Mi nombre es Daisuke Takami, tengo veintiséis años, vivo en casa de mi tío y de mi prima.
Hace tres años mi padre me corrió de casa porque le dije que era bisexual y que no me casaría con la horrible prometida que me había escogido.
Por suerte mi tío siempre me ha apoyado en todo y me permitió quedarme con él, pero ahora estamos pasando por una situación delicada y debo pedir ayuda a la persona que más odio en toda mi vida….mi padre.
Salí esa tarde de mi trabajo y tome el primer taxi que pude coger, no tarde mucho en llegar al edificio donde trabajaba él, por lo que decidí esperar un poco más, y fue ahí cuando lo vi un chico peli naranja, de ojos verdes, era más bajito que yo y llevaba el uniforme de la empresa.
Dai.- hola, disculpa sabes si aquí trabaja el señor Ichimaru Takami.
¿?.- sí, es el jefe, pero por ahora no buscan empleados.
Dai.- no busco empleo, el es mí…mi padre, y debo hablar con él.
¿?.- soy su asistente, por favor sígame y le mostrare el camino.
Mientras el comenzaba a caminar, yo me dedique a mirarlo disimuladamente, tenía un cuerpo exquisito, delgado y su piel era bastante blanca.
Dai.- oye cómo te llamas.
Kio.- soy Kioya Othonami…
Porque ese apellido me suena tanto. No pude seguir pensando porque llegamos a la puerta de la oficina y de inmediato escuche un grito familiar, al parecer alguien había olvidado darle unos papeles a mi padre y este se había enfadado.
Kioya-kun se atrevió de cualquier forma a tocar la puerta, por la cual salió corriendo una mujer rubia, yo seguí a Kioya-kun para poder entrar a la oficina.
Ichi.- que sucede Kioya.
Kio.- lo están buscando señor.
Ichi.- quien…
Ese sujeto al fin se digno a alzar la mirada y claro como lo esperaba me dedico una de sus frías miradas, creo que ahora se porque mamá nos abandono.
Ichi.- por favor retírate Kioya.
Kio.-con su permiso señor.
Kioya salió, no sin antes verme a los ojos con algo que yo descifre como tristeza.
Ichi.- que rayos quieres mocoso.
Dai.- no puedo venir a ver al hombre que me procreo porque ya piensa que quiero algo de él.
Ichi.- ve al grano, no tengo tu tiempo.
Dai.- no me sorprende…solo quiero aclararte que si vine aquí fue porque mi tío y yo ya no sabemos a quién mas recurrir.
Ichi.- es por lo de su bancarrota, no.
Dai.-si, Yahiko se llevo el dinero de este mes…mi tío está preocupado por….
Ichi.- no tengo tiempo para seguir con esto, mis condiciones son simples tu e Itzumi se vienen a vivir conmigo.
Dai.- a ella no la metas, mi prima aun es muy pequeña y necesita de su padre…ella no pasara lo que yo pase contigo.
Salí corriendo de ese lugar hasta llegar a un pequeño parque cerca de ahí. Me senté en un columpio y comencé a llorar como el día que mamá nos dejo.
Flash back*
Se encontraba un pequeño corriendo por toda la casa, hasta llegar a la puerta donde su madre sostenía una maleta y hablaba con otro hombre.
Dai.- no te vayas mamá…por favor.
Ella no volteo ni a verlo solo salió de la casa y subió a un auto negro.
Ichi.- aprende de esto hijo…en la vida no puedes contar con nadie que no seas tú mismo.
Fin flash back
Desde ese día y hasta que cumplí dieciséis años, mi padre me educo para ser un empresario como él, así como me comprometió con Azuma Tetzuya la hija de su ex socio.
Me levante del columpio pero escuche como me llamaban, era el asistente de ese tipo.
Kio.- Daisuke-san, espere.
Me detuve y espere hasta que el me alcanzo.
Kio.- se le cayeron sus llaves.
Dai.-gracias.
Kio.- de nada…se encuentra bien.
Dai.- no es nada, eh pasado cosas peores.
Kio.- sé que no es de mi incumbencia, pero creo que ustedes deberían de habar.
Dai.- que tanto sabes de mi padre.
Kio.- el me salvo la vida hace tres años, y desde entonces trabajo para él.
Dai.- ¿cuántos años tienes?
Kio.-yo…tengo veinticuatro años.
Dai.- valla creí que eras más pequeño
Kio.- que quiere decir con eso….además cuántos años tienes tú.
Dai.- tranquilízate, yo tengo veintiséis…no pretendí molestarte
Kio.- te disculpo pero solo por esta vez…
Dai.- sabes parecemos novios discutiendo por…
En ese momento Daisuke siente como algo golpea su mejilla y al abrir los ojos ve a Kioya con la mano levantada.