La luz del insistente sol se colaba entre las cortinas cerradas de la habitación. Uno de esos rayos indómitos y traviesos, alumbraba débilmente a las dos personas que dormían, estrechamente abrazadas. Los dos de cabellos largos y enredados, uno del mismo color que una noche sin luna, tan negros que tenían reflejos azulinos, y el otro, de cabellos rubios y luminosos como el trigo.
Ambos desnudos y con sus rostros sin apenas separación, el moreno aferrando al rubio como si lo necesitase más que el respirar.
En un cuarto bastante cercano, el sol descubría casi la misma escena, con dos siluetas tan abrazadas como las anteriores, cuyos dueños eran un hermoso joven de cabellos plateados que estaba en los fuertes brazos de otro joven de cabellos rojos como el fuego. Los dos profundamente dormidos y con el pelirrojo aferrando contra su cuerpo el cuerpo de su pareja.
Completa calma, al menos de momento, porque el día de la verdad ha llegado.
Itachi sintió un ligero pinchazo en la cabeza, sumado a un hambre repentina que acabó por hacerle despertarse. Gruñendo casi inaudiblemente, un molesto azabache abrió sus ojos oscuros como el carbón y miró en dónde se encontraba, pues su cuarto era mucho más oscuro y fresco y en este estaba muerto de calor XD.
Unas paredes pintadas con delicadas flores de sakura y algunos trazos verdes lo saludaron, poniéndole de malas al notar que estaba en casa del novio de su ototo...y que seguro habían dejado solos a esos dos hormonales jóvenes.
Su complejo de hermano mayor gritó, insultándose a sí mismo, por su falta de previsión y su estupidez al emborracharse la noche anterior, maldiciendo entre dientes intentó levantarse, pero no pudo, notando que había alguien más en la cama con él.
"Deika"-pensó el resacoso moreno, mirando hacia el cuerpo que le abrazaba y llevándose el susto de su vida... "¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Deidara??????????????
Los ojos de ónice del Uchiha mayor se abrieron como platos, al mismo tiempo que su boca, llegando casi hasta el suelo de la impresión. Porque vale, ayer había pillado una borrachera muy grande, pero sabía perfectamente que se había acostado con una mujer, con Deika, no con un hombre, su amado Dei.
Pero Itachi no es llamado un genio sin razón, y su adormecido cerebro comenzó a unir pequeños detalles y cosas aparentemente insignificantes...Siempre que aparecía Deika, Dei no estaba, no había visto a Deika por ninguna parte de la aldea y nadie parecía conocer a una kunoichi con la descripción que él daba de ella, Deidara había unos cuantos días que lo miraba de reojo y se ruborizaba...Mmmmm, que aunque pareciera una locura Deika era Deidara kukuku.
Itachi se encontró en la más extraña situación de su vida. Su corazón comenzó a latir con fuerza, sus labios esbozaron una sonrisa de oreja a oreja y tenía ganar de gritar como un desquiciado, de la enorme alegría que sintió. Si Dei era Deika, significaba que el rubio se había acostado con él a sabiendas y que lo amaba. Porque estaba claro que el gruñón rubio no se acostaría con él solo por capricho kukuku.
Demostrando que la posesividad de Sasuke es hereditaria, Itachi sintió un súbito impulso de gritar a todo el mundo que el delicioso rubio que estaba desnudo en su cama era de su propiedad. Con una maliciosa sonrisa, desechó la idea y decidió darle al rubio el mismo susto que él le había dado. Se volvió a tumbar en la cama y abrazó con delicadeza el maravilloso cuerpo desnudo de su amante...Iba a esperar pacientemente a que su Dei despertara.
Deidara se sentía cálido y seguro, estrechado por unos fuertes brazos contra un pecho musculoso y suave. Sin abrir los ojos, el rubio supo que Itachi lo estaba abrazando y se sintió muy feliz, frotando su rostro contra esa pálida piel de su amado Uchiha como un gato, y con inmensas ganas de ronronear.
Itachi miró con agrado la carita de satisfacción de su rubio, y lo abrazó con más fuerza, haciendo que Dei escuchara los latidos de su corazón, llenando todo su ser de ternura y felicidad, porque ese hombre irascible y problemático había llegado al fondo de su alma y lo amaba desesperadamente.
El rubio abrió con desgana sus ojos, aún acostado sobre el amplio pecho de su azabache, sin ninguna gana de moverse de dónde estaba, buscando con su mirada los ojos negros de Itachi. Al encontrarlos, sintiéndose seguro de ser una chica (ya que Dei es muy bueno con el tiempo, y la poción dura doce horas, por lo que aún quedaban como dos horas y media para que terminara su efecto...o eso pensaba él kukuku), le sonrió con dulzura, haciendo que Itachi se le quedara mirando embobadísimo. ¡Primera vez en su vida que veía una sonrisa tan linda y violable de su arisco Dei!
El rubio se sintió en el cielo, cuando esos brillantes ojos se suavizaron notoriamente al mirarle y sus sensuales labios, esbozaron una ligera sonrisa. Nunca había visto en sus labios otra sonrisa distinta a la que utilizaba para enojarle y ponerle de un humor horrible, repitiendo lo superiores que era los Uchiha de los simples mortales, y esa inesperada sonrisa era preciosa ante sus ojos.
-Itachi...-susurró el rubio muy bajito, casi inaudiblemente.
-Buenos días, Dei-koi.-dijo el azabache, que había escuchado perfectamente su nombre de los sensuales labios de su rubio y le había encantado, alimentando su gran ego y afirmando más aún sus sospechas de que Dei lo amaba.- ¿Cómo has dormido en mis brazos?
El rubio se sintió fatal, Itachi se había enamorado de Deika, ya que lo había llamado Dei-koi. Con el corazón desgarrado se apartó de los adictivos brazos del azabache y se puso en pie, buscando sus ropas(o las de Deika) con la mirada.
-Yo que tú, no intentaría ponerme esa ropa otra vez.-dijo muy divertido el azabache.
El rubio lo miró intrigado y se sobresaltó mucho al ver la manera lujuriosa con lo que lo estaba mirando, haciendo mirar hacia abajo y descubrir que estaba totalmente desnudo...y volvía a ser él.
-IEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE.-chilló el rubio en pleno schock.
Imaginaros la escena, por todos los santos XD, Deidara totalmente desnudo, chillando como una damisela a punto de ser violada y tapándose sus vergüenzas con una mano, al mismo tiempo que deseaba fervientemente que se lo tragase la tierra.
La situación era tan hilarante, que sucedió algo totalmente lógico y normal...Itachi Uchiha, el mayor témpano de hielo de todo el mundo ninja (Si, incluso más frío a veces que Sasuke), el más inexpresivo y molesto bastardo, se retorcía sobre la cama en el más exagerado ataque de risa que Deidara hubiera visto en su vida ¬ w ¬.
Deidara dejó de gritar y actuar como un loco y se enfadó muchísimo, olvidando incluso que estaba en pelotas y el azabache le había pillado durmiendo con él, con un cabreo de mil demonios.
-Maldición, Uchiha.-aulló el rubio, erizado como un gato.- ¿De quién crees que te estás riendo, desgraciado?
El moreno comenzó a reírse aún más fuerte, tanto, que comenzaba a dolerle la barriga, enfureciendo aún más al rubio, que sin pensarlo siquiera, saltó sobre el Uchiha con toda la intención de sacarle los ojos...o algo peor XD. Dei es muy exagerado si se enoja...
Pero con lo que no contó fue con que los dos estaban como su madre los trajo al mundo, y que Itachi Uchiha era el mayor pervertido existente en todo el mundo, y dejó de reírse al sentir al enojado rubio desnudito y violable sobre sus caderas, logrando que su dormida erección se alzase y poniéndole de un humor muy lujurioso.
.Mmmm, genial.-ronroneó el pervertido, dejando impresionado al furioso rubio, al verse de repente bajo el poderoso cuerpo desnudo de Itachi y ruborizado hasta el pelo XD.-Mi Dei-koi tiene ganas de jugar.
Y así, sin comerlo ni beberlo, la furia del rubio se esfumó en el mismo instante que Itachi comenzó a besarle. El pobre Dei se perdió completamente (y os aseguro que nadie puede culparlo, Itachi está de muerte) y cayó en las lujuriosas garras del Uchiha.
Antes de que Dei pudiera decir Jesús, Itachi lo colocó bajo él, abriendo sus piernas y colocándose ansiosamente en posición, penetrando al rubio al instante, sin dejar ni por un momento de besarle. Dei gimió lastimeramente, con una mezcla fascinante de dolor y placer, pues aún con su cuerpo de chica, el agujerito utilizado había sido el de su traserito, desvirgándolo completamente, por lo que muy pronto ese ligero malestar desapareció, dejando solo el placer de sentir al moreno en lo más profundo de su ser.
Itachi rompió el beso, bajando un poco su instinto de lujuria y mirando apenado la cara del rubio, temeroso de haberle echo mucho daño, pero sólo encontró placer en su rostro, por lo que volvió a tomar su boca en un beso ardiente y comenzó a moverse en su interior, cadenciosamente y con suavidad.
Dei se sentía en el mismísimo cielo, jadeando ante las expertas embestidas del dueño de su amor, que le volvían loco de placer. Buscando sentirle incluso más dentro de él, el rubio rodeó con sus piernas las esbeltas caderas de Itachi, apresándolo contra sí y volviendo loco a Itachi.
La habitación se llenó del dulce sonido de los jadeos, los suspiros, los gemidos, el ruido de dos sudorosos cuerpos chocando uno con el otro, con los sexuales sonidos del mete y saca y el poderoso aroma del sexo, volviendo locos de lujuria a los dos combatientes de tan excitante combate.
Itachi, al sentirse al borde del orgasmo más fuerte de toda su vida, atrapó el miembro de su amante y comenzó a masturbarlo con un ritmo bestial, haciendo que el rubio se corriera por el doble estimulo de su mano y de su pene en su interior, rozando su punto de placer y llevándolo a la locura, arrastrando con él a Itachi, que se corrió al instante en que sintió el orgasmo de su pareja, pues su interior se contrajo de una manera tan deliciosa, oprimiéndolo con sus contracciones internas, que le hizo derramarse en su interior, dando incluso más placer al rubio.
Al estar besándose y quedarse súbitamente sin aire ni fuerzas, los dos amantes no tuvieron ni oportunidad de gritar su gozo, quedando ahítos y muy satisfechos, abrazados y aún unidos, con Itachi en el ardiente interior del rubio, que estaba que no se lo podía ni creer...¿Acababa de tener sexo con Itachi?
-¡No me lo puedo creer!-soltó asombradísimo Deidara.
-Ni yo.-jadeó el agotado Itachi, que era el que más esfuerzo físico había echo ^^.-Como todas nuestras noches sean así, me vas a acabar matando.
El rubio se puso como un tomate, para la inmensa satisfacción del Uchiha.
-No estaba hablando de eso, pervertido.-gruñó apenado el rubio, sintiendo mucha vergüenza ahora.-Estoy hablando de que te acabas de acostar con un hombre, Itachi. ¡Con un hombre!
-¿Y qué?-contestó Itachi jadeante y sin vergüenza alguna.-También tú llevas acostándote con un hombre dos días y no ví que te quejaras mucho.
Los ojos azules del rubio se abrieron horrorizados. ¿Dos veces? ¡Madre de Dios! Con tanta emoción no se había dado todavía cuenta de lo que había pasado. ¡Itachi ya sabía que él era Deika!
Al ver al rubio a punto de un infarto, Itachi suspiró y salió del interior del rubio, que no pudo evitar un gemido muy sexy, logrando que el soldadito del azabache se pusiera como una piedra. Y otra vez, antes de que el rubio pudiera ni respirar, se vió a cuatro y siento atacado de nuevo por la lujuriosa bestia, para inmensa satisfacción de ambos. Cuando todo terminó, el rubio estaba agotado, aunque no más que Itachi XD.
-De verdad creo que terminarás matándome, Deidara.-jadeó Itachi, ya fuera de su interior y acostado, abrazado al rubio y casi sin respiración.-Nunca en mi vida había deseado tanto a nadie como te deseo a ti.
-¿De verdad?-preguntó el rubio con un tono de voz, mezcla de incredulidad y alegría.- ¿Incluso más de lo que deseaste a Deika?
Itachi puso los ojos en blanco, ya que notó que su rubio amante sonaba muy dudoso, y decidió sincerarse. Hizo al rubio levantar su cara para mirarle directamente a los ojos.
-Yo sólo deseé a Deika porque se parecía a ti, Deidara.-dijo con seriedad el azabache.-Te amo.
Los ojos de cielo del rubio se llenaron de lágrimas.
-Yo también te amo.-gritó el lloroso chico, abrazándose como si se estuviera ahogando a su amante.-Siempre te he amado.
-Deidara...-susurró enternecido Itachi, abrazando con fuerza y consolando con tiernas caricias a su amado.-Entonces prométeme que siempre estaremos juntos, porque no quiero pasar ni un solo momento sin ti.
-Te lo prometo.-susurró entre hipos el rubio.
La bestia posesiva en el interior de Itachi se felicitó. A partir de ahora el rubio sólo sería suyo. Muahahaha.
Continuará...