Desde hace mucho tiempo que somos amigos, pero también hace un año empezé a verlo como algo más que amigo, al principio no lo quería aceptar, puesto que no me acostumbrava a la idea de que me gustase un amigo, pero luego ya, me dejé de tonterías y empezé a verlo como algo más. Por ese tiempo también, hace poco que había roto con el que era mi novio, pero no fue una decisión frustrante, puesto que al cabo de un tiempo de relación, lo dos llegamos a la conclusión de que nos queríamos, sí, pero no como novios, sino como hermanos, por eso decidimos dejarlo.
Un día, creo que estaba algo pasadito de copas, me ateví a decirselo, y buena fue mi sorpresa de que me dijo que él también sentía lo mismo por mi, después de eso, los dos nos pusimos a hablarlo, ya que... no nos confíabamos mucho, pensabamos que lo dijimos por las copas de más, pero nos dimos cuenta de que lo que dijimos era cierto, por eso decidimos empezar a salir.
Pero desde hace semanas, veo que él está un poco alejado de mi, llega muy tarde, cada vez me cuenta menos cosas, y a veces si le pregunto se enfada, pero a veces viene en plan cariñoso conmigo y me trata muy bien, creo que a este paso me va a volver loco, en ocasiones me da algo de miedo acercarme, porque a lo igual me trata bien o a lo igual me trata mal. Por eso no tuve otra que contarselo a alguien, esto está empezando a superarme.
- Ya no sé que hacer Shou, a veces me da miedo.
- No lo entiendo, si cuando estais con nosotros te trata muy bien, con cariño, con mucho cariño, no pensé que luego se portaba así contigo, ¿no has pensado en seguirlo?
- Claro que no.
- Pero... perdona que te lo diga, ¿y si te engaña con otro?
- No lo creo.
- ¿Cómo lo sabes?
- Digo, me daría cuenta, y cuando viene a casa, no veo ninguna señal de que pueda engañarme, además, a veces hasta me trae regalitos y cosas así, pero veo que se está alejando de mi, sólo se porta bien, cuando estais vosotros.
- Pon, yo que tú lo seguiría, dime... ¿desde hace cuanto que no haceis...?
- Más o menos desde que empezó esto.
- ¿Y cuanto tiempo es eso?
- Tres semanas.
- ¿De verdad nada de nada?
- No, nada.
- Si quieres puedo hablar con él.
- ¿Lo harías? - vi en su propuesta un poco de esperanza.
- Claro.
- Oh, gracias - le dije abrazandolo.
- De nada, ya sabes, todo por mi hermanito jeje, ya veras, cantara sí ó sí.
- Shou, nada de amenzas.
- Vale, nada de amenzas.
Pasaron unos días más y Shou me dijo que ya había hablado con él, pero que todavía no me iba a decir el que le había dicho, cosa que a mi me molestó, porque me estaba muerto de ganas por saber que le había dicho, pero mientras, él seguía igual, seguía saliendo por las noches y llegando tarde, últimamente me llega de buen humor, tanto es así que cuando estoy dormido me despierta, sólo para decirme que ha llegado y que se va a tumbar a mi lado para abrazarme. La verdad, no sé que pensar, a lo mejor, Shou tiene razón, puede que me esté engañando, espero que no sea eso.
Un día, a la hora de comer, de me di cuenta de que Shou estaba embobado mirando hacia la mesa, donde normalmente suelen comer los chicos de ViViD, al principio no me di cuenta a quien miraba exactamente, pero luego cuando uno de ellos se levantó, Shou lo siguió con la mirada, no es normal que nuestro Shou se quede así. Como ellos se habían llegado antes, se fueron, me seguí fijando y Shou seguía mirandolo, hasta que desaparecieron, entonces escuché un débil suspiro, creo que nuestro Shou, está enamorado. Los días siguientes, la historia se volvió a repetir y creo que Tora también se dio cuenta, por eso empezó a molestarlo.
- Déjame Tora, no digas tonterías - le repetía una y otra vez Shou, cuando ellos ya tenían rato de haberse ido.
- ¿Seguro? a mi me parece que no son tonterías, confiesa - le decía a modo de burla - vamos Shou, canta por esa boquita - empezaba a pincharle con los dedos.
- Tora, ¡que te den! - le dijo, llamando la atencion de los que estaban a su alrededo, a lo que se sonrojó un poco.
- Ay, pobrecito, nuestro conejito se ha sonrojado, que mono - dijo dandole un abrazo, creo que este cada día peor. Así se pasó el resto de la comida, menos mal Saga y Nao, estaban hablando, sin hacernos caso, que sino, para el pobre de Shou, hubiese sido peor.
Parecia que el tormento de Shou iba a seguir, pero Akiya se acercó un rato para hablar con Tora, pero ahora me tocaba a mi.
- Te gusta Shin, ¿verdad?
- Oh Pon, ¿tú también?
- Tora y yo nos dimos cuenta, lo estabas mirando mucho, anda, a mi no me lo niegues - le dije mientras entrabamos al ascensor - no se lo puedes negar a tú hermanito - le dije poniendo ojitos.
- Bueno, vale, pero... está bien, sí, me gusta, pero no quiero que nadie lo sepa.
- ¿Por qué? si no es nada malo, además, él está bien para ti.
- Pero tampoco es que lo conozca mucho, apenas hemos hablado.
- Pues intenta acercarte a él. Mira si quieres yo te ayudo, podría hacer...
- No harás nada. No quiero que hagas nada, aparte no estoy muy seguro.
- Bueno, pero tú primero debes asegurarte y luego me avisas.
- Si con eso me dejas en paz, vale.
Lo que nos quedaba de ensayo, lo apsamos bien, aunque al final acabamos molidos, pero siempre era divertido ensayar, al menos, yo soy el único que no se queja mucho, pero mi Saga, se queja por los dos, pero igual hay que soportarlo. Al salir, Shou y yo paramos en un bar, para hablar un rato, ya que esta vez Saga, decidió irse con Tora. Aunque fueron muchos los intentos de intentar sacarle algo Shou, sobre su conversación con Saga, no me dijo nada, sólo me contestó ''ya te lo diré''. A él como que no le importa mucho, pero para mi no, soy yo el que necesita saber, porque hace todo eso, si siempre que lo intento, me dice alguna cosa y luego me deja solo. Yo ya me aburro, antes si por el fuera, se pasaba toda la tarde pegado a mi, abrazandome o cosas así, pero ahora ni eso, quiero saber que cosas hace cuando sale por la noche, porque no creo que él sea un chico más que se encuentra en las esquinas por las noches.
Aunque ese día llegó temprano a casa, estabamos los dos en la sala, viendo la tele, pero yo estaba en el sillón, no vaya a ser que le moleste que me siente a su lado en el sofá.
- ¿Qué haces ahí Pon? ven aca hombre, pareces un niño al que acabo de regañar - entonces me levanté y me senté junto a él, que me abrazó muy fuerte.
- Saga, ¿hoy vas a salir? - le pregunté un poco dudoso.
- No, hoy me quedo.
- ¿Y eso?
- Tú conformate con que me quedo - me dijo, en momentos así muerdo de ganas por saber que habló él con Shou, que hablaron, que le dijo, por eso aprovechando que fue al baño, cogí el móvil y llamé a Shou, no soportaba estar más así, el ''ya te lo diré'' se me hace muy lejano, ¿tan malo es?
- Por favor, necesito saberlo.
- No Pon, no te lo voy a decir.
- Pero... ¿no entiendes? - empezaba a cabrearme un poco, ya me estaba desesperando - necesito saberlo - le repetí de forma lenta - tienes que entenderme, no puedo seguir así, tú estaría igual que yo, si te pusieras en mi lugar, por favor, dímelo, necesito saberlo.
- ¿El qué necesitas saber, Pon? - me preguntó Saga, si Shou no hubiese tardado tanto en contestar, Saga no me abría pillado, así que le colgé.
- No, nada - le dije intentando ocultar la desesperación que se notaba en mi cara.
- Dímelo - ahí estaba de nuevo el Saga que yo conozco, el Saga que empieza a ponerse agresivo - Hiroto dímelo - me dijo, notandose en su voz, que me estaba obligando, tenía miedo, tenía que decirle algo, hasta ahora no ha llegado a tocarme, pero igual tengo miedo de que me haga algo.
- Vale, pero... prometeme que no harás nada - lo siento Shou, el miedo ahora me puede - intentaba que Shou me dijera quien le gusta - espero que me crea.
- ¿A Shou le gusta alguien? - me preguntó.
- Sí, ¿por qué crees que Tora se la pasó molestandolo?
- Pensé que Tora estaba bromeando - eso me suena a que me creyó, aunque... luego tendré que disculparme - pensé otra cosa, cuando te escuché hablar - dijo sentandose a mi lado y abrazandome.
- Prometeme que no lo vas a molestar, suficiente tiene con Tora.
- Sabes que eso es imposible.
- Prometemelo Saga.
- Vale, está bien, no le diré nada, pero cuando sepas quien es, me lo dices, yo también quiero saber quien es ese.
De verdad, a veces pienso que Saga sufre de algun trastorno bipolar, lo suyo no es muy normal, primero me trata bien, luego no, luego sí, no lo entiendo. Estaba preparando la cena, él siempre se queda sentado viendo la tele mientras yo hago la cena, pero eso al principio no era así, siempre me ayudaba, pero claro, las cosas cambian. Estaba preparando la cena, cuando el vino por detras mio y empezó a darme besos por todo el cuello.
- Vamos a la cama Pon - me decía mientras metía sus manos por debajo de mi camiseta.
- No, luego Saga, tengo que terminar la cena - le decía mientras intentaba quitar sus manos de mi cuerpo.
- No, yo te quiero ahora, quiero tenerte ahora - me decía mientras volvía a meter sus manos por debajo de la camiseta, pero esta vez, llevó una de sus manos hacia mi zona más intima, empezaba a acariciarla.
- No Saga - le dije separandome de él, mi brazo hacía de barrera.
- No Hiroto, te digo que quiero ahora y vamos ahora - dijo cojiendome bruscamente del brazo y llevandome a regaña dientes hasta la habitación, intenté safarme de su agarre, pero me tenía fuertemente apretado, hasta empezó a hacerme daño, hubo un momento en que empezamos a focejear, él me miró con muy mala cara, vi en sus ojos la rabia, me dio miedo. Ojalá pasara algo que lo detuviera. En el pasillo me empujó contra la pared, me di un golpe en la cabeza, pero no me dolió mucho, solo me quejé un poco, pero aún así, a él no le importó, intentó besarme, pero yo no quería, aunque apartara mi cara, él es más fuerte que yo, y cogió mi cara con una mano, no podía escapar.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español