El camino hacia el cuarto de Sasuke, pareció eterno para ambos, porque estaban llenos de deseo y nerviosismo, ya que era la primera vez para los dos.
-Etto, Sasuke-teme.-musitó el rubio muy colorado al ver la cama.-Espero que no te desilusiones conmigo, dattebayo.
Sasuke miró hacia él con sorpresa, y casi sonrió al verle en plan Hinata, con su linda carita ruborizada y moviendo sus dedos muy nervioso.
-No hay nada en este mundo que me haga sentir más que tú.-musitó algo avergonzado, dejando de lado su pesado orgullo Uchiha.- ¿Cómo podrías desilusionarme?
El rubio levantó su mirada azul muy feliz, casi deslumbrando al de ojos negros, y se lanzó a los brazos de un sorprendido Sasuke, que le recibió al mismo tiempo que Naruto apresaba su boca en un beso aliviado. Cuando sintió al rubio relajarse, el azabache comprendió que su amado aún cargaba con su triste pasado y sintió ganas de llorar.
-Te quiero, Naruto.-dijo emocionado el ex vengador.-Prométeme que siempre estarás a mi lado.
-No te lo prometo, Sasuke, te lo juro por mi vida.-dijo el rubio, separándose un poco de su novio y mirándolo a los ojos.-Si yo siempre cumplo mis promesas, mis juramentos son sagrados, teme.
Los dos se sonrieron, el rubio tan alegre y brillante como el sol, y el moreno con una sonrisa tan luminosa como su amado, ahora si que estaba convencido de que su dobe siempre estaría a su lado. Naruto también supo en ese instante, que su azabache aún cargaba con la triste muerte de su clan, y de su intento de acabar con la vida de su único hermano.
Dos almas llenas de dolor y esperanza, dos almas llenas del amor que sentían el uno por el otro, dos seres incompletos...A partir de hoy ya nunca volverían a estar solos.
Naruto lanzó a su amado sobre la cama, mientras se subía encima de él, como un lindo felino, y comenzó a desnudar a su azabache. El moreno se sorprendió un tanto, pero se dejó hacer, porque sabía que su koi estaba muy nervioso y quería darle placer.
El rubio dejó al descubierto su blanca piel, sin una brizna de ropa, y comenzó a estudiar el cuerpo de su novio con detenimiento, maravillándose de lo perfecto que era, por dentro y por fuera.
-Eres fabuloso, dattebayo.-dijo Naruto lleno de sentimiento, haciendo reír al azabache, que se ganó una mirada fea de su novio.-Pero si es verdad, teme.
-Bien, gracias, dobe.-dijo mientras intercambiaba las posiciones.-Pero yo también quiero ver tu maravilloso cuerpo desnudo.
El rubio sonrió algo avergonzado y dejó que su amado le desnudara. Ahora fue el turno de embobarse el azabache, tener tanta piel dorada y perfecta, sólo para él, era casi un pecado.
-Mmmm, dobe. Tú tampoco estás mal.-dijo con aparente indiferencia, mientras Naruto se reía, porque los ojos negros que lo miraban llenos de deseo, anulaban dicha indiferencia.-No sé por dónde empezar.
-Empieza con un beso, teme. Y ya veremos que pasa.-dijo Naruto lleno de júbilo.-Despues de todo, tenemos mucho tiempo.
Sasuke sonrió de lado y besó los labios de su amor. Ese beso fue como un bálsamo para ambos, que dejaron su nerviosismo y su inquietud, y se limitaron a sentir...Si, a sentir.
Piel sedosa contra piel sedosa, haciendo una delicada y suave fricción, que sólo aumentaba su deseo y la temperatura de sus cuerpos.
Boca contra boca, con dos lenguas ansiosas y muy activas, degustando el dulce sabor de su pareja, adictivo para ambas partes.
Manos indagadoras contra manos indagadoras, explorando toda la piel que tenían a su alcance y buscando los puntos de placer.
Y dureza contra dureza, rozándose sinuosamente, causando un maravilloso roce, que los excitaba hasta el delirio.
Ya no quedaba sitio para las dudas, el amor y el deseo tomó el control de la situación.
Mientras besaba como loco, la dulce boca de su dobe, Sasuke alargó su diestra hacia la mesita de noche y sacó el lubricante que había estado guardando para esa noche. Su primera vez sería perfecta y no dañaría de ningún modo a su pareja.
Antes de que el rubio se diera cuenta, uno de su lubricados dedos tomó su lugar en el interior de su cuerpo, arrancándole un respingo de sorpresa, que le hizo abrir los ojos y mirar los atentos ojos negros de su amante, que no se perdía detalle de la expresión de su koi. Naruto se sintió aún más excitado por esa mirada abrasadora, y se frotó contra el pálido cuerpo de su amante, al mismo tiempo que su jutsu protector se desvanecía, dejando ver su linda cola y sus orejitas.
Sasuke se sintió un grandísimo pervertido, porque cuando vió aparecer esa sedosa colita y esas orejitas achuchables, se excitó como un loco, besando aún más pasionalmente a su zorrito y metiendo otro de sus dedos, al mismo tiempo que acariciaba la cola de su kitsune con la mano izquierda, haciendo gemir de placer al blondo dentro de su boca.
-Ahhh, Sasuke, mmm, la cola no, datteba.-jadeó Naruto al borde del orgasmo.
Sasuke comprendió que su cola era muy sensible, y continuó acariciándola delicadamente, volviendo loco de pasión a su rubio, ocasión que aprovechó para introducir el tercer dedo y comenzar a expandir la delicada piel de su entrada, haciendo gemir de dolor y placer entremezclados al hermoso zorrito, que abrazó con más fuerza a su amante y lo besó desesperado, al limite del orgasmo. Con un agudo grito, Naruto se derramó en la mano de su koibito, quedando saciado y jadeante, mirando al azabache.
-Tsk, teme. Te dije que no me tocaras la cola, ahora ya me he corrido y tú ni has empezado.-dijo el rubio con un puchero, llenando de júbilo al azabache, que le besó en los labios y se colocó entre sus piernas, abriéndoselas totalmente.
-Pero ahora es mi turno de empezar, dobe tonto, y disfrutaré de mi premio toda la noche.-ronroneó el moreno, tomando su boca e introduciéndose de un embate dentro del dilatado agujerito que había preparado, haciendo gemir de sorpresa por el movimiento repentino, y algo de dolor, al dar cabida al gran miembro de su amante, que gimió extasiado al sentirse preso de tan cálido lugar.
El azabache se quedó inmóvil, besando minuciosamente a su koi, hasta que el cuerpo del de piel dorada se acostumbró a su invasión y se relajó un poco. Al hacerlo, dejó libertad de movimientos al azabache, que comenzó un lento y fluido vaivén, llenando de escalofríos a Naruto, que sentía algo muy confuso, ni dolor ni placer...hasta que Sasuke dio de lleno en la diana y arrancó un rugido al rubio.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH.
Sasuke se paró de golpe y miró a su novio, totalmente confuso, pensando que le había hecho un daño enorme...y se encontró con un zorrito desbocado, que le dio la vuelta a la tortilla y acabó montando a un sorprendido como encantado azabache, que miraba embobado el rostro lleno de placer del rubio, auto penetrándose, a un ritmo endemoniado, sacándoles jadeos que parecían gritos a ambos, hasta que los dos se derramaron al unísono, uno en el interior del rubio y el otro contra el musculoso vientre de su amante.
Sasuke abrazó a su rubio contra su pecho, mientras su cuerpo se estremecía y jadeaba en busca de oxigeno, igual que Naruto, que se sentía como si lo hubiera machacado Sakura kukuku.
-Ha sido más placentero de lo que creía.-musitó Naruto sorprendido.-Sai me había dicho que era muy doloroso.
Sasuke soltó un bufido despectivo, haciendo que Naruto levantara la cabeza de su pecho para mirarle.
-Pero Sai es un torpe, y seguro que Gaara también, normal que le haya dolido, si el de la arena es un bestia.-dijo el azabache burlón.-Pero yo soy un Uchiha, y somos expertos en dar placer.
El kitsune levantó una ceja y dejó que el moreno se explayara a gusto, guardándose sus opiniones por una vez en la vida...porque Sasuke tenía razón kukukuku.
Pero eso no fue todo, Sasuke hizo honor a su promesa, y enloqueció a su amante hasta el amanecer, que los sorprendió estrechamente abrazados, como un solo ser.
En la mansión Namikaze, Deidara y el saciado Itachi, dormían apaciblemente, como Kyuubi y Kakashi, ambos desnudos y entrelazados. Deika y Kashika habían desaparecido por completo, dejando paso a Kakashi y Deidara, que aún ignoraban que la hora de la verdad estaba próxima.
Continuará...