Hoy es la última noche del año que suma 9, hoy es
31 de diciembre de 2007... He decidido dar un giro a mi vida y dejar atrás muchas cosas. Por fin cumpliré mis propósitos: haré una dieta, ahorraré mucho dinero para
comprarme el auto que quiero, o tal vez me vaya a
vivir sola...pero sobre todo...olvidaré a la persona que poco a poco se coló en mi corazón y aun sabiendo que amarla era inútil, pues ella nunca me había visto más que como a una niña no podía evitarlo. Me sentia como una total idiota anhelando algo que no iba a tener.
Y ya no quería mas eso. De manera que si una quiere iniciar una nueva vida debe romper todo lazo con aquello que quiere dejar atras. Asi que ya sin importarme nada tomé mi celular y escribí un mensaje breve "Necesito hablar
contigo...llamame hoy por favor", busqué su
numero en la agenda y le pulsé el botón SEND.
Ahora solo tenia que esperar su reacción. Habia dado el primer paso hacia mi libertad sentimental y ya no habría vuelta atrás.
En esta noche en que hacemos tantos propósitos y
no cumplimos ninguno, en que bajo ninguna circunstancia debemos estar solos, yo lo estaba.
Sentada en el sofa, estaba esperando "¿Qué esperas?". Me pregunté. "Cualquier cosa...". "Que el tiempo pase
rapido... que este año tan difícil para mi termine ya...que esa persona..."
Hasta ahi quedaron mis pensamientos interrumpidos
por el ring del teléfono. Dudé sobre contestar o no...al final lo tomé. Eran las 11:00 de la noche.
–Hola...
–¡Hola! -su voz vibrante, suave... susurrante que me
hacia perder el control... mis manos
temblaron –¿Corazón estas ahi?
–S...Si. -El temblor de mi voz me delató –¿C...Cómo
te fue en el trabajo?
–Mmm bien, estos dias son algo especial.
–Ahh...
–¿Y...de que querías hablarme?
–Y..Yo...
No había esperado que mis nervios me traicionaran
de esa forma.
–Lo que pasa es que yo...
–Dime.
–Tú...tú...yo...te quiero.
Silencio por el otro lado de la línea.
"¡No!"
–No te preocupes...no espero que me
correspondas...en realidad, creo que no puedo
esperar nada...
–A...
–Perdóname por decirte eso, no quería molestarte,
es solo que...yo sé que pedirte que sientas algo
por mi es egoista, ya que apenas y tienes tiempo
para ti, ademas...no olvido que...para ti hay otra
persona...
–A...
–¡Espera! dejame terminar...tal vez esta sea la
ultima vez que hable contigo...se que esta no es
la manera de decir algo asi, pero seguramente en
persona no hubiera podido hacerlo...si vieras como
estoy...ahh...es solo que...yo necesito...empezar
mi año en cero, necesito olvidarte...por eso
yo...estoy terminando con algo que nunca empezó,
con algo que no tiene futuro...asi que...¡adiós!
Colgué el teléfono rápidamente sin esperar
réplica. Ahora era libre, sin embargo no sentía
felicidad alguna, mas si un enorme deseo de
llorar.
El telefono sonó de nuevo. Tal vez mi madre
hubiera llamado porque se apiadó de mi...
–Hola...
–Abreme la puerta - Era ella. Su voz sonaba
seria.
–¿E...estás aqui?
–¿Pues donde más? déjame pasar.
Colgó el teléfono y yo hice lo mismo. Fui con paso
vacilante a abrir la puerta. Allí estaba, frente a
mi. Observándome con su intensa mirada color
caramelo.
–¿Qué...haces aqui?
–Recibí tu mensaje el jueves donde me contabas que
estarías sola...me preocupé, asi que saliendo del
trabajo tomé un taxi y vine a verte...pero...
–Pasa...es peligroso que estemos afuera,
además...no sé porque te molestaste en venir...si
vives al otro extremo de la ciudad y bien sabes
que a esta hora no encontraras como regresar a
casa hasta mañana...
Sonrió y me miró fijamente.
–Es que...ese era mi propósito.
–¿Qué? ¿De qué estás hablando?
–No creiste que haría como que lo que me acabas de
decir realmente no ocurrió, ¿no?
–No tienes por qué hacer nada...
–¡Ay niña! ¿realmente eres o te haces?
–¿Qué?
–Pues, ingenua. Vine porque te amo tonta. Por qué
esta es la noche que escogí para convencerte...
–¿Pero y la otra persona?
–Shh... - me puso un dedo en los labios –¿Qué importa?
eso es parte de el pasado. Mi presente y mi futuro
si quieres eres tú.
–Espera un segundo...¿qué acabas de decir?
Me miró con exasperación y me tomó por los hombros
acercándome a sus labios y me besó
apasionadamente. Despues se separó con suavidad.
–¿Así esta bien?
–Aclaramelo...aun como que no entiendo...
Me volvió a besar. Justo en ese momento el reloj
marcó las 12:00. Al parecer el año empezaba de una
manera que no habia planeado, de una manera mucho
mejor a la que esperaba.