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Mi ángel de la oscuridad... por Aome_Uchiha

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Notas del capitulo:

Mañana subire la continuacion, a un no la termino de editar n.n.

Cap. 1


 


Era una hermosa mañana en Tokio, los pájaros  cantaban y el cielo estaba en todo su esplendor. La secundaria Konoha, la preparatoria más prestigiosa en todo Tokio es donde empieza está bella historia.


                             


-¡Naruto! –grito un chico de cabellos rojizos, piel clara y ojos aguamarina, de complexión delgada, piernas largas y los músculos no muy definidos, su nombre, Sabaku no Gaara, de quince años, a un chico que se hallaba recostado bajo un gran árbol de cereza que se encontraba en el campus.


-mm........ ¿Qué? –Dijo el chico somnoliento que se encontraba bajo el árbol, de cabello rubio muy hermoso y sedoso a la vista, sus ojos eran como dos pedazos de cielo, su piel levemente tostada y suave de complexión igual de delgada, cintura estrecha y de largas piernas, y con el corazón más noble jamás visto, su nombre Uzumaki Naruto  y un año menor que el pelirrojo - ¿Qué pasa Gaara? –dijo ya más despierto el chico.


-ya sonó la campana – informó.


-ya voy -dijo Naruto levantándose y sacudiendo la poca tierra que residía en su pantalón al haberse sentado, después camino con su amigo hasta donde se podía ver estudiantes regresando a sus aulas.


-Bueno regresemos al salón rápido- el pelirrojo junto con el rubio se pusieron en marcha.


 


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En el salón 9ª….


 


Todos ya se encontraban sentados en sus respectivos asientos esperando la llegada de su tan “querido” sensei, que, por lo general siempre llegaba tarde.


 


- ¿Qué hará el sensei para llegar siempre tarde a clase? –preguntaba Naruto inocentemente a sus amigos que se sentaban cerca de el.


- debe estar con Iruka-sensei –dijo Sai, uno de los tres mejores amigos de Naruto, este tenia el cabello negro y corto; ojos de igual color, de piel pálida, de gran altura, de cuerpo bien ejercitado y dieciséis años de edad.


Era  el chico más pervertido del grupo, el fue el que les había contado sobre el romance del sensei, puesto que este los había descubierto en plena faena. (Y: es el único Seme en el grupo)


Pero así lo querían con todo y sus perversiones, bueno uno más que los otros.


-haa – lanzaron un suspiro los chicos por la conclusión que había hecho Sai.


- me gustaría ver ese espectáculo kukukuku – habló nuevamente el chico, juntando sus manos y frotándolas, como si maquinara un plan malévolo.


-…..-


-…..-


-…..- los chicos se le quedaron viendo como si fuera un bicho raro, pero ya estaban acostumbrados a los comentarios y pensamientos  indecentes de su amigo.


-… ¿Qué?


- Eres un degenerado –dijo Inuzuka Kiba el  última de sus amigos, este contaba con la misma estatura que Naruto, su cabello castaño muy alborotado, sus ojos eran afilados y de un negro centellante y su piel canela. En sus mejillas se encontraban dos triángulos invertidos de color rojizo y sobresalían sus colmillos, he ahí su apodo de “chico perro” - pero… no es mala idea jijiji – dijo, mientras que Naruto y Gaara lanzaban un suspiro  por el cambio del chico perro, ellos sabían que Kiba era como un mini Sai, pero menos pervertido, ya que Sai era un SUPER PERVERTIDO.


-ustedes no tienen remedio – dijo Gaara masajeándose las sienes. Se merecía una medalla ya que aguantar a estos dos por 9 años no era fácil.


-no –dijo Sai.


-no me comparen con ese depravado –dijo Kiba, pues era cierto el no le llegaba ni a los talones a Sai cuando se hablaba de perversión.


 


Pasaron unos momentos en silencio y. . . .


-jajajaja –se empezaron a reír, ellos eran amigos desde la infancia, siempre iban a las mismas escuelas y ese año no era una excepción.


 


 


-Buenos días chicos –dijo entrando el sensei de literatura, este era alto, con el cabello plateado y con un peinado que desafiaba la gravedad, su único ojo visible era negro, pues su otro ojo era tapado por un mechón de su cabello, piel nívea y de alta estatura, lee sus libros pervertidos durante clase, pero buena persona al final. Kakashi Hatake.


-Buenos días sensei – dijeron todos al unísono.


-sensei, ¿Cómo le fue con Iruka-sensei? –pregunto Sai.


-¿d-d...de que habla joven Sai? –dijo el sensei, que a leguas se le notaba lo nervioso.


-sensei, su romance con Iruka-san no es novedad –dijo seriamente, porque ya medio instituto lo sabia y el ni enterado.


Mientras que los demás estudiantes asentían afirmando lo dicho.


-sensei usted no sabe mentir, mi abuela sabe inventar mejores excusas que usted –Dijo el Inuzuka, pues era cierto que el sensei cada ves que llegaba tarde inventaba una excusa sin lógica.


-que gracioso es Kiba-kun  – dijo con un tic en el ojo.


-bueno sensei, entonces ¿si nos contara las guarradas que izo con Iruka-san esta mañana? –dijo Sai, que ya tenia lápiz y papel para anotar, que según el era información valiosa para el aprendizaje.


-NOOOOOOO! –fue la rotunda respuesta que les dio el sensei.


-bueno sensei, pero no tenia que gritar –dijo Gaara.


-sensei, ¿podría empezar las clases? – dijo Naruto, que se había mantenido al margen al igual que su amigo Gaara.


-si tiene razón, habrá su libro en la página cincuenta y nueve y hacen todos los ejercicios que hay en esa página y la página cincuenta y ocho –dijo el sensei dejando en shock a los estudiantes. El quería que hicieran cuarenta problemas, que eran largos y para acabar difíciles.


-p-p-pero sensei son muchos –dijo uno de los estudiantes.


-eso les pasa por entrometidos, denle las gracias a Sai –dijo. Todos miraron a Sai con enojo y esta se limito a mandarles miradas frías, ahuyentando a todos.


Ese día iba a hacer muy largo para nuestros queridos protagonistas.


                                                                                


 


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Ring ring! –sonaba el timbre que anunciaba la salida del colegio.


                                                                               


-hasta el lunes- de despedían Kiba y Sai.


-jane –dijeron los otros dos antes de coger cada uno por su camino.


 


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Ya había pasados varios minutos desde que Naruto se había encaminado a su casa. Tenia miedo, todos los días era lo mismo, cada ves que llegaba a casa su madre lo insultaba o le pegaba sin motivo alguno, solo a veces era por haberle ido mal en el trabajo.


Extrañaba a su hermano mayor el siempre estaba hay para hacerle cara a su madre, su hermano  siempre había sido el favorito, pero a Naruto no le importaba, el quería mucho a su hermano. Pero este se había ido a New York a seguir sus estudios. Ya no soportaba estar sin el, su madre lo trataba como si no fuera su hijo, como si fuera un sirviente o un animal, le hacia hacer los quehaceres de la casa, mientra ella solo veía la televisión. A veces su madre trabajaba hasta tarde y eso a veces lo alegraba ya que no le maltrataría física o sicológicamente.


 


Ya estaba a pocas casas de la suya y estaba nervioso, a pesar de ya estar acostumbrado le seguía dando terror, su madre era de temer.


Entro a su casa silenciosamente, se quito sus zapatos y los dejo en la estrada, después camino silenciosamente para que su madre no se percatara de su presencia, aunque su plan fallo…


 


-hasta que llegaste mocoso –dijo su madre, una señora de unos treinta y nueve años, de cabello rojo, piel crema, ojos verdes, de estatura media y una mirada sebera, esta se encontraba recargada en el marco de la puerta que daba a la sala.


-hola mama… -dijo con voz temblorosa y su rostro mirando el suelo, lo admitía tenia miedo, miedo de lo que podría venir.


-no me llames así –dijo fríamente- mañana dan tus estúpidas notas, ya sabes si encuentro una baja ¿no?, te volveré a encerrar- dijo con una mirada sádica, para después volver a la sala y desaparecer de la vista del chico.


-si…*snif*…*snif*-corrió rápidamente a su cuarto, ya no aguantaba, sus lagrimas se salían por si solas. Al llegar cerro la puerta con seguro, tiro su bolsa cerca de su cama y empezó a llorar, aunque no le hubiera pegado, sus palabras lo herían profundamente, imagínate que tu madre no te quisiera (Y:…yo lo sé por experiencia, pero normal n.n!!).


-por suerte no me pego hoy –dijo.


Lloro por un buen rato, tanto que sus ojos ya estaban rojos, se seco el rastro de lágrimas que aun quedaba en su rostro  y después se encamino a darse una ducha para relajar el cuerpo,  ya mañana tendría tiempo de hacer las tareas.


 


                                                                                              


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En otro lugar, específicamente en el cielo, en una gran sala, se encontraban varios  ángeles sentados a los costados de una gran mesa y en la silla más grande, a la cabeza de la mesa, se encontraba Kami.


-mis ángeles, les tengo su ultima misión –dijo Kami –si cumplen esta misión, se podrán convertir en los nuevos arcángeles del escuadrón de elite –finalizo.


-y que hay que hacer señor –dijo al parecer el líder de los 3 ángeles, este tenía el cabello azabache, largo y amarrado en una coleta baja; de tez clara, sus ojos de color carbón, rasgados  y con unas grandes ojeras que lo hacían ver sexy, sus rasgos eran maduros, de cuerpo atlético y de estatura alta, ese era Uchiha Itachi, líder de Akatsuki.


- antes de decirles, tráiganme a Uchiha Sasuke! –gritó esto último.


 Al decir “Sasuke”, el pelinegro abrió los ojos al máximo, no pensaba volver a ver al sucio ángel negro de su hermano menor.


Dos arcángeles en un rápido movimiento, sin dejarse ver, fueron al lugar donde se encontraba el mencionado.


 


 


 


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En otro lugar del cielo, mas específicamente en una celda, en las masmorras del cielo, se encontraba un chico. Su cabello azabache peinado de una manera un tanto peculiar, dos mechones cayendo sobre su rostro y la parte posterior en punta. Su ropa estaba desgastada y en mal estado pero se podía ver su piel nívea y su bien formado cuerpo. Estaba con las manos engrilletadas a la pared, dejando libre solo sus pies, ya que sus alas estaban contra la pared, dejándolas inmovilizadas. Levanto la cabeza dejando ver sus ojos ónice, puesto que había sentido la presencia de dos intrusos, en su celda y era cierto pues dos siluetas se acercaban a la celda.


-¿Qué desean? –dijo fríamente el azabache a las siluetas, que por la oscuridad no se lograban ver bien.


-hola Sasuke, tiempo sin verte! –dijo una de las siluetas, esta izo un ademán con la mano y se encendieron dos antorchas que se encontraban cerca de la celda, rebelando la identidad de los arcángeles.


-hola Kakashi –dijo el azabache de mala gana.


Y era de asombro ver que el sensei de Naruto era un arcángel muy reconocido y también la mano derecha de Kami-sama.


-¿Cómo has estado? –preguntó Kakashi para molestar a Sasuke, sabia que al azabache le choqueaba que lo jodieran, pero no sabia si este había cambiado, pues llevaba seis años encerrado.


-yo, muuuuy bien ¿y tu? –dijo Sasuke con una mirada que decía “cuando me suelten será tu fin”, pero se acordó de los rumores que había escuchado sobre su viejo amigo, rumores que decían que tenia una relación de amor con su protegido. Y hay se le ocurrió una idea para devolverle la bromita a Kakashi.


-bien, de aquí para allá, tu entiendes, el trabajo de un arcángel es agotador, pero vale la pena si es por una buena causa.


-ya, y como te esta hiendo con tu protegido?, pobre… lo compadezco, ¿Qué guarradas le harás?, porque me e enterado que es un hombre -izo una pausa para ver el poco rostro que se le podía ver a Kakashi y se notaba que estaba blanco como la nieve de la impresión, “los rumores se esparcen como la espuma” pensó Kakashi.-ya sabes que está prohibido entablar cualquier relación sentimental con un humano. Además, ¿Kami-sama lo sabe? – pregunto esta ves serio. –jujuju, eres un caso Kakashi – Sasuke empezó a reírse abiertamente. Lo que no esperaba era lo siguiente.


-niño del demonio….TOMA! –gritó lo ultimo al mismo tiempo que le propinaba un puñetazo en toda la cabeza al chico, que por supuesto dejo casi noqueado y mirando cuervos- suficiente tengo con mis alumnos para que vengas tu a cabrearme mas de lo que ya estoy, además terminaras siendo de la otra esquina muy pronto y Kami-sama sabe sobre mis sentimientos, pero no te tengo que dar explicaciones.-termino de decir para empezar una pelea de miradas con el moreno que ya se había recuperado del coscorrón.


- jajajaja esto es un espectáculo jajajaja –reía el compañero del peliplata, este era otro arcángel, su nombre Yamato,  más bajo que Kakashi, de ojos negros, cabellos castaños, piel crema y una cara que asustaría a “cualquiera”. (Y: cof cof… Naruto…cof cof) Este estaba recostado en una de las paredes de la celda.  Este no percibió los golpes que le propinaron,  Kakashi y Sasuke. Y es que Kakashi y Sasuke se desquitaron y lo pusieron a dormir, Kakashi que estaba más cerca le dio en toda la cabeza, dejándolo aturdido y después Sasuke que con su pie llego a patearle en sus partes nobles, dejándolo inconsciente con semejante dolor en sus partes. (Y: segurito y lo dejo estéril jajaja.)


-bueno a lo que veníamos...Sasuke, Kami te a dado una oportunidad para que salgas de esta mugre celda –dijo cambiando su expresión a una mas seria.


-…y… ¿Qué tengo que hacer? –preguntó el azabache, no le importaba hacer cualquier cosa con tal de salir de esa pocilga.


-eso te lo dirá Kami-sama, pero dime, ¿aceptas?-.


-……esta bien, con tal de salir de aquí –acepto Sasuke.


-buena decisión –. Kakashi se acercó a Sasuke para quitarle los grilletes –ven Kami te espera.


-oye, párale al carro, necesito ropa nueva si es que no te has dado cuenta –dijo Sasuke señalando su rota y sucia ropa. (Y: ¿seguro que era ropa?, parecían más bien trapos.)


-si, es verdad, no lo había notado –dijo rascándose la nuca, mientras que a Sasuke le salía una vena en la sien –bueno haremos una parada antes de ir con Kami-sama –dijo para empezar a caminar arrastrando a su compañero que aun seguía inconsciente, mientra que Sasuke iba atrás de ellos.


 


 


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Mientras que en la sala, se podía ver como Itachi discutía con Kami-sama sobre su hermano.


- ¿Por qué tiene que venir? el solo es un asesino! –dijo el pelinegro.


- todos merecen una segunda oportunidad, además, ¿te atreves a cuestionarme? –dijo serio Kami.


- perdóneme Kami-sama, no lo volveré hacer – dijo haciendo una reverencia.


 


 


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En los corredores de la mansión se encontraban Kakashi, Yamato y Sasuke en busca de la ropa del último.


-¡oye! Kakashi, a donde me llevas –preguntó el azabache.


-tranquilo Sasuke, ya estamos llegando –dijo para luego detenerse delante de una de las tantas puertas – aquí se encuentran las ropas de antiguos arcángeles, veamos si encontramos algo de tu talla-dijo antes de abrir la puerta y adentrarse  a la habitación seguido de Yamato y por ultimo Sasuke.


Al entrar se podían ver barios cajones, estos se encontraban en las paredes, la habitación era de colores brillantes y los cajones parecían archiveros, eran de mármol blanco, muy bien tallado.


- por aquí deben haber algo de tu talla –dijo Kakashi mientras registraba los cajones. Mientras, Sasuke se fijo en un cajón alejado de los demás, este le llamo mucho la atención puesto que este era de color gris, no como los demás que eran blancos. Se fue acercando lentamente, al abrirlo observo que en esta habían ropas negras, las fue sacando poco a poco, “estas ropas son perfectas” pensó.


- Sasuke, ¿Qué haces? – preguntó Kakashi dirigiéndose donde se encontraba el azabache.


- estas ropas me gustan, me las quedo –dijo enseñándosela a Kakashi. Este al verlas se quedo paralizado, esas ropas eran de alguien muy especial para el, lo que no sabia era como habían terminado en este lugar.


- estas ropas son de, de...-Kakashi no podía terminar la frase, recordar a esa persona que fue su mejor amigo, el perderlo le dolió mucho, pero tenia un recuerdo de él y eso le era suficiente.


- ¿Quién fue el dueño de estas ropas? –preguntó el chico al ver la mirada nostálgica de Kakashi. Yamato solo observaba la conversación de Kakashi y Sasuke, se mantenía al margen ya que sabía que ese tema no le concernía.


- fue de mi mejor amigo –Kakashi empezó a relatar la historia el dueño de esas ropas- el era como tú, un ángel de alas negras – hizo una pausa- el…murió en una de las misiones que nos habían mandado a realizar en el país de las olas, en la área norte del cielo, aun siendo de alas negras todos le tienen mucho respeto pues, venció a un demonio que casi y termina con todo el país pero… murió en batalla…esas ropas eran el único recuerdo que quedaba de el - finalizo Kakashi.


- lo siento, tranquilo cuidare muy bien de ellas –dijo Sasuke.


- bueno ponte las rápido que no tenemos mucho tiempo –dijo Kakashi para empujar a Yamato fuera de la habitación- te esperamos afuera – salió de la habitación dejando al azabache cambiarse.


Sasuke se empezó a quitar la ropa que traía, esta ya ni ropa se podría decir. Se coloco las ropas que había elegido, estas constaban de un pantalón un poco ajustado negro con una cadena en la cintura, una camisa negra con las mangas recogidas hasta los codos y ceñida al cuerpo dejando ver su ejercitados cuerpo y unos zapatos negros. Esta ropa dejó que las alas salieran como si no se estuviera poniéndose nada, así eran todas las ropas de los ángeles.


Ya se había terminado de cambiar, ya era la hora, se enfrentaría a Kami-sama, cumpliría la misión encomendada por este y seria libre.


 


 


Pero lo que no sabia nuestro azabache era que esta misión no sería común, que todo estaba por cambiar, tanto en el cielo he infierno como en la tierra.


 


Continuara….


 


 


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