Rescátame de la Oscuridad
By Angie
Capitulo Nº 1 "Oscuridad"
Todo estaba tenebroso, ni cuenta se dio cuando había llegado a aquel extraño sitio. Se pregunto entonces ¿Que hacía metido en aquel lugar? Aquello era la nada misma... ¿Como se supone que sabría la forma de salir de aquel ambiente si allí no había nadie para preguntar?
Pensó un poco percatándose que no tenía noción de su propia identidad. Ese echo logro agitar un poco mas su ya perturbado corazón que por un momento pareció detenerse. ¿Que demonios estaba pasando? ¿Porque no conseguía ver nada? ¿A donde estaba? ¿Acaso no había alguien allí que pudiera ayudarlo?
Se cuestiono una y mil veces esas mismas preguntas mientras que su cuerpo parecía flotar en la nada absoluta ¿acaso estaba muerto? Y si era así ¿como había pasado aquello?...
Frunció el seño al comprender que no sabía nada. Siendo él alguien tan centrado y dedicado, al menos eso creía, estando habituado en simplemente controlar cada uno de sus movimientos. Pero ahora le resultaba imposible llegar a una conclusión satisfactoria.
De pronto ante el vio un camino largo iluminado de una forma lineal y tenue, al final de este, una luz calida parecía solicitar su presencia, tentado estuvo de ir a investigar de que se trataba todo, pero no quiso moverse de aquel lugar en el que ya estaba.
Por más que su curiosidad fue mucha, algo le decía que si iba hacía allí no habría retorno. Aunque no estaba seguro de que o de quien se separaría, él no quería perder eso que sabía importante aunque en este momento no tendría ni la menor idea de porque.
Aunque en este instante no recordaba seguramente lo haría, confiaba mucho en al capacidad de su mente, nuevamente se pegunto el porque de aquella confianza...
No tuvo conciencia de cuanto tiempo estuvo allí deliberando, si tomaba la decisión de ir o no hacia ese lugar, hasta que de repente mi cuerpo fue sacudido por algún tipo de energía. La fuerte punzada que sentí en mi pecho no se comparó con nada de lo que había sentido antes, de pronto fui conciente de los sonidos que me rodeaba y del terrible dolor que me agobiaba me hicieron saber y estar plenamente seguro que no esta muerto.¿Acaso no se suponía que la morir no dolía nada?
Ruidos, gente hablando, sonidos que no reconocí me invadieron los sentidos, quise abrir los ojos para comprender que es lo que pasaba pero los murmullos de la gente se iban perdiendo nuevamente aun así los gritos a mi alrededor me hicieron conciente de que las personas que estaban en mi entornos intentaban ayudarlo.
-Volumen respiratorio bajo... - decía una voz masculina - Trae un equipo de rayos y necesito una eco.
-Si doctor...- respondió alguien.
(N/A: si me permiten Uesugi la narración ahora la tomare yo. Yuki: porque ¬¬? Angie: porque estas inconciente tonto...¬¬. Yuki: ..¬¬# Angie: ahora cállate hazte le muerto ¬¬ ejem...Disculpen la escenita continuemos...Y-Y)
Las puertas de la sala de traumas se abrió dando paso a una mujer que a pesar de su semblante juvenil su mirada severa y gestos apresurados marcaban dominio y autoridad, no era otra que la adjunta de trauma, de inmediato le pregunto a su compañero de trabajo por la urgencia.
-Que tenemos Len? - dijo una voz femenina mientras comenzaba su examen preliminar, ubicándose del lado izquierdo de la victima.
-El paciente de 23 años fue atropellado, trauma severo, laceraciones múltiples incluidas el golpe en el cráneo, posible trauma servicial. - respondió el hombre de apariencia juvenil, mas su semblante era completamente serio en aquel momento.
-Mmmm.... Laceración en el tórax - confirmo ella - y extractor en el pulmón - agrego mientras revisaba los signos vitales - denle cuatro unidades de su tipo de sangre y un kit de entubamiento por favor...- solicito
-Aquí lo tiene- respondió la enfermera con premura.
-Como se llama el paciente? - quiso saber la castaña.
-Uesugi Eiri - respondió alguien entre lágrimas.
-Usted es? - cuestionó la medica desviando solo un momento la atención de su paciente.
-Su hermana iba unos metros delante de él cuando paso todo...
-Soy la doctora Kagamine Rin - se presento sin dejar de ver al joven paciente - dígame es alérgico a algo? ¿Esta tomando algún medicamento?
-No
-Bien...
-Tensión dieciséis, Pulso ciento veinte doctora - informó la jefa de enfermara.
-Oxígeno noventa y dos por ciento en cuatro litros....- anunció la otra enfermera mucho mas joven.
Un quejido emano de la garganta de la victima mientras intentaba entubarlo y liberar la vía aérea.
-Denle uno por ciento de dilocaina y cuatro miligramos de morfina - pidió.
-Torasel listo!
-Engánchalo - ordeno la mujer que parecía estar al mando de aquella sala. .
-Hematocrito treinta y cinco...- informo el medico.
-Se va a poner bien? - quiso saber la castaña
-Vamos a hacer lo posible - Afirmo la mujer de bata blanca; Un pitido comenzó a sonar con insistencia interrumpiendo el intercambio de palabras entre amabas mujeres.
-Doctora la presión ha bajado - llamo uno de los enfermeros.
-Len!
-Si...- Ambos volvieron a prestar atención al cuerpo lacerado del paciente.
-Taquicardia ciento treinta
-Sangra mucho - anuncio la voz masculina mientras observaba los fluidos burbujear - mil centímetro cúbicos en el torasel...
-Pon la sangre en el difusor rápido - ordeno la medica - y mantenlo cuatro unidades por delante...
Los minutos pasaron y le procedimiento pareció resultar, el ritmo cardiaco que marcaba el monitor demostraba que había recuperado un ritmo estable.
-Se ha estabilizado...
-Bien... - suspiro Kagamine retirándose de sobre le cuerpo - que preparen el quirófano y me avisen de inmediato.
-Si...
-Vigílalo - ordeno mientras se sacaba los guantes.
-Si doctora...- sonrío a su compañero
-Bien hecho Len - sonrió complacida con la actuación de todo el grupo.
-Gracias Rin... - contesto el doctor correspondiendo el gesto.
A su vez la médica se acercó a la angustiada pariente para hacer que se retirara de aquel sitio y guiarla a la sala de espera.
-Eiri - lloriqueo la angustiada hermana, hasta ella llego la castaña.
-Señorita por favor espere a fuera - le pidió con gentileza.
-No! yo quiero estar con él.- replico resistiéndose a ser escoltada.
-Si comprendo, pero no es bueno que permanezca aquí - remarco ella al ver el estado de aquella mujer - Kiina acompáñala.
-Venga conmigo por favor...
-NO!- exclamó la mujer con carácter mientras se resistía nuevamente - Es mi hermano menor no lo puedo dejar solo!
-Escúcheme señora debe dejarnos trabajar vamos a hacer lo posible para salvar a su hermano ahora debe dejarnos trabajar...- intervino la que se decía llamar Kagamine.
-Pero...
-Tranquila estamos por llevarlo al quirófano ustedes no puede ir con él...- explicó con calma.
-Por favor doctora salve a mi hermano!- suplicó la castaña presa de la desesperación.
-Hare lo que este en mis manos... - afirmó con seguridad. Justo en aquel precisó instante comenzó a resonar un pitido mucho mas intenso que el anterior que hizo llegar a la medica junto a su paciente lo mas rápido que puedo.
-Doctor la presión esta bajando de nuevo!- exclamó una de las enfermeras.
-Rápido debemos estabilizarlo apresúrense... - ordeno la mujer mientras volvía a su puesto - Len te necesito aquí... - de inmediato el residente estuvo junto a ella.
-Eiri!- grito alguien en un tono perturbado.
-Sáquenla de aquí- decreto una voz femenina pero firma.
-Doctora esta fibrilando...!
-Palas!- exclamó el doctor de inmediato les fueron pasadas -Carguen 200
-Despejen!- solicitó la voz masculina mientras aplicaba la reanimación, el cuerpo se sacudió con violencia..
-Mil quinientos mas en el torasel. - dijo Rin al observar las medidas de fluidos - Bandeja de traqueotomía! ... - pidió presurosa.
-Llamamos al cirujano?
-Ya no hay tiempo voy a tener que hacerlo yo...- afirmó ella mientras trabajaba presurosa en aquella lesión - Rápido vamos un escalpelo!... - con manos ágiles hizo al incisión - aprieta para que entre más sangre..
-Listo...
-Extractor external - pidió de inmediato aquel aparato fue colocado en al herida y dio acceso a la zona afectada.
-Dios mío ahí hay como tres litros de sangre... - comento el joven medico mientras intentaba ver el interior de la incisión mientras succionaba los fluidos.
-Vamos vamos, vamos succión! - Pidió ella apresurando a su ayudante.
-Traigo cuatro unidades de su tipo - dijo el enfermero que entraban con las bolsas cargadas de sangre.
-Pónselo rápido! - ordeno el doctor de ojos azules.
-Len encárgate de las compresiones internas - miro a la enfermera - Una esponja!
-Las palas están listas- afirmo la asistente mientras seguía asistiendo al respirador.
En tanto la doctora trabajaba buscando la fuente de la hemorragia, le medico fue junto a ella para ayudarla.
En ese instante Len halló la fuente de la hemorragia - Aquí la tengo... Ahí - remarco - esa es la que sangra!
-Vinil de veinte y pinzas - pidió la doctora ayudando con la sutura - Un gramo de Anceb.
-Sigue fibrilando- dijo la encargada de vigilar los aparatos - Buen pulso femoral con compresiones.
-La arteria esta suturada- confirmó la castaña.
-Palas internas ... carga de veinte - pidió el residente de inmediato le fueron dadas unas mas pequeñas que las vez anterior que se introduciéndolas dentro del cuerpo llegando justo al inerte músculo - Fuera todos!
-Fuera! - confirmo un enfermero.
La sacudida de shock al músculo pareció funcionar débilmente comenzó a moverse, el sonido de la maquina inició a marcar un ritmo, débil, pero constante.
-Presión subiendo
-Bien...- hubo cierta reacción por parte del paciente que hizo que la doctora se acercara a su oído mientras que revisaba la herida del cráneo.
-Eiri-kun me escuchas? - Dijo con suavidad - Soy la doctora Kagamine tuviste un accidente - comento mientras fruncía el seño al notar la herida detrás de su oído - no te preocupes haremos que te sientas bien - afirmó mientras seria revisando mas a profundidad - necesitamos una tomografía.
-De inmediato! - contesto el enfermero.
-Rin nuevamente la presión baja abruptamente!- exclamo Len.
-Esta fibrilando de nuevo...
-Compresiones cardiacas!
-Desfribilador... - las palas le fueron pasadas de inmediato- cargar a doscientos!
-Cargando
-Fuera!- el cuerpo volvió a sacudirse- revisa!
-No responde...
-Carga a 300
-Cargando
-Atrás!- nuevamente el cuerpo es agitado - cuento tiempo llevamos?- quiso saber adjunta de trauma.
-Mas de diez minutos
-Pupilas midriáticas - advirtió Len.
-Esta en asistole! - informo el asistente.
-Póngale epinefrina- pidió el residente castaño mientras ella misma comenzaba el masaje cardiaco.
-NO hay respuesta...
-Póngale atropina y denme las palas! - exigió ella con decisión.
-Doctora! - advirtió el residente.
-Carga trescientos sesenta! - Requirió la jefa ignorando todo menos su paciente- El no se ira a ningún lado...-a firmó la medica con determinación.
La tercera descarga fue efectuada y de inmediato el medico comenzó con los masajes, aunque el pitido seguía marcando la asistole...
(N/A: bien le pasare la posta nuevamente a Uesugi...Yuki: ya era hora ahora lárgate que es mi historia...¬¬ Angie: Baka...¬¬)
Ese sonido estridente y mucho alboroto fue lo último que recordaba, ahora me encontraba sumergido en aquel lugar donde no se veía nada más que oscuridad. No supe cuanto tiempo estuvo así. Solo fui consiente que en algún punto comenzó a oír lo sucedía a mi alrededor luego nada.
Cuando volvió a ser conciente de mi mismo, me volvió a encontrar en aquel lugar oscuro, pero hubo algo completamente distinto. Vi a cierta distancia una sombra, una figura confusa que estaba allí junto a unos pasos, esa persona no se movía solo estaba allí mirándome. ¿Cómo lo sabia? Pues es que podía sentir esa aura calida que emanaba de él.
Intente entablar una conversación, pero nada, por mas que lo practique varias veces no conseguí que saliera una mísera palabra de mi boca por mas que lo intente no conseguí hablar. El silencio me frustró sobre manera, decidí entonces llegar hasta aquella figura pero para mi horror no conseguí mover mi cuerpo, ¿que carajo estaba pasando conmigo?
No se cuánto tiempo estuve así sin poder moverme ni hablar en la nada arbitraria, aburriéndome de aquella miserable monotonía. Hasta que en un instante fui conciente de aquella brillante luz que me obligo a cerrar los ojos.
Justo en ese instante sentí la presencia de alguien, eran dos, hablaban entre si...
-Viste le escándalo de ese tipo?- dijo una vos femenina.
-Increíble que solo fuera su cuñado...- contesto otra
-Si parecía mas su koibito que su cuñado verdad?
-Como dijiste que se llama el tipo?
-Seguchi...
-Valla que escandaloso resultó ese tío!
-La verdad es que no se si este chico tenga posibilidades.
-¿Porque dices eso?
-Bueno escuche hablar a unos internos comentando el caso, el choque fue terrible, la doctora Kagamine batallo mucho para estabilizarlo cuando entro en trauma.
-Si eso me entere no se rindió nunca hasta que lo saco al fin... se que se le fue mas de quince minutos y aun así no dejo de luchar.
-Si pero no se si fue bueno eso.
-¿Porque dice eso?
-Bueno luego de cotejar el daño no se sabe si volverá a reaccionar.
-¿No me digas?
-Si es que tuvo un trauma severo, no solo en un pulmón sino que también se inflamo el cerebro por los golpes y para rematarla se fizuraron las vértebras cinco y seis.
-Hay por dios... es milagroso que este vivo
-Si pero si llega a reaccionar ¿tú crees que volverá a caminar?, de hecho es más que probable que quede cuadriplegico.
-Eso no lo sabes
-Vamos se realista... ahora mismo es un vegetal.
-¿No digas eso?
-Pues no lo digo yo lo dicen todos los residentes
-Seria una pena que un chico tan guapo muriera...
-Si
-¿Te dijeron como llego aquí?
-Nada en concreto, solo se que fue un accidente de trafico..
-En que mundo vives niña!...
-¿En este porque?
-¿Acaso no lees los diarios?... este chico es Uesugi Eiri un joven actor muy conocido
-¿Y?
-Baka el accidente no fue accidente..
-¿Como esta eso?
-Intentaron asesinarlo.
-¿Quien?
-Pues un loco fan que Uesugi-san rechazó varias veces... Kitasawa Yuki creo que se llamaba...
-No lo creo... ¿y como esta eso de que creo?
-El muy cretino después de atropellar a Uesugi-san choco contra la valla de contención salió despedido por el parabrisas y su cerebro quedo regado por el pavimento - suspirando agrego - Ven te mostrare el periódico
-Ok...
-¿Chequeaste los signos vitales...?
-Si no hay cambios....
-Te lo dije...
Apenas escucho que las malditas mujeres se alejaban Eiri decidió abrir los ojos, y observo a su alrededor comprendiendo que las palabras de aquellas estupidas eran ciertas, el estaba en un hospital rodeado de aparatos que lo mantenían con vida hasta ahora, su respiración sufrió cierta agitación al comprender que su vida había cambiado drásticamente.
Forzó su mente a recordar como mierda llego a ese estado... cerro los ojos y se dejo llevar por aquellas imágenes que al parecer volvían con fuerza.
Recordó claramente que el era un actor premiado y que contaba con cierto grado de fama y fanáticas que lo seguían donde el hacia promociones de su programa o película. De entre el tumulto de gente que lo rodeaba hubo una que realmente lo altero, aunque siendo el un actor muy bueno no permitió que se le notara.
Una mirada más que lujuriosa que había visto con antelación, de hecho cada vez que hacia una presentación o un especial en cualquier lado el tipo aparecía.
En varias ocasiones tuvo que pedir ser escoltado hasta su automóvil para sentirse mas seguro.
Pero en aquella ocasión decidió cortar todo el rollo por lo sano y como había previsto en le instante en que termino de filmar su último autógrafo y se alejo para fumar a solas, allí apareció aquel loco que lo había perseguido sin tregua por más de dos años.
Aun principio pensó que era algo bueno tener un fanático tan fiel, más conforme pasaron los meses y la insistencia de aquel sujetó comenzó a molestarlo además de alterar su paz.
Es que no podía girar al cara sin que él estuviera allí mirándolo como si el fuera un pedazo de carne al que el muy miserable quisiera hincarle el diente. Aquella mirada lo perseguía en sus pesadillas y consiguió finalmente llevarlo a un estado de paranoia.
Obviamente que no demostró nada bajo su mascara de ser serio y frío, el papel que mejor le salía, así pues cada vez que ese hombre de mirada, oscurecida por el deseo, se acercaba a él solo ponía su mejor rostro de seriedad y rechazaba cuanta invitación, regalo y/o sugerencia que le ofreciera aquel hombre.
En aquella ocasión no fue la excepción, después que lo dejara hablar por más de quince minutos, tolerando aquellas palabras llenas de lujuria contenida y doble sentido, decidió rechazarlo definitivamente.
-¿Que dices Eiri-kun aceptas?- insistió en decir.
-No...- repitió por enésima vez.
-Porque no quieres aceptarlo? - Por alguna razón su tono de voz dejo de ser gentil- ¿... acaso no ves que somos el uno para el otro?- afirmó exasperado.
-Eso es una estupidez...- asegure frustrado con la terquedad del sujeto.
-Pero si sabes que te amo...- insistió en decir.
-Tu no me interesas- gruño fastidiado intentando alejarme...
-NO te creo- exclamó aquel sujeto mientras tomaba sus hombros con fuerza.
-¡Suéltame!- ordeno Eiri intentando sacarse de aquel agarre.
-Tu eres mío Eiri y vete haciendo a al idea - aseveró Kitasawa, sin miras de atender le pedido del joven actor.
-Estas loco...- murmuro con un jadeo el oji miel.- Déjame en paz- pidió mientras forcejeaba vanamente.
-Acaso hay alguien mas?- cuestionó el exaltado castaño ya fuera de si ante aquella idea.
-He? - no pudo evitar aquella confusa reacción al notar el cambio en aquella mirada desequilibrada.
-Es eso? - se respondió solo - Dime tienes a alguien más...- afirmo mientras lo sacudía con vehemencia- No lo permitiré me escuchaste?
El actor reacciono con premura y preso del pánico dio un puntapié el los bajos al maniático y salio de allí corriendo pero claramente escucho aquella proclama que ahora comprendía no fue mentira.
-TU ERES MIO EIRI, Y SI NO ES ASI NO SERAS DE NADIE ¡LO JURO!
Exactamente a la semana siguiente durante un paseo que había prometido a su hermana sucedió el desastre.
Sencillamente evadieron a las conocidas fans que siempre esperaban verlo salir del estudio de grabación, para eso tuvieron que enviar a su hermano menor disfrazado de él con los guarda espaldas y ellos dos salieron por otra puerta rumbo a un restaurante cercano para disfrutar de un poco de privacidad.
Llevaban varias cuadras sin nada mas que una charla agradable entre el y su One-san, entonces tocaba cruzar una intersección, esperaron la luz verde y Mika fue la primera en avanzar seguida de cerca por mí. Pero por algún extraño motivó me sentí observado fue por eso que me detuve solo un segundo para voltear hacia atrás mientras cruzaba y allí pude ver aquellos ojos tan conocidos, marcados por la macabra decisión.
Todo fue tan rápido que ni tiempo a decir o exclamar algo pude ya que aquel sujeto le tiro su vehículo encima. Lo siguiente que recordaba fue un dolor intenso traspasando su costado izquierdo, y casi de inmediato sintió la mano de alguien en mi frente que me obligo abrir los ojos... una esencia a fresas inundo vagamente los sentidos.
No pude distinguir muchos ya que todo era una mancha borrosa, intente incorporarme pero algo lo impidió.
-Tranquilo amigo - escuche decir, aquel tono tan dulce hizo que me quedar aquieto - tuviste un accidente lo recuerdas?...
-N... no..- conteste apenas es que el dolor era avasallante y cortaba mucho de su concentración - me duele - confesé a mi pesar.
-Lo se, no te preocupes ya llame al novecientos once vendrán en unos minutos... -afirmó aquella suave voz.
-...agg... - me queje al intentar hablar.
-No te esfuerces trata de no moverte - me pidió esa persona con palabras gentiles - yo estoy aquí contigo no te dejare solo - alegó con una tranquilidad inexplicable que me contagio - estaré sosteniendo tu mano hasta que llegue la ayuda.
El tiempo pareció un suspiro mientras aquella persona que no conseguía ver ni sentir seguía hablándome de quien sabe que y en realidad no me importo, pero me reconforto el que alguien estuviera ahí, pude oír las voces a mi alrededor y sobre ellas las sirenas.
-Ya vienen te ayudaran...-dijo, un instante después escuche ruido de pasos acercándose.
-Soy Agira de urgencia ¿que tenemos?
-Lo atropellaron, veo varias laceraciones pero lo realmente me preocupa es esa herida en el lado izquierdo, además dio muy fuerte contra el asfalto seguramente tendrán que hacerle una tomografía - contesto la persona que me estuvo acompañando.
-¿Usted es?
-Solo soy un transeúnte testigo del accidente - respondió - tengo cierta noción de la gravedad de los golpes por eso me pareció mejor no dejar que se moviera del piso.
-Tienes conocimientos de primeros auxilios - quiso saber el doctor de urgencias.
-Si... soy estudiante de medicina en el área de fisiatría.
-Ayúdame entonces ya que mi compañero esta atendiendo a los demás - señalo el hombre de madura voz.
-Esta bien dime que hago... - respondió sin titubeos aquella persona.
-Vamos a inmovilizarlo.
Mientras ellos trabajaban, yo nuevamente a intente enfocar, lo único que conseguí divisar através de mi nebulosa fue una mancha rosa, luego de la nada apareció ante mi unos ojos amatistas que me observaron detenidamente.
-Estas personas te cuidaran - asevero mientras sonreía de una manera increíble, para luego de desaparecer de mi campo visual.
Quise protestar, para que no se fuera, mas mi fuerza parecía abandonarme y sumirme en la inconciencia, ni siquiera supe quien fue aquel ángel de cabello rosa que me había ayudado en tan mala circunstancia.
Ahora que recordaba todo con claridad, supo que ese madito lunático había cometido su acto atroz y logrado truncar mi maravillosa carrera o mejor dicho había mutilado su vida...
¿Que pasaba si esas mujeres tenían razón? ¿Que pasaba si no volvía a caminar? Había tantas cosas que quería hacer aun y el estaba ahí atado a aquel sitio.
Sencillamente prefería morir que estar ahí como un vegetal inservible, maldita sea esa doctora que no lo dejo morir.
Estupidos todo aquel que intentara volverlo a la vida si por el fuera se moría ahí mismo, pero aquellos aparatos no dejaba que su vida se extinguiera.
Pero si de el dependía no volvería a intentar nada, y seria mejor que ese cuñado suyo no se apareciera porque en verdad lo mandaría a freír espárragos aunque tuviera que trasformarse en algún espectro del infierno para hacerlo.
Así pues decidió no esforzarse en una recuperación que no exigiría, el no malgastaba el tiempo de nadie...
Solo le quedaba que la muerte volviera a buscarlo...
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