Se levantó sintiendo las mejillas resecas, la pasó llorando toda la noche hasta dormir, las lágrimas se secaron en su rostro dejándole esa sensación de sequedad, entró al baño y se duchó rápidamente, se vistió y se sentó frente al peinador, se maquilló cuidando ocultarlo todo, los ojos enrojecidos por haber llorado, las ojeras por quedarse despierta pensando en él, se maquilló la tristeza con mucho éxito.
-Tienes que ser fuerte- se dijo a si misma, sin dejar de ver su reflejo –Tu lo decidiste y deber ser fuerte, Pansy, debes serlo-
Así se fue de casa, con la fuerte convicción de que las cosas no podían ir peor.
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Ella en cambio no pudo conciliar el sueño, el hombre que dormía junto a ella ni siquiera sintió cuando, sin dejar de llorar, se levantó en la mañana para ir a trabajar, sacó lo necesario del cuarto y fue a cambiarse a la sala, habían tenido una discusión, la mas fuerte hasta ahora, se vistió a prisa y con la varita conjuró un hechizo para ocultarlo todo.
Salió de casa pensando que aquello había sido solo el principio de un infierno.
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El tiempo parecía tener algo en su contra, le había parecido un eterno martirio todo aquello y no había pasado el mes, los días, las horas, los minutos y los segundos eran para el como un horrible cuentagotas, desde que ella no estaba…nada era igual, ya no estaban al teléfono hasta tarde, nadie lo regañaba, nadie lo cuidaba, nadie le decía “te amo” para después poner esa hermosa sonrisa, nadie lo celaba, nadie le lloraba, nadie estaba ahí para pasar la noche en vela, a veces haciendo el amor…otras tantas solo hablado, abrazados, mirándose a los ojos, todo estaba…tan vacío sin ella.
Todos los días veía a Pansy, pero no era lo mismo porque ya no podía besarla, ni tocarla, ni sentarla en sus piernas y susurrarle “te quiero, te quiero, te amo…” al oído para después ganarse el mejor beso, el más dulce, el más sincero y profundo.
-Blaise, no estás comiendo tu desayuno- le reprendió Draco.
-¿Qué…?- volvió su vista al plato, se la había pasado cortando la comida y jugando con ella.
-Blaise, come…- insistió su amigo rubio.
-Theo tampoco está comiendo- se defendió el Zabini.
-Yo si estoy comiendo- gruñó Theodore.
-No mucho, pero mas que tu si, Blase…- habló el ojigris –Amigo, ¿Quieres hablar de lo que pasó con Pan…?-
-NO- Blaise habló fuerte –No quiero, me voy a trabajar-
El moreno se levantó hecho una furia y salió de casa dando un portazo, sus amigos se quedaron atónitos, Blaise era un chico de carácter fuerte, pero jamás hacía escenas como aquella, a menos que estuviera muy molesto o triste.
-Creo que debemos darle su espacio…- aconsejó Theo.
-¿Espacio?, hace un mes que terminaron y ninguno de los dos quiere hablar de lo que pasó, aunque me imagino que fue por alguna estupidez de Blaise-
-Estoy de acuerdo-
Draco suspiró cansinamente –Esta tarde hablaré con Pansy así tenga que arrancarle las palabras de la boca-
-Bueno, pero se suave- dijo Theodore, mientras se levantaba de la mesa –Ya la conoces, y tratándose de Blaise el tema es como un campo minado-
-Tendré cuidado- dijo el Malfoy al tiempo que comenzaba a recoger los platos de la mesa.
-Me voy a trabajar, nos vemos en la tarde- se despidió Nott.
El joven Malfoy sonrió a su amigo y lo despidió, después fue a la cocina a lavar los platos, regresó al comedor y lo dejó reluciente, justo cuando empezaba a limpiar las habitaciones de sus compañeros recibió un mensaje:
“Paso por ti en una hora. HP”
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Esa mañana todos estaban en la sala de juntas de Potter y asociados, ¿Qué discutían?, nada en realidad, estaban comiendo pastel y charlando, celebrando que la remodelación del edificio había empezado ya, Luna estaba con Preston, Harry se sorprendió un poco al ver a su amiga de la mano de aquel muchacho castaño de ojos cristalinos y celestes, pero se veían tan felices que olvidó su sorpresa para ir a felicitarlos, George iba de un lado a otro, riendo y haciendo reír, pasó junto al muchacho Potter y le sonrió ampliamente, Hermione y Ron estaban radiantes, el pelirrojo tenía tomada a su esposa de la cintura mientras charlaban con Neville, la ultima en llegar fue Ginny, apareció con las mejillas rojas de agitación, saludó a todos con la mano y se sentó sin decir nada, Harry notó…no, no era posible, pero de todos modos se le acercó para hablar.
-Ehmm, Gin…- habló el niño de oro para llamar la atención de la Weasley, ella inmediatamente reaccionó, pero con mucha brusquedad, parecía asustada.
-Si, si, dime, ¿Qué pasa?- Contestó la pelirroja azorada.
-Tranquila, te ves tensa-
-Discúlpame-
-Mhh, Ginny… ¿Te pasó algo?-
-¿Qué?-
-Gin, tienes un moretón en el pómulo…-
La Weasley sacó un pequeño espejo de su bolso para comprobar lo que Harry le decía, era un moretón pequeño pero notorio, a la muchacha se le fueron los colores del rostro al verlo, Potter la condujo a su oficina y le aplicó un hechizo para ocultar la marca.
-Ahora, ¿Qué te pasó?- preguntó el león más firme.
-Nada…es decir, me di un golpe con la puerta del…refrigerador, pero no pensé que fuera a quedar ese cardenal- Ginny volvió a verse en el espejo comprobando que la marca no estaba ahí.
-Si, claro…en fin, ¿Por qué no vas a la sala de juntas con los demás?, los alcanzo en un minuto-
-Sí, si-
Sobra decir que Harry no creyó ni una palabra de lo que dijo su ex novia, pero el no era nadie para meterse en su vida, al fin y al cabo fue ella quien lo había sacado, ¿cierto?, y todo por el sexo, ¿Qué tenía de especial el sexo?, es decir, el ya lo había hecho y…bueno, si era delicioso…y hablando de delicias…
-Malfoy…- susurró para si.
El podía salirse del trabajo, después de todo la empresa era suya así que…podía tomar días libres, tomó el celular y escribió rápidamente:
“Paso por ti en una hora. HP”
No era que tuviera pendientes, solo que le pareció correcto esperar una hora para despistar…o algo así.
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Pronto estuvo arreglado, se vistió con una camisa gris con rayas azules y naranjas, un pantalón de mezclilla, un saco café y unos guantes negros, estaba abrigado por que aún hacía frío en enero.
Buscó a Potter con la mirada, lo ubicó rápidamente, estaba estacionado junto al desierto parque, se acercó y entró al auto como si nada.
-Bien, ¿a donde quie…?- Pero no pudo completar la frase, sus labios fueron tomados con pasión, ya sabía a donde acabaría ese asunto, pronto ambos estaban en una habitación de hotel, después de lo del club, el y Potter lo habían hecho un par de veces más y siempre era igual, el moreno llegaba y comenzaba a tocar y besar al rubio que nunca se quejaba, iban a un hotel donde Harry desvestía a Draco como un desesperado, lo ponía en cuatro y sin más ni más, lo penetraba, dolía, dolía horrores, pero en esa posición el ojiverde ni se enteraba, enterraba una y otra vez su ansioso miembro en la estrecha cavidad del rubio y terminaba derramando su semilla en aquellos blancos glúteos, el león terminaba exhausto, se tendía junto a un dolorido Draco y a veces se quedaba dormido, nunca se desvestía, nunca se daba cuenta de que el joven Malfoy no lo disfrutaba ni un poco.
Y ahí estaba haciéndolo de nuevo, Draco completamente desnudo en cuatro, Harry bajando el cierre de su pantalón, sacando su erecto miembro, acercándolo a la rosácea y lastimada entrada del Malfoy…y lo hizo, lo hizo de nuevo, lo penetró, el joven Malfoy apretó los dientes para no lanzar un quejido.
-Mhhhhhhmmmm…Ahhhh, Malfoy…ahhhhhhhh- gemía Harry, mientras empujaba su sexo en el interior del slytherin, entraba y salía con rudeza, causando dolor y daños a su amante pero el era indiferente a todo aquello, continuó con un vaivén fuerte y marcado, aquella posición se le antojaba demasiado erótica pues podía ver como su miembro se hundía en Draco.
En cambio, Draco solo pedía que aquello acabara lo más pronto posible para poder ir a casa, para que el dolor terminara, lo dejaba tan jodido que le parecía un martirio sentarse.
-Ohhhh…ahhh…ya, ya casi…mhhhh síiii….-El Potter terminó en el interior de la serpiente, salió y Draco se dejó caer en la cama agotado, se acomodó junto al rubio mientras regulaba su respiración, el Malfoy se acomodó boca arriba, tenía los ojos cerrados y apretaba los labios con fuerza, Harry pensó erróneamente que aquello era debido a un orgasmo, se acercó al sly y comenzó a besarle el cuello, Draco lo apartó con brusquedad.
-Déjame en paz- le gruñó.
-¿Qué rayos te pasa?, ¿Los orgasmos te ponen de mal humor?-
El heredero Malfoy no pudo evitar soltar una cruel carcajada.
-¿Cuál orgasmo?, lamento decirte que eres malísimo para el sexo- siseó con desprecio.
-¿Qué?-
-De todas las veces que lo hemos hecho solo la primera la disfruté, todas las demás han sido horribles-
Potter lo miró ceñudo, Draco estaba seguro que lo mandaría a la mierda.
-¿Por qué no me lo habías dicho?- recriminó el niño de oro, el Malfoy se quedó atónito – Por si no lo recuerdas soy nuevo en esto, si te lastimaba debiste decírmelo antes, ¿Estás bien?, ¿Te lastimé mucho?-
La serpiente se sonrojó ante aquello –No mucho…- balbuceó.
-Lamento haber sido tan brusco- se disculpó Harry, mientras acariciaba los blancos muslos de su compañero.
-Lamento no haberlo dicho antes, y vaya que lo lamento-
-Quiero hacerlo bien- habló el ojiverde –Enséñame como, por favor-
Draco volvió a reír, pero esta vez fue una risa más ligera.
-¿Quién lo iría a imaginar?, el salvador del mundo mágico pidiéndole al heredero Malfoy que le enseñe a follar, ¿No es cómico?- El sly se desternillaba de la risa.
-Algo- admitió el niño de oro sonriendo –Pero va muy en serio, quiero que me enseñes a no ser… ¿cómo dijiste?, malísimo para el sexo-
El Malfoy no pudo evitar una sonrisa –Bueno…para empezar, tienes que quitarte la ropa-
-¿Eh?, ah claro- Harry comenzó a desvestirse pero Draco lo detuvo.
-No, idiota…yo te desvisto-
Draco comenzó a quitarle la ropa al león, primero los zapatos y los calcetines, después sacó el pantalón con habilidad, le quitó el saco y se detuvo a besarlo, ambas bocas se unieron apasionadamente por un instante fugaz, ahora Draco desabotonaba la camisa de Harry, todo lo hizo con el entrecejo fruncido y murmurando maldiciones…pero lo hacía con una enorme paciencia, Harry sintió algo extraño por el rubio que lo desvestía con lentitud, una especie de…simpatía, afecto…el ojiplata estaba quitándole la camisa cuando Potter lo besó sin avisar, fue un beso improvisado y un poco torpe.
-¿Qué?- susurró el Malfoy, mientras arrojaba la camisa de su amante al piso.
-Nada, continúa-
La serpiente plateada quitó el boxer y contempló aquel cuerpo, Harry tenía una atractiva piel aperlada, a pesar de ser de menor estatura a la de Draco su complexión era mas musculosa, tenía un abdomen muy bien marcado y plano, los brazos fuertes y firmes, las piernas bien torneadas.
-¿Qué?- preguntó Harry divertido pues estaba conciente del atractivo de su físico, el Malfoy pasó su mano por el abdomen del ojiverde, sintiendo sus abdominales.
-Nada…- contestó el rubio, sin dejar de acariciar.
-Mhhhh…ven aquí- masculló el Potter, acercando a Draco para besar su vientre, la serpiente se sentó a horcajadas sobre Harry, se unieron en un beso profundo y lento, sus lenguas comenzaron a jugar ardientes, Draco hundía sus dedos en esa melena oscura y rebelde mientras Potter recorría la nívea espalda, se separaron cuando el oxígeno faltó, Harry atacó los rosados pezones mientras Draco seguía acariciándole el cabello, lamió, chupó y mordió a su antojo, arrancando sensuales gemidos de la boca del rubio.
-Ahhh…ahhh…P-P-Potter, espera…- gimoteó Draco, apartando a Harry de su pecho
-¿Por qué?- Gruñó Harry, su mano viajó hasta el flácido miembro del Malfoy y comenzó a acariciar.
-Ahhh…mmmmmmmmmhh…por…porque…te…se supone que…te mossss…mostraré como hacerlo-
Harry se detuvo al instante. –Vale, enséñame-
El rubio platino pidió se sentó dando la espalda a la cabecera de la cama, Harry estaba sentado frente a el.
-Como ya viste…la ropa no se quita solo arrancándola y ya… ¿ok?-
-Ok-
-Otra cosa que debes saber…es que debes prepararme…si me lo metes así como así vas a lastimarme-
-¿Prepararte?-
-Si…- susurró el slyhterin sensual, gateó hasta acercarse lo suficiente a Harry y lo tumbó en la cama, rápidamente se unieron en una danza de lenguas exquisita, Draco besó el cuello de Potter y comenzó a morderlo y succionarlo, descendió hasta llegar a los pezones, que mordisqueó y lamió con deseo hasta dejarlos rojos y erectos, fue bajando hasta el abdomen, el cual lamió y saboreó a gusto, abrió un poco las piernas del azabache para comenzar a besar sus muslos.
-Ohmmmm…Merlín, es tan…ahmmmm…sigue- gemía el moreno, mientras Draco mordía y lamía el interior de sus piernas, Harry estaba ansioso de que Malfoy introdujera su miembro ya despierto en su boca, pero no lo hizo.
-Date vuelta- pidió el rubio, Potter obedeció sin chistar, Draco comenzó a besar la espalda de Harry que se retorcía de placer, fue bajando hasta las caderas las cuales mordió sin ningún miramiento, después llegó a los firmes glúteos del león, los mordisqueó y besó lascivamente, delineó la línea que dividía los glúteos con la punta de la lengua haciendo estremecer a Harry.
-Ahhh…mmmhhh…sí, sí…sigue…sigue-
-Voltéate- ordenó Draco y Harry volvió a obedecerlo, el rubio se acomodó muy bien sobre el Potter a manera que sus caderas quedaron alineadas Draco comenzó a mover su pelvis, lo cual provocó que su erección y la del ojiverde se rozaran causando oleadas de placer a ambos hombres.
-Ahhhhhh, si…mmmmmhhh…que rico…mmmmmhhh…- gimió el moreno, mientras comenzaba a mover sus caderas también para obtener mas contacto.
-Mhhhnn, Potter…ahhh…no, tranquilo…-Draco se apartó para quedar de nuevo sentado, Harry no tuvo mas remedio que imitarlo.
Esperaron un rato para poder regular sus respiraciones, ambos ya tenían una erección que clamaba ser atendida.
-Ah…ehmm…ahora, por si no lo sabías…- continuó el rubio con la clase –esa parte de mi que tanto te gusta no fue hecha para ser penetrada, bueno…no sin un poco de preparación-
-Pensé que ya habíamos pasado esa parte- habló Harry, completamente sonrojado.
-Esa fue preparación parte uno, ahora vamos con la parte dos…- Draco sonrió con malicia, se acomodó en cuatro puntos, dejando su trasero a la vista de Potter, humedeció sus dedos y los dirigió a su rosácea entrada, introdujo en dedo corazón, haciendo círculos en su interior.
Harry tragó saliva, aquella visión era demasiado sensual.
-Debes hacer esto para que entre más fácil…- habló Draco que seguía con su tarea, introdujo el dedo índice y gimió un poco. –Mhhhhmmm…ahh… ¿Entendiste?- al mirar a Potter se dio cuenta de la excitación de este.
-Sí…- farfulló el moreno.
-¿Te gusta?...- preguntó el rubio -¿Te excito?...mmhhh…que rico… ¿Quieres estar dentro de mí?...ahhhh-
El moreno ya no respondió, simplemente se acercó para apartar los dedos del Slytherin y sustituirlos con su ardiente lengua, salivó para lubrificar el estrecho orificio mientras metía y sacaba la lengua, succionando para causar mas placer al Malfoy.
-AHHHH…Potter, mhhhhh…OHHH…- gimió la serpiente, estrujando la sábana con las manos, pese a que el contacto le estaba encantando, tuvo que detener a Harry –Potter…mmmhhh…de…detente-
-¿No te gusta?- preguntó Harry, para después introducir la lengua de nuevo en la entrada del rubio.
-Ahmmmm…si, ahhh, me gusta…pero…ahhhh, joder, detente- gruñó el Malfoy, Harry se apartó obediente.
Draco se acomodó frente a frente con Harry, se inclinó hasta quedar lo suficientemente cerca del miembro de Potter el cual comenzó a acariciar.
-No traes lubricante, ¿Verdad?- el ojiverde negó con la cabeza –Ya lo imaginaba-
El sly comenzó a lamer el miembro palpitante de Potter, desde la base hasta la punta, introdujo la cabeza en su boca, haciendo círculos con la lengua, succionó con fuerza haciendo estremecer al moreno, siguió jugando así un rato hasta que introdujo de una vez todo el pene de Potter en su boca, comenzó a chupar, sacando y metiendo el sexo del gry, lamiendo, salivando.
-Ohhhh…que bien lo haces….mhhhhhhhhhh- Harry miró esa cabecita rubia ir y venir, le pareció sexy, acarició la suave melena rubia, esta vez fue Harry quien pidió que parara –Ma…Malfoy…para, detente…ahhhhhh…-
La serpiente se apartó inmediatamente, el moreno recostó a Draco con suavidad, se acomodó entre sus piernas y dirigió su miembro erecto a la lastimada cavidad.
-Despacio- pidió el Malfoy, Harry fue introduciendo la punta de su pene con delicadeza, el rubio serpenteó debajo de su cuerpo, Potter se sintió culpable por haberlo lastimado antes, acarició la cintura y las caderas de su amante con ternura.
-De verdad, lamento mucho haberte lastimado- volvió a disculparse, yendo lo mas lento posible en el interior de Malfoy.
-Carajo Potter, ¿Tienes que volverlo a mencionar ahora que estamos follando?, tu solo métemela y ya- gruñó Draco, Harry no pudo contener una sonrisa, empujó mas fuerte y consiguió enterrar por completo su pene, estuvo así un rato, las paredes de Draco apretaban deliciosamente, causándole placer y unas tremendas ganas de embestir al rubio, pero se contuvo, comenzó a moverse despacio, buscando el punto especial en el interior del heredero Malfoy, se dio cuenta cuando logró su cometido al ver como el slytherin lanzaba un alarido y arqueaba la espalda, se envolvieron en un delicioso vaivén de caderas.
-Ahmmm…Malfoy…que rico estás…ohhhhh…mmhhh-
-Sigue, sigue Potter…si, así…justo ahí…arghhhhhhhhh-
Harry tomó una pierna de Draco y la posó sobre su hombro, lo giró un poco para que la penetración fuera mas profunda, reanudó el ritmo de sus caderas, por un momento solo se escuchó el ruido que producían sus pieles al rozarse y sus gemidos roncos, Draco se sentía al borde del éxtasis y a juzgar por la cara de Potter, supuso que también estaba a punto de terminar, esperó a que llegara el ansiado momento pero Harry se apartó de nuevo.
-¿Qué…por qué te detienes?- preguntó el rubio, Harry no contestó, lo hizo girarse para quedar en cuatro puntos, Malfoy sintió un ardor cuando fue invadido nuevamente por el miembro de Potter, que entraba y salía en un delicioso vaivén.
-Mhmmmm…sí….ahhhhh, Merlín…- gimió Potter, mientras sostenía a Draco por las caderas, el rubio se dobló, acomodando su cabeza sobre su antebrazo.
-Ahhhh, Potter…sigue, sigue…por favor, no te detengas…- de nuevo ambos estuvieron a punto del orgasmo, pero Harry volvió a salirse de Draco, a punto estuvo de ponerlo en otra posición pero el rubio se le adelantó, se acomodó a horcajadas sobre el y enterró el miembro de Potter en su interior.
-Ahhhhhhhhhhh….Malfoy, eso se sintió…mhhhhhhhhh- gimoteó el moreno, la serpiente comenzó a moverse sobre el, subiendo, hasta que el pene de Harry estaba casi fuera de el, y bajando de golpe, haciéndolos gemir a ambos, el ojiverde sostuvo a su amante de la cintura para ayudarlo con el ritmo de las penetraciones, Harry sintió unas deliciosas contracciones en el interior del slytherin quien terminó sobre el abdomen de ambos, Potter se corrió al instante, dejando brotar su húmeda esencia en Draco.
Ambos cayeron rendidos en la cama, uno al lado del otro, Harry miró al rubio platino, cubierto de sudor perlado, recuperándose del orgasmo, sus ojos grisáceos miraron a Harry con gesto severo, enseguida frunció el entrecejo.
-¿Qué?- gruñó el slytherin.
-Nada…- contestó Potter sonriendo -¿Tienes que ser siempre tan hostil?-
-¿Tienes que ser siempre tan idiota y preguntón?-
El moreno rió de buena gana.
-¿Te lastimé?- preguntó el de los ojos esmeraldas.
-¿Te pareció que sufrí?- contraatacó el rubio, arqueando una ceja.
El león volvió a reír y agregó –No, no mucho-
-Potter, el hecho es que la tienes enorme y…-
-Espera… ¿eso fue un cumplido?- Harry parecía divertido al preguntar aquello.
Draco se encogió de hombros –Supongo, si lo quieres ver así-
Potter rió de medio lado y besó la mejilla aún húmeda de su compañero quien lo apartó como si quemara.
-Eres un idiota- masculló el rubio.
-Algo así- cedió el niño de oro, mientras se levantaba y volvía a vestirse –Te llevo a tu casa-
-Vaya, cuanto tacto- murmuró Draco.
-¿Dijiste algo?-
-No, nada…mejor me visto- el Malfoy se pateó mentalmente, esperando que Potter no hubiera escuchado aquello.
No tardaron ni una hora en llegar al penthouse del slyhterin, Draco se bajó apresuradamente siendo seguido por Harry.
-Hey, ya estoy aquí, no tienes por que acompañarme a la puerta- se quejó el Malfoy, acelerando el paso.
-Lo se…-contestó Harry, tomando a Draco por el brazo para acercarlo a su cuerpo, lo rodeó por la cintura con un brazo y el otro lo pasó por su espalda para tomar su nuca y acercar sus rostros –Ya lo se, solo que no te despediste apropiadamente-
El Potter unió sus labios a los del sly en un beso lento pero profundo, inundándose con el mentolado sabor de la boca de la serpiente, saboreó muy bien aquella boca, disfrutando de los finos labios del rubio hasta que este lo apartó.
-Tengo cosas que hacer- se excusó el heredero Malfoy, retomando el paso, esta vez el ojiverde no lo siguió.
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La elegante y hermosa mujer entró en el café, estaba fascinada por la gente, todos se veían tan…comunes, vio al muchacho tras el mostrador, sonriendo a los clientes y atendiéndoles con amabilidad, se quedó embelesada mirando al moreno hasta que este la vio.
-¡Madre!- le llamó, la señora Zabini reaccionó y se acercó a su hijo.
-Ay, mi amor… ¡que orgullosa estoy de ti!- exclamó la mujer, mientras depositaba un beso en la mejilla de su niño.
-Madre, tranquila- rió Blaise –La llamé por que necesito ayuda con algo-
-Oh, querido, la madre de Pansy me llamó ayer y me dijo que habían terminado, ¿Todo está bien?-
Blaise suspiró cansinamente e hizo uso de toda su paciencia –Si, todo esta bien, ahora lo que yo…-
-¡Ay, mi pobre niño!- sollozó la señora –Tantos años de noviazgo, no te preocupes, encontrarás una mejor persona y…-
-¡Madre!-exclamó Blaise con fastidio -¿Me va a ayudar o no?-
-Claro cariño, ¿Qué necesitas?-
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Ya no había nieve pero estaba helado, al salir del trabajo se despidió de todos, su cabello estaba húmedo y sus manos heladas pero sabía que pronto esa sensación de congelarse le abandonaría, a unas cuadras abajo se encontraba el, esperándole en su Dodge Journey, con esa tímida sonrisa en los labios.
-Hola- saludó Theo para después besar delicadamente los labios de Neville.
-Hola- respondió el, ya sonrojado.
-¿Cómo estuvo el trabajo?-
-Tranquilo…lo del edificio va muy bien, ahora solo me estoy encargando de unas casas y un penthouse- dijo Nev encogiéndose de hombros -¿Qué te gustaría cenar?-
-Mhhhmmm…a ti- Theo se abalanzó sobre Nev, comenzó a besarlo desesperadamente, el león correspondió con igual intensidad al beso, pronto Theo estaba besando el sensible cuello de Neville pero fue apartado con delicadeza.
-No, Theo…de verdad, hoy no-
-Oh…ahmm…lo siento- masculló el Nott, volviendo a ocupar su asiento.
Neville se acomodó en su lugar y plantó las manos en el volante –Ahora, ¿Qué quieres cenar?-
-Yo…-el sly contuvo un suspiro –no se, la verdad no importa-
Longbottom no notó la expresión de Theodore, le restó importancia al asunto y condujo, fueron a un pequeño restaurante de comida italiana, como se les hizo costumbre Theo escogió el plato fuerte de ambos, cenaron en silencio, Neville comenzaba a sentirse culpable por haber rechazado al slytherin, ya en el auto el león se quedo estático.
-¿Nev, todo bien?- preguntó el Sly.
-Yo…ehmm…yo…- balbuceó Longbottom.
-Oye, Nevi…- La boca de Theo fue asaltada con hambre voraz, correspondió el beso con habilidad, jugando con la lengua de su compañero, Neville trató de quitarle la camisa a Theo pero este lo detuvo.
-Pero yo creí que estabas molesto por que no quise…-
-Nev, no te negaré que si me molesté un poco-admitió Nott –Pero…entiendo que no quieras hacerlo-
-Theo, si tu quieres yo…-
-Neville- le interrumpió Theo –Respetaré tu decisión, solo llévame a casa, ¿De acuerdo?-
El gryffindor asintió y condujo sin decir más, Theodore encendió el radio y buscó algo bueno para escuchar, pronto comenzó a cantar “Drink with me” de Les miserables, Neville se sintió mas relajado al escucharlo, la voz de Theo le encantaba y se le antojaba muy sexy, deseaba pedirle que cantara algo para el pero no se atrevía.
Nev estacionó la camioneta unas cuadras antes del edificio, recibió su beso de despedida con las mejillas encendidas de un lindo tono rosáceo, cuando Theo estaba bajando del auto se detuvo de repente.
-¿Qué pasa?- preguntó el león a su amante, Theodore no contestó, simplemente volvió a entrar a la camioneta y clavo la vista en la ventana.
-¿Ese es Potter?- preguntó de pronto, Neville se acercó y miró hacia donde Theo le indicaba, efectivamente se trataba de Harry, estaba caminando apresuradamente, como si persiguiera a alguien.
-Si, es Harry, ¿Qué estará ha…?- Las palabras murieron en la garganta de gry al ver como su amigo ojiverde tomaba bruscamente a Draco Malfoy para después plantarle un beso en la boca, volvió su mirada a Theo, el slytherin parecía furioso, trató de bajarse del coche pero Nev lo detuvo.
-Déjame, voy a matar a ese maldito- gruñó el Nott, forcejeando con Neville, sin quererlo golpeó al león en el labio inferior con el codo, rompiéndoselo al instante, Longbottom sintió un sabor metálico en la boca.
-Uy, si pegas fuerte- se quejó el moreno, mientras sentía la sangre escurrir por la mandíbula.
-Rayos, Nev, lo lamento, ¿Estás bien?- Theo sacó un pañuelo de su pantalón y se lo ofreció a Neville quien sin dudarlo lo tomó.
-Si, no fue nada- habló el gry, ocultando su herida con el pañuelo.
-Déjame ver- Theodore retiró las manos de Neville que le oponían resistencia, descubriendo así el labio roto del moreno, se sintió el mas imbécil entre los imbéciles, una basura, se bajó de la camioneta hecho una furia, descargó su coraje golpeando un árbol hasta hacer sangrar sus puños, al voltear se encontró con la cara de desconcierto de Nev.
-Theo, estas sangrando- dijo Neville alarmado.
-Estoy bien- contestó el Nott, abrazando con fuerza a su amante quien correspondió al abrazo sin entender muy bien lo que pasaba.
-¿Seguro que estas bien?- insistió el león, abrazado a su serpiente.
-Si, Nev…lamento haberte lastimado- después de esas palabras Theodore besó el labio lastimado con tanta delicadeza que Neville sintió como si aquel beso hubiera sido un toque de una mariposa.
-No fue tu intención, Theodore…no te puedes culpar por todo lo que pasa a tu alrededor- replicó Neville con sinceridad, en la cara de su serpiente se dibujo una de esas hermosas sonrisas que solo el gry podía lograr.
-Tienes razón- cedió el Nott.
-Ahora…quiero que me hagas un favor, bueno, tres favores-
-Lo que quieras-
-No golpees a Harry, no le menciones a Malfoy que los vimos…-
-¿Y el tercero?-
Nev sonrió –Que me des otro beso-
Theo, ni tardo ni presuroso, volvió a besar delicadamente a su león, cuidando no lastimar más su labio.
-No te garantizo no golpear a Potter…- gruñó Theo.
-Escucha…hay una buena razón por la cual no debes golpearlo-
-¿Cuál?-
-Ay…me sentiré el peor amigo del mundo después de esto- Habló Nev, mas para si que para Theo, pero el sly lo escuchó claramente –Mmmhh…cuando…cuando Ginny dejó a Harry, eso fue hace tres años, todos nos sorprendimos, por supuesto no le pregunté nada a ninguno de los dos…pero Harry me confió…me confió el motivo de su ruptura, que fue…- balbuceó el león.
-Nev, no entiendo a que quieres llegar con todo esto-
-Ginny dejó a Harry porque no puede tener una erección- soltó Nev- listo, lo dije-
-¿Quieres decir que Potter es impotente?- exclamó Theodore sorprendido.
-¡No lo digas en voz alta!- reprendió el gry.
-Oh, lo siento-
-Bueno, pero supongo que algo debió pasar…-
-¿Por qué?-
-Pues…Harry no había salido con nadie desde entonces, consultó a muchos médicos pero no logró mejorar, el mismo nos dijo que no volvería a intentar tener una relación si no se curaba, por eso te pido que no le menciones a nadie que los vimos-
Theodore suspiró resignado –No lo haré, aunque me muero de ganas por pedirle explicaciones a Draco-
-Gracias- habló Neville sonriendo.
-Ahora ve a casa y ponte algo de hielo en esa herida, no queremos que se inflame-
-Claro- contestó el moreno sin dejar de sonreír –Dame otro beso y me voy-
-Mmmhh…- farfulló Theo, mientras aprisionaba el labio lastimado de Nev entre los suyos con suavidad, rozándolo con delicadeza.
-Amm…-gimoteó el león al tiempo que Theodore lo liberaba de tan deliciosa prisión –Nos vemos-
-Hasta luego-
La atractiva serpiente se quedó parada en la banqueta hasta que Neville subió al auto y se hubo marchado.
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Cuando Pansy llegó al penthouse lo encontró vacío, supuso que Draco había tenido algún pendiente así que no le tomó mucha importancia, fue a la cocina y comenzó a preparar la cena cuando su amigo rubio entró visiblemente molesto.
-¿Te pasa algo, Draco?- preguntó la morena, mientras cortaba verduras.
-Nada Pans, no importa- respondió el Malfoy, comenzando a preparar la cena junto a Pansy.
-Mmmm…bueno- masculló la muchacha.
-Pansy… ¿Te importaría contarme lo que pasó con Blaise?-
La aludida se tensó ante aquella pregunta, pero siguió cortando como si nada.
-Si me importaría- contestó secamente.
-Vamos…sabes que quiero ayudar-
-Ya lo se Draco-
-¿Entonces?-
-Entonces…es que…me enfurecí con el- confesó Parkinson –Me enojé por que lo vi coqueteando con una zorra, maldita araña trepadora, infeliz pe…-
-Ejem, Pans- le interrumpió el rubio.
-Si, ya….bueno, estaba hablando con esa tipa y le coqueteaba…y llegué a mi limite, simplemente no pude más y por eso terminé con el-
-Pero Pansy- intervino el Malfoy –Tu ya sabías como era Blaise y…-
-Ya lo se- interrumpió Pansy, comenzando a llorar –Y por eso me siento tan mal, por que lo amo y por que…por que yo ya sabía como era y de todos modos lo dejé seguir, sin decirle nada, sin quejarme, siento que todo ha sido mi culpa-
-Ay, amiga- habló Draco con gentileza, abrazando a Pansy por la espalda –Ya verás que todo irá bien, tranquila-
-Eso espero-gimoteó Pansy –Escucha…hablé con mis padres ayer…ellos están dispuestos a recibirme de nuevo y creo que me iré-
Inconcientemente, Draco apretó mas fuerte a Pansy -¿De verdad?-
-Si, creo que sería lo mejor-
-Entonces promete que llamarás todos los días-
-Lo prometo-
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-¿Pero estás seguro, mi niño?- interrogó la mujer, sorprendida por la decisión de su hijo.
-Si, no veo otra manera, lamento pedirle esto, madre-
-Oh no, no lo lamentes, para mi no es ninguna molestia- habló la señora Zabini, besando la morena mejilla de su retoño –Solo que…la decisión es tan…apresurada-
-No me voy a echar para atrás, se que es lo mejor-
-Ay mi niño- habló la dama –Dios quiera que si-
Draco y Pansy sirvieron la cena sin decir más, la muchacha se encontraba un poco nerviosa, pensaba anunciar su partida y no sabía como fueran a tomar aquello sus amigos, se sentó junto a Draco y miró el lugar vacío a su lado, la invadió la nostalgia al recordar que Blaise siempre ocupaba ese lugar.
-Hola- saludó Theo, que venía entrando, obviamente había ido a perder el tiempo por ahí para evitar preguntas de su llegada temprano.
-Hola- respondieron Pansy y Draco al unísono.
A los pocos minutos entró Blaise, Pansy lo miró sintiendo un sentimiento de vacío enorme, le pareció muy guapo con esa ropa, vestía unos jeans deslavados, una camisa blanca de manga larga y sobre esta un chaleco azul, una chaqueta color caqui y unos tennis del mismo tono, se sentó junto a Theo sin siquiera saludar ni mirarla, el vacío se transformó en dolor, los cuatro comenzaron a comer en silencio.
-Ehhh…Chicos- comenzó Theo, notando lo tenso del ambiente –Hoy fue un día bastante ligero en el trabajo, ¿A ustedes como les fue?-
-Pues la casa estaba casi limpia- contestó el rubio –No estuve muy atareado hoy-
-Bien- farfulló Blaise, sin apartar la vista de su plato.
-Ahh…bueno, yo…tuve una clienta muy interesante, era una rubia muy guapa, creo que la he visto un par de veces en televisión, no estoy segura, me pidió que…-
-Por favor, cállate- pidió Blaise.
-¿Qué?- siseó Pansy, comenzando a molestarse. Draco y Theo estaban como estatuas, sin saber que hacer o decir.
-Que te calles…por favor- insistió el moreno, poniéndose de pie, apartó a Theo para poder acercarse a Pansy.
-¿Por qué?-gruñó la muchacha Parkinson, enfurecida.
Blaise miró a sus dos amigos amenazadoramente –Si alguno de los dos hace un comentario estúpido, voy a golpearlos-
-¿Qué carajo te pasa?- replicó Pansy, tratando de pararse pero Blaise la detuvo –Déjame levantarme, estúpido-
-No-
-¿Por qué no?-
-Por que tienes que estar sentada-
-¿Para qué?- gritó Pansy.
-¡Para esto!- vociferó Blaise, arrodillándose frente a la muchacha, sacando una pequeña caja de su bolsillo la cual abrió mostrando el anillo que contenía –Escucha…se que fui un idiota, se que soy un idiota…pero lo he pensando, Pans, joder que lo he pensado mucho, y esto es lo que concluí: tu eres la mujer de mi vida, niña berrinchuda, no me veo con otra persona, no quiero a otra persona, yo te amo a ti, y te prometo que no volveré a coquetear con ninguna otra…me di cuenta de que ninguna de ellas vale la pena, solo tu, Pans…así que…¿Te casas conmigo?-
Pansy se quedó muda, las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas, una enorme sonrisa se dibujo en sus labios, movió su cabeza afirmativamente y al fin pudo hablar –Si- exclamó –si, claro que si-
El moreno sonrío ampliamente, contuvo las lágrimas mientras colocaba el anillo en el dedo de su amada Pansy –Siento que el diamante sea tan pequeño, mi madre fue a comprarlo conmigo, de no haber sido así seguramente hubiera traído uno mas pequeño-
-Oh, callate- rió Pansy, abrazando a su futuro marido –Es perfecto-
-¡Por Merlín!- exclamó Draco – ¡No estaba alucinando, de verdad le propusiste matrimonio!-
-¡Y aceptó!- soltó Theo, mientras sostenía la mano de Pansy y veía el anillo.
-Felicidades- hablaron Theodore y Draco al mismo tiempo.
Después de cenar, los tres muchachos fueron a trabajar, al regresar Pansy seguía ahí, había esperado a Blaise despierta, se retiraron a la habitación del moreno, pese a que Theo y Draco esperaban escuchar mucha actividad proveniente del cuarto de Blaise pero se sorprendieron al no percibir ningún ruido, esa noche Pansy y Blaise durmieron juntos, uno al lado del otro, el moreno estrechaba protectoramente a su prometida, susurrándole al oído sus sueños, los hijos que deseaba tener, los nombres que le gustaría ponerles, como imaginaba que sería su boda, pero sobretodo, lo mucho que la amaba.
