Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El recuerdo de lo nuevo por Nyaroon

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Aun faltan 2 caps mas!

Notas del capitulo:

Espero que les guste. Mi primer desafio.

Siento como mí corazón late desenfrenado, agitado y dejándome si aliento. Corro rápido, pero no se si huyo de algo o lo persigo, solo se que debo correr, y es lo que hago. Pero justo cuando voy a llegar a mi destino, me detengo, no se porque solo lo hago y luego volteo a mi alrededor, y a unos cuantos pasos de mí hay un pequeño niño que llora desconsolado. No vacilo y me dirijo a su lado, lo ayudo a que se levante y me sonríe, pronuncia algo pero no le entiendo, de pronto comienza a desaparecer y pronto deja de existir. Todo sigue el mismo destino que él y me veo solo. Solo.

Despierto.
Hace semanas que tengo ese sueño, no se que significa, ni quien es ese niño, solo se que siempre que despierto me siento angustiado y temeroso; temeroso de que? Tal vez jamas sepa, pero por ahora no importaba mucho, debía levantarme, y de que sirve despertar si no te levantas?
A causa de ese sueño, parecía que mi vida se había convertido en un borrón y me sentía fuera de lugar, algo me faltaba pero no sabia que era, estaba pleno en cuanto a lo que quería, y sin embargo ese vacío no me dejaba en paz.
A pesar de sentirme abrumado, continuaba mi vida diaria con calma y constancia, trataba de alejarme de esa extraña sensación. Y la mejor oportunidad surgió casi una semana después; iríamos a la fiesta de cumpleaños de uno de los amigos de papá que vivía cerca de la costa de Veracruz, pero tenían mucho de no verlo e iba a ser una fiesta muy grande así que no quería perdérselo, además de que quería que sus amigos vieran lo mucho que había crecido en estos años antes de que fuera muy tarde, después de todo, como decía papá, no se cumplen 50 todos los días. Parte de mi deseaba ir, casi como si fuese mi propia fiesta pero otra estaba cansada de todas esas frivolidades, pero a final de cuentas no le preste atención, así que accedí a ir. Y así como el tiempo pasa, paso.
Estábamos en un hotel cerca de donde sería el evento, era sábado en la noche y yo me estaba terminando de arreglar pues mamá no quería que llegara “informal” a la gran fiesta, me sentía ridículo, pero en fin, solo eran unas horas, nada que fuera muy extraordinario.
Al llegar a la casa de los anfitriones, no pude evitar una cierta nostalgia sobre ese lugar, como si ya hubiera estado ahí...Tal vez mis padres me traían aquí de más pequeño, o solo un déjà vu a causa del cansancio.

Todo transcurría como yo pensaba; llegamos, saludamos, me hicieron saludar personas que no conocía y me decían frases como: “Oh, que crecido estas Isaías, recuerdo cuando apenas y eras un bebe rosado y llorón!” o “No puedo creer que ya tengas 18, de verdad me estoy haciendo viejo!”, seguido de sonoras carcajadas por parte del publico presente, y finalmente, después de un desfile por el museo de antigüedades, nos quedamos conversando (mis padres y sus amigos) sobre los viejos tiempos, cuando vivíamos cerca de esta misma casa, antes de que nos mudáramos al otro lado del mundo. Y también me hablaron de cuando era pequeño y de como solía juntarme con su pequeño hijo, un tal Cesar. Ni idea quien era, pero si note cierta tristeza en la pareja cuando mencionaron su nombre, era el momento del drama así que supe que era momento de retirarme y eso hice.
Me acerque a la mesa con las bebidas y me serví refresco, no por sed sino para distraerme de la sofocante atmósfera que había, de ruido, risas y música estridente; estuve sentado ahí por casi una hora cuando vi algo que dio un vuelco a mi corazón y provoco que mi estomago diera saltos mortales; en medio de la pista había un muchacho alto, de cabello corto castaño y lacio, de figura esbelta al parecer bien formado. Quede maravillado a pesar de no ser capaz de ver su rostro desde mi lugar, sus movimientos eran fluidos a la música entre el gentío que había, era la imagen de lo etéreo, de lo inalcanzable, como si jamas lo fuera a alcanzar destinado a solo verlo a distancia. Me quede pasmado, casi asustado por la posibilidad de que estuviera viendo cosas que no estaban en lo terrenal. Lo observe bailar y bailar por lo que parecían eternidades, hasta que él mismo se detuvo y levanto la cabeza en una dirección y se fue de mi vista, inmediatamente que lo perdí, me levante a buscarlo de nuevo ahora con la decisión de hablarle, pero ni siquiera Ulises estaría preparado para la sorpresa que me tope. El muchacho estaba junto a mis padres y la otra pareja, conversando animadamente mientras yo observaba extrañado la escena de sátira, al tiempo que intentaba deducir que sucedía, pero me vi interrumpido cuando llamaron mi nombre.

-Isaías!, ven! No seas roñoso y saluda!- dijo mi madre, tratando de superar el volumen de la música.
Me acerque casi por inercia hasta que llegue a donde estaban los anfitriones con mis padres y el muchacho misterio, cuando estuve lo suficientemente cerca, note cierta ausencia en su  ojos que eran del gris más peculiar, todo esto me hizo especular con temor, pero decidí que la próxima conversación lo aclarara.
-Ven Isaías, ven- dijo mi padre con animo para que me terminara de acercar, al tiempo que extendía su brazo para ponerlo alrededor de mi cuello. Al estar más cerca de todos, logre notar cierta sorpresa en las facciones del muchacho al oír mi nombre...-Anda y no seas arisco, acaso no te acuerdas de él?- dijo mi padre extrañado.

-No...no lo se papá, se me hace muy familiar, pero no- al oír esto, el muchacho fijo su rostro hacia mi dirección.
-Bah, esta bien, recuerdas al niño con el que jugabas los veranos? Al que llamabas gigantón, porque era más alto que tú?- dijo mi papá, dejándome pensativo.

Entonces recordé, el niño de hace años, mi compañero de juegos, mi amigo, estaba ahí frente a mí. Entonces lo mire con la curiosidad de saber si él me recordaba. Pero era como un búho, su rostro estaba dirigido a mí, pero no me miraba, acaso...
Mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz conocida.

-Isaías, porque no vas con Cesar al jardín, estoy seguro que tienen mucho de que hablar- intervino el otro hombre, al parecer ellos también tenían mucho de que hablar.

Pronto, Cesar se adelanto hacia otra dirección y lo seguí como si fuese un niño perdido. El camino fue corto y pronto nos encontramos en la banca de madera frente a la pequeña fuente que se situaba al centro del jardín, me senté y el solo se quedo viendo hacia el jardín, me puse un poco nervioso e intente hacer una conversación acerca de eso.

-Parece que tu madre se dedica mucho al jardín...Esta muy bonito- en cuanto termine de decirlo, me sentí como un idiota. Pero él contesto rápido, y a decir verdad no lo había oído  hablar.

-Si, si lo hace, pero no sabría decirte si es muy bonito o no- diablos!, me sentí más idiota aún.

Mis ideas y especulaciones no eran erróneas, él muchacho que estaba sentado junto a mí, de ojos grises como la niebla, nariz recta y perfecta, dueño de unos deliciosos labios carnosos, él que en un momento llame mi mejor amigo, era ciego. El hecho cayo como agua helada y mi silencio solo lo incomodo  más al parecer, porque pronto cambio el tema.

-Ha pasado mucho tiempo verdad, digo, desde la ultima vez que nos vimos- dijo con la nostalgia en su tono.- Cuantos años han sido? 9 o 10?-

-No lo se...Creo que tenía 6 años en ese entonces, y ahora tengo 18- dije con un tono ausente, calculando los años.

-18? wow, entonces han sido como 12, como pasa el tiempo no?- dijo pensativo.-También parece que te llevo un año de diferencia, yo tengo 19- . La diferencia de edad no perecía mucha, pero el tiempo aparte si lo era.

Nos quedamos unos momentos en silencio nuevamente, de pronto él comenzó a hablar de nuevo.

-Hace mucho que no te veo, recuerdo que eras de piel morena con el pelo negro y ojos color miel, y eso es todo... pero dime, como eres ahora?- pregunto como si hablara con alguien invisible. Me sentí atemorizado.

-Pues...yo...este...no lo se- dije finalmente, sintiendo como si mi existencia fuese menos. Sentía como su mirada me pesaba.

Entonces me di cuenta que lo veía directamente a los ojos y a pesar de no ver, sentía como su mirada escrutinaba los mas recónditos sitios de mi alma, me sentí desnudo y sin defensas, completamente a su merced. Y sorprendí a mismo, porque me vi encantado. No me sentía vació, estaba pleno, completo y quería más, no solo quería su mirada. Lo quería a él.
Pero pronto salí de mi utopia personal al momento que el dio un pequeño brinquito hacia atrás. De nuevo a la realidad.

-Estas bien Isaías?, de pronto te sentí...muy cerca- vi el tono sonrojado de su mejillas y sus orejas rojas, al parecer me había acercado demasiado a él, sin medir las circunstancias. Que torpeza!

-Eh si, disculpa es que, yo...No pude evitar notar el curioso color de tus ojos- dios que estúpida excusa!

-Ah! Si, ya me lo habían mencionado en otras ocasiones, pero solo puedo confiar en lo que la gente me dice, he oído todo tipo de descripciones sobre como me veo, y me divierte bastante la verdad- su entusiasmo me era muy extraño dada su situación, yo estaría abrumado si estuviera en su lugar. -Entonces, como no me dijiste...me dejarías “ver” tu rostro?- dijo con curiosidad.

-Que quieres decir con ver?- pregunte, pero al momento que termine de formularla, sentí sus manos buscándome, me asuste ante el súbito contacto y pronto mi pulso se acelero a latir al temeroso contacto de sus manos, que en su búsqueda se toparon con mi pecho donde tenia un tambor que el no tardo en notar. Maldición, me dije a mismo mientras veía su sorpresa al vacío.

-Quieres algo de beber?, tengo sed- dije pronto, al mismo tiempo que me levantaba y me dirigía hacia la mesa del ponche.

Trate de hacer mi viaje rápido, no quise ser descortés, pero me había sentido muy incomodo, asustado e inseguro. Serví 2 vasos de ponche y me apresure a donde estaba mi compañero.

Me senté y le ofrecí el vaso, acercándolo a su mano.

-Ah gracias- dijo ante el repentino contacto con mi mano, deslizando sus dedos entre los míos para impedir que el vaso cayera. Solo logre pensar cuan suave eran los movimientos de sus dedos, entrenados para ver y no maltratar.
-De nada- respondí con torpeza, me sentía como un niño nervioso.

-Disculpa lo de hace un momento, no era mi intención asustarte, es solo que la gente que me rodea ya esta acostumbrada a esto, así que actúe por costumbre- dijo con una risita apenada

-No te apures, el contacto me sorprendió, anímate, no paso nada- trate de sonar alegre para que la situación ya no fuera incomoda.

Después del incomodo incidente, la conversación se hizo mas fluida. Hablamos sobre temas bastante comunes, la escuela y amigos, novias y familia. El no tenia, lo cual me entusiasmo muy a mis adentros; desde hace tiempo había llegado a una paz interior con ese tema. Era un homosexual feliz, en teoría, dos novios, dos fiascos. Y ahora tenia a este hermoso muchacho frente a mí, quería saltarle encima.

Notas finales:

Espero que os haya gustado. Cometen porfavor :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).