Sakuraba fue apresado por Shin en la sala de entrenamiento. El moreno esperó paciente a que todos se marcharan para poner en práctica su plan de enloquecer al rubio. Le dejó una nota con Wakana y ésta muy diligente la entregó.
--¿Eh? Shin me dice que no me vaya porque quiere hablar conmigo. ¿No Te dijo nada más Wakana?
--No, me pidió que te entregara la nota y nada más. Luego se fue a practicar placajes con los chicos.
--Rayos... No puedo saber qué es lo que quiere ¿Y si quiere que rompamos? ¿O decirme que tiene a alguien más? ¿O es para...?
--¡Tranquilo!-Le dijo la castaña-No hagas suposiciones tontas... Él te quiere demasiado como para dejarte y además no se tomaría la molestia de darte una nota. Será mejor que vayas y esperes lo que tenga que decir.
--Tienes razón... Bueno, gracias.
Siguió entrenando y esperó a que todos los del equipo se retiraran. Afortunadamente, ya no quedaba nadie. De pronto apareció el linebacker por la puerta. Llevaba una expresión seria, que por un segundo hizo temblar al rubio. Se acercó lento y quedó de frente al receptor.
--Shin...--Su voz sonaba temerosa--¿Qué pasa? ¿Por qué me llamaste?
--Sakuraba...--Se agachó y le dio un beso suave.
--¿Si?
--Te quiero...
--Shin...
No pudo resistir a esas palabras y cedió ante sus impulsos. Abrazó a Shin y comenzó a besarlo. Su cuerpo delgado fue rodeado por los brazos del moreno. Consiguió subirse sobre Sakuraba y comenzó a desvestirlo, le quitó la playera y le desabrochó el pantalón.
--Shin... Pueden vernos...--Decía ahogadamente el rubio. Unas manos estaban muy ocupadas en quitarle el pantalón y los zapatos.
--Ya todos se marcharon... Además, sabes que me excita hacerlo en lugares como estos-Estaba muy ocupado dejando chupones en su cuello.
Al fin lo dejó desnudo y él se quitó la playera y los zapatos pero no el pantalón, por petición del rubio. Continuaron acariciándose y Shin no lo soportó, descendió por el pecho y su ombligo, llegó a su miembro y comenzó con un trabajo de oratoria que hizo gemir descontrolado a su compañero.
Intentaba ser discreto pero es que el moreno hacía un buen trabajo y le estaba lubricando la entrada, al mismo tiempo. Esos roces en su próstata y la estimulación oral le estaban quitando la cordura.
Un ruido se dejó escuchar en la sala. Alguien estaba entrando, y lo peor de todo era que ese "alguien" era: Takami.
El Quarterback había olvidado unos informes de los avances de cada miembro del equipo. Se dio cuenta a tiempo y pudo regresar al Instituto. Llegó a la sala de entrenamiento y escuchó unos ruidos extraños. ¿Quién podría estar a esas horas ahí?
Shin no pensaba detenerse aunque llegara todo el equipo. Sin embargo Sakuraba se tapó la boca para no hacer mucho ruido.
Takami entró, volteando a ver a todos lados, pero no había nadie. Llegó a la parte de las duchas y la escena que presenció lo dejó mudo: Sakuraba estaba recostado en una de las bancas, desnudo y gimiendo, cubriendo su boca con ambas manos, mientras Shin se hallaba con la cabeza entre sus piernas.
El rubio alcanzó a distinguir la figura de su compañero en la puerta y entonces tomó valor. Jaló una toalla que estaba cerca y se cubrió, además apartó a Shin de un empujón.
--¿Qué pasa?-Dijo el moreno sacando los dedos del cuerpo de su compañero.
--Te dije que alguien nos iba a ver-Le susurró-Takami está en la puerta.
El linebacker se levantó y se acercó a donde estaba el de lentes.
Takami no podía ni moverse. ¿Qué le iba a pasar?
Shin no dudó en acercarse y jalar del brazo a su compañero mientras que el rubio buscaba cubrirse.
--Ya que nos vio, no podemos dejar que se vaya.
--¿Qué?-Dijeron los otros dos afectados.
--Takami, lo siento pero esto que estás viendo no es nada que te importe y no me interesa la razón por la que estés aquí-Ninguno de los otros sabía el por qué de la mirada seria-Pero yo sé algo que les concierne... A ti te gusta Sakuraba, no para un noviazgo o algo trascendente pero sé que te gustaría tenerlo al menos una vez y tú Sakuraba, he oído que en pláticas con Wakana y tus amigos que has tenido pensamientos no tan puros con nuestro quarterback, así que aprovechando el momento, podemos hacer que los deseos de cada uno se cumplan, además yo he pensado en hacer un trío y que mejor que usar a mi compañero a quien le tengo la confianza suficiente.
Tanto el rubio como el de lentes, no podían creer lo que oían. ¿Acaso Shin había enloquecido? ¿Era una broma?
--Shin, no creo que esto sea una buena idea-Dijo Sakuraba-Es cierto lo que dices pero...
--No estamos dispuestos a tanto.
--Quieras o no, terminarás participando en uno y qué mejor que sea ahora y con alguien lindo... Con quien tú deseas...
Esas palabras convencieron al pelinegro. Pero el rubio tenía una opinión diferente... Aunque su cuerpo gritaba que se moría de ganas por probar.
--Por mí está bien...
Ambos voltearon a ver a Sakuraba.
--Creo que no hay elección... Pero sólo será esta vez.
--Eso depende-Dijo Shin cortante-Ahora, Takami, haz lo que quieras con él. En el momento que desees me uniré.
--Pero ¿Por qué Shin? Él es mi amigo...
--Sakuraba, tú estás mas excitado que cualquiera de nosotros... Ahora háganlo.
El rubio dejó la toalla a un lado y le mostró su cuerpo al pelinegro que se acercó y se quitó las gafas. Se sentó frente a él y comenzaron a besarse, el receptor enroscó entre sus piernas y brazos el abdomen del pelinegro.
Shin era un espectador imparcial.
La suave piel de Sakuraba era un deleite para los dedos de Takami, al menor toque eran gemidos desprendidos de esa boca suculenta... Y Shin seguía mirando.
Sakuraba buscó como pudo el quitar los botones de uniforme del pelinegro. Cuando los quitó admiró el bien formado abdomen de su amigo. Lo continuó besando y logró colar una de sus manos en el pantalón. Comenzó a masturbarlo lentamente, sintiendo la textura tan exquisita de ese miembro. Pero algo le hacía falta. Entonces decidió bajarse del banco, arrodillarse en el piso y liberar ese voluptuoso órgano. Comenzó a lamerlo, ante la mirada del quarterback que creía estar soñando. Levantó un poco su trasero para mostrárselo a su novio y aún saboreando a Takami habló con Shin.
--Shin... Quiero que me metas eso...
--¿Tan rápido?
--Lo necesito... por favor...
Shin liberó su miembro ya erecto y se acercó al trasero del rubio, pero Takami lo interrumpió.
--No estás lubricado... Yo quiero probarte...
El linebacker cambió de dirección y dejó que la boca de su compañero lo satisficiera. Los tres estaban sintiendo mucho y apenas era el inicio.
Sakuraba deseaba probar a su novio, así que se separó del quarterback y se abalanzó sobre Shin, quitando al otro. Pero no pensaba dejarlo así, por lo que intentó sentarse sobre el pene de Takami, lográndolo. Un gemido escapó de ambos. Y el número 40 sonreía internamente.
Dejó que esos dos se divirtieran así, ya que Sakuraba estaba siendo penetrado por su quarterback pero le hacía un oral a él. El 3 fue solidario y masturbó al rubio, provocando un doble placer.
Sakuraba gemía y chupaba ese miembro que lo había hecho tan feliz. No resistió mucho.
--Ah... Takami... Tócame más...--Seguía cabalgando a su compañero-Shin... Te quiero...
Takami no lo resistió y dejó que su orgasmo lo derribara. Ese interior donde se movía era delicioso. Continuó masturbando al rubio que también se corrió en sus manos.
--Aaahhh... Si... Takami...
--Dios... Saku...
--Shin... Métemela ya...
El pelinegro sonrió levemente y obedeció la orden. Lo puso de pie contra la banca y lo penetró de un golpe.
--¡¡Aaahhh!!
--¿Eso querías no?
Sakuraba buscó al quarterback y comenzaron a besarse y masturbarse mutuamente. No duraron demasiado, por la incomodidad pero lo gozaron al máximo. Shin no dejó de disfrutar a su koi y su amigo. Takami creyó haberlo soñado. Sakuraba se quedó dormido en medio de ellos.
Al día siguiente, el equipo completo se acercó a la sala de entrenamientos y encontraron ya a Sakuraba, Shin y Takami cambiándose. Nadie sospechó nada, excepto que ellos madrugaban mucho. Sin embargo ellos no habían ido a casa.
Nadie se enteraría de ese encuentro que había provocado muchas sensaciones.
FIN