Su cara de desconcierto era más que evidente, jamás imagino que la persona de la cual su prometido estuviera enamorado era él, su mejor amigo… giro un poco su rostro y lo vio no muy lejos de ellos, con incredulidad pintada en su rostro, le pregunto de nuevo a su pareja.
Carlo: Katou, el mismo Katou que conozco – Kyousuke solo asintió- vaya si que es pequeño el mundo, ahora entiendo su comportamiento – seguía mirando como Katou se los comía con la mirada – si hasta parece que en cualquier momento se lanzara y me atacara.
Iwaki: lo sé, cuando lo vi sentí que todo mi mundo se paralizaba, la verdad no creí que lo volvería a ver – tomo un poco de lo que tenía en su copa, giro a ver a Katou y lo que vio no le gusto nada – pero tal parece que a él no le afecto nada el verme.
Carlo: estás loco, acaso no ves como me mira, sé que es tonto al no decirte nada y no venir a – no pudo terminar ya que una voz sonó en el lugar interrumpiendo a todos.
---: bien, como ya sabrán están aquí para ser testigos del compromiso entre los hijos de la familia Iwaki y la familia Monte Carlo, después de esta canción, daremos inicio a celebración oficial, así que espero que disfruten la pieza.
Varias personas pasaron a la pista y por supuesto Carlo e Iwaki se dispusieron a bailar.
Del otro lado de la pista se ve como un joven azabache quiere sacar a bailar a un blondo que no parecía estar del todo contento.
Estaba sosteniendo un anillo, más bien con la desesperación no lo dejaba quieto, ya se lo quitaba ya se lo ponía, cosa que desespero de más a su acompañante.
Uruchizaki: deja de hacer eso – le dio un golpe en la mano – porque mejor no me sacas a bailar, ya me aburrí –antes de que pudiera agregar mas ya era arrastrado hacia la pista, quedando bastante cerca de la pareja festejada.
Katou tomo a Uruchizaki muy fuerte por la cintura y comenzó los movimientos lentos marcados por el ritmo de la música.
Uruchizaki: no se qué te pasa hoy, pero deberías ser más delicado – no pudo terminar de hablar ya que los labios de Katou lo callaron, ya no soportaba ver como Carlo tenia tomado a su Kyousuke de la cintura, sentía rabia, frustración y sobre todo: dolor.
Besaba frenéticamente a Uruchizaki, era mucho el dolor que sentía, pero no se dejaría amedrentar por esa mirada verde, no, no caería ante su hechizo.
Uruchizaki: Katou qué demonios te pasa – lo alejo lo suficiente de él, le había roto el labio, Katou era salvaje pero ahora sí que se paso.
Katou: necesito hablar contigo – lo tomo del brazo y se dirigieron hasta la salida, perdiéndose de la vista de cierto azabache que ya llevaba un buen rato mirándolos.
Carlo: no te preocupes, todo saldrá bien – lo arrimo más a su cuerpo y bailaron mas pegados, Iwaki recargo su cabeza en el hombro de su prometido y se permitió arrullarse por la música.
Iwaki: no puedo calmarme, el… se fue con su acompañante, se veía bastante enérgico, ja si ya me imagino a donde lo llevo, para mi nada saldrá bien, lo sé, por eso quiero que tú seas feliz, tienes hasta el término de la canción, lo vas a hacer?
El blondo ya sabía a qué se refería, minutos antes lo habían discutido, su destino y felicidad dependían de esa noche, esa noche en la cual le propondría matrimonio, tenia listo todo lo que quería decir, y lo más importante, tenía el anillo.
Iwaki: bien, aquí comienza todo – la canción había terminado, Carlo lo tomo de la mano y con el anuncio de un interlocutor, los dos se dirigieron la plataforma del lugar y así dar comienzo a su nueva vida.
Entre la gente se encontraba un joven de facciones finas, alto y de cabellos rubios cortos, su nombre: Yuri Magira, el amaba a Carlo, lo amaba con todo su ser, no hace más de un año que salía con él, aun sabiendo que tenia a un prometido y que pronto se casaría, Carlo lo había invitado a su fiesta de compromiso la noche anterior, no quería ir, en gran parte era su culpa, ya que el mismo fue quien lo incito a tener esa aventura, no sabía si amaba a su prometido pero cuando le hablo de él y de la fiesta vio cierto brillo en sus ojos lo cual le dio un indicio de que tal vez si lo amara, y he ahí, ahora su amado diría unas bonitas palabras y se declararía ante todos, todo terminaría, sabía que al ir todo terminaría, el quedaría con el corazón destrozado y Carlo estaría a un paso del altar.
Carlo tomo el micrófono y soltó la mano de Iwaki, era ahora o nunca.
Carlo: buenas noches, espero que se la hayan pasado bien, muchas gracias por acompañarnos en este momento tan importante tanto en mi vida como en la de Kyousuke – el corazón le iba a mil por hora, Kyousuke le alentaba a seguir, tenerlo a él era su mejor apoyo – ustedes están aquí para presenciar un compromiso, un compromiso entre dos personas que se aman – tomo la mano de Kyousuke y comenzó a recordar cada pequeña cosa que vivió con él, desde su compromiso hace dos años, hasta hace unos momentos cuando hubieran hablado de su futuro – Kyousuke es la mejor persona que he conocido, es dulce, amable, pero sobre todo tiene un corazón de oro – la gente los miraba con cierto brillo en los ojos, la pareja se veía tan tierna, Carlo hablando tan bien de su prometido y el menor de los Iwaki con ese rubor en sus mejillas, la verdad era un gran espectáculo para cualquiera que lo viera – cuando lo conocí creí que no era nada más que un niño mimado, y aun lo es – la sonrisa no se iba de los labios de Carlo, así que la gente no lo tomo a mal – pero lo es en buen sentido, jamás permite que alguien pase sobre él, aun en las peores circunstancias defiende lo que piensa y más aun defiende lo que está bien, hace dos años, bajo la lluvia, un ángel lloraba, pero ese ángel encontró amor, encontró alegría, y así ese ángel se lleno de luz – la gente creía que hablaba de cómo su relación se dio – y yo… yo encontré a ese ángel – un ahh se escucho por todo el lugar – un ángel que me enseño lo bello de la vida, un amigo por sobre todas las cosas – Carlo pudo divisar como en el público se encontraba Magira a punto de marcharse, volteo a ver a Kyousuke y este le dio permiso para que siguiera – pero… no encontré amor con eses ángel, lo quería, si, y lo sigo queriendo, como a un hermano al que quiero proteger, porque ese ángel no tiene la culpa de nada, es una persona inocente, una persona llena de amor, pero ese amor tampoco es para mí – Magira solo lo veía asombrado, como es que hablaba así frente a todas esas personas, que era lo que tramaba?... y mejor aun, porque Iwaki se veía tan tranquilo?.
La gente no podía creer lo que oía, acaso el joven no lo estaba rechazando?
Carlo: pero eso no quiere decir que no hayamos encontrado el amor, yo… yo lo encontré en la persona más maravillosa de este mundo, la persona que con solo una mirada logro cautivar mi corazón, aun recuerdo la primera vez que lo vi, fue el día más perfecto de mi vida, y en parte… fue gracias a Kyousuke, el siempre me ha acompañado en los mejores momentos, desde que mi vida cambiara, porque gracias a su ayuda cambie.
---flash back ----
Estados unidos
Un joven de unos 18 años paseaba por el enorme jardín de su casa, estaba furioso con la noticia que su padre le había dado.
Como se suponía que aceptara eso, jamás creyó que su padre callera tan bajo con tal de mantener su nombre y buen prestigio, hacia apenas unos minutos le había comunicado que estaba comprometido con un joven de Japón, hijo de uno de sus amigos, según su padre de una de las mejores familias, y eso a el que le importaba, bien podía ser el rey de algún asqueroso país y aun así no aceptaría tal cosa y para el colmo, tendrían que viajar en una semana para allá, a conocer al dichoso prometido, no, pero eso no quedaría así, cuando llegara ese tipo sabría quien era.
Pasada la semana, y ya hechos los arreglos de su agencia, porque él desde muy temprana edad era modelo, no por nada su padre era una persona muy importante para la moda de cualquier país, se despidió de sus muchos amigos con derecho y salieron rumbo al lugar donde su vida acabaría.
Carlo: padre podrías decirme porque me haces esto, sé que no he sido el mejor hijo, pero de eso a arruinarme la vida – iban camino a Japón, su padre no había dicho palabra alguna y el ya no podía ocultar su enojo.
“cuando conozcas al joven todo se te olvidara, según me han dicho es muy hermoso, así que no tendrás de que quejarte “– fueron las escasas palabras de su padre y así como empezó, la plática término.
Al llegar todo era un caos, llovía y para rematar su prometido se había perdido.
Carlo: creo que mi deseo se cumplió – no hubo nadie que escuchara esa gran confesión, tantas veces había deseado que ese chico no existiera y tal parecía que su deseo se haría realidad.
Toda la noche estuvieron buscando al joven, y no fue hasta la madrugada que este regreso, y como sabía que era él?, bien, simple, el estaba en el jardín, no podía dormir por más que lo intentara, al momento de salir pudo ver como una persona ingresaba a la gran mansión y era recibida por un sirviente, al momento de pasar frente a Carlo este pudo ver la belleza de la cual su padre hablaba, pero también vio un vacio enorme en esos hermosos ojos.