Destino predestinado
El destino es algo que muchas personas piensan que están obligados a vivirlo, para otros es costumbre… pero para Tenma, Alone y Sasha era una cruel realidad a la que estaban sometidos.
Ya había transcurrido más de un mes en el que Tenma, junto con sus amigos buscaban la morada de Hades; a pesar de que el destino los obligase a matarse el uno con el otro, el no lo haría… no se sometería a tal infame destino del de asesinar a su amigo, el receptor de Hades.
Algo en su interior le decía que su amigo aun se encontraba en aquel cuerpo; sino… porque no lo había matado? … porque Hades quería reclutarlo en su ejército?.
- Hey Tenma, te pasa algo?
- No, solo pensaba
- Tu pensando? Hahaha eso suena gracioso
- Mmm
- No quería ofenderte Tenma… en verdad estas bien?
- Si Yato, quédate aquí con Yazuriha, necesito tomar algo de aire
- Estarás bien solo?
- Si, no te preocupes.
Ambos compañeros de escuadrón vieron como el Pegaso se marchaba; la actitud que había tomado su compañero no hace mucho, los preocupaba.
- Yazuriha, crees que Tenma este bien?
- Supongo que esta confundido
- Confundido?
- Tiene que pelear contra uno de sus mejores amigos, lleva una carga muy grande en sus hombros
- Si, nunca lo había visto de esa manera.
- Lo mejor será no presionarlo mas
- Concuerdo contigo.
Habían decidido acampar aquella noche; la luna alumbraba con todo su esplendor la magnífica oscuridad; Tenma se separo un poco, adentrándose en el bosquejo; quería reflexionar acerca de la vida de Sasha, la de Alone y la suya.
Miro la luna y la comparo con su amigo rubio; al igual que comparo al sol con Sasha, ambos eran tan distintos, uno en busca de la muerte y otro protegiendo la vida; pero tenían una semejanza; ambos eran importantes para el… y confundían su corazón.
Escucho el sonido de un pequeño arroyo, se sentía con sed así que se dirigió a beber; noto un pequeño claro, diviso fijamente y detallo una silueta; se acerco con cautela y se sorprendió de ver a su amigo Alone.
- No pensé que tuvieras el mal habito de espiar Tenma
- A… Alone… que haces aquí?
- El nombre por el que me llamas, o mejor, la persona a la que llamas no existe… yo soy Hades-sama, no lo olvides
- Devuélveme a Alone, se que aun sigue en tu interior.
- A veces resultas muy molesto
El rey del averno no se inmuto, al contrario se relajo mas en tomar su baño, últimamente era vigilado por sus sirvientes y no había dejado de pintar aquella pintura que surcaba el cielo; decidió tomarse un pequeño descanso, escapando de sus espectros y a el final de su recorrido fue ese pequeño y cristalino claro.
El azabache sintió la presencia del caballero a sus espaldas, no le preocupo, por lo cual, siguió con la tarea de contemplar su obra plasmada en el firmamento.
- Es hermoso, cierto? He trabajado mucho en el, por eso decidí tomar un pequeño receso.
- Si te asesino aquí, destruiré el lienzo
- No creo que seas tan vil para atacarme por la espalda en medio de mi baño, además si me matas, tu amigo también morirá.
- Porque de entre tantas personas elegiste a Alone?
- Estoy destinado a morir bajo tu yugo, esto es tan solo una trampa para que pierda de nuevo; no solo Atenea me odia; muchos más dioses lo hacen… buscan mis debilidades para hacerme caer.
- A que te refieres con debilidades?
- Este corazón que poseo, en este cuerpo, en esta época, sienten algo por ti; impedirá que en un futuro te mate, pero no evitara que tu lo hagas.
- Porque quieres tenerme en tu bando si sabes que soy quien te matara
- Aunque sea un dios, no tengo todas las respuestas
- Aunque este obligado a aniquilarte no quiero hacerlo.
- Te veras forzado a hacerlo, y no solo por Atenea; pero yo no les daré el gusto a los demás de verme caer; luchare hasta que mi cuerpo quede sin la última gota de sangre.
- No puedes utilizar el cuerpo de Alone así * molesto*
- Ahora es mi cuerpo; y no tienes el derecho de objetar que debo hacer con el.
Hades salió del claro y encaro al caballero de bronce, dejo a relucir su torneado cuerpo, junto con su cabellera oscura pegada a su cuerpo. Tenma desvió su mirada; ahora entendía porque Hades había poseído el cuerpo de su amigo, su beldad era magnánima.
El rey del infierno tomo del mentón a Tenma, examino su mirada durante un largo tiempo, sonrió y hablo en el oído del menor.
- Veo deseo en ti por este cuerpo
- De que hablas? *sonrojado*
- No tengo inconveniente con permitirte jugar, al fin y al cabo; por mucho que intenten negarlo, Alone y tu no sienten cercanía de hermanos.
- No te confundas, las cosas no son así
- Haremos una pequeña prueba, después de eso veremos quien esta equivocado *sonriendo*
Con un movimiento de su mano, Hades retiro la armadura de Pegaso, dejando a Tenma sorprendido y vistiendo no más su ropaje; estrello al peli chocolate contra un árbol, agarro sus manos y las llevo sobre su cabeza.
- Que haces?... déjame
- Tal vez tu amigo hubiese sido mas gentil; pero yo no lo seré
El azabache intento besar al caballero pero este movía su cabeza para impedirlo; esto divirtió al dios del averno además de que lo excito aun más.
- El resistirte solo me provoca mas
- Déjate de juegos Hades, estoy aquí para pelear contra ti; no para calmar tu calentón
- Por fin osas llamarme por mi nombre; sonara mejor cuando me llames entre gemidos
El dios lo tomo bruscamente del mentón y lo beso; Tenma se resistía, no podía negar que le había gustado el sabor de aquellos labios, pero no era a su amigo a quien besaba, sino al rey del inframundo.
El azabache se molesto al no poder ingresar en la cavidad del caballero, movió su cuerpo simulando una embestida, haciendo gemir al castaño y aprovechando para ingresar su lengua en la del menor.
Al principio se resistió, no quería corresponderle al dios del averno; había jugado sucio al usar el cuerpo de Alone… el cuerpo que el tanto anhelaba. Sintió la cálida lengua del mayor incitar la suya y sin vacilaciones correspondió; unieron sus lenguas y las movieron a un compas apasionado, compartiendo cada cual su saliva.
- Hagamos una tregua momentánea Pegaso, tan solo por esta noche
- Piensas que estaré de acuerdo con esto?
- Las oportunidades solo se presentan una vez; si la desperdicias te arrepentirás en un futuro… aunque me derroten yo podre volver a reencarnar, pero no estoy tan seguro de que tu amigo lo haga.
- Como deje que Alone callera en las manos de un bastardo como tu.
- Las cosas fueron planeadas así Tenma, no sufras por eso.
Se sorprendió ante tales palabras, y no solo por ellas, sino por el tono con el que fueron pronunciadas; por un instante creyó que era su amigo quien le hablaba, soltó sus manos de las del mayor y tomo el rostro de su amigo.
- Alone… eres tu?
- Si te digo que lo soy, me dejaras continuar?
- Seas o no lo seas… aceptare la tregua…. Algo me dice que si continuo con esto aumentan mis esperanzas de recuperarte.
El dios sonrió con prepotencia, levanto al castaño he hizo que rodeara su cintura con ambas piernas, poso sus labios en el cuello del menor y comenzó a besarlo con parsimonia, subió por el bronceado cuello hasta llegar al odio del caballero.
- Entrégate a mi sin temores, esta noche seremos lo que realmente somos… dos mortales
El castaño jadeo con fuerza al sentir la lengua del dios meterse en su oreja; dejaría que sus emociones dominaran su cuerpo, no importándole nada más. Abrazo el cuello de su amigo y se dejo llevar por las deliciosas sensaciones.
Hades con cuidado, recostó al Pegaso en el pasto; con desesperación arranco la indumentaria que le estorbaba en su camino de probar la bronceada piel, anhelaba inconscientemente perderse en cada poro de la piel del caballero y no volver a su macabra realidad.
Su lengua se deslizo por el torneado pecho, hasta posarse en los dos erectos pezones, delineo la aréola con su lengua y luego lo succiono entretenidamente; sentía su cuerpo vibrar con cada jadeo que soltaba el castaño, profesando que su parte baja se acrecentara.
- Mmmm… ahhh… Alone * jadeando*
- Que exquisita es la fragancia que despide tu piel Tenma
- No digas eso *sonrojado*
- Porque?... se que te gusta escucharlo
El mayor siguió deslizando sus labios por el abdomen del castaño, hundió su lengua varias veces en el ombligo excitando con el al otro. Retiro con sutileza lo que restaba del ropaje del castaño y sonrió para si mismo al notar la erección el la hombría del Pegaso.
Se hinco entre sus piernas y desde las rodillas mordía hasta llegar al contra muslo, ahí succiono toscamente, dejando notables marcas.
- Ahhh… no tan… fuerte
- No quiero que tu cuerpo olvide que alguna vez fue mío
Siguió examinando aquel bronceado cuerpo hasta llegar a la intimidad del castaño, tomo la virilidad entre sus manos e inicio un lento sube y baja.
Para el menor aquel roce había sido majestuoso, las manos de su ahora amante se pasaban como seda por su intimidad; se exalto al sentir algo húmedo en su miembro, observo y noto que la lengua de Hades se pasaba por la punta de su falo.
- Mmm… ahhhh no hagas eso
- Dices eso pero en el fondo quieres que siga
Metió aquel trozo de piel en su boca, su lengua recorría desde la base hasta la punto, propiciando luego algunas felaciones lentas; las manos del castaño se enroscaron en sus oscuros cabellos, marcando un ritmo mas elevado.
Bombeo al ritmo marcado, excitándose mas al escuchar los lagos gemidos del Pegaso; podía comparar aquella melodía con las más finas sinfonías que había escuchado a lo largo de su vida, solo que esta era provocada por el y era escuchada solo por el.
Tenma suspiro pesadamente antes de culminar en la boca del dios; aquel orgasmo lo había nublado, no quería pensar solo tratar de suprimir los espasmos de su cuerpo. Hades tan solo trago, saboreando aquel dulzor que le ofrecía el castaño.
- Te ha gustado Tenma?
- No… no me preguntes eso *respirando con dificultad*
- Ahora es mi turno Tenma
El azabache se abrió paso entre las piernas del Pegaso, restregaba su miembro contra la entrada anal del otro, simulando penetraciones. Para Tenma esto fue el detonante para otra erección y con esto en su corazón comenzó a surgir una necesidad… la necesidad de que Alone lo hiciera suyo.
- Ahhh… por favor no juegues mas… quiero sentirlo adentro
- Yo también necesito hacerte mío
Lamio tres de sus dedos ante la mirada expectante del castaño; cuando los hubo lubricado metió uno por uno en el orificio del castaño; lo sintió tensarse por lo cual comenzó con suaves besos.
- Te dolerá al principio, pero luego será placentero
- Continua, podre soportarlo
- No esperaba menos de un caballero de Atenea
- No lo menciones… no por esta noche
- Tienes razón, esta noche seremos solo tu y yo
Masajeo con sus dedos aquel orificio, con el fin de ensancharlo un poco; toco varias veces el punto clímax del castaño, haciéndolo gemir de sobremanera; retiro sus dedos y luego introdujo la punta de su miembro, siendo ayudado por una de sus manos.
- Trata de no tensarte Tenma, así tu agonía será mínima
- Solo hazlo
De una embestida entro por completo en el interior del caballero; sentía como la estreches el menor lo embargaba; busco el rostro de su amante y noto pequeñas lagrimas recorrer las carmines mejillas… las retiro y beso con ternura, transmitiéndole tan solo un poco de los sentimientos que guardaba.
- Quieres que me mueva?
- Si
Penetro con suavidad, no queriendo dañar al cuerpo debajo de él pero al pensar en eso su mente se hizo caos; por una parte quería dañar y oír los ruegos dolidos por parte del castaño y por otra, quería tratarlo como si de un cristal se tratase… Alone aun irrumpía en su pensamiento y sus decisiones. Admiraba la determinación de aquel humano, por eso quiso su cuerpo como contenedor.
- Mmmm… ahhhh… mas… hazlo mas rápido Alone
No le presto atención al nombre pronunciado por el Pegaso; aumento el ritmo de su vaivén, sacando y metiendo su miembro bruscamente. Fijo su vista en la cara del castaño y sus gestos lo excitaron mas… el rostro del menor yacía sudado, con los ojos cerrados y de su boca escurría un fino hilo de saliva… aquella imagen jamás la olvidaría.
- Ahhh… Tenma, tu interior es tan cálido
- Ahhh….mmmm siento…siento que ya no puedo mas
El dios apuro su vaivén a un tono mas desenfrenado, y como tal había dicho Tenma, llego a su máximo punto liberando su orgasmo en ambos pechos, seguido del dios que lleno su interior. Se miraron fijamente mientras regulaban sus respiraciones, cada cual contemplándose y perdiéndose en sus orbes.
Hades beso con pasión al Pegaso quien se dejo hacer, luego se volvió a introducir al claro por un corto tiempo; al salir chasque sus dedos y las hermosas túnicas negras cobijaron su cuerpo.
- Hasta aquí ha llegado nuestra tregua joven caballero
- A quien de los dos me entregue?, al dios del inframundo o a mi amigo Alone?
- A ambos
- Antes de que te vayas… crees que pueda recuperar a Alone?
- Tal vez puedas hacerlo sino te dejas doblegar a lo que te tienen destinado; burla al destino como acabamos de hacerlo.
Antes de objetar algo, el dios desapareció ante sus ojos; aquel encuentro no solo le había hecho pasar una maravillosa experiencia; sino que también le había devuelto la esperanza de recuperar a su amigo.
Hades apareció en aquella torre a la que fue confinado por Pandora, se arrimo al espejo y en vez de su reflejo vio el de un joven de cabellos rubios y orbes azules.
- Usualmente no haces mucho acto de presencia; acaso algo te desagrado?
- Sabes las razones por las cuales te concedí mi cuerpo; para mi es fácil volver a recuperarlo.
- Acaso me amenazas?... a mi, el gran Hades
- No es una amenaza, es una advertencia; no quiero que le hagas daño a Tenma, es lo único que pido.
- Eres un humano interesante Alone, tienes mi palabra de no dañar al caballero de Pegaso. Y dime, te gusto lo de hace rato?
- No tengo porque responder, aunque nunca imagine que fueses a usar mi cuerpo para tales cosas.
- Era algo que los tres queríamos no?
Aquel reflejo se marcho del espejo al sentir un golpeteo en la habitación; Pandora quien tocaba, se hallaba preocupada al escuchar otra voz proveniente de aquella recamara.
- Que sucede Pandora?
- Disculpe mi interrupción Hades-sama, es que pensé… que alguien se encontraba aquí
- No, solo reflexionaba en voz alta
- Ha sucedido algo Hades-sama?, le noto feliz
- Así es Pandora, estoy feliz porque hoy he burlado al destino… no permitiré que el destino al que estoy predestinado se cumpla… “NI PARA MI… NI PARA TI PEGASO”