La mañana estaba fría, había nevado toda la noche y una densa capa blanca se extendía por las calles, Draco se levantó de prisa, la alarma no había sonado y ya eran las siete, tendría que prepararles algo rápido de desayunar a sus amigos, corrió a la cocina para encontrarse con una grata sorpresa.
-Buenos días- le saludó Pansy, la muchacha había preparado el desayuno, hotcakes con miel, chocolate caliente, yogurt y fruta, en el centro de la mesa había puesto una maceta con flores de nochebuena, Draco le sonrió agradecido.
-Wow, se ve delicioso- halagó el rubio, ocupando una asiento para desayunar.
-Y está delicioso, créeme- dijo la morena.
Enseguida sus amigos se les unieron, los dos muy sorprendidos por el detalle de Pansy, desayunaron sonriendo y felices, si algún extraño hubiera podido ver aquella escena podría jurar que veía a cuatro hermanos pasando la nochebuena, todos comían menos Theo, que solo jugaba con la comida, cortando los pancakes y picoteando la fruta.
-¿No te gusta?- preguntó Parkinson, angustiada.
-Oh, claro que me gusta, está delicioso- respondió Nott.
-Pero…si ni lo has probado- insistió Pansy.
-La verdad es que no tengo mucha hambre- mintió Theo, encogiéndose de hombros.
-Bien, mas para mi- habló Blaise, estirando la mano para tomar el plato de Theodore, pero la morena le lanzó una mirada llena de furia -…o tal vez no-agregó, al tiempo que volvía a dejar el plato en su lugar.
-Come algo Theo, no te vayas así a trabajar- le rogó la ex slytherin.
-Déjalo Pans- intervino Draco-no lo obligues si no quiere-
-Me tomaré el chocolate- accedió Theo, pareció recordar algo, se levantó de la mesa y corrió a su habitación, volvió con un periódico en mano.
-¿Para que trajiste eso?- le preguntó Blaise, con la boca llena de comida.
-Por esto…- habló Theo, abriendo el periódico en la sección de sociales, mostró a todos el diario, en el había una foto de Granger y Weasley, la muchacha castaña llevaba un hermosísimo vestido de novia, Weasley usaba un sobrio traje, estaban tomados de la mano, besándose, mientras la multitud les arrojaba arroz.
-Oh por Dios- exclamó Pansy, arrebatando el periódico a su amigo Nott –Granger está HERMOSA en ese vestido, es de… ¿Oscar de la Renta?, si, obviamente-
-Y hay mas- agregó Theo-unas dos o tres páginas-
Draco y Blaise se acercaron a Pansy para poder ver, la nota decía lo siguiente:
“Unidos para siempre.
Tal parece que los miembros del equipo de la fructífera empresa de bienes raíces Potter y asociados no solo triunfan en los negocios, también en el amor.
Ayer, veinte de diciembre del presente año, la bella Hermione Jean Granger y su galante caballero Ronald Billius Weasley (Blaise y Draco rieron fuerte por lo de “galante”, Pansy los mandó a callar) unieron sus vidas en sagrado matrimonio.
La ceremonia y la fiesta tuvieron lugar en un exclusivo salón de Londres, al evento asistieron las familias de ambos, amigos cercanos y, por supuesto, el resto del equipo de la recién nacida empresa.
Pudimos ver a la guapa rubia, Luna Lovegood luciendo un bello vestido strapple de Christian Dior color durazno, con adornos de pedrería, en el cuello llevaba un finísimo collar de diamantes valorado en un cuarto de millón de dólares, lució hermosa, pero nunca opacando a la novia.
La otra fémina de la empresa, una guapa pelirroja, Ginebra Molly Weasley (Pansy no pudo evitar exclamar “¿Guapa?, ¡mi trasero!”) usaba un sencillo pero sensual vestido verde oscuro de Yves Saint Laurent, iba acompañada de un hombre al que no pudimos identificar.
Y hablando de verde, el poseedor de un par de hermosos ojos esmeralda y fundador de la empresa Potter y asociados, Harry James Potter apareció sin compañía, portando un saco de terciopelo Armani, corbata negra Ralph Lauren, camisa blanca y pantalón negro Oscar de la Renta, zapatos de Sergio Rossi, el joven empresario se mostró tímido ante las cámaras, pasó casi toda la velada con sus amigos Luna, Neville, George y, por supuesto, los novios.
El joven Longbottom lució espectacular en un traje café de Armani, la corbata, obviamente Oscar de la Renta, era de un diseño atrevido y diferente, afortunadamente para las solteras el muchacho fue sin compañía a la boda de sus colegas.
George Weasley, hermano de Ronald Weasley y también miembro de Potter y asociados, se dejó ver en un traje Prada negro, se mostró muy animado y sonriente y se dejó fotografiar al lado de su esposa embarazada, Angelina Johnson quien lució un bellísimo vestido de Chanel color champagne.
El anillo de compromiso de la hermosa novia, uno muy bonito y caro, fue sustituido por una peculiar alianza de matrimonio, pues lleva grabada por dentro la huella digital de su pareja, al igual que la del novio, el padrino de anillos fue nada más y nada menos que Harry Potter.
Nos enteramos que la hermosa pareja decidió no salir de luna de miel, pues preferían pasar las fiestas en casa rodeados de familia.
….”
Pansy lanzó un suspiro al aire –Oh, que hermosas son las bodas, de verdad que si-
-Algún día tú también te casarás, Pans- le animó Draco, Blaise se tensó al instante.
-Si, ¿sabes?, es el sueño de toda chica, casarse en un hermoso vestido blanco, caminar al altar…me encantaría casarme, pero no creo que vaya mucha gente-
Blaise miró a su novia ya mas relajado, la besó en la mejilla y le dijo –No necesitas que vaya todo el mundo, preciosa, con nosotros dos es suficiente-
Después de terminar el desayuno Blaise, Pansy y Theo se fueron a trabajar, dejando a Draco solo en casa como siempre, el muchacho rubio limpió la mesa y llevó los platos al fregadero, después fue a limpiar su cuarto y el de sus amigos, continuó con la sala y justo cuando volvía para lavar los platos se percató de que no había jabón, revisó el refrigerador y la alacena para ver que más faltaba, lo apuntó todo en una libreta, fue a su cuarto y tomó dinero de uno de sus cajones y salió, el camino al supermercado mas cercano era de veinte cuadras, pero prefirió caminar a gastar en un taxi.
Hoy sería un día agitado, en fechas como esa tenían mucha mas clientela de lo normal, y a veces no cubrían los shows completos por hacer privados, pero las propinas eran más y más generosas, y hablando de los privados… ¿Cuánto tiempo había pasado desde que se acostó con Potter?, se perdió tanto en sus divagaciones que por poco no se da cuenta del BMW que lo seguía desde hacía seis calles, por poco.
Malfoy se acercó al auto para encarar a Potter -¿Qué coño quieres?-
-Feliz navidad también para ti- ironizó Harry –Sube, te llevo-
-No- cortó Draco con sequedad –Déjame en paz, Potter-
-¿Potter?, la última vez me dijiste Harry-
Draco no pudo evitar sonrojarse hasta las orejas al oír aquello, pero de todas maneras continuó caminando.
-No quise molestarte- se disculpó el de los ojos esmeralda –Por favor, sube, no pienso hacerte nada, solo quiero hablar-
El joven Malfoy lo miró con desconfianza, pero sintiéndose cansado decidió subir, ocupó el asiento del copiloto, dio la dirección del supermercado y Potter asintió sin decir nada.
-… ¿De que quieres hablar?- Preguntó el ex slytherin.
-Ah, cierto, la…ultima vez que nos vimos…que…pasó…-
-Que tuvimos sexo- dijo Draco, como si nada, provocando el sonrojo de Potter.
-B-b-bueno, si, que tuvimos sexo, yo quería…disculparme- masculló Harry.
-¿Disculparte?- el joven ojiplata se carcajeó abiertamente -¿Pero por que?, evidentemente los dos lo disfrutamos-
-Bueno, en eso tienes razón- cedió el niño-que-vivó, mientras estacionaba el auto.
-Si eso era todo, gracias por traerme- soltó el Malfoy, bajándose del coche y comenzando a caminar en dirección a la tienda.
Harry enseguida bajó también del auto y lo siguió –No, no era todo- confesó, ya dentro de la tienda siguió a Draco, quien rebuscaba en los pasillos.
-Ok, pues tu dirás… ¿Me alcanzas el lavatrastes?, gracias-
-Yo, eh…quería…proponerte algo- dijo el Potter, mientras tanto el heredero Malfoy metía un par de bolsas de detergente en su canasta.
-¿Y que sería?- hablo Draco algo exasperado, caminando al área de comida, fueron a donde estaba la verdura y la fruta, específicamente a la orgánica.
-Pues…yo…yo quiero… ¿Por qué compras verdura orgánica?-
-Por que Theo insiste en que es mejor y menos contaminante- contestó Draco, mientras metía una bolsa de tomates a su canasta- pero por Merlín, Potter, ya dilo-
-Quiero que salgas conmigo- Harry se sintió aliviado al decirlo, pero su alivio duró poco al ver la expresión de Draco.
-Ya entiendo…-suspiró el rubio, mientras caminaban a la caja –Mira, ya te divertiste, ya tuviste tu experiencia homosexual, pero ya pasó, olvídalo-
La cajera (el uniforme decía que se llamaba Grace) comenzó a trabajar sin decir ni observar a los dos hombres.
-No, es que…tu no entiendes, ¿Recuerdas que te dije que quería saber como se sentía?-
-Si, y ya sabes que es lo que se siente metérsela a un hombre, ahora por favor supéralo-
Grace dejó caer una caja de pasta integral, se sonrojó y volvió a tomarla para cobrarla.
-No, no me refería a eso-
-Son cien con veinticinco- habló Grace, aún sonrojada.
Draco le entregó dos billetes, uno de cien y uno de un dólar.
-Quédate con el cambio, Grace- dijo el Malfoy, la muchacha asintió apenada y entregó las cosas.
El león siguió al heredero Malfoy hasta la salida.
-Yo me refería…- comenzó Harry, completamente sonrojado, con la mirada baja –A que…quería…quería saber como se sentía tener sexo, búrlate si quieres, pero yo nunca había…-
-¿A quien crees que engañas?- gruñó Draco, empezando a enojarse –Anduviste con la mini comadreja por años, lo último que supe es que vivían juntos, ¿De verdad crees que soy tan estúpido para creerte ese cuento?-
-¡Espera!- el niño de oro tomó a Draco del brazo –Yo…hace tiempo que no estamos juntos y fue por eso…por que nunca teníamos sexo, y no es que no quisiera, es que no podía-
-¿Qué?- la mirada de Draco era de asombro.
-No podía…no se me, es decir, impotencia, eso…no me hagas decirlo, por favor…escucha, no te estoy pidiendo que te enamores de mi, solo quiero que salgas conmigo, además…-
-No puedo perder el tiempo contigo- le interrumpió Draco, empezando a caminar con dirección a su casa –Tengo que trabajar, no a todos nos va tan bien como a ti-
-Malfoy, joder, ¿Podrías dejar de ser un imbécil y escuchar lo que te voy a decir?-
Draco se volvió para encontrar a Harry con gesto serio.
-Pienso pagarte- soltó -¿Cuánto ganas al mes?-
-Por favor Potter, esto es ridículo-
-Contesta-
-Ok, como quieras, pues…2400, mas 1800 y como 300 en propinas, como 4500, ¿Por qué?-
-Te daré 10000 al mes si sales conmigo-
El sly sintió ganas de gritar de la emoción al escuchar la cantidad, pero guardó la calma y miró a Potter con desconcierto.
-No, ya te dije que no tengo tiempo-
-Déjame llevarte a tu casa- insistió Harry.
-Puedo llegar caminando-
-Oh, por favor, está helando y hay nieve, además no vas muy bien cubierto-
Draco gruñó, Potter tenía razón, a diferencia de Harry, que llevaba un pantalón de mezclilla, cubierto por una gabardina negra y en el cuello una bufanda, el Malfoy vestía un suéter negro con detalles blancos de mangas largas que le cubrían parte de las manos, pantalones negros y bufanda negra, sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
-Ok, ok, tú ganas- accedió el de ojos grises.
En el camino de regreso ninguno de los dos habló, Harry se estacionó frente al edificio que indicó el sly.
-Oye…- comenzó Harry, extendiendo una tarjeta a Draco –Por si cambias de opinión, te escribí el número de mi celular-
El joven Malfoy quedó asombrado por el diseño, la tarjeta era negra y lisa, después se veía una solapa de saco, parte de la camisa y una corbata negra con pequeños lunares verdes, el mismo tono de verde era usado para escribir “Potter y asociados, bienes raíces”, y en color blanco estaban los teléfonos, el número de celular de Potter estaba escrito en tinta plateada.
Tomó la tarjeta y se la guardó en el bolsillo del pantalón.
-De acuerdo, como sea, adiós…y feliz navidad-
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Acababa salir de las regaderas de su trabajo, pues después de haber pasado horas separando basura era normal apestar, inesperadamente su jefe le dio la salida temprano y cuando le preguntó la razón, aquel hombre corpulento y canoso sonrió con calidez, se encogió de hombros y le dijo:
-Es nochebuena-
Entonces recordó que no había comprado nada para Draco y Blaise, los tres varones ex slytherin habían preguntado a Pansy en una ocasión que era lo que quería de navidad y ella les respondió sonriendo.
-Quiero una máquina de coser-
-¿Para que te serviría a ti una de esas cosas, mi amor?- le había preguntado Blaise, burlándose.
Pansy frunció el entrecejo y le contestó –Pues tu preguntaste, grandísimo imbécil-
Después de arreglar el pequeño malentendido, los tres muchachos reunieron dinero de las propinas y consiguieron comprar el regalo de Pansy, pero había olvidado comprar algo para sus amigos.
Se vistió, dándose cuenta de que había olvidado empacar su chaqueta y estaba recién bañado, trató de restarle importancia, guardó la ropa de trabajo en su mochila, salió del trabajo a eso de las dos, fue a dar una vuelta y realizó las compras de ultimo minuto, por supuesto las tiendas estaban abarrotadas y quedaban muy pocas cosas, terminó comprando una máquina de afeitar para Blaise y un conjunto deportivo para Draco, no se le ocurrió nada más.
Caminaba por una larga calle para llegar al subterráneo, siendo invadido por sus pensamientos.
Su padre, un mortífago, que a pesar de todo y a su manera lo amaba mucho, decidió que debía participar en la guerra, puso a su hijo a merced del señor tenebroso que enseguida lo aceptó, creyendo que sería un siervo tan fiel como su padre, pero el señor Nott pronto se dio cuenta de que nunca debió involucrar a su hijo, pronto pero tarde, por que los dos estaban metidos hasta el cuello, pero su devoción por su hijo era tan grande, mas grande que por Voldemort, que trató de mantenerlo siempre alejado de las batallas, y cuando sin poder evitarlo Theo se veía involucrado, el señor Nott lo protegía siempre, sin importarle si los de la orden del fénix les ganaban o no, para el solo importaba su hijo.
El día en que Theodore recibió la marca tenebrosa, el señor Nott, en vez de regocijarse como era esperado, lloró amargamente, pues sabía que enfrentaría un futuro muy difícil, y abrazando a su hijo, le dijo al oído:
-No dejes de luchar Theo, nunca-
Cuando el lord oscuro fue asesinado Theo se sintió feliz, sabía que ya no tendrían que estar huyendo, ya no había que tener miedo, su padre, el y sus amigos serían libres de nuevo, pero las cosas no salieron como el esperaba, el ministerio decidió enjuiciarlos a todos en Wizengamont, todos estaban asustados menos su padre, recordaba muy bien la última noche que lo vio, estaba helando y el se encontraba en la cama, envuelto en las colchas, su padre había entrado a hurtadillas, Theo fingió que dormía.
-No olvides jamás que tu padre te amo…-susurró el señor Nott, esa misma noche se quitó la vida, tomó una navaja y abrió sus venas, murió desangrado en su estudio, dejó una nota que decía: “El Lord nunca morirá mientras tengamos los brazos marcados”.
Theodore encontró el cuerpo, recordaba haberse resbalado con la sangre en el piso, el horrible olor a metálico que emanaba, la manera en que se ensució el cuerpo y la cara de la sangre de su padre y como lloró desconsolado al comprobar que estaba muerto.
Entonces se había quedado solo, tenía a sus amigos pero no era igual, la familia Nott se encargó de ocultar el suicidio de su padre, Theo sintió asco cuando supo que sus familiares estaban orgullosos de la acción de su padre, pues había muerto en nombre del lord, cuando Wizengamont lo encontró inocente su familia lo repudió, lo dejaron sin nada, lo desheredaron y lo negaron.
Aunado a todo aquello, la comunidad mágica también lo repudió, a el, a sus amigos y a sus familias, fue blanco de burlas, acoso y maltrato, una vez lo golpearon hasta dejarlo casi inconciente, recordó también una ocasión en que apedrearon a Pansy y a Blaise, y otra mas en que Draco fue perseguido y golpeado, fue entonces que decidieron salir de aquel ambiente tan violento y huir al mundo muggle.
Desde entonces Theo luchó contra una depresión muy grande, llevaba un diario donde escribía sus sentimientos, muchas veces estuvo a punto de atentar contra su vida pero jamás se atrevió, sentía demasiado miedo, además, Blaise, Pansy y Draco lo veían como a un padre, ya que Theodore siempre fue el mas aplicado y el mas serio, los tres ex slytherin confiaban en el ciegamente, siempre que tenían problemas recurrían a el, y Theo los ayudaba, por que los amaba, esa era otra razón por la cual no se había suicidado ya, no quería dejar solos a sus amigos, no ahora que lo necesitaban tanto, pero Nott se sentía en su límite, era demasiado pesado fingir estar bien, feliz, sonreír, la realidad le cayó como un balde de agua fría, se sentía abandonado y solo, completamente solo.
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Neville se sentía frustrado, para empezar a Ron se le ocurre avisarle dos días antes de la cena de navidad que necesitan al menos unas veinticinco mesas más, por que tuvieron que invitar a los ex propietarios del edificio para que dejaran de protestar, dos días antes, moviendo sus influencias logró conseguir veintiún mesas, rogaba que solo llevaran a sus esposas, de lo contrario tendría que comer parado, después, la chica con la que queda para pasar la tarde de nochebuena le llama y le dice que no puede, necesitó hacer reservación en el Gordon Ramsay con un mes de antelación y ahora la tipa le salía con que siempre no, se sentía desesperado, pero no desperdiciaría la oportunidad de comer en aquel restaurante.
Manejaba con serenidad, estaba escuchando música para relajarse y vaya que funcionaba, iba tarareando la versión de “You can’t always get what you want” de Hugh Laurie cuando lo vio, iba caminando por la calle, estaba muy poco cubierto, llevaba una camisa a cuadros de manga larga desabrochada, debajo usaba una camisa gris, pantalones de mezclilla y converse, llevaba una mochila en la espalda y en la mano una bolsa, supuso que de compras de navidad, lo observó sin darse cuenta de que disminuyó la velocidad a la que conducía, se orilló a la banqueta para ver mas de cerca de aquel extraño muchacho, bajo la ventanilla de su coche y lo observó.
-¿Nott?-preguntó dudoso, Theo abandonó sus cavilaciones para volver la vista a quien lo llamaba.
-Oh, Longbottom, eres tu…- masculló el sly, mirando a Neville con curiosidad, lo que provocó el sonrojo del león.
-Tu…ohm, Nott…estas…, estas morado- observó Neville, encogiéndose de hombros.
-¿Qué?- Theodore se observo en el reflejo del auto y lo comprobó, tenía los labios amoratados al igual que la piel circundante a los ojos, se miró las manos y sus dedos estaban igual.
-¿Estás bien?- inquirió Longbottom.
-Debe ser por el frío- contestó Theo, restándole importancia –Adiós-
-Oye- le insistió Neville bajándose de la camioneta –Te invito a comer-
Theo lo miró con extrañeza -¿Oí bien?-
-Sssi…- Nev se sonrojó por completo y bajó la mirada –no…no sería ninguna molestia yo, este…reservé mesa en un restaurante, el Gordon Ramsay, ¿Lo conoces?- Theo negó con la cabeza –ahh…bueno, el punto…es que mi acompañante me canceló de ultimo minuto y…no quisiera desperdiciar esa reservación, quiero decir…-
La serpiente no pudo evitar soltar una risita, la verdad Neville se veía tierno así, sonrojado, con la mirada al suelo, balbuceando…
-Está bien, acepto-
Neville abrió la puerta del copiloto para que Theo subiera, luego subió el y arrancó, el gry encendió la radio, volvió a sonrojarse hasta las orejas cuando se escuchó “Popular”, del musical Wicked, estuvo a punto de cambiar de estación cuando Theodore le dijo:
-Déjalo, me gusta ese musical-
Después de que se terminó esa canción le siguió otra de otro musical, “On my own” de Les Miserables, luego se escuchó “Without you” de Rent, le siguió “The music of the night”, del fantasma de la opera, Theo tarareó la última canción mas alto de lo que creyó pero Neville no dijo nada, en realidad la voz de Nott le agradaba, era profunda y melodiosa, le…gustaba.
-Llegamos- anunció Neville, apagando el auto y, por consiguiente, el radio, Theo dejó de cantar.
El joven Nott se giró para mirar el restaurante, se veía muy elegante y se sintió incómodo.
-Sabes…no creo que yo encaje ahí, si te da vergüenza…-
-¿Vergüenza?- le interrumpió Neville, sin poder contener una sonrisa -¿Por qué habría de darme vergüenza?, ¿Por qué habría de darte vergüenza, Nott?, somos dos personas normales que vamos a comer a un restaurante, no hay nada de vergonzoso en ello.-
Theodore sonrió sinceramente, se preguntó cuanto tiempo había pasado desde que el había sonreído así, tan espontáneo y genuino.
-Mucho…- susurró.
-¿Disculpa?-
-No, no, nada, vamos de una vez-
Ambos hombres descendieron del auto, Theo miró sus ropas con gesto de fastidio, Nev lo notó pero decidió no insistir, sería mejor así, entraron al restaurante, toda la gente que estaba ahí iba bien vestida, Theodor examinó la vestimenta de Longbottom, que hablaba con el maître, el león vestía un pantalón de lana y seda, un chaleco de lana y seda, llevaba una camisa a cuadros azules con blanco y la corbata era roja con detalles azules y blancos, se resguardaba del frío con una gabardina azul marino.
-Permítanme conducirlos hasta su mesa- habló el maître, Neville y Theodore lo siguieron hasta una mesa junto a los enormes ventanales, el empleado les ofreció la carta y ellos aceptaron, enseguida Theo sintió las miradas curiosas sobre el, pero hizo como si no importaran.
Neville tenía cara de confusión cuando preguntó -¿Qué se supone que debamos ordenar?-
Nott rió de buena gana.
-Lo que se te antoje- contestó con sencillez.
-Es que…no entiendo muy bien lo que dice…- admitió Nev, volviendo a sonrojarse, Theo lanzó una carcajada.
-Ya, si quieres puedo escoger algo por ti-
-Me parece bien, tú debes tener mas experiencia en esto- habló Longbottom, encogiéndose de hombros, a Theo aquello le pareció encantador.
-Bueno…-comenzó Theo –Antes que nada, ¿Eres alérgico a algo?- El gry negó con la cabeza –Ok, ¿Qué es lo que mas te agradaría?, quiero decir, ¿Prefieres la carne blanca, los mariscos o la carne roja?-
-Yo, pues…-
-¿Qué te apetece?- preguntó Nott con mucha paciencia.
-Justo ahora… ¿Mariscos?, algo…marino-
Ahora los dos reían.
-Siendo así, yo creo que deberías probar el tortellini de langosta-
-Oh, bueno… ¿Y que debería pedir de entrada y de postre?-
-Yo creo que deberías experimentar- respondió Nott –ve el que pienses que sabe mejor, pídelo lo sabrás-
Neville asintió, luego preguntó -¿Tu que pedirás?-
-No lo se- Theo se encogió de hombros- es que todo es tan costoso…-
-No te preocupes por eso- aseguró Longbottom, -La verdad es que la tipa que pensaba venir conmigo hubiera pedido lo mas caro del menú-
-¿Una cita?- cuestionó el sly, sin saber por que lo hacía.
-Algo así, pero me llamó hace como dos horas para cancelarme, es patético, ¿No crees?, reservo mesa con un mes de anticipación y ella simplemente me deja plantado-
-Pero estás aquí- dijo Theodore –estás aquí, disfrútalo-
Neville no supo por que, pero aquél comentario lo hizo sentir cómodo, en confianza, llegó el mesero y ellos le pasaron sus ordenes, pidieron vino blanco por que Theo dijo que era lo apropiado.
Nev probó una sopa extraña y fría pero que sabía bien, probó el tortellini y le fascinó, sin duda no cometió un error al confiar en Theodore, el chico Nott pidió codorniz rellena de crema de almendras la cual casi ni tocó, comió muy poco pero Neville supuso que tal vez ya había comido.
El joven Longbottom reconoció la música de fondo como “Passing afternoon” de Iron & Wine, le pareció extraño que no pusieran villancicos navideños.
-Vaya, el tortellini estaba delicioso- comentó, mientras el mesero se alejaba con los platos de la comida.
-Que bien que te haya gustado- habló Theo, con una sonrisa de medio lado.
Los dos habían ordenado pay de queso ricotta, estaban esperando el postre en silencio, fue Theo quien rompió el hielo.
-Vi un artículo sobre la boda de Granger y Weasley, decía que te dedicas a bienes raíces.-
-Oh por Merlín, ¿Un artículo?, ¿Había fotos mías?-
-Si…- contestó Theo, divertido por la reacción de Longbottom.
-Discúlpame, si, me dedico a bienes raíces en la empresa de Harry-
-Pensé que te gustaba la herbología-
-Me gusta, estudié herbología…pero decidí mantenerme alejado del mundo mágico por un tiempo-
Theodore se sintió un poco irritado, el junto con sus amigos tuvo que huir del mundo mágico…y el tipo que tenía en frente se alejaba solo por que quería.
-Ya veo…- comentó Theo, deseando que el postre llegara pronto.
-¿Con quien pasarás la navidad?- preguntó el león.
-Con…Blaise, Pansy y Draco, en casa-
-Esta será una navidad algo solitaria, la tendré que pasar lejos de mi abuela, ¿Tú no irás con tu familia?-
Nott se tensó enseguida ante la pregunta.
-Mi padre se suicidó hace cinco años, mi familia me odia, así que no-
-Lamento lo de tu padre-
-Claro- Ahora Theo si estaba enojado.
De repente ninguno de los dos tenía ganas de comer postre.
-Aquí tienen- dijo el mesero, dejando dos rebanadas de apetecible pay.
El gryffindor se esforzó en comer pero Theodore no tenía la menor intención de probar el postre, simplemente lo apartó sin decir nada, Neville casi no había probado bocado cuando sugirió:
-Deberíamos irnos-
Nott no pudo estar más de acuerdo. Después de que Longbottom pagó la cuenta ambos muchachos salieron en dirección a la Journey de Nev.
La serpiente tembló de frío, aún tenía el cabello húmedo.
-Ten, toma mi chaqueta-ofreció el león desinteresadamente, pero Theo lo malinterpretó.
-Yo no soy una chica- gruñó –no me trates como una-
-No estoy tratándote como a una chica, ¿O si?- dijo Neville, confundido.
-¿Qué rayos te sucede?- exclamó Nott -¿Crees que necesito tu caridad?-
-¿De que hablas?, yo solo…-
-Cállate, maldito idiota, me largo- gritó el sly, tomando sus cosas de la camioneta y emprendiendo la huída.
Al león le causó tanto asombro aquella extraña actitud que cuando pudo reaccionar Theo ya se había perdido de vista, comenzó a nevar lo que provocó la preocupación de Neville.
Resignado, subió a su camioneta y se dio cuenta de que había algo en el asiento del copiloto, la mochila de su acompañante estaba aún ahí, supuso que debido al enojo ni siquiera notó que la había olvidado.
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Pansy se encontraba detrás de la caja, pese a lo que pronosticaban las fechas de navidad casi no había clientes, se recargó con los codos en el aparador, llevándose ambas manos a la cabeza, estaba demasiado aburrida.
-Buenas tardes- saludó una voz familiar, Pansy levantó el rostro para encontrarse con Luna Lovegood.
-Buenas tardes, ¿En que te puedo servir?-
-Estoy buscando un vestido…pero quiero algo original, algo…algo como yo, ¿Entiendes?-
-Claro- contestó la morena.
-¿Lo buscamos juntas?- preguntó Luna, llena de expectación, Pansy sonrió y ayudó a la rubia a buscar.
Estuvieron revisando vestidos un buen rato hasta que dieron con el correcto, Luna fue a probárselo y le quedaba maravilloso, era un diseño muy divertido, a cuadros rojos, la Lovegood quedó encantada con el resultado.
-Te lo agradezco mucho –dijo la rubia –de verdad, es perfecto-
La slytherin sonrió ampliamente, pero su sonrisa se desdibujó al ver a la persona que acababa de entrar.
-Buenas tardes- saludó Ginny.
Pansy no contestó.
-No vine a pelear- habló Ginebra con sinceridad –La verdad es que vine a disculparme.-
Tanto Pansy como Luna se sorprendieron al escuchar eso.
-Me comporté como una tonta y…-
-Y una completa y total imbécil- intervino Luna.
-Bueno, si, y…-
-Y como una perra- interrumpió Pansy.
-Si, como una perra, estúpida, tonta e imbécil-
-Completa y total imbécil- corrigió Lovegood, las tres mujeres rieron ante el comentario.
-Gracias, acepto tus disculpas- concluyó la morena, mientras empacaba el vestido de Luna.
-Quiero compensarte- habló Ginny –Por la ropa que arruiné…elige un vestido-
-No, de verdad- dijo Pansy, apenada –Con las disculpas es suficiente-
-Por favor, déjame compensarte por la ropa que te arruiné- insistió la pelirroja.
-Vamos, acepta- le animó Luna.
-Ohm, Ok, pero escoge tu el vestido- cedió la Parkinson.
-¡Por supuesto que no!- exclamó la Weasley –así no cuenta, escógelo tu-
Pansy paseó la vista por la tienda que conocía muy bien, pronto encontró un vestido que le encantó, color rojo, largo y strapple, lo miró insegura, aquel hermoso vestido no era para nada barato, a punto estuvo de elegir uno de menor precio pero Ginny se percató de la manera en que miró el vestido, fue a tomarlo y lo puso en el mostrador.
-Este es el que quieres, ¿Verdad?-
La muchacha morena afirmó con la cabeza y se ruborizó.
-Pues este será- dijo Ginny –Cóbralo, por favor, y envuélvelo para regalo-
La sly sonrió ampliamente, se sintió mas en paz, mas tranquila, tal vez cosas como esa fueran lo que la gente llamaba milagros de navidad.
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-Di…disculpe- habló Neville a una guapa chica en aquel local, al fondo sonaba “Goodbye my lover” de James Blunt, Nev se preguntó por que no ponían villancicos.
-¿Si?- contestó la muchacha, era una castaña muy hermosa de ojos azules, miró al león con curiosidad.
-Yo…este… ¿Cómo se accionan estas máquinas?- soltó Longbottom, la chica se sorprendió al principio, pero como lo vio tan arreglado supuso que seguramente jamás había usado una lavadora en su vida.
-Mire- comenzó la muchacha –Mete el dinero aquí, y mueve estos botones para escoger la cantidad de agua, ¿Qué piensa lavar?-
-Esto- dijo Nev, sacado de la mochila de Theo un enterizo café bastante sucio y apestoso.
-Oh- la chica arrugó la nariz –Necesitará mucho jabón y suavizante, lo puede comprar el jabón las máquinas de allá, mete una moneda y le dará una cantidad, le sugiero que compre dos raciones…-
Neville se aproximó a la máquina y metió las monedas, regresó con un vaso de jabón el cual echó en la lavadora, metió el overol y programó para que comenzara a llenarse.
La muchacha volvió a acercársele –aquí no venden suavizante, le regalo un poco del mío- habló, mientras ponía en el vasito un poco de suavizante.
-Muchas gracias-
-No hay de que- respondió la chica –meta el suavizante aquí-
Longbottom hizo lo que le indicaban –Le agradezco mucho-
-¿No lo he visto en…?-
Pero Neville no contestó, se había alejado para sentarse en una banca del local, miró la mochila de Theo…la había abierto con la esperanza de encontrar una dirección o algo parecido, pero no encontró lo que buscaba, dentro de la mochila estaba la ropa de trabajo de Nott y lo que parecía un diario, no quería ser un grosero y leerlo…pero la tentación era tal, que sentía que no podría resistirse.
-¡Ya se!- murmuró para si mismo, entonces dejó caer el libro al suelo, si se abría sería pura casualidad, así el no sería un fisgón ¿o no?, el diario se abrió y Neville lo recogió de manera que no volviera a cerrarse, comenzó a leer…
“Hoy hace frío, o tal vez no, yo solo se que me congelo.
Pansy sonríe, Draco sonríe, Blaise sonríe, la gente sonríe, los niños, los ancianos, todo el mundo sonríe, pero yo no.
Estoy solo, estoy herido, estoy destrozado, mi padre se ha ido sin decir nada, me dejó sin más, perdido en un mundo que me desdeña por ser quien soy, no se que hacer, tal vez debería irme, tal vez debería morir.
El otro día me sentí muy mal, revolviendo mis pertenencias encontré algo que creí perdido, una foto con mi padre de hace seis años, me veía feliz o algo así, dispuesto a quitarme la vida entré al baño, llené la bañera y me metí, tomé una navaja y corté mi muñeca, al ver la sangre tuve miedo, me paralicé de terror al recordar a mi padre, detuve la hemorragia y me puse una venda, ninguno de mis amigos lo notó.
¿Qué sentido tiene una vida donde todo el mundo te lastima?, ¿De que sirve vivir si tu mismo te lastimas?, la vida me lo ha quitado todo y espera que siga avanzando, pero no puedo, ya no puedo, estoy cansado.
Mi padre, el mortífago fiel, me amó y me educó para ser un hombre, me enseñó a ser fuerte, y hoy me siento quebrado, me enseñó a ser valiente, hoy tengo mas miedo que nunca, me enseñó a enfrentar la vida, hoy solo quiero escapar, me enseñó a perseverar, hoy me he dado cuenta de que me rendí hace mucho tiempo.
Padre, he sido un mal hijo, le fallé y olvidé todo lo que me enseñó, ¿Podrá perdonarme?
...”
Neville se quedó estático mirando aquellas líneas, se sintió estúpido por quejarse de tener que conseguir mas mesas, no era nada comparado al infierno que Theodore Nott tenía que vivir diariamente, sintió que se le encogía el corazón al pensar en el sufrimiento del Slyhterin, tener que fingir y sonreír a sus amigos, sin poder sacar su llanto, su dolor. Cerró el diario y lo volvió a guardar en la mochila, caminó y sacó el uniforme de Theo de la lavadora para meterlo en la mochila.
El no podía dejar las cosas así, de repente recordó esos cuentos que le leía su abuela en navidad, sobre renos con narices rojas, acerca de ancianos avaros y con corazón frío, de aquella creatura verde y amargada, el del rey ratón y el cascanueces, de los hombres de buena voluntad, paz en el mundo y corazones llenos de amor, tantos cuentos y tan varios, pero al final todos hablaban de lo mismo: de los milagros de navidad.
¿Acaso sería posible?, ¿Podría ser el destino?, el león negó con la cabeza, ¿Qué podría hacer el para sacar a Theodore Nott de su depresión?, suspiró resignado, cerró bien la mochila, ya se las arreglaría para entregársela, a punto estuvo de salir cuando escuchó la música de fondo.
“Ven a cantar, ven a cantar
Que ya llegó la navidad,
Ven a cantar, ven a cantar
Que ya está aquí la navidad…”
Entonces no pudo contener las carcajadas, salió corriendo sin dejar de reír y se subió al auto, arrancó eufórico, conducía rápido a pesar de la nieve que seguía cayendo copiosamente, llegó a su casa y se dirigió a su cuarto, lanzó la mochila en un sillón y encendió su laptop, buscó la canción y la grabó en un CD, la puso en un sobre blanco y escribió algo en el, después tomó el teléfono y llamó a Preston, el muchacho averiguó la dirección mas rápido de lo que Nev creyó, después llamó a un servicio de paquetería, mandaría la mochila y el CD para primera hora de la mañana de navidad, cuando el hombre le preguntó su nombre para poner en el remitente se quedó en blanco, quería que fuera algo entre él y Theodore, así que inventó un nombre, el tipo al otro lado del teléfono se rió de su invención pero no se negó.
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La noche cayó pronto, Theo, Blaise y Draco estaban ya en el club, vestidos de Santa Claus, como esperaban recibieron muchas propinas, había mucha gente y tuvieron que trabajar a marchas forzadas para cubrir el trabajo, cuando salieron nevaba muy poco, tomaron un taxi, cuando llegaron a la casa se encontraron con una grata sorpresa.
-¡Feliz navidad!- exclamó Pansy, llevaba puesto un hermoso vestido rojo que le quedaba estupendamente, en la mesa del centro de la sala había un árbol de navidad muy ingenioso hecho de cartón y alrededor de éste había tres presentes envueltos en papeles brillantes, en la mesa del comedor había un pavo de buen tamaño, ensalada, puré de papas, spaghettis y una fuente con ponche de frutas, además había un mousse de chocolate y galletas de jengibre.
-Preciosa, eres la mejor- le dijo Blaise, mientras la levantaba de la cintura y la hacía girar.
-Por eso no estuviste aquí en la tarde- comentó Draco.
-Si- contestó Pansy, mientras Blaise la bajaba –Preparé el pavo y los spaghettis en casa, aquí hice el resto, aunque las galletas las compré-
-¿De dónde sacaste el dinero?- le preguntó Theo.
-Bueno, con lo he ahorrado, además me dieron un bono de navidad- les contó la morena.
-Eres un ángel- halagó Draco, besando la mejilla de su amiga.
-Abran sus regalos- pidió Parkinson, señalando los regalos en rededor al improvisado árbol.
Los tres varones se sonrieron con complicidad, Theodore fue a su habitación donde tenían oculto el regalo de Pansy, aprovechó para tomar los regalos de sus amigos, cuando volvió a la sala ya había diez regalos junto al árbol.
-Feliz navidad, Pans, has sido una chica buena- le bromeó el italiano, besándola con suavidad en los labios, después aproximó el regalo que Theo había dejado en la mesa a las manos de su novia –ábrelo-
Pansy quitó la envoltura emocionada y se emocionó aún más cuando vio su regalo.
-¡Gracias!- exclamó –De verdad, no puedo creer que me hayan comprado la máquina de coser, ustedes son lo mejor-
Theo extendió sus regalos a Draco y Blaise, se encogió de hombros y dijo –Perdonen si no son muy buenos- los aludidos abrieron los regalos y agradecieron a Theo.
Enseguida Blaise tendió un presenta a Theo y Draco –Los quiero- les dijo, sonriendo.
El regalo de Blaise a Draco era un disco de Chopin, el rubio le agradeció mucho a su amigo, el de Theo era un libro, “Los versos del capitán”, de Pablo Neruda.
Draco entregó a sus dos amigos un regalo también, el de Blaise era un reloj y el de Theo un CD del fantasma de la ópera.
Después abrieron los regalos de Pansy, se sorprendieron mucho al ver los bellos cuadros.
-¿Dónde los conseguiste?- preguntó Draco, mirando el hermoso retrato de Chopin.
-Yo los hice- confesó la morena.
-No puede ser, ¿Cuándo aprendiste?- preguntó Blaise, fascinado por el cuadro que le había regalado su novia.
-Tomé clases-
-Es precioso- comentó Theo.
-Cenemos juntos- canturreó Pansy, mientras entregaba un vaso con ponche a cada muchacho.
-Si no les molesta, prefiero ir a dormir- cortó Nott, regresando el vaso a Pansy.
-Si me molesta- gruñó Blaise –Theo, es navidad, Pansy se tomó la molestia de prepararnos la cena…-
-Blaise, está bien, seguro está cansado- le defendió Pansy, lo cual irritó más al italiano.
-No, no está bien- contraatacó el Zabini –Es desconsiderado y grosero, no puedes hacerle este desplante a mi Panini -
Theo sintió un terrible dolor de cabeza, como si alguien taladrara su cráneo, miró enfurecido a Blaise.
-Dije que no, y no me interesa si es navidad, año nuevo, Hanukkah o lo que pinche sea, no quiero comer, no quiero estar con ustedes, déjenme en paz- gritó Theo, sus amigos lo miraban preocupados.
-Theo…- le llamó Pansy, con voz temblorosa.
-¡Cállate!- vociferó Nott, con cada ruido el dolor en su cabeza incrementaba, de repente se sintió mareado.
-Theo, por que…- insistió la morena.
-¡Que te calles!- exclamó Theodore -¡Cállate de una puta vez!, ¿Por qué siempre tienes que estar abriendo tu estúpida boca?-
La muchacha Parkinson no se ofendió, era más la preocupación que sentía por su amigo.
-Theodore, cálmate- pidió Draco, acercándose a su amigo quien retrocedió, al hacerlo cayó de espalda al suelo, trató de levantarse pero el vértigo era demasiado fuerte, se revolvió en el piso tratando de sostenerse lo cual incrementó la sensación de mareo, el dolor era muy fuerte y el vértigo intenso, sin poder evitarlo vomitó en la alfombra.
-¿Estás bien, Theo?- preguntó el rubio, tratando de ayudar a Nott a levantarse, pero este se negó, empujando al Malfoy con brusquedad.
-Déjame, déjenme, aléjense, quiero estar solo- gruñó Theo, levantándose torpemente del piso, trató de caminar a su habitación pero el vértigo persistía, tropezó torciéndose el tobillo y volvió a caer.
Draco y Blaise lo levantaron a pesar de sus protestas, Pansy corrió y tomó el teléfono.
-¿Bueno, emergencias?, necesito una ambulancia-
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El salón estaba muy bien decorado, Harry vestía un traje negro sencillo, una camisa a cuadros negros y blancos, corbata negra, se aproximó a las sillas que también estaban arregladas, se sentó en una y saludó a Neville que venía llegando, el chico Longbottom se sentó junto a el.
-Hola Nev, feliz navidad- saludó Potter,
-Feliz navidad para ti, ¿Cómo estás?- contestó Neville, estrechando a Harry en un abrazo.
-Muy bien, gracias, ¿Y tu?, ¿Cómo estuvo tu día?-
-Ahh…bien, bien- respondió Longbottom, algo tenso, Harry no quiso insitir.
Minutos después apareció Luna, luciendo un vestido a cuadros rojos muy original, usaba medias de red y zapatos de tacón, se acercó a los dos amigos y los saludó sonriendo, enseguida llegó Ginny, llevaba un hermoso vestido Ralph Lauren en color champagne, venía sola, ocupó un asiento junto a Luna y saludó a todos.
-¿Y Paulo?- preguntó Luna.
-Ah…el no se encuentra bien, está algo enfermo- respondió Ginny, sus ojos se veían algo irritados, Harry supuso que estuvo llorando.
Mas tarde llegaron el resto de los invitados, Harry trató se sonreír y mostrarse animado, pero la verdad no podía dejar de pensar en cierto rubio, Potter había perdido la esperanza de que Draco cambiara de parecer y le llamara.
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Estaban en la sala de espera, Blaise y Pansy sentados, la morena se aferraba a su novio y lloraba en silencio mientras el italiano le acariciaba el cabello con ternura, Draco estaba sentado en las bancas frente a ellos, tenía los brazos cruzados sobre el pecho, recargado en el asiento, con la vista fija en el techo.
-Familiares de Theodore Nott- Llamó el doctor, los tres amigos se pusieron de pie enseguida y se aproximaron al médico.
-¿Cómo está?- preguntó el rubio.
-Cansado- contestó el doctor –Tengo entendido que su ritmo de vida es muy acelerado, aunado a que no ha estado comiendo bien las ultimas semanas era normal que colapsara-
-¿Pero va a estar bien?- insistió Blaise.
-Claro, se torció el tobillo, puede que tenga unas cuantas dificultades para caminar, le recetaré analgésicos y desinflamatorios, un poco de descanso y estará como nuevo-
-Muchas gracias- habló el Malfoy.
-Chicos…- comenzó el doctor –Su amigo esta atravesando por una depresión muy grande, por eso no come bien, por eso esta tan irritable, les sugeriría que hablaran con el y de ser necesario que le buscaran ayuda profesional, no se como decirles esto pero…- el medico lanzó un suspiro de resignación –encontré una herida en su muñeca, es reciente, estoy casi seguro de que fue autoinfligida-
Las tres serpientes quedaron atónitas, ¿Cómo es que ellos no se dieron cuenta?, Pansy comenzó a llorar de nuevo, Blaise la estrechó con fuerza.
-¿Esta diciendo que Theo trató de suicidarse?- siseó Draco.
-Si, lo mas probable es que si, ¿Ha sufrido Theodore una pérdida reciente?-
-Su padre- contestó Pansy –su padre se suicidó, además no pasamos por una situación muy buena económicamente-
-El estrés y la depresión le esta causando esto al muchacho, la verdad es que yo recomendaría que se tomara unas vacaciones, si no se puede procuren que duerma mucho y coma bien, se quedará unas cuantas horas mas aquí, le pusimos unos calmantes, ahora esta dormido, en la mañana podrán llevarlo a casa-
Los muchachos asintieron y el doctor se marchó. Los tres pasaron la noche en vela, pronto amaneció, a las ocho de la mañana Theo fue dado de alta, el muchacho Nott al verlos no dijo nada, se veía adormilado aún por los sedantes, tomaron un taxi y después de detenerse en la farmacia para comprar los medicamentos de Theo, fueron a casa.
Draco y Blaise ayudaron a Theo, Pansy se entretuvo un rato con el portero y luego los alcanzó, al entrar encontraron la comida aún en la mesa, Theodore se recostó en uno de los sillones mientras sus tres amigos limpiaban la cocina.
-Theo- le llamó Pansy, el abrió los ojos y volteó a verla, aún llevaba puesto el vestido rojo. –Te llegó un paquete-
Nott se incorporó, sentándose en el sillón, abrió el paquete y extrajo de el su mochila, al abrirla encontró su overol lavado, su diario y un CD en un sobre blanco, apartó el resto de las cosas y leyó en voz alta lo que decía el sobre.
- En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.-
Fue cojeando hasta el estereo de la sala, siendo observado por sus amigos, puso el CD y volvió al sillón, la música comenzó a sonar, y una voz a cantar:
“When the day is long and the night, the night is yours alone,
(Cuando el día es largo y la noche, la noche es solitaria)
when you're sure you've had enough of this life, well hang on.
(Cuando estas seguro se haber tenido suficiente de esta vida, resiste)
Don't let yourself go, everybody cries and everybody hurts sometimes
(No te deprimas, todo el mundo llora y sufre a veces)”
Blaise, Pansy y Draco se tensaron al escuchar aquello, Theodore tomó el envoltorio del paquete del suelo y leyó el remitente “Gazpacho Tortellini”, no pudo aguantar la risa, comenzó a carcajearse, le brotaron un par de lágrimas de la risa, las cuales secó con el dorso de su mano, sintió que le dolía el estómago de tanto reír, la canción siguió sonando:
“Sometimes everything is wrong. Now it's time to sing along.
(A veces tod ova mal, Ahora es tiempo de cantar solo)
When your day is night alone, (hold on, hold on)
(Cuando tu día es noche solitaria, resiste, resiste)
if you feel like letting go, (hold on)
(Si sientes como que te deprimes, resiste)
when you think you've had too much of this life, well hang on.
(Cuando piensas que has tenido mucho de esta vida, resiste)”
Theodore sintió una punzada de dolor en el pecho, se sintió como el idiota mas grande de la tierra, la opresión crecía, se sintió al borde de las lágrimas, el aire se hacía difícil de respirar, sus amigos se le acercaron, entonces no pudo contenerse, comenzó a llorar a lágrima viva.
“Everybody hurts. Take comfort in your friends.
(Todos sufren, apóyate en tus amigos)
Everybody hurts. Don't throw your hand. Oh, no. Don't throw your hand.
(Todos sufren, no tires la toalla, Oh, no, no tires la toalla)
If you feel like you're alone, no, no, no, you are not alone
(Si te sientes solo, no, no, no, no estas solo)”
El joven Nott dio rienda suelta a todo el dolor que había tenido guardado durante cinco largos años, Pansy ocupó un lugar junto a el y lo abrazó protectoramente, Theo se sentía desolado, estúpido y frágil, muy frágil.
“If you're on your own in this life, the days and nights are long,
(Si estas solo en esta vida, los días y las noches son largos)
when you think you've had too much of this life to hang on.
(Cuando piensas que has tenido mucho de esta vida para resistir)”
-Theo, ¿Qué tienes, amor?- le preguntó su amiga, mientras el recargaba su cabeza en el blando pecho de la muchacha.
-Extraño a mi papá- confesó Nott, hipando.
-Lo se- le confortó la Parkinson.
-Oh, Pans, lo extraño tanto- gimió Theodore –Lo extraño, lo necesito, ¿Por qué me dejó solo?, ¿Por qué me abandonó así?, ¿Por qué no se quedó conmigo?-
-Pero no estas solo, nosotros estamos contigo- intervino Blaise.
“Well, everybody hurts sometimes,
(Bueno, a veces todos sufren)
everybody cries. And everybody hurts sometimes.
(Todos lloran, y a veces todos sufren)
And everybody hurts sometimes. So, hold on, hold on.
(Y a veces todos sufren. Resiste, Resiste)
Hold on, hold on. Hold on, hold on. Hold on, hold on.
(Resiste, resiste, resiste…)”
Draco acercó unos pañuelos para Pansy y Theo, la muchacha no pudo contener las lágrimas al ver el dolor de su amigo.
-Theodore, nosotros nunca te dejaremos solo- habló el rubio, con voz temblorosa.
-Lo se- gimoteó el Nott –Lo se, lo se, pero echo de menos a mi padre, yo lo amaba, lo amaba mucho y se fue, me dejó, ¿Por qué?-
Pansy lo estrujó más fuerte, Theo simplemente no podía calmar su llano.
-Lamento haber sido un idiota- se disculpó Nott, -Lamento haberte dicho esas cosas Pansy, sabes que no son verdad, yo te quiero, los quiero, los amo…-
Llevaron a Theo al cuarto de Draco por ser el mas cercano, Pansy y Theo se recostaron en la cama, el muchacho aferraba con fuerza a su amiga y esta lo confortaba, después de un rato Theo soltó a la morena y se durmió, Pansy y Blaise se retiraron, pero Draco quiso quedarse, se acomodó junto a su amigo mientras le removía el cabello de la frente, Theodore tenía las mejillas húmedas, aún en sueños lloraba, Draco sintió que el corazón le daba un vuelco al ver a su amigo en aquellas condiciones, se sentó en la orilla de la cama, en su mesa de noche había una foto de el y sus tres amigos, abrió uno de los cajones para tomar su celular, buscó la tarjeta de Potter.
-¿Bueno?- contestó una voz adormilada.
-Potter, soy yo- habló Draco.
-Malfoy, ¿Cambiaste de parecer?-
-Si, saldré contigo-
-Muy bien, excelente-
-¿Cuándo quieres verme?-
-Ah, bueno…yo paso a buscarte mas tarde, ¿Te parece?-
-Como quieras-
-Ok, por cierto, feliz…-
Draco colgó antes de que Potter terminara la frase.
