Porque para ser felices hay que sufrir...
by zutte-chan
capítulo 1
Incontables destellos de luz comenzaban a inundar la escena. Los hombres de uniforme azul agarraban bruscamente al escritor del brazo, un pequeño grupo trataba de detener al pequeño cantante.
- basta! dejen a Yuki, el no ha hecho nada malo! - gritaba mientras las lágrimas se comenzaban a asomar en sus hermosos ojos amatistas, luchaba con todas sus fuerzas, quería estar con Yuki.
Esa mañana tan tranquila y pácifica como había comenzado no duraría mucho, la feliz pareja se encontraba desayunando en su lujoso departamento. Shuichi comía lo mas a prisa que podía ya que estaba algo retrazado para llegar a N-G y no quería ver a K haciendo un hoyo en la pared con una granada, ya que el escritor se había molestado mucho con las obras.
- baka - susurró el escritor
- si, Yuki dime! - dijo Shuichi alegre. El rubio volteó su cabeza a un lado y luego volvió a dirigirle la mirada.
- hoy no tengo mucho trabajo, de hecho voy a llevarle a Mizuki el manuscrito de la novela, asi que... como.. ya tenemos mucho tiempo sin salir...- la respuesta estruendosa de parte del pelirosa no dejó terminar al escritor con su pequeña propuesta, claro que la respuesta era un rotundo sí. Estaba tan emocionado su Yuki lo llevaría a algun lugar mas tarde. Se escuchó el timbre, cosa que puso a Shuichi nervioso, a lo mejor era K, ya tan tarde era, mejor se apresuraba a abrirle.
- Tú termina, iré a ver quién es - se levantó de su asiento siendo seguido por la mirada enamorada de su baka.
El rubio abrió la puerta esperando encontrarse con cierto rubio norteamericano, en su lugar estaban alrededor de 5 oficiales de policía, miró confundido a lo hombres - desean algo? - dijo secamente con su frí mirada
- Ciudadano Eiri Uesugui, si nos permite acompañarnos a la comisaría - dijo uno de los uniformados
- he, y a que se debe su agradable invitación - dijo burlonamente
- usted deberá ser detenido por el asesinato de Yuki Kitazawa - Solo atinó a mirar sorprendido, cómo se habían enterado, debía ser esto unmal sueño, si tal vez.
- lo siento, pero no entiendo a que se refiere - trató de parecer firme
El pelirosa se acercó al recibidor, encontrando a Yuki hablando con un grupo de oficiales, por qué estaban frente a su puerta, no entendía.
- dejeme explicarle señor Uesugui, se han ecnontrado pruebas acerca del asesinato de Yuki Kitazawa sucitado en New York - al escuchar esto el pelirosa se acercó corriendo al rubio.
- de qué hablan? deben estar equivocados, no? verdad Yuki?- miró al escritor que tenía su vista fija a la nada.
- si nos permite, tenemos una orden de arresto - se acercó uno de los hombres con un par de esposas, el rubio reaccionó y bajó la cabeza dando a entender que acepataba.
- noo! tienen que estar equivocados - trató el pelirosa de evitar que aquel hombre le pusiera las esposas a su amado Yuki, sabía que había cometido aquel asesinato pero fue en defensa propia, no iba a permitir que se llevaran al escritor.
- detenganlo - pidió el oficial tomando de la cintura al cantante
- sueltenme! - trataba de liberarse, en un descuido del oficial, le dió una fuerte patada cerca de sus partes nobles, aprovechando para acercarse a Yuki, siendo alcanzado por los otros oficiales, tirandolo al suelo, el escritor al ver como trataban de inmovilizar al pelirosa, escapó de las manos del oficial encargado.
- SHUICHI! - le dió un fuerte empujón a los hombres
- Yuki - comenzaba a llorar -
- lo siento Shuichi se que algún día debía suceder esto, pero todo estara bien - trató de decir calmado, mientras los hombres se volvía a acercar nuevamente para llevarse al rubio, los vecinos al escuchar tal escandalo comenzaron a acercarse y captar las imagenes de los hechos.
- basta! dejen a Yuki en paz! - comenzaba a gritar el pelirosa siendo inmovilizado de nuevo por los oficiales.
- Cómo?!! - gritó el rubio de ojos verdes
- ocurre algo Tohma? - dijo K viendole
- K, alguien se ha enterado del asesinato de Kitazawa, estan en el departamento de Eiri-san - el americano solo dirigio una mirada sorprendida
- shit! - murmuró - será mejor que nos demos prisa - dijo cargando su magnum.
- pagará caro el maldito que hizo esto - dijo seriamente el rubio.