Sasuke se despertó muy temprano, acostumbrado a dormir poco más de cinco horas, y se preparó con calma. Volvió a ponerse sus ropas con el símbolo Uchiha, con algún que otro cambio, por ejemplo, dejó los cortos por pantalones largos, y se puso una camiseta blanca, dando una nota de color a los colores oscuros de su ropa habitual, acentuando aún más sus ojos, cabellos y su pálida piel.
Itachi ya estaba haciendo el desayuno cuando Sasuke bajó, y el azabache se quedó mirando a su hermano cocinar, con ojos maravillados y nostálgicos. Itachi le sintió casi al momento, y le invitó a desayunar con una afectuosa sonrisa. El joven Uchiha le devolvió la sonrisa y se sentó a la mesa, con verdadera paz del alma.
Se oyeron golpes en la puerta principal, y Sasuke fue a abrirla, encontrándose con un sonriente Naruto y el resto de su guardia personal, Deidara, Kisame y Madara, que entraron con naturalidad a la mansión, dejando al menor con la boca abierta, por la naturalidad con la que lo hicieron, sin pedir permiso. Naruto se le quedó mirando con una sonrisa calida y luminosa como el sol, haciendo que el azabache cerrara la boca de golpe.
-Sasuke, okaerinasai.-murmuró con voz emocionada y ronca, con los ojos azules brillantes como estrellas, por las lagrimas contenidas, dejando ver un atisbo de su rostro infantil y querido, en ese rostro masculino y en la flor de su juventud, haciendo que el corazón de Sasuke diera un grandísimo Doki.-Aunque ya te diera la bienvenida ayer...
-Arigatou gozaimasu.-murmuró aturullado el azabache, poniéndose de todos los colores, y provocando una sonrisa divertida en su mejor amigo.
-Qué feliz me hace volver a tenerte cerca, dattebayo.-trinó el "respetable" Hokage, abrazando a su amigo y casi tirándolo al suelo, ante los ojos divertidos de toda su guardia, que les espiaban sin disimulo.
Despues de un desayuno en completa camadería, Naruto explicó a sus Anbu sobre el nuevo tratado con la dimensión Bijou y la presencia de Kyuubi como enlace. Los cinco se quedaron con la boca abierta por la impresión.
-¿Pero tú no eres un jinchiruki, Naruto-san?-preguntó Madara casi hiperventilando.
-Nop, soy el hermano adoptivo de Kyuubi, un príncipe bijou.-dijo fresco como una lechuga, y casi matando del susto a su mejor amigo y sus ambu personales-Se puede decir que soy un ser único en el mundo, casi una nueva raza. Porque soy medio humano y medio bijou.
...
Las caras de shock de los tres Uchihas, Kisame y el bello Deidara, no tenían precio. (Por cierto, Madara no vive en la mansión Uchiha porque aborrece profundamente su apellido, está viviendo con Kisame, Deidara, Sasori y Zetsu, en una casa alquilada en el centro). Naruto suspiró, ya sabía que iba a ser mucho para ellos, se mordió el labio inferior, dejando que una gota de sangre cayera a uno de sus dedos y exclamó:
-Apariencia real no Jutsu. (Que original, ¿no?)
Ante los ojos maravillados de los cinco shinobis, apareció un Naruto divino, con su hermosa belleza rubia y hechizante, con unas lindas orejitas y una colita zorruna, dorada como su pelo, haciéndole parecer un sexy zorrito. Esa era la apariencia real del Hokage al vincularse a Kyuubi no Youko, zorro nueve colas. A Madara, Itachi, Kisame y Sasuke, comenzó a bajarles un hilito de sangre por la nariz, mientras Deidara se lanzaba sobre el hermosísimo Hokage y comenzaba a abrazarle con fuerza.
-Déjame, Deidara-nii.-murmuraba el pobre kitsune, erizando sus lindas orejitas y poniendo en punta su rabito de zorro.-No me aprietes tanto, que me ahogas...
Los hentai restantes, se imaginaron miles de situaciones con esas mismas palabras, y tuvieron más de un problema con sus libidos.
Recuperando su orgullo ninja, Naruto ocultó sus rasgos zorrunos y les miró con seriedad, dejando muy atrás la linda imagen de apenas unos momentos antes.
-Este secreto sólo lo vais a saber vosotros, no será compartido con la aldea.-dijo mirándolos con una frialdad escalofriante.-Sasuke es mi mejor amigo, y quiero que sea el líder de mis Anbu, y vosotros sois mi mejor equipo Jounnin y mis hombres de confianza, con vosotros no quiero ningún secreto. Al resto de los habitantes, Kyuubi y yo, les diremos que encontramos una manera eficaz de separarnos, sin que yo muriera en el intento, y ahí es donde os necesito, sobre todo a ti, Madara.-dijo mirándolo a los ojos-¿Podrás mentir por mí ante la aldea y el consejo, Madara? Y vosotros...-mirándolos a los demás a los ojos-¿Puedo confiar en que no revelareis mi secreto?
Los cinco comprendieron que ya no era Naruto el que hablaba, sino el Rokudaime, y los cinco se arrodillaron con respeto, jurándole silencio y fidelidad, Sasuke incluido. Naruto había conseguido uno de sus sueños más acariciados, lograr que su mejor amigo llegara a trabajar a su lado...el blondo sonrió con calidez de nuevo y se arrodilló con ellos.
-Minna, Arigatou gozaimasu.-musitó con lagrimas conmovidas en esos ojos celestes, haciendo que todos se emocionaran también-Sé que es un secreto difícil de guardar, pero yo os confío mi vida y la de mi hermano mayor, Kyuubi no Youko. No me falléis.
Todos se prometieron proteger a Naruto a riesgo de sus propias vidas.
El anuncio ante Konoha, fue casi una bomba. Por un lado les emocionaba el tratado con la dimensión bijou, porque no volverían a temer de un nuevo ataque bijou, pero por otra parte, convivir con la persona que casi la había destruido una vez, era muy fuerte...
Naruto le dio un codazo disimulado a su malencarado aniki, y el bello pelirrojo utilizó todo su encanto, con varias miradas felinas y alguna seductora sonrisa, y entonces sí que fue el Apocalipsis... O.o , Kyuubi no Youko fue la nueva celebridad de la aldea, superando al Uchiha que volvió y casi llegando al soltero de oro de Konoha, Naruto Namikaze Uzumaki.
Pasada la crisis, el Rokudaime disolvió la reunión y todo volvió a su cauce. Se llevó a un muy aburrido pelirrojo a su nuevo despacho y le explicó de todos sus deberes como enlace, dándole un despacho cerca del suyo y animándole a cumplir su trabajo. Kyuubi bufó un poco fastidiado, pero una mirada helada de su ototo, le hizo callar de golpe. Dejó a Sasori, Zetsu, Hidan y Kazuku, como sus Ambu personales, Pein y Konan estaban ocupados con un experimento muy importante, en conjunto con Shizune y Tsunade, para hacer mejoras en varios sectores médicos.
Sasuke, Suigetsu, Karin y Jugo, comenzaron con sus misiones de castigo, haciendo diversas labores sudorosas y pesadas durante tres meses. Al término de estas, el rubio Hokage asignó a Karin con Sakura, como ayudante, y a Jugo y Suigetsu con Ibiki y sus hombres, porque aunque Jugo no era un ninja, tenía mucha inteligencia y serviría para trabajos de otro tipo, que no tuvieran nada que ver con las misiones. Sasuke fue asignado como líder Anbu, tal y como el rubio le había anunciado meses atrás, y sería su mano derecha y consejero.
-¿Y dónde está Kakashi?-preguntó Sasuke, pues llevaba meses sin ver al peliblanco por la aldea...no lo había visto ni una sola vez desde su regreso.
-Está en varias misiones diplomáticas por las aldeas aliadas.-dijo el rubio, levantando los ojos de sus documentos.-Aún tardará unas tres o cuatro semanas en volver. Él será compañero de Kyuubi, porque mi aniki es el enlace bijou y Kakashi es mi enlace personal.
El Uchiha se imaginó a esos dos juntos, y casi le dá un ataque de hilaridad. Esos dos no pegarían ni con cola...pero si Naruto lo había decidido así, tendría alguna razón que se le escapaba, despues de todo era el Hokage.
-¿A propósito, dónde está el pintor de pacotilla?-dijo Sasuke con desgana, ya que no le gustaba ni un pelo ese bastardo copión (pobre Sai T-T).
-Ha pedido el traslado a Suna, es la pareja del Kazekage.-dijo Naruto como si nada, dejando a cuadros a Sasuke. ¿Gaara y Sai? ¿Eran pareja? Ahora si que podía creerse cualquier cosa...XD.
Naruto rió feliz, al ver la cara de susto de su amigo. El moreno enseguida volvió a su semblante habitual y fulminó con la mirada al dobe de su Hokage...
Kyuubi vivía en la mansión Namikaze, con su ototo. Como la casa tenía poderosas barreras y jutsus protectores, sus Anbu personales no necesitaban dormir en ella, ni pasar la noche en vigilia, cosa que agradecían de todo corazón, porque podían hacer sus cosas y planes. Su Hokage era el mejor ^^.
Sasuke pasaba los días en completa felicidad, siempre codo con codo, con el rubio Hokage, pero las noches eran otra cosa, porque el orgulloso Uchiha había comprendido que amaba al rubio y dobe Rokudaime, y estar aunque fueran unas horas sin él, eran una tortura para su alma y corazón. El saber que su amado era heterosexual era muy doloroso para el moreno guapísimo, pero el mismo era hetero también, lo que pasaba es que ninguna chica merecía la pena y tan sólo Naruto era digno...
Naruto por su parte, también sentía una losa en el pecho, pues hace varios años había aceptado que sentía algo muy fuerte por el azabache maravillosamente guapo, pero no quería perder su amistad por nada del mundo, y se guardaba sus sentimientos por él...en el mundo ninja en el que vivían no estaba demasiado bien visto el amor entre dos hombres, y aunque ya había comenzado a cambiar poco a poco las cosas, ya que sabía del amor que Kiba y Shino se profesaban, y deseaba que pudieran proclamarlo con orgullo, junto con su querido Iruka y Mizuki, novios desde que salieron de la academia ninja ^^.
Pero el dar libertad y felicidad a muchos de sus seres queridos, no mitigaba el dolor que sentía en el corazón, dolor que se había complicado desde que Sasuke había vuelto a Konoha, pero que aceptaba como su penitencia, por amar a alguien que nunca podría devolverle el mismo amor...
Los días felices y las noches tortuosas, fueron pasando y muy pronto llegó el día del regreso del añorado Kakashi.
Naruto estaba concretando diversas misiones con Iruka, cuando llegó Sasuke con un mensaje del peliblanco, avisando de su llegada esa misma tarde. El Rokudaime volvió a ser un niño de colegio, ante los ojos afectuosos de Iruka y Sasuke.
-Va a llegar Kakashi-sensei, dattebayo.-trinó el rubio, alertando a sus guardias personales por el escándalo de la dulce criatura, que entraron dispuestos a matar a los intrusos y se encontraron a un ruidoso Hokage medio asfixiando a un pobre Sasuke, que fingía mala cara, pese a estar muy feliz por el abrazo impulsivo de su amigo. Kisame, Madara, Itachi y Deidara, sonrieron al ver a los dos amigos abrazados, acercándose a un radiante Iruka, que se divertía al ver a su Naruto jugar como un niño pequeño con Sasuke.
-Etto, gomen, Sasuke.-musitó el rubio, poniéndose ruborizado como una flor por su impulsivo abrazo, dejando maravillados por su hermosura a todos los que lo miraban, por su gesto lindo y achuchable.
El Uchiha menor, restó importancia a la disculpa de su dobe, y miró muy mal a la guardia del rubio, sobre todo a su aniki, que babeaba descaradamente por SU dobe. Cuando todo volvió a su cauce, Sasuke se llevó a su Hokage a cumplir con su ronda habitual, revisando los equipos de defensa y los hombres elegidos, junto con Iruka, que les esperaba para su charla a los pequeños aprendices de la academia ninja.
El día trascurrió con normalidad, con las doscientas propuestas matrimoniales, las quinientas ofertas de dudoso gusto y miles de cartas de amor, provocándole una enorme gota al destinatario y varias venas de enojo a Sasuke, mano derecha de su dobe, el rubio tuvo que frenar a su guardia personal y a Sasuke, para que no atacaran a los descarados y descaradas ^^.
Kyuubi no se metía en esas cuestiones, aunque él mismo vigilaba de cerca a los perturbados más peligrosos(según él), porque su instinto de hermano mayor era muy fuerte. El pelirrojo tenía su trabajo al día, y muchas ganas de ver al antiguo maestro de su cachorro, Kakashi Hatake, ya que siempre le había llamado la atención, incluso estando dentro de su cachorro.
Continuará...