Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

My Eternal Angel por xilema95

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Para mis queridas lectoras, que siguieron mi primer fanfic.

¡Espero lo disfruten!

 

Capítulo I.- Magnanimidad

 

 

Yokohama, Japón.

Residencia Fujiwara.  Propietaria del famoso centro médico Yokohamaryuöiku.

Allí se encuentra uno de los hombres más peligrosos que puede seguir con vida en Japón.  Recostado sobre una gran cama, dentro de una habitación a la que no le faltaban lujos. Con la mirada perdida. Y sin absoluto motivo para seguir viviendo.

Pero ahí seguía, con el corazón latente.

 Aún recordaba claramente su derrota, cuando el maldito de Mello, Matt y Soichiro habían logrado infiltrarse en su escondite secreto. Saboteando su cometido. Arrebatándole su única venganza contra aquel ser que le había ofrecido una experiencia abominable y repulsiva. Pero de alguna manera se sentía feliz y satisfecho. Quizás no logró matarlo, pero sabía que el estado mental y los sentimientos de L se habían ido al vertedero. Sabía que había hecho añicos el sueño de Yagami Light, que había destruido los vínculos familiares que existían entre L y Watari, y que había logrado aislar aún más al famoso e invencible detective, desquebrajándolo por completo.

No sabía por qué lo habían rescatado, porqué le habían permitido vivir, sabiendo quién era. Pero al parecer era precisamente su persona lo que había interesado a su rescatador.

Alguien entra en ese momento a su habitación. La misma niña que hubo visto hace unas semanas. Qué coincidencia.

Una niña de cabello largo y completamente negro, con ojos grisáceos, completamente apagados. Llevaba un vestido corto de encaje color morado ceniza, medias blancas, y sostenía una bandeja de comida. Parecía tener unos doce años aproximadamente.

—Beyond, me alegra que estés despierto…— saluda la visitante, sin que ninguna sonrisa surcara por su boca.

—…

—Te traje esto. Mi padre dijo que debías tener hambre. — le extiende la bandeja. Sopa en un plato de porcelana, y un fresco jugo de naranja. Platillo que el pelinegro no se molesta en mirar.

—No tengo hambre.

—No es verdad. Estás hambriento. Hace un mes que no comes. Pero estás demasiado confundido para aceptar el alimento, ¿No es así?

—Cierra la maldita boca, Samara Fujiwara.

Podía ver su nombre sin que ella lo mencionara. Porque esa era su maldición; tener ojos de shinigami prácticamente desde que nació.

—Eres el responsable de los asesinatos Wara Ningyo, más conocido como el asesino B.B de los Ángeles— la niña continúa su monólogo, al ver que el asesino no pronunciaba palabra —. Fuiste arrestado por la agente del FBI Naomi Misora. Y después enviando a una psiquiatría.

—No tengo la intención de escuchar mi vida de la boca de una chiquilla, ¿Entiendes?

—No vengo a contarte tu vida. Solamente lo hago para que no olvides quién eres.

— ¿Por qué me han salvado?

—Mi padre desea formar una alianza contigo.

—Pues no me interesa en lo más mínimo lo que tenga planeado.

—Él sabe todos lo que has logrado, desafiando a la policía. Es por eso que te quiere con vida. Además… sabe que guardas rencor por el famoso detective, “L”.

—L…

—Así es.

Esta era una oportunidad que no podía dejar pasar. Todo parecía prácticamente perfecto. Pero, ¿Realmente valía la pena?

— ¿Me dejarían matar a L?

—Eso lo discutirás con él. Te verá en unas cuantas horas. —se acerca hasta el pelinegro, mientras pone la bandeja en la cama. Recorre con sus dedos tímidos el brazo lesionado de Beyond, mirándolo sin aparente sentimiento— ¿Aún te duele?

El asesino aparta con hosquedad la mano de la niña, sintiendo algo de inquietud por el hecho de que una cría se preocupara por su estado. Cuando nunca antes nadie lo había hecho.

—El que esté en tu casa no quiere decir que puedas tocarme cuando tú quieras, ¿Lo has entendido?

La pequeña afirma con leve cabeceo, sin importarle lo grosero que éste se había portado, cosa que confunde más a Birthday. Se limita a dar la media vuelta y desaparecer de la misma forma silenciosa con la que había llegado. El lesionado continúa mirando con algo de confusión la puerta. Sólo cuando se percata de que ya no había nada que observar, decide girar su cabeza para divisar su comida. Con cierta duda, toma la cucharilla, y tras llenarla con una pequeña cantidad de sopa, se la lleva a la boca, pensativo.

“... ¿Esto es real?...”

Kanto, Japón.

Cuartel general. Lugar donde los detectives aún buscaban inútilmente a Kira. Hacía ya mucho tiempo que éste no había cometido ningún asesinato, pero Mello y Near aún no deseaban ceder ante él, y mucho menos cerrar el caso así como así. Habían asumido el papel del gran detective, ya que éste aún se encontraba en recuperación, y ambos hacían un trabajo excelente. Los demás ex –policías no hallaban mucha diferencia entre el modo de operar de Near y el de L, pero si se notaban los continuos choques de argumentos que tenían éste y el rubio, a pesar de llevar una relación “cercana”. A Matt prácticamente le daba igual ser un sucesor, pero sólo cooperaba en la investigación con tal de ser de utilidad para Mello.

Nate y Mihael habían dejado su relación sentimental en segundo plano. La tensión sobre quién era el más apto para ser un verdadero sucesor se intensificaba más, y ahora que trabajaban juntos veían de nuevo cuán diferentes eran. Mail, por el contrario, se limitaba a relajarse; ayudaba con lo que fuera necesario, y dejaba que todo tomara su propio rumbo. Tal y como lo había prometido, no revelaría a su mejor amigo sus sentimientos, esperando que las cosas tomaran el camino adecuado. Sabía que él y Near no tenían ahora una buena relación, pero no quería interferir e intentar aprovecharse de la situación para ganarse el corazón de su amigo. Se sentiría como un oportunista desesperado.

La situación era un poco peor con el detective inglés y el universitario japonés. L continuaba con su indiferencia hacia Light, Watari, y el resto de las personas. Tenía algunas excepciones con sus aprendices, pero sólo porque ellos le brindaban mucha confianza. Especialmente el rubio. Era el único con quien se mostraba más abierto, y a quien le decía algunos de sus pensamientos más profundos.

Pero esta misma situación creaba algo de fricción y celos en Near. No es que éste no quisiera a su mentor, pero le incomodaba ver cómo su rubio se la pasaba más tiempo con el detective que con él. Principalmente, aún le dolía lo que había ocurrido entre ellos cuando regresaron de la misión para rescatar a L…

— ¡Mello! ¡Mello, ¿Te encuentras bien?!— El joven albino avanzaba hacia el alemán, quien junto con Matt, habían recién salido del hospital— ¿Qué te pasó en el rostro?

— ¡Aún lado, Near!- responde Mihael de forma déspota— ¡Sabes que L está gravemente herido!  ¡¿Y tú preguntas por mi maldito rostro?!

El peliblanco calla abruptamente. Claramente dolido por la impertinencia de su amigo, aún cuando él se había preocupado. No iba a demostrar su decepción, porque su frialdad y su propia dignidad se lo impedían. Por mucho que lo quisiera, no iba a permitir que Mello pisoteara sus sentimientos. Así que se limitó a actuar como si nada hubiera pasado, como siempre.

— ¿Cuál es la condición de L-sama, Matt?— pregunta a su otro compañero, sin volver a hacer contacto visual con Mihael.

—Está en estado crítico— responde el pelirrojo de forma  impasible, colocándose un cigarrillo en los labios, aprovechando que no había ninguna enfermera o doctor cerca del pasillo —. Tiene cortes de segundo grado en todo el cuerpo, y perdió demasiada sangre. Quedó inconsciente en cuanto lo transportamos al hospital. Watari-san está con él en estos momentos.

— ¿Qué hay de Yagami Light?

—También está en tratamiento intensivo. No tiene heridas tan graves como las de L-sama, pero necesita cuidados del mismo tipo. Asumo que él saldrá de rehabilitación mucho antes. Pero Soichiro está aún más histérico que Watari-san.

—Entiendo— los examina a ambos — ¿Qué hay de ustedes? ¿Se encuentran bien?

—Sí; por fortuna no nos sucedió nada. La verdad pensé que moriríamos. Mello fue quien nos dio tiempo para poder cumplir la operación —exhala un poco del humo por la boca, surcando en sus labios una sonrisa de admiración y gratitud mientras miraba de forma algo intensa al rubio; sin embargo se apena rápidamente —Pero como resultado, su rostro…— echa una mirada hacia otro punto de la habitación, para no ver la reacción de la persona que había mencionado.  Near también lo nota, pero decide no pronunciar comentario alguno, guardándose cualquier palabra que quisiera expresarle.

—Mello, ¿Estás bien? No has dicho una palabra desde que volvimos…— vuelve a decir el pelirrojo, intentando romper el silencio sepulcral. Pero la negativa era inminente —Si te duele algo, sabes que podemos…

—Cierra la maldita boca Matt— ordena el adicto al chocolate, matando cualquier intento de atmósfera relajante —. ¡¿Cómo no puedes dejar de hablar en un momento así?! ¡¡Está igual que el imbécil de Near!!— Señala al peliblanco de forma acusadora, reclamando la anterior preocupación que éste había tenido al ver su cicatriz —¡¡Déjenme solo, maldita sea!!

Matt decide levantarse de la butaca donde se hallaba, dejando a los rivales solos. Se retira a paso relajado, aspirando otra buena cantidad de su droga, que era lo único que podía mantenerlo tranquilo en aquellos momentos.

Near permanecía apático. Y al percatarse de que el ambiente hostil permanecía sin que Mihael quisiera reparar su ofensa hecha anteriormente, decide irse también.

— ¿A dónde vas, Near?— pregunta el alemán con vehemencia.

—Eso no te incumbe.

—Eres igual de egoísta que Matt, Soichiro y Yagami Light…

—Sólo porque no demuestro mi preocupación hacia nuestro mentor como tú, no quiere decir que sea egoísta.

— ¡Deseas que muera para poder obtener su puesto, ¿no es así?!— parecía completamente salido de sus cabales.

— ¿Cómo se te ocurre siquiera pensar eso?

— ¡Porque sé cómo eres!

Esto era el colmo. Parecía que Mello había olvidado por completo lo que habían vivido poco antes de ir a rescatar a L. Era absolutamente intolerante para el albino. Por lo que decide decir lo que pensaba con toda franqueza, aunque sonara crudo y cruel.

—Admítelo; el grupo de investigadores necesita una nueva mente capaz de completar el caso, y nosotros asumimos ese papel. En estos momentos él es perfectamente inservi…— no pudo terminar su frase, al recibir un terrible puñetazo por parte de Mello. Lo mira completamente atónito; definitivamente esperaba una reacción así, pero no imaginaba que recibiría un golpe tan fuerte.

—No te atrevas a decir que L-sama es un inútil, ¿¡Oíste!?— lo toma de forma horriblemente brusca por la camisa, levantándolo por completo del suelo. Estaba aguantándose todas las ganas que tenía de partirle la cara. No era que no recordara lo que habían vivido hace poco, pero la manera tan fría y carente de sentimientos por parte de Nate al hablar le era repugnante.

—Reaccionas así porque sabes que es verdad…

—Cállate.

—Bájame Mello. Sabes que aunque duela, tengo razón…

— ¡Cállate!— lo suelta salvajemente, haciendo que cayera brutalmente al piso. Suelta un gran suspiro, antes de controlarse y alejarse del peliblanco —No vales mi tiempo Near. Si vuelves a decir otra cosa semejante, te juro que no me haré responsable de mis actos…

—Nos vemos.

Near sabía que estaba obrando mal. Pero no pudo evitar soltar aquellas palabras en un arranque de rabia para poder calar el corazón del rubio. Y estaba seguro de que las consecuencias vendrían después…

—Deja de estar distraído y revisa estos reportes.

La relajada voz de Matt había devuelto a Near a la realidad. Toma las hojas con aparente normalidad, mientras les daba un vistazo detallado. Ninguna concordancia entre las estadísticas de los asesinatos. Misa Amane había permanecido vigilada por el agente Mogi tras haber dado la orden. Pero no hubo ninguna actitud sospechosa, así como tampoco lo hubo con Light Yagami, quien fue vigilado por más tiempo. Finalmente, tuvieron que liberarlos de toda sospecha.

Sobre éste último, había sufrido un cambio en su estado emocional que ciertamente confundía a  los sucesores de L y el resto de los investigadores, pero que preocupaba a su padre. Y no era de esperar, ya que Light aún seguía esforzándose para recuperar a “su” detective. Eran ya varios fallidos intentos por hacer que se abriera con él, pero no parecía haber mucho progreso. Mello, Near y el resto de los detectives le permitían visitar diariamente al pelinegro, con la esperanza de que éste pudiera ser como antes. Claro que Mello oponía de vez en cuando alguna queja.

En ese momento, el universitario llevaba un pequeño pastelillo para L, quien se hallaba en su habitación, acurrucado en el sillón. Se acerca un poco, extendiéndole el pequeño postre que tenía en las manos.

—Ryuzaki, debes comer algo, estás un poco más delgado de lo normal. Podrías enfermarte…

—Gracias. Pero no tengo hambre— responde con simpleza, rechazando lo que le era ofrecido.

Light simplemente se limita a dejarlo en la mesa de junto, algo decepcionado por no poder entrar en la coraza de su amado. Pero decide no demostrar nada. Se sienta al lado de L, intentando sonreír.

—Vamos; no has comido nada desde la mañana. Además, es tu pastel favorito…

—Soy perfectamente capaz de ir a buscar algo de alimento por mi cuenta.

—Lo sé; y no dije nada al respecto. Sólo quería hacerte un favor…

—No lo necesito…

—Ryuzaki, por favor… trata de confiar un poco más en mí…

— ¿Cómo sé que no tratarás de envenenarme con tan “amable” gesto?

— ¿Cómo piensas siquiera algo así? ¿Es que acaso no ves lo que hago por ti? ¡He cambiado!

Realmente lo había hecho. Light había dejado absolutamente todo lo que lo hacía corromperse. Había renunciado a ser Kira, y por supuesto, a dejar de pensar que el mundo necesitaba de él. Ahora sólo sabía que él único que necesitaba realmente de él, era L.

—Light… quiero estar solo…

—Pero Ryuzaki…

—Por favor…— su voz esta vez había sido algo suplicante, cosa que sorprendió un poco al castaño.

—De acuerdo. Si es lo que quieres, lo haré…— se para del sillón, sonriéndole cálidamente antes de retirarse —Descansa, Ryuzaki.

En cuanto la puerta se cierra, L mira de reojo el pastelillo. Por un momento estira su brazo para cogerlo, pero rápidamente vuelve a regresarlo donde  estaban sus rodillas. Oculta su cara entre sus piernas, recordando la actitud tan bondadosa de Light.

“¿Por qué…? ¿Por qué me duele tanto? ¿Por qué sigue portándose así conmigo?...”

Reprime un llanto, sintiéndose deshecho. Ya no tenía ni la más remota idea de que sentir por él, o por su protector. Se sentía un asco.

El castaño continuaba meditando todo mientras se dirigía con su padre. Normalmente L siempre sonaba frío, tajante o desdeñoso; pero ésta vez había algo diferente, y por muy poco que fuera, lo esperanzó un poco. Camina por los pasillos, sintiéndose un poco mejor. Al llegar con el resto del equipo, vuelve a mostrar una sonrisa.

“Yo te amo Ryuzaki. Y estoy seguro de que pronto podrás darte cuenta de eso.”— saluda a los detectives, mientras preguntaba por el rumbo de la investigación.

Ya no había nada más que hacer allí. A pesar de que Near, Mello y Matt siguieran hurgando en el caso Kira, ya no podrían encontrar al culpable. Esto tranquilizaba al universitario, porque sabía que ya no habría más peligro para nadie. Ahora que Beyond también había muerto, tendría todo el tiempo del mundo para poder concentrarse en lo que realmente le importaba.

Al menos, eso era lo que él creía…

 

Notas finales:

 

Bueno, aquí la segunda temporada de uno de mis fan-fics más dramáticos x)

Esta es más bien una introducción, espero no les haya aburrido mucho; D: igual espero que les agrade esta nueva aventura. ;)

Dejen su review, que no cuesta nada :3

Sin más que decir, me despido ¡Hasta el próximo cap! ;D

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).