Los tibios rayos del sol se colaban misteriosamente por unas rendijitas de la inmensa cortina, iluminando tenuemente a la pareja abrazada en la gran cama.
El hermoso joven peliblanco se aferraba al cuerpo musculado del pelirrojo como si le fuera necesario para seguir viviendo, mientras que el de cabellos de fuego tomaba posesivamente de la cintura el cuerpo más delicado y sensual.
Tan sólo se escuchaban las respiraciones sosegadas de la pareja abrazada, y los suspiros de satisfacción que emitimos todos al estar muy a gusto y tendiendo un maravilloso sueño.
En el sueño del reconocido pervertido peliblanco, nos esperaba el sueño más lindo jamás imaginado, pues el portador del Sharingan regalado, estaba soñándose a sí mismo con una pancita de casi ocho meses y con el pelirrojo embobado a su lado, tocando con ternura su vientre y hablando a su bebé no nato, dándole suaves besos en la piel de su barriguita, llenándole de un inmenso amor...
Sin embargo, el aniki del rubio más lindo de toda la aldea, no estaba soñando precisamente ternuras, sino que soñaba con el más salvaje sexo jamás pensado, mientras embestía con fuerza al dócil cuerpo que tenía bajo él. Con las manos atadas y una venda que ocultaba sus ojos, sólo se dejaba ver un cabello sedoso de color plateado, que correspondía, por supuesto a Kakashi.
Pero todo lindo sueño tiene su final, y de tanta excitación, el pelirrojo despertó, algo molesto por haberse despertado antes que su sexy sueño terminara...para encontrarse en la misma cama del peliblanco que deseaba violar.
La boca del pelirrojo se abrió tanto, que una legión de moscas podrían entrar en ella jajaja, mientras miraba incrédulo el rostro sereno y dulce de Kakashi...sin su máscara. El corazón del zorrito que siempre había pensado que era frío y malvado, se derritió de amor, volviendo a enamorarse más de Kakashi, si eso fuera posible ya.
El de ojos rojizos y lindos, no podía ni creerse que eso fuera real, que tuviese junto a su cuerpo desnudo, el cuerpo desnudo del hombre que le había robado el corazón y el sueño, abrazado a él como la hiedra verde al jardín o a las paredes de una casa en el campo, de tal manera que no se podía ni saber de dónde empezaba su propio cuerpo y terminaba el del otro. Sin poderlo evitar, sin imaginarse siquiera que podía llegar a sentir lo que estaba sintiendo, aún con más de dos mil años de vida a sus espaldas, una furtiva lágrima cayó de uno de sus bellos ojos...nunca se había sentido más feliz en su vida.
Sin poder preverse, o porque el destino es inevitable, la furtiva lágrima cayó sobre el rostro en paz del peliplateado, que despertó al punto y se encontró fuera de un sueño precioso, para dar con otro lindo sueño, el de ojos del color del vino, mirándole con sorpresa y ternura, y con los ojos cuajados de lágrimas, el portador del Sharingan casi muere de una hemorragia nasal, pues el zorrito, completamente en pelotas debo de recordarlo, con esos ojazos húmedos y sexys, estaba para hacerle un favor...bueno o cien o doscientos.
Los dos se quedaron mirando embobados por lo que veían, el peliblanco, aún inconsciente de que no tenía su forma de chica, mirando al pelirrojo a punto de babear, y el de ojos rojos, comiendo con la mirada al muy buenorro Kakashi, olvidada ya las ganas de llorar y con ganas de marcha...realmente él y el pervertido de Itachi son tal para cual.
Pero Kakashi no era un Ambu de élite por nada, y muy pronto se dio cuenta de su situación actual, desnudo completamente, en su forma real y junto a otro desnudo Kyuubi. Uhhhh, el portador del título de más pervertido de Konoha( que le disputaba y seguía de cerca Itachi ), el pobre Kakashi, comenzó a devanarse los sesos para encontrar una excusa plausible a estar con él en la misma cama y no revelar su disfraz de Kashika, pero el zorro no era bobo, sólo despistado como su ototo Naruto.
-Antes de que busques una excusa que no me voy a creer, más vale que me cuentes lo que está pasando aquí, Kakashi... ¿o debería de llamarte Kashika?-dijo Kyuubi con fingido tono de enfado.
La cara de susto del peliplateado no tuvo precio. Se veía tan acosado y horrorizado, que el muy temible e intimidante rostro del zorro se transformó y se comenzó a reír como un loco, sacándole una gota enorme en plan animé a Kakashi, que descubrió de primera mano que se había enamorado de un hombre clavadito a su antiguo alumno Naruto...
Cabreándose por segundos, el de ojos negros (bueno, uno negro y otro rojo por el Sharingan), esperó impaciente a que el burro del zorro calmase su hilaridad, pues odiaba que se rieran de él. Kyuubi, secándose las lágrimas de risa y agarrándose del estómago, que le dolía de tanto reírse, miró a su amado, aún intentando no reírse.
-Bueno... ¿Ya terminaste de reírte de mí?-gruñó el actual lobo blanco de Konoha.
Kyuubi, no pudo evitarlo de nuevo, al verle tan lindo y enojado, volvió otra vez a partirse de risa, llenando de venas al peliblanco, que no pudo evitar lanzarse para darle una buena paliza...pero el zorro era más ágil que él y acabó inmovilizado sobre el cuerpo musculado y desnudo del pelirrojo, logrando que Kakashi se ruborizara furiosamente y sus ansias de venganza se desvanecieran.
-No me estaba riendo de ti, me reía contigo.-ronroneó el zorro al acecho.-Y ahora voy a hacer algo más que reírme, kukuku.
Igualito que le había sucedido al rubio Dei con Itachi, Kakashi fue atrapado en la hábil telaraña del zorro lujurioso.
-Mmmm-ronroneó el zorro lamiendo delicadamente la oreja de Kakashi.-See, será un placer devorarte...
Kakashi no podía pronunciar palabra alguna, sintiéndole por la espalda, con su miembro totalmente erecto y rozando su trasero, lo dejaba débil y sin fuerzas, por la increíble lujuria que el pelirrojo le provocaba. Tan sólo pudo gemir deseoso.
-Ahhhh.
Kyuubi se sintió un depredador feliz y comenzó a frotarse sensualmente contra su gustosa presa, que se retorcía bajo su dominio, deseosa de más.
-Mmmm, veo que estás deseoso de tenerme dentro... ¿verdad?-ronroneó el depredador de ojos rojos, excitando todavía más al peliblanco.
Haciendo que el chico que tenía bajo su poderoso cuerpo, se inclinara aún más, colocó a su gusto su lindo trasero, para poder lamerle con delicadeza y sensualidad, comenzando a lubricar su entrada, haciendo gemir con desespero a Kakashi.
Cuando al zorro lujurioso le pareció que estaba suficientemente dilatado, posicionó su dureza en la entrada de su cuerpo y se introdujo ardientemente, haciendo gritar de doloroso placer al joven Anbu bajo su cuerpo, que curvó la espalda para hacerle entrar aún más dentro de su cuerpo, gimiendo con desenfreno a cada embestida del pelirrojo, que se reía maliciosamente, mientras lamía con gula su cuello y pellizcaba las tiernas tetillas del otro.
En apenas unos minutos, Kakashi se corrió con un grito, derramándose sobre las sabanas y contrayéndose tan deliciosamente, que hizo que el pelirrojo lo siguiera de cerca, inundando con su semen su interior.
Jadeante, el peliblanco se dejó caer sobre la cama, porque sus rodillas ya no podían con su peso, y Kyuubi se acostó a su lado, no queriendo cargarle con su peso.
-¿Y en qué nos deja tu descubrimiento, Kyuubi?-suspiró Kakashi cansado y algo deprimido.- ¿En amigos sexuales?
-No digas tonterías, baka.-rió el pelirrojo risueño.-En novios, por supuesto.
El corazón de Kakashi se puso a latir con fuerza y se quedó sin respiración.
-¿Novios?-susurró incrédulo y lleno de esperanza.- ¿De verdad?
-Sólo si tú quieres.-dijo zumbonamente Kyuubi.
El peliblanco se acurrucó contra el pecho del pelirrojo y sonrió.
-De sobra sabes que si quiero.-murmuró con cierta vergüenza.
Kyuubi no respondió, pero sus carcajadas silenciosas hicieron saber a Kakashi que le había oído.
-Ni sueñes que voy a decirte que te quiero.-dijo el portador del Sharingan divertido.
-Ni yo a ti.-respondió el zorro alegre.
Pero ambos sabían que se amaban con todo el alma.
En esa noche de pasión y locura, tres parejas se hicieron uno. Por vez primera la formada por Naruto y Sasuke, y sin ningún pudor y con la verdad, las otras dos. Pero no acabarán las sorpresas para ellos...
Continuará...