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El amor es enigmático por melikav

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Notas del fanfic:

 

Con este título pretendo encerrar historias auto-conclusivas, quizás unas sean one shot y otras drabbles, o un intermedio entre ambos (acabo de descubrir que se llaman viñetas); en fin, serán pequeñas historias independientes que prefiero unir bajo este título.

Me queda decir que Junjou Romantica es creación de Shungiku Nakamura, yo solo tomo prestados sus personajes.

 

Notas del capitulo:

Les traigo la primera, de Miyagi y Shinobu, espero la disfruten, por cierto, el título “El amor es enigmático” es el nombre de uno de los capítulos del animé, y me gusta mucho lo que implica, así que de ahí salió.

Me queda decir que Junjou Romantica es creación de Shungiku Nakamura, yo solo tomo prestados sus personajes.

 

La novia de Shinobu-chin

“Miyagi-sensei, llamó la secretaria de Takatsuki-sensei, dice que él necesita hablar con usted urgentemente sobre su hijo, que lo busque en su oficina… Por favor, sea prudente, cuide su carrera y el trabajo en el que tanto esfuerzo ponemos” Kamijou

Eso decía la cortés nota que escrita con una perfecta caligrafía encontró Miyagi sobre su escritorio. Un escalofrío recorrió su espalda, la sensación del culpable cuando camina hacia la sala de juicios. Envió un mensaje de texto a Shinobu, su pareja, pero éste no le respondió, siempre lo hace de inmediato y ahora que lo necesitaba no lo hizo, se supone que ya debería haber salido de clase.

Suspiró amargamente cuando tocó la puerta del despacho de su jefe, apagó el cigarrillo antes de entrar. La secretaria lo recibió con una extraña seriedad, Miyagi tragó grueso al ver que la amable joven no le sonrió como de costumbre.

******

El profesor de literatura encendió su tercer cigarrillo desde que llegó a esa lujosa aula de la escuela privada. Esta situación sería vergonzosa por decir lo menos, pero como consuelo tenía que la llamada de Takatsuki-sensei no era porque había descubierto la relación que tenía con su hijo. Su ex cuñado, “que complicado”, pensó Miyagi desanimado, dando otra bocanada al cigarrillo.

-Le pediré de la manera más atenta que no fume en estas instalaciones, recuerde que es una escuela y hay que dar buen ejemplo a los jóvenes –un hombre de edad similar a la suya apareció tras él, reprendiéndolo muy educadamente-

-Lo lamento, estoy algo nervioso –se disculpó con una mueca similar a una sonrisa, apagando el cigarrillo en el basurero del aula-

-Usted debe ser Miyagi-sensei, yo soy Furutaka, el maestro de química de Takatsuki-kun –le extiende la mano y el aludido le corresponde el saludo- Lamento la molestia de que tenga usted que venir hasta aquí, Takatsuki-san me dijo que está muy ocupado, pero que usted es como un hermano mayor para el chico –le sonrió nuevamente, invitándolo a sentarse-

-Si… claro… es como mi hermano menor –sudó al disimular- Estuve casado con su hermana –aclaró, quizás con más énfasis del necesario y con una tonta sonrisa-

-Esta escuela es muy estricta –comenzó el profesor con el tema que les interesaba- yo personalmente le confieso que no me parece tan grave la falta de disciplina de Takatsuki-kun, pero las reglas son así, no podíamos dejarlo ir hasta que viniera un responsable a dar la cara por él –Explicó casi disculpándose por lo que le parecía una tontería- Creo que son cosas normales de los adolescentes –prosiguió ante la mirada curiosa del otro, que no imaginaba cual era la travesura de la que hablaba… un aura negativa se posicionó en Miyagi al escuchar la palabra “adolescente” no le gustaba recordarlo-

-No se me ha informado todavía lo sucedido –replicó Miyagi en busca de una explicación concreta-

-Pensé que Takatsuki-san le había informado. Lo que sucedió es que la directora de la escuela, que es muy estricta en cuanto a disciplina, vio a Takatsuki-kun besando a su novia, y pues aquí estamos, debemos negociar su castigo –Los ojos de Miyagi se achicaron un poco al escuchar la palabra “novia”, un sentimiento entre molestia e incredulidad- Por eso le decía que me parece muy normal, pero la directora no piensa así –el profesor de química se sorprendió al ver la reacción del otro, como si fuera algo grave lo que le decía- No va a ser expulsado, simplemente será una llamada de atención al expediente –agregó algo extrañado en un intento por tranquilizarlo. ¿Es que solo a él le parecía una tontería el asunto?-

-Ah… ya veo. Entiendo la situación –respondió Miyagi finalmente volviendo a mantener la compostura- ¿Tengo que firmar algo? –dijo con seriedad, se sentía como una niñera, la situación le parecía ridícula… él discutiendo la conducta de quien era supuestamente su ¿pareja?, eso sin contar la parte en donde le decían a la cara que había sido traicionado por el chiquillo que juraba que lo amaba. Se culpó a si mismo por creer en las cursilerías que le decía, que el destino, que el amor verdadero, y se culpó porque no se creía capaz de culpar al otro que al fin y al cabo le parecía en estos momentos solo un niño-

-Por favor, firme este documento donde dice que nos reunimos y tuvimos esta discusión. Es una formalidad –le alcanzó un papel. Miyagi tras darle una leída sin mucho cuidado, lo firmó- Ahora sígame, lo llevaré a la sala de castigo, ahí está Takatsuki-kun –Miyagi abrió más los ojos, preguntando cual era la necesidad de eso. Furutaka le explicó que la segunda parte de la reunión incluía al joven, para explicarle las normas de la escuela y como debía disculparse por lo sucedido-

El profesor Furutaka guió a Miyagi por los pasillos hasta el aula de castigos. Justo cuando iban a entrar sonó su celular y tras disculparse, dijo que era una llamada urgente, que por favor lo esperara unos minutos. Miyagi suspiró antes de entrar, observó por la puerta de vidrio a un Shinobu algo sonrojado y claramente molesto rayando furiosamente un cuaderno. Lo comprendía, para un chico tan orgulloso enfrentar esa situación debía ser terrible, sintió un ligero dolor en el pecho, pero estaba resignado a que probablemente lo había perdido. Se iría de su vida tan apresuradamente como llegó.

-¡Miyagi! –exclamó el chico muy sorprendido, levantándose del asiento, cuando lo vio entrar- ¿Por qué estás tu aquí? –se sonrojó mucho más, tratando de entender la situación-

-Sabes que tu madre y tu hermana están fuera del país, y tu padre estaba muy ocupado para venir por algo como esto –otra vez esa molestia en el pecho, ese chiquillo le descontrolaba… solo un poco- Furutaka-sensei vendrá en unos minutos a hablar con nosotros y luego podremos irnos –señaló tratando de sonar lo más despreocupado posible mientras se recostaba en la pared-

-Miyagi… te dijeron que… -el joven se sonrojó más (si es que era posible). Pero el adulto lo detuvo en seco-

-No te preocupes, como no fue algo muy grave tu castigo es solo una advertencia en el expediente –¿tanto fumar le cobraba la factura? Porque juraba que sentía algo mal en su pecho, un dolor molesto, como una espina, ¿sería su presión arterial? ¿De verdad estaba tan viejo? ...Pero su rostro solo denotaba indiferencia. El joven bajó la cabeza, tragándose su orgullo se acercó a él que estaba de brazos cruzados en una clara pose de rechazo-

-Miyagi… con tus labios… -El aludido lo miró extrañado- con tus labios… -repitió con la cabeza baja y voz temblorosa- ¡Borra los de ella con los tuyos! –Exclamó totalmente sonrojado pero mirándolo desesperadamente con nacientes lágrimas en los ojos –Miyagi solo abrió un poco la boca con confusión. Nunca podría entender que pasaba por esa mente. Y definitivamente no sabía que responder a esa ansiosa mirada-

-¿Eh…? –Fue su única respuesta audible –El chico se acercó a su boca, haciendo que Miyagi descruzara los brazos para rechazarlo- Deja de compórtate como un niño Shinobu-chin –le reprendió- Al fin no es mi de mi interés que tengas problemas con tu novia –señaló con ¿rencor?, quizás más del que notó-

-¿Ah…? –ahora era el chico el que lo veía confundido, lo cual desesperó al otro- Ella… solo se me declaró… -comenzó una pausada explicación que en principio no creyó necesaria- …y antes de poder rechazarla me besó… en ese momento apareció por el pasillo la directora y nos vio… luego cuando nos encaró, la chica se puso a llorar para evitar el castigo y aquí estoy, siendo señalado como el único culpable –desvió la mirada, ni siquiera imaginó que Miyagi realmente desconfiara de él. Con todas las maneras en que le ha dicho que lo ama solo a él-

-Entonces… -el profesor de literatura no tuvo más dudas, esa le parecía una explicación muy sensata y sincera-

-Por eso te lo digo… ¡Bésame y borra con tus labios… -Miyagi no lo dejó terminar la frase, lo interrumpió para ponerlo contra la pared y besarlo profunda y posesivamente. Shinobu se sorprendió pero era lo que deseaba, se dejó llevar. El corazón de Miyagi tuvo otro sobresalto, esta vez por escuchar la puerta del aula abrirse, por un momento había olvidado a Furutaka-sensei-

El maestro de química los miró pálido, con la boca abierta y un tic en el ojo. Miyagi palideció también, prácticamente quedó hecho de piedra a unos centímetros del rostro de Shinobu, quien más bien fue el primero en reaccionar con si le hubieran herido el orgullo.

-Furutaka-sensei… creo que ya conoce a mi amante –los dos adultos lo miraron con la palabra incredulidad dibujaba en la frente- Espero no tenga objeciones a esto, el otro mes cumplo 18 años –señaló con tranquilidad dejando claro porque era Shinobu-sama. Miyagi veía su vida pasar rápido ante sus ojos, creyó que ahora si tendría un paro cardiaco, ¿quizás era eso mejor que la cárcel?-

-Eh… yo… ustedes… entonces… la verdad… - Furutaka-sensei balbuceaba ante un Shinobu que lo observaba cruzado de brazos, aun con ligero carmín en las mejillas –Ah… -suspiró pesadamente el maestro de química- No me pagan suficiente para esto… -se resignó, recordando que esa era una escuela de ricos y caprichosos hijos de familias demasiado poderosas como para intervenir y poner en riesgo su carrera-

Shinobu sonrió satisfecho y Miyagi se reincorporó a la vida lentamente. El profesor de química intentando hacerse el desentendido terminó con el protocolo necesario, un par de firmas y deseó nunca cruzarse con ese asunto nuevamente, incluso tuvo un homofóbico escalofrío. Los despidió con una cortés sonrisa, y volvió a sus habituales labores, pero aún pensando en lo bizarro de esa situación… Ese hombre podía ser el padre del otro… y eran… ¿como decirlo?… hombres… ¿y acaso no había dicho que era su cuñado?… ¿y donde quedaba la supuesta novia de Takatsuki-kun? El profesor Furutaka sacudió la cabeza tratando de no pensar más en eso. Esos muchachos de ahora eran un caos… en sus tiempos…

“Vamos a tu casa viejo… quiero… que me hagas el amor hoy” fue lo último que escuchó el ahora sonrojado maestro de química cuando se alejaban por el pasillo. “Claro que si… Shinobu-chin… pero necesito un cigarrillo… o cuatro” creyó escuchar afirmar al otro alegremente como quien tras un día lleno de altibajos emocionales todavía tiene impulso para un ultimo esfuerzo en el día.

FIN

 

 

Notas finales:

 

Pues acá tienen, recién salido del horno, lo escribí muy rápido (relativamente en comparación con lo que siempre tardo) y es prácticamente lo primero que escribo de esta pareja; quiero interiorizar a los personajes, así que esperaré sus comentarios ansiosamente ¿es creíble esta historia? (por cierto, odié el titulo, pero no se me ocurre nada mejor)

Gracias por leer ^^

Comenten por favor…

 


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