir de casa.
Tomó un taxi y le indicó la dirección de Angelina, se había hecho muy amiga de la morena después de su despedida de soltera, al igual que de Hermione y Luna, con Ginny tenía muy poco contacto pero a pesar de eso la pelirroja había decidido invitarla a su despedida.
Se bajó del taxi y pagó, entró a la casa para encontrarla deocrada con globos rosas y blancos, en la sala estaban sus amigas bebiendo té y comiendo galletitas, por obvias razones no podían hacer una despedida como era debido, así que optaron por una fiesta más tranquila, donde Gin pudiera disfrutar y divertirse.
Se acercó para saludarlas a todas, Angie vestía una falda aglobada color negro, medias y zapatos negros, una blusa blanca de manga larga y cuello alto.
-Que bien que hayas decidido venir- comentó Angelina, Pans sonrió y asintió.
Luna se acercó y la abrazó con calidez, ella usaba unos jeans ajustados, botas cafés, una blusa de manga larga color café y en el cuello una palestina café y blanca, la siguente en saludarla fue Hermione, la castaña suaba un vestido rojo a cuadros, mallones negros y zapatos negros.
Ginny usaba una blusa roja de manga tres cuartos, pantalones y zapatos blancos.
-No me quedaré mucho- dijo Pansy, sentándose junto a Ginny –Tengo que decirte unas cuantas cosas que probablemente no te gustarán-
Las presentes se extrañaron ante aquel comentario pero siguieron sin decir nada.
-No creo que debas casarte con Potter- soltó Pansy
Ginny frunció el entrecejo y preguntó: -¿Por qué?-
-Porque...él no te ama- dijo Pansy, Gin enrojeció de furia.
-¿Por qué dices eso?- ladró la pelirroja.
-Es la verdad y lo sabes- contestó la Parkinson con frialdad.
-Ehm, chicas…- intervino Luna, tratando de calmar el ambiente -¿Por qué no nos preparamos un poco de chocolate caliente?-
-Luna, cállate- gruñó la Weasley –Harry me ama mucho, por eso va a casarse conmigo-
-Potter ama a Draco- siseó Pansy.
-Ya veo de que se trata esto- habló Ginebra, riendo cruelmente –Tu amigo esta dolido por que Harry lo dejó por mí y ahora te manda a intentar arruinarme la boda, pues tienes que saber esto, ni tu ni nadie podrán separarme de Harry, nos amamos y seremos felices juntos-
-¡Por favor!- exclamó Pansy –Piénsalo, Potter estaba más que feliz con Draco, llegas tu con ese embarazo y mágicamente le vuelve el amor, se realista, querida, el no te ama-
-¡Claro que me ama!- gritó Gin, enseñándole a Pansy su anillo de compromiso -¿Ves bien mi anillo?, Harry me lo dio porque quiere compartir el resto de su vida conmigo, me ama-
-Por Dios…- murmuró Pansy con genuino asombro.
-¿Qué?- gruñó la leona pelirroja
-Eres patética, de verdad te crees esos cuentos tuyos, me das pena- dijo Pansy, mirando fríamente a la Weasley –Te crees tus propias mentiras-
-¡Lárgate!- bramó Ginebra –Lárgate ahora mismo, ni se te ocurra aparecerte en mi boda-
-No te preocupes, no quiero formar parte de ese teatro- dijo la Parkinson, poniéndose de pie –Abre los ojos, piensa, cuando Potter te hace el amor… ¿Cierra los ojos?, ¿Qué crees que piensa en esos instante?, o mas bien…en quien, te aseguro que el se imagina a Draco, ¿Te mira a los ojos cuando te dice que te ama?, ¿Te da la espalda al dormir?-
Ginny se quedó callada, si…Harry cerraba los ojos cuando hacían el amor, jamás le había dicho que la amaba viéndola a los ojos…
-Vete de una vez- dijo la Weasley, desviando la mirada.
-Se que estás asustada…- murmuró Pansy –Y tienes todo el derecho de estarlo, pero esta no es la manera de enfrentar tus problemas, ¿Qué clase de vida te esperará con un esposo que no te ama?, ¿Qué clase de familia será para tu hijo?, ver a sus padres pelear y tratarse con frialdad…además, no puedes ser tan egoísta, no te lo pido por Draco, te lo pido por Potter…-
-Ya basta- interrumpió Gin, pero Pansy aún tenía cosas que decir.
-Piensa en Potter, el es tu amigo, el te quiere, te salvó de ese tipo que te lastimaba, no te aproveches así de él, piensa en su felicidad, él también tiene derecho a ser feliz-
-Te pido que te vayas- insistió Ginny, Pansy suspiró y caminó a la puerta.
-Espero que tomes a decisión correcta- le dijo la serpiente, después de eso solo escuchó el sonido de la puerta cerrarse.
