Deika, Kashika y Satsuki salieron a la calle, atrayendo muchas miradas y más de un silbido de admiración, porque las tres eran bellísimas y muy bien formadas. Ninguna les hizo caso y siguieron con donaire su camino, dejando miles de corazones rotos a su paso. Las tres hermosas mujeres sentían que su corazón salía de su pecho por los nervios, y cuando entraron en la taberna en penumbras (porque de noche era como un Púb. jejeje), buscaron a sus tres presas, con mariposas en el estómago kukuku.
Unos ojos rojizos se prendaron de una belleza de cabello blanquecino y cuerpo maravilloso, sin mencionar su rostro bellísimo, con un mechón tapando uno de sus ojos negros y una boca roja y sensual. Kyuubi notó el parecido con su amado peliblanco y fue de caza.
Unos ojos negros miraron con deseo a una preciosidad de cabellos rubios y ojos azules, con cuerpo ideal y similitud con su amado Deidara, con un mechón largo y rubio tapando parte de su cara. Itachi sintió su cuerpo hervir de excitación y empezó a planear su estrategia.
Unos ojos azules y maravillados se quedaron presos de unos ojos negros como la noche más oscura, de una piel pálida como el más fino alabastro y unos cabellos negros como alas de cuervo, sumados a esos tres encantos irresistibles se añadían unos labios rojos y sensuales y un cuerpo de infarto, pero Naruto sólo veía en ella a Sasuke, su amor imposible, y con pesar en su puro corazón, decidió intentar suerte con ella...
Las tres chicas se quedaron paralizadas al ver el interés y el deseo que habían desatado en sus objetivos, y se sintieron sumamente excitadas. Las tres se sorprendieron de las reacciones de ese cuerpo extraño y las emociones tan excesivas que tenían en su cuerpo femenino, pues sintieron que las entrañas se les derretían, los pezones se les erizaban y las rodillas les temblaban kukuku.
Al venir las tres juntas, se arrimaron más unas a otras, siendo Deika y Kashika acosadas por el dueño de sus corazones, y disfrutando de su atención, mientras un tímido Naruto se acercaba a la morena preciosa.
-Hola...-murmuró el bello rubio con timidez-Me llamo Naruto. ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Satsuki.-dijo la bella morena, con un leve rubor en su rostro-Encantada de conocerte.
-Lo mismo digo.-dijo con una sonrisa un tanto apagada, que la chica notó.
-¿Te pasa algo, Naruto?-preguntó con preocupación.
-La verdad es que sí.-murmuró el rubio con la misma sonrisa apagada y un brillo de tristeza en sus ojos azules-Sé que nos acabamos de conocer, pero si te parece bien, me gustaría conversar un rato contigo. Te invito a una copa.
El moreno y el pelirrojo consiguieron a su chica elegida y salieron de la taberna ^^.
Sólo quedaron Naruto y Satsuki (Sasuke), los dos un poco incómodos al principio, pero el rubio pronto llevó la conversación, mientras bebían unas cervezas. Hablaron de lo típico, sus gustos musicales, libros, lo que le gustaba o no, esas cosas. Satsuki fue más bien vaga en sus respuestas (normal, el rubio conocía todo sobre Sasuke kukuku), mientras el rubio se abrió como una flor. Satsuki se puso nerviosa y soltó, sin pensar:
-Dime, Naruto. ¿Te gusta alguien?
La cara que puso el rubio fue todo un poema, mientras Satsuki tenía ganas de hacerse a sí misma un chidori, por estúpida. Cuando la chica iba a decirle que se olvidara de la pregunta, el hermoso rubio se ruborizó favorablemente y contestó.
-Sí, me gusta alguien.-dijo con voz avergonzada, haciendo que el Uchiha dentro de la bella Satsuki se revolucionara y jurase matar a la persona que amase el rubio.-Pero no tengo esperanza de que esa persona se fije en mí.
-¿Porqué?-preguntó la chica morena con los ojos abiertos al máximo-Si eres un chico muy guapo. Esa persona debe de estar loca.
-No, Satsuki.-dijo el de ojos azules con la misma sonrisa apagada de antes.-Él no puede llegar a amarme nunca...
¿Él? Un momento, ¿Naruto acababa de decir él?
-Etto, Naruto.-preguntó la morena con voz sorprendida-¿Has dicho él? ¿Te gusta un chico?
-Es raro, ¿verdad Satsuki?-dijo el rubio con los ojos celestes tan apagados como su sonrisa-Estoy enamorado de un hombre como yo.
-No es raro, sólo es sorprendente.-dijo ella con rapidez, queriendo saber quien era el afortunado (y el nombre del hombre que debía asesinar)-¿Y quién es el chico que te gusta, Naruto?
-¿Prometes no decirlo a nadie, Satsuki?-preguntó el rubio colorado como un tomate.
-Lo prometo.
El rubio notó la verdad de los ojos oscuros y se acercó aún más a la chica, para que nadie escuchara lo que iba a decir.
-Me gusta mi mejor amigo.
...
Naruto volvió a su lugar, dejando a la chica morena con la boca abierta, llegando casi hasta el suelo. Durante unos minutos, la chica no pudo pronunciar palabra, boqueando como un pez, mientras Naruto terminaba de un trago su cerveza, incomodo.
-¿Tu-tu me-mejor amigo?-tartamudeó Satsuki (Sasuke) casi a punto de infarto-¿Pero ese no es Sasuke Uchiha?
El rubio sonrió dulcemente, mientras ella lo miraba con sorprendida incredulidad. Naruto interpretó su sorpresa como una confirmación de sus peores temores.
-Ya te dije que mi amor no tiene caso.-dijo con una luminosa sonrisa que no llegó a sus ojos-Por eso te dije que nunca se fijará en mí. Él puede tener a la persona que quiera a su lado, y yo soy su mejor amigo, sólo eso.
El alma y el corazón de Sasuke, dentro de esa hermosa chica, estaban de enhorabuena, mientras miles de preguntas se agolpaban en su cabeza.
-¿Y por qué estas conmigo?-preguntó la chica de ojos negros-¿No deberías estar con tu amigo y decirle la verdad?
-No, por dios.-dijo el kitsune con un estremecimiento-Nunca se lo podría decir, dattebayo. Seguro que si se entera no me vuelve a hablar en la vida...
La chica le miró sin decir nada más y el rubio continuó contestando a sus preguntas.
-Y el porqué no estoy con él, es que se encontraba mal y se tuvo que ir a su casa.-dijo con sinceridad y una sonrisa-Ese teme no soporta las multitudes y estoy seguro que fue por eso que se marchó a casa.
-¿Y porqué estás conmigo?-volvió a repetir Satsuki.
-Voy a ser sincero contigo, entenderé que te enfades y te marches.-dijo Naruto con sinceridad y ojos de cachorro-Estoy contigo porque me recuerdas mucho a él, Satsuki, tienes un gran parecido al teme, con esos ojos negros, esa piel casi transparente y ese pelo oscuro...perdóname.
Felicidad, esa era la palabra, Sasuke se sentía inmensamente feliz dentro de su forma femenina, mientras daba gracias a todos los dioses, conocidos o no, por ser el dueño del amor de su dobe.
-Bien, no estoy enfadada contigo, pero quiero que vayamos a un lugar más adecuado a hablar, ya que supongo que nadie sabe de esto y necesitas desahogarte.-dijo la morena guapísima con una sonrisa torcida.
El corazón de Naruto saltó como un canguro, y siguió a la chica que salía de la taberna.
-¿Dónde quieres ir?-preguntó el kitsune.
-¿Qué tal a tu casa?-sugirió Satsuki, haciendo que el rubio se ruborizara, la chica lo notó perfectamente y escondió una sonrisa.- ¿No te parece bien?
-No tengo problema.-murmuró el rubio muy apurado.-Pero no pienses nada raro, Satsuki, no pienso aprovecharme de tu parecido con el teme, lo prometo.
Satsuki le sonrió con calidez, y los dos fueron a la mansión Namikaze. Antes de poder entrar, se oyeron unos ruidos muy extraños, como gritos y gemidos. Naruto comprendió que su aniki estaba en la casa con la chica que le había visto marcharse y se volvió hacia la chica morena, que estaba con los ojos muy abiertos.
-Gomen, me parece que no sería buena idea entrar.-musitó el rubio muy colorado-¿Vamos mejor a tu casa?
-Me parece bien.-contestó ella con una sonrisa maliciosa-Pero te aviso que será toda una sorpresa...
El rubio la miró con intriga y siguió a la escultural kunoichi...hasta la mansión Uchiha.
-Etto, Satsuki... ¿qué hacemos frente a la casa de Sasuke?-preguntó el rubio muy confuso-¿Dónde está tu casa?
-Yo vivo aquí, Naruto.-contestó la morena con una sonrisa maliciosa, el kitsune se la quedó mirando con susto, pensando que esa chica estaba chiflada.
-No, es imposible.-dijo él poniéndose muy serio y en postura defensiva, dejando de ser un chico más, y convirtiéndose en el Rokudaime, ante los ojos maravillados de la morena-La familia Uchiha tiene solo dos miembros, Itachi y Sasuke. Tú no vives aquí, por lo tanto me estás mintiendo. ¿Quién eres y quién te ha enviado a mi aldea?
-Sasuke Uchiha, dobe.
Naruto se quedó mirando a la chica a punto de yuyu, porque esa muchacha le estaba mostrando el Sharingan en sus ojos y un buen chidori en la mano derecha, con una sonrisa marca Uchiha en el rostro...El rubio deseó que se lo tragara la tierra.
-Pe-pero es impo-posible.-tartamudeó Naruto hiperventilando-Eres una chica, no puedes ser Sasuke.
-Tsk, dobe.-dijo Satsuki-Sasuke, destapándose por completo-No es imposible, existe una poción que te convierte en chica, por eso tengo esta apariencia.
Definitivamente, ahora mismo Naruto rogaba porque alguien le secuestrara, le encerrara o le matara, al recordar todo lo que le había confesado a la chica que resultó ser su mejor amigo. Al principio, la vergüenza de verse descubierto lo cegó, pero pronto la rabia y la tristeza llenaron su corazón, y miró con furia a la chica que no era tal.
-Felicidades teme.-murmuró con los dientes apretados y con un ligero chakra rojizo rodeándole, alarmando un poco al Uchiha-Tu bromita ha resultado ser fantástica...hasta te has enterado de mi mayor secreto. Espero que te sientas muy satisfecho.
Sasuke se quedó helado por el tono de su voz, tan duro y frío, y sólo pudo mirarlo sin moverse ni pronunciar palabra.
-Ahora mismo me siento demasiado alterado para hablar contigo, Sasuke.-escupió el joven rubio, profundamente herido-Mañana hablaremos en privado en mi despacho, habida cuenta de lo que ahora sabes, es necesario tomar algunas medidas. Si quieres mudarte o dejar tu cargo como líder Ambu, vete preparando tu carta de dimisión. Sayonara.
Naruto se dio media vuelta y se marchaba, escudándose en su enfado, para dejar de lado su dolor, pero una mano le detuvo, agarrándolo por un brazo. El rubio se quedó inmóvil.
-¿Qué es lo que quieres?-preguntó con dureza, sin siquiera volverse hacia ella ni mirarla.
-Quiero que me escuches.-dijo Sasuke con su voz femenina llena de angustia.
-No creo que pueda hacerlo, teme.-murmuró con pena, pero con frialdad-Si me voy es porque no puedo controlarme en este momento, y sabes que si estoy enfadado, puede que te diga algo de lo que me arrepienta despues.
-Yo también te quiero, dobe.-murmuró muy bajito-Por eso tomé esa poción para ser una chica.
Naruto se giró hacia ella sin poder evitarlo, con la cara desencajada por lo que acababa de escuchar. La cara totalmente roja de la chica que resultó ser Sasuke le confirmó que había escuchado bien.
Continuará...